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» [Persona] Persona: Twin Souls (40/?)
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Lechugaman Mensaje Sab Mar 13, 2010 10:40 pm
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Título del mensaje:
Muy buen capitulo! Fue muy inteligente la idea de relacionar "caja de musica" con "reproductor MP3", la verdad es que no se me habia ocurrido (me emperraba en pensar en cosas que se parecieran fisicamente a una caja de musica). En general, toda la primera parte del capitulo, en plan "cazatesoros" (siguiendo pistas que conducen a otras pistas y tal), me gusto mucho. Sobre todo este pasaje:

su mirada se fue a parar al pecho de Yukari

Izanagi, has intentado disimularlo, pero no cuela: Toni esta salido! XDD

Del final me sorprendio que el protagonista contara a sus padres lo sucedido. Crei que lo mantendria en secreto por miedo a que no le creyeran, como hizo el prota de Persona 4. A ver como continua la trama, que de momento esta muy interesante.

Como nos gusta mangonear con las dimensiones en nuestras fics... XD




izanagi33 Mensaje Lun Mar 15, 2010 7:38 pm
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Continuación del Fic:

Capítulo 20: La noche antes del Viaje

¡Aaahhhh!

Toni, que acababa de llegar a la residencia de los Izumi, escuchó un grito proveniente de lo alto de las escaleras al primer piso. Sin duda alguna era la voz de Naomi.

Tras oírlo Toni, Ken y Chizuru, que también habían oído el grito, subieron al primer piso y se dirigieron a la habitación de Chizuru, la cual estaba cerrada. Al abrir la puerta se encontraron con una extraña escena. Naomi estaba sentada en la cama, gritando y lanzando peluches y cojines hacía la derecha en donde aprecia estar Teddie, el cual, estaba contra la pared, como si Naomi lo hubiera lanzado en esa dirección, y enterrado bajo una montaña de cojines.

- ¡¿Qué crees que estas haciendo?!
- ¡Ay, ay! El cuerpo de Teddie duele…
- ¿Na… Naomi?

Al oír la voz de Toni, Naomi, se giró hacía la puerta y saltó de la cama y se dirigió hacía él.

- ¡Toni, ese pervertido estaba tumbado a mí lado!
- Tranquila Naomi, cálmate y explícame que pasa.
- Aaahhh… Buff…- Naomi aspiró y expiró para calmarse.- Ese tipo estaba a mí lado cuando he despertado… Ha saber que ha podido hacerme…
- Teddie no ha hecho nada, Sensei…- Teddie se levantó como pudo y recogió la camisa que había tirada en el suelo, la que él llevaba puesta.- Solo era una pequeña broma…
- ¿Teddie? ¿Ese es Teddie?
- Sí y ya ves que ha sido una broma.
- Bueno... si no ha pasado nada me bajo, que estaba viendo mi programa favorito.- Chizuru bajó a la planta baja.

Naomi se quedó mirando a esa chica que bajaba las escaleras en Toni y en el chico que estaba a su lado, el cual, era un poco más bajo que ella y en la habitación en general.

- ¿Dónde estamos y… que te has hecho en el pelo, Toni?
- Je, je. Me lo he cortado esta tarde. Ahora mismo estamos en casa de los Izumi, los tíos de Ken. Toni señalo a Ken.
- ¿Ken?- Naomi miró fijamente y con los ojos abiertos de par en par al chico que estaba junto a Toni.- ¿Ken Amada? ¿Eres Ken-chan?
- Uhm… Sí, soy…- En ese momento Naomi abrazó a Ken y este, no sabiendo como reaccionar al notar los pechos de Naomi al abrazarle, se puso rojo y un pequeño hilo de sangre le empezó a brotar por la nariz.
- Naomi, déjalo que lo vas a desangrar…
- Ups, perdón. Dijo Naomi mientras sacaba la lengua y soltaba a Ken.
- ¿Te encuentras bien?
- Sí…- Ken movió la cabeza hacía un lado y al otro para aclararse.- senyorita… Yo no la conozco.
- No me conoces, Ken-chan.
- Naomi, ya no estamos en tú mundo, la gente de aquí no te conoce.
- ¡Aaahhh! Creo que lo entiendo…- Naomi se acercó a la ventana y se puso a mirar el paisaje que por ella se veía, era un paisaje nocturno lleno de estrellas y algunas luces de las casas de los alrededores. No había ningún edificio que destacará sobre los demás.- Uhm… esto no parece Iwatodai… ¿Dónde estamos?
- No, no lo es- Toni se le acercó y miró por la ventana.- Esto es un pueblo rural llamado Inaba.
- ¡¿Inaba?! ¿Estamos en Inaba?
- Eh…- Toni no se esperaba esa reacción por parte de Naomi.- Sí…
- ¡Guau! Hacía algún tiempo que no estaba en Inaba.
- Tú… has estado aquí. ¿Cuando?
- Sí, estuve en verano, con el club de Tenis. Vinimos aquí para hacer un entrenamiento especial y pasemos unos días haciendo turismo ¿Tú no?
- No…- Algunos recuerdos de aquel verano vinieron a la memoria de Toni.- Yo estuve entrenando con el club de Atletismo durante un par de días para prepararnos para la competición que se celebraba… Buf, fue agotador. Pero he estado antes en este pueblo.
- Eso no es cierto, Sensei ha estado en Inaba.- Interrumpió Teddie.- Sensei estuvo con Teddie, Yosuke, Kanji, Chie-chan y las demás el año pasado.

Toni se quedó mirando a Teddie y pensando en sus palabras, pero, no logró recordar nada de lo que él había dicho ni le sonaban esos nombres.

En ese momento apareció la señora Izumi en la puerta de la habitación venía con su típica cara sonriente.

- ¡Oh! Veo que al fin se han despertado tú hermana y tú amigo, Toni-kun.
- Sí, acaban de despertar.
- Me alegro.- Sonrió la señora Izumi mientras inclinaba la cabeza un poco hacía la derecha.- Bueno, ya esta la cena, lista. Espero que tengáis hambre pues he hecho mucha.
- ¡Sí!- Gritaron Naomi y Teddie la unísono y al oírlo, Toni, no pudo evitar soltar una carcajada.
- Jo, jo, jo.- Rió la señora Izumi.- Espero que tengamos sitio para todos.

Naomi y Teddie siguieron a la señora Izumi hacía el piso de abajo mientras Ken y Toni los seguían. Cuando los otros tres ya habían bajado al piso de abajo Ken retuvo a Toni.

- Toni-san.
- Sí.
- He estado pensando en lo que acaba de decir el señor Teddie y tal vez tenga algo de razón…
- En lo que ha dicho sobre mi estancia en este pueblo.
- Sí… Si eso fuera verdad explicaría algunas de las cosas que han sucedido esta tarde. La gente que nos ha mirado raro por la calle, la señora de la tienda de Tofu y lo que dijo el señor Daidara, además de aquellos dos que nos encontremos en la Hora Oscura.
- Sí, a mí también me extrañaron las reacciones que tenían al verme… pero la cosa es que no logro recordar nada de este lugar ni de esa gente… Además, las fechas no coinciden…
- ¿Las fechas?
- Sí, Teddie dijo “Hace un año” y más o menos entonces fue cuando mi “otro yo” selló a Nyx…
- También es verdad… no había caído…
- Por ahora tenemos muy poca información para nos rompamos la cabeza pensando en esas cosas, Ken. Cuando llegué el momento ya se solucionará…
- ¡Ken-chan, Toni, bajad, que la comida ya esta lista!- Gritó Naomi desde la planta baja.
- Venga bajemos.
- ¡Sí, Toni-san!

Pero en ese momento Toni se detuvo y volvió a la habitación de Chizuru y salió con los Tsuin Kiba que había guardado antes.

- ¿Qué haces, Toni-san?
- Voy a guardarlas en tú habitación que como las vea Chizuru le puede dar algo.
- Tienes razón.

Tras dejar las espadas en la habitación de Ken, los dos, bajaron para unirse al resto de la familia. Todos se disponían a cenar en la cocina. Era una amplia habitación con una mesa bastante larga en el centro de la habitación. En un lado estaban la cocina y el fregadero, en la pared contigua una nevera de dos puertas que parecía ser congelador y frigorífico en el mismo aparato. En la otra pared había una puerta que parecía conducir a una especie de alacena y también, en la otra pared, donde estaba la entrada a la cocina, había muebles con utensilios de comida.

- Ah, vosotros sois los amigos de Ken.- Dijo una voz desde la puerta de entrada detrás de ellos.
- ¿Eh?- Toni, Naomi Ken y Teddie se giraron. Al hacerlo se encontraron con un hombre junto a la señora Izumi. Era algo más alto que ella y tenía el pelo corto y de color negro, tenía también una sonrisa semejante a la de su mujer.
- Sí tío, este es mi amigo Toni Gómez.
- ¡Oh! El famoso Toni Gómez.
- Sí y esta senyorita es su hermana Naomi y este es un amigo suyo llamado Teddie.
- ¿Hermana?- Se preguntó en voz baja Naomi tras oír a Ken, Toni pudo oírla.
- Encantado de conocerle señor Izumi.
- Je, je. Llamadme Ishin, que señor Izumi suena muy formal. Venga vamos a cenar.
- De acuerdo, pero antes Naomi y yo hemos de ir al baño que no nos hemos lavado las manos.
- Vale.

Toni y Naomi fueron al baño y mientras se lavaban las manos Toni comentó a Naomi.

- Les he dicho a la familia Izumi que somos hermanos.
- Ah… ¿Y Ken-chan?
- Él sabe la verdad. Que los dos somos de otros mundos y todo eso. Así que si preguntan algo, somos hermanos.
- Vale…

Durante la cena, todos conversaban alegremente mientras comían típica comida de una cena japonesa: tortilla, sopa y arroz. Toni lo pasó bastante mal para comer con los palillos.

- Ja, ja, ja. Parece que no te va bien comer con palillos, Toni-kun.
- Sí, señora Izumi…
- Mayu, llámame Mayu.
- Sí, Mayu, estoy más acostumbrado a comer comida occidental y eso…
- Si quieres te puedo preparar otra cosa.
- No hace falta, así aprendo.- Sonrío Toni.
- Bueno, ¿Dónde vivís?
- Vivimos en Iwatodai, Ishin.
- Ah, donde vivió Ken.
- Sí, tío.
- Y… ¿Tienes novia?
- Pfff…- El arroz que Toni tenía en la boca salió a borbotones tras oír eso.- No… no tengo…
- Ah ¿no? Entonces podrías salir con mi hija.
- Pfff…- Esta vez fue Chizuru la que escupió el arroz.- ¡¡Pero Papa!! ¡¡¿¿Qué estas diciendo??!!- Le gritó con la cara roja mientras le lanzaba un bol a la cabeza.
- ¡Ay! Era broma hija…
- Cariño, ya sabes que a nuestra hija no le hacen gracia esas bromas.
- También lo decía porqué Toni-kun parece un buen chico.
- Bueno en eso tienes razón.
- “¿Dónde me he metido…?”- Pensó Toni.- Cambiando de tema, Ishin.
- ¿Sí?
- Me han dicho que se mudaron aquí por su trabajo. ¿De que trabaja?
- Uhm…- Ishin dejó los palillos en la mesa y su expresión cambió de golpe, tenía un aspecto serio, totalmente distinto a como estaba antes y en tono muy serio y voz grave dijo.- Sí… es cierto… trabajo como… detective privado.
- ¡Wow!- Gritaron Toni, Naomi y Teddie al oír tal revelación. ¡Increíble!
- Toni-san, Naomi-san… es mentira. – Interrumpió Ken.
- Es verdad, es una broma.
- …- Los tres se quedaron sin palabras pues se habían creído lo dicho por Ishin.
- La verdad es que trabajo en un hotel de este pueblo que es bastante famoso. Soy parte del personal del hotel.- Tras oír eso los tres miraron a Ken y este asintió.- He que esta vez es verdad…- Terminó Ishin entre lágrimas.
- Eso te pasa por hacer tantas bromas Papa.
- Tú también hija…
- Bueno, Ishin, ¿como se llama ese hotel?
- Ah, sí…- Ishin recuperó la compostura.- Es el Hotel Amagi.
- ¡Oh! ¡Yo he estado allí!- Saltó Naomi.
- ¡Oh!- Reaccionó Teddie.- ¡Entonces debe conocer a Yuki-chan!
- ¿Yuki-chan? ¿Te refieres a Yukiko Amagi?
- Sí a Yuki-chan, Teddie y Yuki-chan son amigos.
- Me alegro… últimamente Amagi-san no esta muy contenta después de que su amiga de la infancia se fuera.
- Ah… Debe ser Chie-chan.

Después de cenar decidieron que Toni y Teddie durmieran en la habitación de Ken y Naomi en la de Chizuru con el enfado de Teddie que prefería dormir con Chizuru y Naomi. Los tres fueron a la habitación de Ken para hablar mientras Chizuru y Naomi se quedaron en el salón viendo la televisión y hablando entre ellas.

- Tenías que haber visto a Sensei, Ken-chan, estuvo magnifico.
- ¿A sí?
- Sí, como se enfrentó a las Sombras que encontremos allí dentro fue genial, usando sus aquellas dos espadas. Zum zas y las Sombras desaparecían. ¡Sensei es genial!
- Tampoco exageres, Teddie.
- Pero es verdad Sensei, sobretodo aquello que hiciste para cubrir las espadas de fuego y acabar con aquella Sombra tan rara.
- ¿Cubrir las espadas de fuego, Toni-san?
- Bueno… es un truquillo que he aprendido.- Toni se remangó la manga derecha y alzó el brazo y se concentró en Orpheus y de repente su mano empezó a arder.
- ¡Guau!
- Buf…- Toni terminó su demostración.- El problema de esto es que cansa bastante… lo raro fue lo de las espadas.
- ¿Las espadas?
- Lo recuerdas ¿Verdad Teddie? Lo que pasó tras acabar con la Sombra.
- Uhm…- Teddie dejó los ojos en blanco.- ¡Ah sí! Sensei se sintió muy cansado.
- Sí eso, al parecer al usar esto con armas… o al menos con esas espadas me agota más de lo normal. Es como si estas absorbieran parte de mi energía…
- Ah… Es muy extraño… y todo eso sucedió dentro del televisor, en ese extraño mundo.
- Sí, así es.
- Sí, el Canal de Medianoche, el Hogar de Teddie...- Dijo Teddie en tono triste.
- ¿Siempre ha sido así, Teddie?
- No, tras lo que sucedió se convirtió en un vergel lleno de flores… pero hace poco todo volvió a ser de esa manera tan horrible…

Después de conversar un poco más todos se acostaron. Ken en su cama y Toni y Teddie en dos futones. Teddie se puso un pijama de Ken, que le iba un poco pequeño, y Toni uno de Ishin que más o menos tenían la misma talla.

En la cabeza de Toni no dejaban de rondarle pensamientos sobre lo que había visto en Inaba y no le permitían dormir. Entonces decidió levantarse, sin hacer ruido, y salir al tejado de la casa por una gran ventana que había en la habitación. El tejado tenía una pendiente muy poco pronunciada, cosa que permitía estar sobre el de una manera bastante segura y las tejas que lo formaban eran bastante lisas cosa que permitía sentarse en ellas cómodamente. Toni medio cerró la ventana para que no entrara nada del aire fresco que había a esas horas y así no molestar a los otros. Después se sentó en el tejado y se puso a mirar al cielo, que estaba totalmente despejado y las estrellas se veían con total claridad y se puso a pensar. Entonces, de repente, se oyó una voz.

- Parece que hemos tenido la misma idea. Ji, ji, ji.- Naomi salía de la ventana de la habitación de Chizuru y se sentó cerca de Toni. Ella llevaba puesto un pijama de Chizuru con el pantalón de manga larga y una camiseta de manga corta, ambos de color azul celeste.
- ¿Qué haces aquí?
- Ji. He dormido tanto hoy que me he desvelado.
- Ah…
- Y tú ¿Qué haces aquí?
- Tengo demasiadas cosas en la cabeza y no puedo dormir.
- ¿Qué cosas?
- ¿Recuerdas lo que dijo antes Teddie?
- Uhm… ¿Sobre lo que habías estado aquí antes?
- Sí… Cuando has estado inconsciente Ken y su prima y yo hemos salido a dar una vuelta por la ciudad y mucha gente me miraba e incluso me hablaron como si me conocieran.
- Que raro…- Naomi, apoyo su cabeza sobre sus brazos a la vez que estos estaban apoyados sobre sus rodillas y mirando al cielo.
- Además… esta tarde surgió la Hora Oscura…
- ¡¿De verdad?!
- Sí, aunque era rara… no era como la que vi en este mundo la última vez, fue más parecida a la que vi en tu mundo, la que había aquí hace dos años…
- ¿Solo fue eso, lo raro?
- No… Ken, Koromaru y yo nos encontremos con un chico con el pelo blanqueado y una chica con el pelo largo y negro.
- ¿En la Hora Oscura? Entonces deben tener el “Potencial”.
- Supongo… Pero lo más raro es que parecían conocer a las Sombras pues se enfrentaban a ellas en vez de huir y cundo me vieron reaccionaron como si me conocieran y el chico me llamo “Senpai”.
- Seguro que no has estado antes aquí.
- No lo recuerdo… pero si fuera algo que mi otro yo conociera… yo lo hubiera recordado…
- Agh…- Naomi se tumbó.- Eso de tu “otro yo” es un rooooollazo…
- Je. Me lo dirás a mí…
- Ja, ja, ja.
- Naomi.
- ¿Sí?
- Quería darte las gracias.
- ¿Las gracias?- Naomi volvió a incorporarse.- ¿Por qué?
- Por haberme salvado la vida contra aquel monstruo.
- Pero… no hice nada… Además fue culpa mía…
- No, fue tu culpa y si no hubieras intervenido yo ahora estaría muerto…

En ese momento Naomi se lanzó sobre Toni y lo abrazó por el cuello haciendo que se cayera de espaldas.

- ¿Qué haces?
- ¡Es que estoy muy contenta!
- Si lo se no te digo nada.- Tras decir esto ambos empezaron a reírse y después se fueron cada uno a su habitación y se durmieron.

Unas cuantas horas antes, en la Mansión Kirijo, era la hora de cenar. Mitsuru y Jumpei estaban comiendo.

- ¿Cómo han ido las clases, Iori?
- Uhm… bien…
- Ya veo… ¿Hay noticias de Gómez?
- No, desde la carta que le dieron a Fuuka-chan el lunes, no ha habido ninguna noticia.
- Comprendo… ¿Y sobre la chica que parecía conocer a Gómez?
- ¿Rissete? No he podido acercarme demasiado a ella pero me estoy acercando mucho al chico que trasladaron a mí clase.
- ¿Por qué, Iori?
- Porqué al parecer él y Rissete se conocen de antes. Muchas veces lo he visto junto a ella y la chica que trasladaron a la clase de Fuuka-chan, Chie-san.
- Uhm… comprendo, sigue así.
- Vale.

En ese momento, Yukari, tras algunos días sin coincidir con los demás, entró en la habitación.

- Bona Nit! Takeba.
- Bona Nit! Mitsuru-senpai…
- Yukari… ¿Te encuentras mejor?
- … - Yukari ignoró a Jumpei.
- Ya era hora que salieras de tu habitación.
- … A ti que te importa.

Tras decir esto Yukari se dispuso a marcharse y Jumpei se puso en su camino para impedir que continuara.

- ¡Quieres dejar de comportarte de esta manera!- Yukari y Mitsuru se sorprendieron al ver la cara de Jumpei pues siempre solía estar de broma, pero esta vez, estaba muy serio, pocas veces le habían puesto así.
- ¡Déjame en paz!- Yukari intentó golpearle en la cara pero Jumpei le cogió el brazo por la muñeca.
- No, no te voy a dejar.
- Iori déjala.
- No Mitsuru-senpai, ya estoy harto.
- Acaso te he hecho algo Stupei.
- ¿Es que no te das cuenta?
- ¡¿De que hablas?!
- Con tu comportamiento no solo te estas perjudicando a ti misma, sino que también estas haciendo sufrir a Fuuka y a Mitsuru… y a mí también… ¿No ves que somos tus amigos?
- Pero… pero él…
- Yukari…- Jumpei soltó la muñeca de Yukari y le puso las manos sobre sus hombros.- ¿No recuerdas lo que nos dijo? Él no es el mismo Toni que conocimos…
- Pero…
- Además, si vuelve, es posible que tenga que volverse a marchar… Si eso sucede, ¿te volverás ha poner de esta manera?
- Yo… yo…- Yukari quedó pensativa durante unos instantes.- Yo tengo que pensar…

Yukari salió de la habitación y se fue hacía su habitación.

- Iori.
- ¿Sí, Mitsuru-senpai?
- Lo has hecho bien.
- Eso espero…


Capítulo 21: Adiós Inaba

Llegó la mañana siguiente. Era un domingo soleado con unas pocas nubes flotando por el cielo. Después de hablar con Naomi. Toni, fue capaz de conciliar el sueño de forma profunda.

Toni empezó a despertar y al hacerlo notó un peso sobre él y al abrir los ojos vio a Teddie encima de él.

- ¡Agh! ¡Quita de encima!- Toni empujó a Teddie hacía el lado.
- ¡Buah! ¿Qué pasa?- Preguntó medio dormido Ken.
- Este pesado que se me ha puesto encima…

Entonces Teddie, al golpearse contra la pared, despertó. Después de este “rudo despertar” los tres se vistieron para bajar a desayunar. En la cocina se encontraron con Chizuru y Naomi desayunando y a la señora Izumi cocinando.

- Buenos días chicos. ¿Habéis pasado buena noche?
- Buenos días señora Izumi. La noche bien, el despertar ya es otra historia.
- Ja, ja, ja. Rió Ken.
- Ji, ji, ji. Prosiguió Teddie.
- ¿De que os reís?- Preguntó Naomi extrañada.
- Nada, no es nada.
- Venga chicos, sentaos a la mesa.
- Vale.- Dijeron los tres.
- Señora Izumi. Dijo Toni mientras miraba por toda la habitación.
- Sí, Toni-kun.
- ¿Y su marido?
- Se ha ido a trabajar temprano.
- Ah…

Mientras comían todos hablaron sobre los planes que tenían Toni y Naomi para volver a casa.

- Entonces Toni-san, ¿os vais hoy?
- Sí Ken. Nos iremos de aquí un rato e iremos a la parada de autobús. Después llegaremos a la estación y de ahí un tren para casa.
- Sí, es buena idea hacer eso.
- Gracias, señora Izumi.
- Y os tenéis que ir justamente hoy…
- Sí Chizuru. He estado una semana fuera y he perdido muchas clases y Naomi esta en la misma situación.
- Uhm… ¿Yo?- Naomi miró a Toni.- Oh sí, es verdad.
- Entonces Teddie volverá a casa.

Al poco de desayunar la Señora Izumi y Chizuru se prepararon para salir.

- Bueno, Chizuru y yo tenemos que ir de compras, espero que tengáis un buen viaje.
- Gracias.- Dijeron Toni y Naomi.
- Espero que podamos vernos pronto, Toni-kun, Naomi-chan.
- Eso espero, Chizuru.
- Chizuru-chan estaremos en contacto por el móvil.- Al parecer, la noche anterior, Naomi y Chizuru intercambiaron sus números de teléfono y Naomi formo un lazo con ella, el lazo de la Sacerdotisa.
- Vale.

Aprovechando que las dos se habían ido Teddie, que se puso de nuevo su traje de oso, aprovecho para volver al Canal de Medianoche desde el televisor de la sala de estar.

- Es hora de despedirnos.
- Sí… Sensei, si necesitas ayuda acude a Teddie y Teddie te ayudará sin dudarlo.
- Vale, pero… ¿Cómo contacto contigo?
- Solo tienes que entrar en el Canal de Medianoche y Teddie te rastreará y te encontrará.
- Gracias… amigo.

Toni ofreció su mano a Teddie y este, muy contento, le dio la mano y de repente, en la cabeza de Toni resonó una voz.

“Yo soy vos y vos sois yo..
Desde ahora tienes nuestra bendición
Para crear Personas de la Arcana de la Estrella…”

Y una carta de tarot con el símbolo de la Arcana de la Estrella se formó en la mente de Toni.

Tras esto Teddie se introdujo en el televisor y desapareció.

-Espero que este bien.
-No te preocupes, Naomi, lo estará.
- Pero… ¿que ha querido decir con “ir al canal de Medianoche”?
- No será que…- Toni se acercó al televisor e intentó tocar la pantalla con los dedos de su mano derecha. Sus dedos empezaron ha atravesar la pantalla.
- Ostras…- Naomi no podía creer lo que estaba viendo.
- Naomi, inténtalo tú también.
- ¿Estas seguro?- Naomi acerco su mano al televisor y al tocarlo sucedió lo mismo que con Toni.
- ¡Guau! Voy a intentarlo…- Ken se acercó al televisor pero al tocarlo no sucedió nada.- Jo, conmigo no funciona…
- Eso parece Ken.- Después todos se retiraron.- Bueno, va siendo hora de preparar el equipaje.
- ¿Qué equipaje?- Pregunto Naomi.
- Pues las espadas… no podemos llevarlas así como así por la calle…
- Tienes razón, acabaríamos entre rejas.
- Uhm… esperad un momento…- Ken salió de la habitación y sacó su móvil y marco un número y habló por él.- Toni-san, mi tío me ha dicho que podéis usar su bolsa de Kendo.
- … Ken… ¿Qué le has dicho?
- Que teníais que llevar uno recuerdos y necesitabais algo para llevarlos.
- Ah, menos mal. Otra cosa Ken, dame tu número de teléfono y estaremos en contacto.
- Vale.- Entonces Ken le apuntó su número en un papel y Toni le dijo que al llegar a casa le llamaría ya que ahora no llevaba el teléfono encima.

Ken subió al ático de la casa y bajó con una bolsa alargada de piel marrón con muchas cremalleras y llena de polvo, como si hicieran muchos años que nadie la usaba. Toni sacó las tres espadas de la habitación de Ken y se dispuso a guardarlas en ellas.

- “Parece que nadie ha usado esta mochila en mucho tiempo…”.- Pensó Toni mientras guardaba las espadas en ella.
- Toni…
- ¿Qué pasa Naomi?
- ¿De donde has sacado esa espada?
- ¿Esta?- Toni alargó la espada que le había regalado Daidara y Naomi la sostuvo sin mucho esfuerzo con las dos manos.
- Naomi-san… ¿Puedes sostenerla?- Preguntó Ken sin acabarse de creer lo que estaba viendo.
- Sí… ¿Por qué?
- Al parecer esa espada pesa bastante… menos para nosotros dos, parece.
- Entonces es como Aoi Kiba.
- A que te refieres.
- Cuando… mi Jumpei-kun intentó sostenerla le quemó las manos.
- Que raro… A mí no me paso cuando la use dentro del televisor…
- A ver yo…- Ken toco los mangos de las dos espadas y notó como si le quemasen los dedos y los apartó enseguida.- ¡Au! Queman…
- Pues más misterios sobre estas dos espadas…
- Eso parece.

Tras acabar de guardar las espadas Toni se colgó la mochila a la espalda y tras despedirse de Ken, Toni y Naomi se marcharon hacía la parada de autobuses que había en la Avenida Comercial.

Al llegar a la parada aún faltaba un rato para que pasara el autobús. En ese momento Toni recordó algo que le paso por alto durante el paseo con Ken y Chizuru.

- Naomi, tengo que ir a ver una cosa… ¿Podrías quedarte aquí con la mochila?
- Ah sí, claro… ¿Dónde vas?
- A ver a alguien conocido… Tras decir eso Toni se alejó corriendo.

Toni corrió hasta “Metalurgia Daidara” y miró a la izquierda de la puerta. Allí vio otra puerta de un color morado con marcas doradas alrededor de ella y al parecer nadie más podía verla. Sin duda alguna era la “Puerta de Terciopelo”. “Aquí también hay una…”. Toni tocó el pomo de la puerta y de repente Toni desapareció.

Al abrir los ojos Toni empezó a mirar a su alrededor. Aquel lugar no era como la Habitación de Terciopelo que había visto antes. El lugar parecía ser el interior de una limusina que recorría un paisaje lleno de niebla que no dejaba ver más allá de la ventanilla.

- Valla. Valla, Muchacho… No esperaba encontrarte aquí.
- Mm…- Toni miró al frente, al lugar donde venía la voz y allí vio a Igor, sentado en un asiento y a su izquierda, en otro asiento Margaret.- Supuse que serías tú.
- ¿Cómo ha ido tú visita al Canal de Medianoche? ¿Esta bien la Muchacha?
- A ver si lo adivino… Nos mandaste allí apropósito…
- Exactamente.
- Me estoy planteando romperte esa nariz que tienes.- Masculló Toni en voz baja.
- Pero todo ha ido bien… ¿verdad? No hace falta que te exaltes.
- Sí… lo que digas…

Mientras tanto, Naomi estaba esperando en la parada, caminando de un lugar para otro y mirando los alrededores ya que todo aquello le traía recuerdos de su viaje a Inaba.

De repente, cuando iba caminando de espaldas golpeo a alguien sin darse cuenta. Al girarse se encontró con una chica algo más o menos de su altura, con el pelo largo y de color negro. Iba vestida con un conjunto de falda negra y camisa de estilo oriental, con costuras al hombro derecho, de color amarilla.

- Uy, perdona… estaba despistada.- Naomi se inclino para disculparse.
- No importa. No ha pasado nada…
- “Oh… que guapa…”- Naomi se quedó mirando a la chica y tuvo la sensación que la conocía.- ¿Nos conocemos?
- No, no creo…
- ¿No?- En ese momento la mente de Naomi se ilumino.- Espera un momento… ¿eres Yukiko Amagi?
- Sí, así me llamo…- Yukiko no se esperaba que aquella desconocida supiera su nombre.- ¿Nos conocemos de algo?
- Estoo…- En ese momento las palabras de Toni volvieron a su mente: “Naomi, ya no estamos en tú mundo, la gente de aquí no te conoce.”- Es que… hará un tiempo pase unos días en el Hotel Amagi y te vi…
- ¿A sí? ¿Cuándo fue?
- Uhm… exactamente no lo recuerdo… pero llevabas el pelo más corto.
- “El pelo corto… eso debió ser hace dos o tres años…”. ¿Qué haces aquí...? ¿Cómo te llamabas?
- Ups, que despistada soy… Mi nombre es Arisato, Naomi Arisato, pero puedes llamarme Naomi.
- Pues puedes llamarme Yukiko.- Dijo con una sonrisa.- ¿Qué haces por aquí Naomi?
- Estoy de viaje con mí… hermano y hoy volvemos a casa.
- Ah…

Mientras tanto, enfrente de la Puerta de Terciopelo, Toni y Margaret, la cual le había guiado hacía el exterior, aparecieron.

- Entonces no recuerdas nada de este lugar…
- ¿Eh? ¿Debería recordar algo?
- No nada…- La mirada de Margaret vislumbraba que tenía algo en mente.- Bueno, creo que se te acaba el tiempo.
- ¿Por qué lo dices?- Toni miró su reloj.- ¡Ostras, el autobús esta apunto de llegar!- Entonces Toni empezó a correr hacía la parada para no perder el autobús.
- Tendré que seguir con el plan…- Fueron las últimas palabras de Margaret antes de desaparecer.

Mientras tanto en la parada el autobús ya había llegado y Naomi había metido en el compartimiento para equipajes la maleta con los Tsuin Kiba y la Wado-Ichimonji.

- Bueno, pues ya esta…
- Sí, y mi hermano sin aparecer…
- Ya deberías empezar a subir al autobús, Naomi.
- Vale, ha sido un placer verte Yukiko. Hasta la próxima.- Naomi guiño el ojo izquierdo.
- Sí.

Tras despedirse Yukiko prosiguió su camino. Tenía unos encargos que hacer por la avenida comercial. En el momento de girar la esquina para entrar en ella alguien pasó corriendo por delante de ella. Yukiko se fijó un poco en la figura de esa persona: “¿Toni-Kun?”. De inmediato se giró para seguirlo con la mirada y vio como Toni llegaba al autobús miraba el portaequipajes y subía rápidamente al interior del vehículo y este empezó a moverse.

- ¡Toni-kun!- Pero era demasiado tarde, era imposible que Toni la oyera.- Mierda…
- Ay que ver… este Toni siempre liándola allí por donde pasa… ¿He senyorita Amagi?- Exclamo una voz que sonaba detrás de Yukiko.
- ¿Qué?

Yukiko se giró de inmediato para ver de quien se era. Se trataba de un hombre de mediana edad, sin demasiado pelo. Llevaba, además, una camisa amarillenta y unos pantalones marrones además de llevar una gafas que impedían, debido al brillo del sol, ver bien su cara.

- ¿Quién? ¿Quién es usted?

El hombre no le contestó y empezó a caminar hacía la calle y en el momento en que Yukiko se disponía a seguirle un coche que le impidió el paso. Al pasar ya el coche ya no había rastro alguno del individuo.

- “Ha desaparecido…”- Yukiko se puso a pensar pues tenía una extraña sensación.- “Ese hombre me es familiar… ¿Dónde le he visto antes?”

En ese mismo instante, en el templete cerca del río Samegawa hay varios niños y niñas jugando, entre ellos Nanako con su gorra roja. De pronto Margaret apareció y se acercó a Nanako y se dirigió a ella con una voz dulce.

- Buenos días.
- Buenos días…
- Eres Nanako Dojima ¿verdad?
- Uhm… sí… pero papi no me deja hablar con gente desconocida…
- Sí, eso es cierto… pero yo soy amiga de tu primo… de Toni Gómez.
- ¿De verdad? ¿Dónde esta mi hermanito?
- La verdad es que ahora mismo esta algo lejos de aquí… pero me pidió que te diera algo- De repente Margaret sacó, de algún lugar, un colgante formado por un cordón negro y un extraño y pequeño cristal en espiral de color amarillo y se lo ofreció a Nanako.- Me dijo que debías llevarlo siempre puesto, que era una especie de amuleto protector.
- ¡De verdad! ¡Muchas gracias!- Nanako se acercó a Margaret y la abrazó.

Después de que Nanako se despidiera y volviera con sus amigos Margaret empezó a caminar en dirección contraria mientras decía en voz baja: “Guarda bien eso… pues es la clave del regreso de tu… “Hermanito””. De repente Margaret desapareció.


Capítulo 22: La Investigación de Yukiko

“SEES… Hace dos años… Toni-kun, ¿qué demonios significa todo esto?”

Miles de pensamientos inundaban la mente de Yukiko a raíz de su encuentro con Toni y aquel extraño hombre. Inmediatamente después de ver la marcha de Toni y su encuentro con el hombre misterioso, Yukiko regresó al hotel y se dirigió directamente a su habitación. En el camino se encontró con la jefa de cocina (una mujer de unos cincuenta años de edad con el pelo negro y peinada con un moño e iba vestida con un kimono, como el resto de empleadas del hotel), la cual extrañada, le preguntó por qué no había traído las cosas de la compra pero Yukiko no le hizo caso. Preocupada decidió ir a preguntarle que le pasaba.

La habitación de Yukiko, como la del resto de la familia Amagi y las de los empleados que vivían en el hotel se encontraban en la planta baja de este. El ala este de la planta baja estaba reservada para la familia Amagi con sus habitaciones, una sala de estar y algún un despacho y algunas habitaciones que servían de trastero y también algunos lavabos para la familia; en el ala oeste se encontraban las habitaciones de los trabajadores con salas de descanso y algunos lavabos. En la zona central de la planta baja se encontraban la cocina, los baños termales para los clientes, un comedor y un bar. El resto de plantas estaban reservadas para las habitaciones de los clientes.

Yukiko, tras entrar en su habitación, cerró la puerta y se dirigió a su escritorio y sacó de él un trozo de papel y con un bolígrafo escribió en el las palabras “SEES”, “Dos años” y “Naomi Arisato”.

- No tengo que olvidar esto… puede ser importante… Además esa chica parece tener alguna relación con…- En ese momento se escucharon unos golpes en la puerta.- Eh… ¿Quién es?- Yukiko dobló el papel y se lo guardó en el bolsillo de su falda.
- Soy yo, Yuki-chan, la señora Arashi.- En ese momento Yukiko entornó la puerta y se asomó.
- ¿Quería algo, señora Arashi?
- ¿Te encuentras bien?
- Sí… por… ¿Por qué lo pregunta?
- Es que estas algo rara.- Yukiko estaba jadeante después de haber corrido hasta el hotel y algo nerviosa por lo sucedido.- ¿Ha sucedido algo?
- No… no ha pasado nada.

La señora Arashi se quedó mirando a Yukiko, la conocía desde que era una niña y sabía cuando estaba mintiendo. En ese momento la señora Arashi apoyó su mano en la puerta para abrirla. “Venga, mi niña, cuéntame que ha sucedido.”

Yukiko, sorprendida, permitió que la señora Arashi abriera la puerta y entrase en la habitación. La señora cogió la mano derecha de Yukiko y las dos se sentaron en la cama de esta.

- ¿Qué le hace pensar que ha sucedido algo?
- Bueno, has ido ha hacer unas compras y has vuelto, de repente, sin haberlas echo y bastante alterada.
- Bueno…- Yukiko no se decidía a contar lo sucedido.
- ¿Te has encontrado con tu novio? Aquel chico por el que aprendías a cocinar, el sobrino de Dojima-san.
- ¡¿Qué?!- Exclamó Yukiko mientras se ruborizaba.- No… no es mi novio…
- Calma, calma… Era broma.
- Pero lo que dice es verdad, señora Arashi, me he encontrado con él…
- ¿Y qué tiene de raro?
- Que había desaparecido… y de repente, en estos dos días, le he vuelto a ver dos veces…
- Eso esta bien, ¿no?
- Sí… pero paso algo extraño… Kanji-kun y yo nos encontremos con él pero no parecía conocernos.
- Sí que es raro. Tal vez ha perdido la memoria por algún motivo… Seguramente Dojima-san sabrá que le ha sucedido.
- No, Dojima-san no sabe nada… Kanji-kun y yo hablemos con él pero no sabía nada.
- Uhm…

Yukiko y la señora Arashi se pasaron una hora hablando sobre lo sucedido (pero sin mencionar lo relacionado con las Sombras) el año anterior, los amigos que había hecho Yukiko y muchas otras cosas hasta que la señora Arashi vio que Yukiko ya se había calmado. “Bueno, me voy a la cocina” “Gracias, señora Arashi…”


Esa noche Yukiko no podía dormir y decidió buscar en Internet algo sobre aquella extraña palabra que habían nombrado. “¿Cómo era…?” Yukiko miró el papel y tecleó en el buscador “SEES” y se sorprendió al ver el primero de los resultados que aparecía en su pantalla: “No… no puede ser…”. El primer enlace era la página web del Instituto Gekkokan.

Entonces Yukiko clickeó sobre el enlace y ante ella se abrió una sección de la web del Instituto Gekkokan que hablaba sobre los Clubes y asociaciones ligadas al instituto y una de ellas ponía:

“Specialized Extracurricular Execution Squad (S.E.E.S.):

Club dedicado al estudio de misterios relacionados con culturas ancestrales de todo el mundo. Fue fundado en 2008 y fue clausurado en el mes de marzo de 2011.

Fue fundado por Shuji Ikutsuki, Director Jefe del Instituto Gekkokan, y lo dirigido hasta el més de noviembre de 2010 debido a su repentino fallecimiento.

El club estuvo presidido durante esos años por Mitsuru Kirijo…”

- 2010… eso fue hace dos años… Y ese nombre me… Mitsuru… Kirijo…

Yukiko tuvo la sensación que había oído ese nombre antes. Tras pensarlo unos minutos le vino a la memoria una de las cartas que recibió Ryotaro Dojima informando sobre la muerte de Toni. Ella recordaba que esa carta estaba firmada con ese nombre, pero no estaba segura, tendría que comprobarlo. Tras esto volvió a mirar la pantalla y se dispuso a leer otra sección.

“Miembros de SEES
Fundador: Shuji Ikutsuki
Presidenta: Mitsuru Kirijo

Miembros originales:
Mitsuru Kirijo
Akihiko Sanada
Shinjiro Aragaki

Miembros nuevos hasta su clausura:
Yukari Takeba
Toni…”

En el momento en que Yukiko leía esto algo sucedió. Su ordenador se apagó de repente, sin haber pulsado ningún botón del teclado ni del propio ordenador. “¿Pero qué?” Yukiko tardó en darse cuenta pero no solamente se había apagado el ordenador, sino también la luz de su habitación.

Yukiko se levantó de la silla y abrió la puerta para comprobar si se había ido la luz en todo el edificio y si en el resto del pueblo estaba en la misma situación. Al mirar por el pasillo todo estaba a oscuras y lo que más le extraño fue que ni las luces de seguridad estaban encendidas. Entonces se acercó a la ventana de su habitación y vio que todo estaba a oscuras solo iluminado por la luz de la luna llena que le permitía ver que una leve niebla estaba cubriendo los alrededores.

En ese momento Yukiko empezó a sentirse mal. Se estaba empezando a marear y su vista se empezó a emborronar, eran las mismas sensaciones que sintió el día anterior cuando se encontró con Toni aunque los síntomas no eran tan fuertes como entonces. Yukiko se dejó caer sobre su cama y se quedó dormida.


A la mañana siguiente Yukiko se despertó al escuchar el despertador sin saber que era lo que había sucedido. Al mirar la hora que era vio que no podía perder tiempo pues tenía que prepararse para asistir a clase.

Durante las clases de la mañana, Yukiko, no se pudo concentrar en lo que decían los profesores ni sus compañeros, solo podía pensar en lo que había visto la noche anterior en el ordenador.

Llegó el descanso de mediodía y una compañera se le acercó.

- Amagi.
- ¿Sí?
- Hay un chico de segundo que pregunta por ti.- Dijo la chica señalando la puerta delantera de la clase. Yukiko miró hacía allí y vio a Kanji y se le acercó.
- Hola, Kanji-kun, ¿querías algo?
- Sí, Yukiko-senpai…- Le dijo Kanji con una expresión muy sería en su rostro.- tengo que enseñarte una cosa… deberíamos vernos al salir de clase… en el lugar de siempre…
- ¿Qué cosa?
- Ya lo veras…- Tras decir esto Kanji se marchó hacía el piso inferior.

Durante las clases de la tarde Yukiko no pudo dejar de pensar en lo que le había dicho Kanji.

Al acabar las clases, Yukiko, se dirigió directamente al centro comercial Junes, en la cafetería al aire libre. En esa cafetería era donde, el año anterior, se reunían ella y sus amigos para hablar sobre el asesino y su lucha contra las Sombras… era su “Cuartel General”. Al llegar se sentó en la mesa de siempre y se dispuso ha esperar a Kanji.

A los diez minutos Kanji llegó y se sentó con Yukiko.

- Perdona, Yukiko-senpai. Tenía que buscar una cosa en casa.
- No pasa nada, Kanji-kun… ¿Qué querías enseñarme?
- Esto…- Kanji rebuscó en la mochila que llevaba en la mano izquierda y sacó un libro con las tapas de color azul y rosa.
- ¿Qué es eso? ¿Un libro?
- Sí…

Kanji le dio el libro a Yukiko y esta lo miró. En la portada ponía “El Cocodrilo Rosa y el Pájaro Azul” y más abajo “Akinari Kamiki”, esto parecía ser el nombre del autor, y entre el titulo y el nombre del autor había dibujado un cocodrilo rosa con un pájaro azul en su cabeza.

- ¿Esto no es un libro infantil, Kanji-kun?
- Bueno… sí… pero mira aquí…- Kanji volvió a coger el libro y busco una pagina al final de este y se lo devolvió a Yukiko.- Lee esto…
- Vale…- Yukiko leyó aquel párrafo de esa página que parecía ser una especie de nota de agradecimiento.

“Esta es una obra póstuma de su autor, Akinari Kamiki.

La editorial agradece al joven estudiante de primero de preparatoria del Instituto Gekkokan que nos hizo llegar el manuscrito de esta obra a nuestras oficinas y ha hecho posible la edición y publicación de la misma.

Muchísimas gracias, Toni Gómez.”

- ¿“Muchísimas gracias, Toni Gómez”?
- Es extraño ¿Verdad, Yukiko-senpai?
- Sí…
- Pero eso no es lo más raro… Todas las veces que he leído este libro nunca he visto esta página… hasta que ayer lo leí otra vez y lo vi…
- ¿No te lo debiste saltar las otras veces?
- No… siempre lo leía a fondo… Es como si esa página hubiera aparecido de repente…
- Es como…- Pensó Yukiko.- sí la información de Toni-kun hubiera sido ocultada…
- ¿A que te refieres?
- Primero aquellas dos cartas que recibió Dojima-san… después la página de este libro… es como si algo o alguien hubiera ocultado todo lo relacionado con él. Y luego esta lo que sucedió el Sábado…
- ¿Lo del Sábado?
- Sí… por lo que dijo aquel chico Toni-kun ya conocía de antes la existencia de las Personas y las Sombras.
- Tienes razón…
- Ah… y otra cosa… Ayer vi a Toni… como se marchaba en el autobús…- Yukiko también contó a Kanji lo que descubrió sobre SEES.
- Parece que todo gira en torno al Instituto Gekkokan…
- Sí, Kanji-kun… Además, ¿Recuerdas la carta que hablaba sobre la muerte de Toni-kun? ¿Recuerdas quién firmaba la carta?
- Uhm… Sí… Creo que se llamaba Kirijo…
- Mitsuru Kirijo.
- Sí, ese.
- Pues parece que ella era la presidenta de ese Club al que pertenecía Toni-kun.
- ¿Crees que eso tendrá algo que ver con las Personas?
- Juzgando las palabras que dijo aquel chico… creo que sí…
- Yukiko-senpai…- Kanji notó algo extraño en el rostro de Yukiko.- ¿Ha sucedido algo más?
- …- Yukiko miró a Kanji.- Sí…- Yukiko suspiró.- Ayer, después de ver a Toni-kun, me habló un hombre extraño y me dijo “Este Toni, siempre liándola allí donde va.”
- ¿Quién era ese hombre?
- No lo se… No lo conozco… Aunque…
- ¿”Aunque”?
- Me dio la sensación que lo había visto en algún lugar… pero no recuerdo donde… Pero estoy segura que no fue aquí, en Inaba…
- Si que es extraño…

“Todo parece estar relacionado con el Instituto Gekkokan… Espero que estéis bien… Chie, Rise-chan, Yosuke…”

Personajes aparecidos en el Capitulo 22:

Señora Arashi: Personaje medio inventado pues sale en Persona 4 pero no se le nombra. Es una trabajadora del Hotel Amagi que lleva muchos años trabajando allí y tiene una buena relación con la familia Amagi.

Bueno, esta vez tendría que ser "Personajes Mencionados" más que "Personajes Aparecidos"... Ya que no creo que estos dos vuelvan a salir los describo aquí:

Shuji Ikutsuki


Fundador y gerente del club conocido como "SEES". Además era el Director Jefe del Instituto Gekkokan. Murió en extrañas circunstancias durante Persona 3. Su caracter era bastante simpático y servicial. Su gran defecto... era aficionado a los juegos y chistes malos y hacer actuaciones ante los aterrados residentes de la Residencía Iwatodai.

En su juventud, diez años antes del comienzo de Persona 3, Ikutsuki trabajaba como cientifico en el equipo de investigación dirigido por el Dr. Kirijo, abuelo de Mitsuru. Tras cierto "accidente" colaboró en la construcción del Instituto Gekkokan y entró a formar parte del equipo directivo del centro.

Ikutsuki no era un Usuario de Persona pero tenía el "Potencial" necesarió para estar en la Hora Oscura. Su papel principal en los SEES era el de dirigir las operaciones desde la Residencia, buscar y traer "candidatos" a Usuarios de Personas (encontró a Yukari, al protagonista, a Fuuka, a Ken y Aegis), entre otras funciones para proteger el secreto de los SEES.

Akinari Kamiki


Joven de 20 años muy enfermizo que el Protagonista de Persona 3 conoció gracias a una niña de primaria. Ambos se hicieron amigos y gracias a su relación con el Protagonista acabó escribiendo una novela. Al cabo de un tiempo, en su último encuentro, Akinari le dio el manuscrito al Protagonista para que hiciera lo que él quisiera. Lo más extraño es que, tras hacerlo, Akinari se desvaneció en el aire delante del protagonista. Un poco más tarde, la madre de Akinari habló con el Protagonista diciendole que Akinari múrio... unos días antes de su último encuentro.


Capítulo 23: Vuelta a Casa

Toni y Naomi iban en el tren hacía Tatsumi Port Island. Después de subirse al autobús, este, les llevó hasta Yaso-Inaba y allí tomaron el tren que les conduciría a Port Island. Toni parecía estar tranquilo pero Naomi no podía estarse quieta en su asiento y miraba todo el rato por la ventana de lo nerviosa que estaba.

- Naomi… ¿Te encuentras bien?
- Sí, ¿por qué lo preguntas?
- Uhm… ¿Por qué estas haciendo temblar los asientos?
- Ups, perdona. Ji, ji, ji.- Naomi sacó un poco la lengua.
- Je, je… Eres una niña.- Toni le puso el dedo corazón en la frente y le empujo un poco con él mientras sonreía.
- ¡No me digas eso!- Naomi hinchó sus mofletes como si estuviera enfadada.
- Vale, vale… Cálmate.
- Uhm…- Naomi se calmó.- Toni…
- ¿Sí?
- ¿Cómo es?
- ¿El qué?
- La ciudad… esas cosas…
- Uhm…- Toni se puso a pensar.- Bueno… la ciudad es bastante parecida a la de tu mundo, no recuerdo que hubiera mucha diferencia… pero claro, tampoco he estado mucho tiempo.
- ¿Y donde vives?
- En la Residencia.
- ¿En la Residencia? ¿Por qué allí?
- Es que soy el dueño de la Residencia.
- ¡¿Como?!
- Sí, la compré hará dos semanas y le hice algunas reformas.
- Ah… ¿Yukari-chan y los demás viven allí?
- No… Yukari y Jumpei viven en casa de Mitsuru y Fuuka vive en su casa, con sus padres. Y la verdad es que aún no saben donde vivo.
- ¿Y Ai-chan y Akihiko-senpai?
- Uhm… creo que Jumpei me dijo que estaban en Estados Unidos… Que Akihiko fue a una academia de policía y Aegis le acompaño para ver mundo o algo así.
- Guau… ¿Pero por qué no saben donde vives?
- Bueno, iba a decírselo el Lunes siguiente de encontrarnos… pero me surgió el viaje a tu mundo y no volví ha hablar con ellos.
- Toni, ¿me explicas como son?
- Bueno… los conozco poco… Jumpei es bastante simpático y enseguida nos empecemos a llevar bien. Fuuka, bueno es muy formal y buena persona, por lo poco que he visto. Mitsuru parece ser muy madura y responsable además de ser alguien en quien se puede confiar…
- ¿Y Yukari-chan?
- Yukari…- La expresión de Toni cambió de repente, estaba muy serio.- Yukari si que es diferente a la de tu mundo…
- ¿En qué?
- Bueno… no sé… me dio esa sensación… bueno, da igual.
- Vale.- A Naomi le pareció extraña la reacción de Toni al hablar de Yukari.- Toni, quería preguntarte una cosa… ¿por qué te comportas de esa manera cuando luchas?
- ¿A que te refieres?
- En el combate contra Nyx y en el combate contra aquella Sombra extraña luchabas aún estando gravemente herido… ¿Qué era lo que te empujaba a luchar de esa manera?
- … - Toni se quedó callado con los ojos cerrados.
- … Si no quieres… no hace falta que me lo digas…
- …- Toni abrió los ojos y miró a Naomi con una sonrisa.- Es… por una promesa.
- ¿Una promesa? ¿De que se trata?
- Es un secreto.
- ¿Me puedes decir a quién se la hiciste? ¿Es alguien importante para ti?
- Uhm… sí podría decir que sí lo es… me la hice a mí mismo.
- … ¿De verdad?
- Sí, y no voy a decirte nada más sobre eso.

Naomi, se tranquilizó un poco tras charlar con Toni y se puso a mirar por la ventana. En ese momento Toni recordó una cosa.

- A sí.- Toni empezó a rebuscar algo en su mochila y sacó un estuche.- Teddie me dio esto para ti.
- ¿De verdad?- Naomi cogió el estuche y lo abrió. Dentro había unas gafas cuyos cristales tenían un extraño tono amarillento. - ¿Unas gafas?
- Sí. Teddie me dijo que si ibas a estar conmigo seguramente te harían falta… además quería que le perdonarás por lo que hizo en casa de Ken.
- Bueno,- Naomi volvió ha cerrar el estuche y se lo guardo en su bolso.- ya me pensaré si le perdono o no. Ji, ji, ji… Por cierto Toni… ¿Cómo me lo hago ahora para invocar Personas?
- … ¿Por qué lo preguntas?
- Mi Evokador se rompió en aquel extraño lugar… Ahora no tengo ningún método para invocarlas…
- … Pues no se que decirte… Lo que yo hago es concentrarme en la Persona que quiero invocar; en ese momento me aparece la carta y al cogerla aparece la Persona…
- Vaalee… Creo que lo he entendido…- Naomi intentó concentrarse en Orpheus, pero la carta no aparecía.- Jo, no me sale…
- No te preocupes que seguro podrás hacerlo cuando llegue el momento.- Intentó animarla Toni.

Toni y Naomi siguieron, durante el resto de la tarde, su viaje hacía Port Island.


Yosuke estaba en la planta baja de la Residencia, tumbado en un sofá mientras leía un manga mientras Sebastián estaba hiendo de un lado para otro.

- Señor Sebastián, - Dijo Yosuke mientras cerraba el manga y se erguía.- ¿sucede algo?
- ¿Por qué lo pregunta, Señor Hanamura?
- Es que se le ve nervioso. ¿Es por la llamada que recibió ayer?
- Sí. Resulta que entre hoy y mañana llegará el Señorito de su viaje y estoy solucionando los últimos detalles para su llegada.
- Ah…- Yosuke miró su reloj y puso una cara extraña. Que raro…
- ¿Ha acontecido algo, Señor Hanamura?
- Es que me he fijado en la hora y ya va siendo tarde, esta anocheciendo y Chie no aparece…
- La senyorita Satonaka me informó que tenía que iba a salir con la senyorita Kujikawa y que podría llegar tarde.
- Jo… No me han dicho nada sobre eso… ¡Yo hubiera querido ir!
- Al parecer ambas han quedado con unas compañeras de clase de la senyorita Kujikawa debido a cierto viaje que esta ha de hacer durante unos días y la senyorita Satonaka dijo explícitamente que no quería que usted “estuviera revoloteando y molestando”.
- ¡Soy un marginado!- Sollozó Yosuke entre lágrimas.
- Debería aprovechar este tiempo para estudiar.

Esas últimas palabras de Sebastián aún deprimieron más a Yosuke.

Mientras tanto, en una habitación del Karaoke “La Mandrágora” (situada cerca de “La Escapada”), se encontraban Rise y Chie acompañadas por Yumi y Natsumi. Estaban haciendo una pequeña fiesta de despedida ya que Rise tenía que estar fuera de la ciudad durante una semana debido a su trabajo. Estaban sentadas en un par de sofás junto a una mesa con algo de comida y refrescos además de las carpetas con las canciones disponibles.

Rise iba vestida con un conjunto amarillo con manga corta y una chaquetita de color lila y el pelo recogido en una cola de caballo. Yumi vestía con un conjunto de pantalón vaquero que le llegaba un poco por debajo de las rodillas y una camisa vaquera de manga larga y con su media melena y gafas. Por su parte Natsumi llevaba una minifalda negra acompañada con unas medias y una camisa muy escotada de color rojo. Por último Chie llevaba una falda de color marrón y una camisa verde y, colgando de su cuello, el collar que le dio Nanako antes de marcharse de Inaba.

- Chicas, os presento a Chie Satonaka, una de mis Senpais en mi anterior Instituto.
- Y lo sigo siendo en este Rise-chan.
- Es verdad.- Rise sacó un poco la lengua.
- Mi nombre es Yumi Ushino. Encantada de conocerla, Satonaka-senpai.
- Mi nombre es Natsumi Ashimi. Encantada de conocerla, Satonaka-senpai.
- Chicas, no seáis tan formales, llamadme Chie.
- Vale, Chie-senpai.- Dijeron las dos a la vez.
- Bueno, así que vais a clase con Rise-chan.
- Sí.
- Espero que no os cause muchos problemas.
- ¡Chie-senpai! No te pases…
- Ja, ja, ja.- Todas empezaron a reír.

Después de comer un poco y cantar un par de canciones todas se volvieron a sentar a descansar un poco y beber algo ya que empezaban a tener sus gargantas algo irritadas. Rise y Yumi fueron al baño. Mientras tanto Chie y Natsumi se pusieron ha hablar.

- Chie-senpai…
- ¿Sí Natsumi-chan?- Preguntó Chie mientras se tomaba un refresco.
- Tú y Rise-chan ibais al mismo instituto, el Yasogami, ¿verdad?
- Sí.
- Entonces, ¿conocías a Gómez-senpai?
- Pfff...- Chie escupió la bebida que tenía en la boca.- Cof, cof… ¿Qué?
- Digo si conociste a Toni Gómez.
- ¿Cómo sabes ese nombre?
- Porqué viene al Gekkokan.
- …- Chie no se acababa de creer las palabras de Natsumi.- No puede ser… Si fuera verdad él iría a tercero.
- Sí, va a la clase 3-F.
- “Esa es la clase que hay al lado de la mía… ¡y a la que va Yosuke!” – Pensó Chie.- Pues yo no le he visto en toda la semana.
- Parece que lleva justo una semana sin venir a clase. Dicen que ha salido de viaje o algo así. Chie-senpai, ¿también te gusta Gómez-senpai?
- ¡¿Qué?!- Chie no se podía creer que Natsumi se atreviera ha decir esas cosas, sus mejillas estaban rojas de la vergüenza.- No… no… ¿Qué has querido decir con “también”?
- Porqué parece ser que a Rise-chan le gusta.

En ese momento Rise y Yumi entraron en la habitación y ambas se callaron.

- ¿Chie-senpai, te encuentras bien?
- Sí… ¿Por qué lo preguntas Rise-chan?
- Porqué estas muy roja…- Contestó Rise mientras ella y Yumi se sentaban en los sofás.
- Ji, ji, ji…- Natsumi rió por lo bajo, intentando disimular.
-…- Mientras las otras chicas hablaban Chie recordó una cosa.- Perdonad, Yumi, Natsumi… ¿Vosotras sabéis cosas sobre el instituto?
- Sí, algunas sabemos. ¿Por qué?
- ¿Habéis oído alguna vez el nombre de Yuko Nishiwaki?
- Uhm… ¿Yuko Nishiwaki? ¿A qué curso va?- Preguntó Yumi.
- Ahora no va al Gekkokan. Ella debe tener la misma edad que yo.
- No tengo ni idea…
- Ji, ji, ji…
- ¿De que te ríes Natsumi-chan?
- Tú nunca has estado al tanto del “Lado Oscuro”, ¿eh Yumi-chan?
- ¿”Lado Oscuro”?- Preguntó extrañada Rise.
- Se refiere a los rumores que circulan por el Instituto.
- Exacto. ¿Esa chica por la que preguntas, Chie-senpai, es la que ha desaparecido hace poco?
- Sí.
- Uhm… Al parecer, esa chica dejó el Gekkokan al acabar primero para ir a otro sitio para especializarse en unos estudios generales.
- Ah…- Chie se sorprendió de lo informada que estaba Natsumi.
- Y según dicen… Ella y Gómez-senpai estaban “liados”.
- ¡¿Cómo?! – Exclamaron a la vez Rise y Chie.
- Sí… Al parecer Yuko Nishiwaki era la manager del Club deportivo en el que ingresó Gómez-kun y, según cuentan, se les veía bastante juntos…
- …- Ambas se quedaron calladas.
- Pero ahí no acaba la cosa…
- ¿Hay más?- Preguntó Yumi.
- Sí, según dicen… hay más chicas relacionadas con él… Aunque el rumor que tiene más fuerza es el que se le relaciona con Takeba-senpai, unas de las chicas más populares del instituto. Al parecer iban a la misma clase… e incluso… ¡Vivían juntos! Aunque muchas veces se les veía acompañados por Iori-senpai.
- ¿…?- Chie reaccionó al oír Iori.- “¿Se referirá a Jumpei Iori, el compañero de clase de Yosuke?”- Se preguntó a si misma.

En ese momento, y al ver las caras de Rise y Chie, Natsumi y Yumi decidieron cambiar de tema. Estuvieron hablando durante unas cuantas horas más y decidieron marcharse. Yumi y Natsumi se fueron a sus casas y Chie decidió acompañar a Rise a su hotel para que no fuera sola.

- Chie- senpai… ¿Crees que es verdad lo que ha contado Natsumi-chan?
- No creo, recuerda que ha dicho que eran rumores…
- Sí… pero a veces los rumores tienen algo de verdad…
-… Bueno, ya hemos llegado.
- Sí… Bueno Chie-senpai, nos vemos en una semana.
- Sí.- Le respondió Chie sonriendo.

Ya eran casi las medianoche y Chie estaba cerca de la Residencia. “Seguramente Yosuke y Sebastián ya estarán durmiendo…”. En ese momento algo extraño sucedió. Todas las luces se apagaron y todo se llenó de una extraña niebla.


Toni y Naomi al fin llegaron a Iwatodai después de un largo viaje en tren. Ya era casi medianoche. En la estación no parecía haber prácticamente nadie, solamente la gente que quedaba en el tren que ellos habían usado. Toni cargaba con la mochila donde llevaban las espadas.

- Ji, ji, ji…
- ¿De que te ríes, Naomi?
- Esta situación. Dirigirme a la Residencia, a esta hora… me recuerda a cuando llegué a Iwatodai tras estar diez años fuera…
- ¡…!- De repente, en la mente de Toni, le vinieron los recuerdos de los que estaba hablando Naomi; de la llegada de su “otro yo” a Iwatodai.- Sí, mientras ahora no comience la Hora Oscura y nos encontremos con Pharos.
- Sí, eso espero… ¡Espera un momento! ¿Cómo sabes que paso eso?
- Por qué le paso lo mismo a mí “otro yo”.
- Ha si, no me acordaba de lo de tu “otro yo”… La verdad es que no lo he comprendido bien del todo…
- No pasa nada, mañana ya te lo volveré a explicar.
- Vale.- Dijo riendo Naomi y empezando a correr hacía la Residencia.- ¡Venga, date prisa!
- Sí, sí…

A los pocos minutos llegaron a la puerta de la Residencia. Naomi, al llegar un poco antes que Toni, empezó a mirar la fachada del edificio. Era algo diferente a como ella la recordaba.

- ¡Guau! ¡Si que esta cambiadooooo!
- Naomi, no grites, que no son horas…
- Ups… Perdón. Ji, ji, ji…
- Compórtate… es que pareces una niña…
- ¡No empieces!
- Vale, pero no grites.- Toni se acercó a la puerta y tocó el timbre.- Espero que Sebas no se haya ido a dormir…
- ¿Quién es Sebas?- Naomi se puso detrás de Toni, mirando hacía la puerta y dando saltitos.
- Ya lo verás.

En ese momento la puerta se empezó ha abrir y la silueta de Sebastián se empezó a ver tras ella. ”Bienvenido Seño…”. De pronto todas las luces se apagaron, una extraña niebla empezó a llenar la zona y Sebas se convirtió en un ataúd rojo.

- ¡Toni! ¡¿Esto es?!


“Sí… La Hora Oscura.”


Continua en el siguiente mensaje.



Ultima edición por izanagi33 el Lun Nov 15, 2010 7:08 pm; editado 5 veces





Lechugaman Mensaje Jue Mar 18, 2010 10:19 pm
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No, no es un salido... es humano...


Y varon, para mas senyas. Jeje, se le perdona. A mi a menudo me ocurre lo mismo que a el, a mi pesar.

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No creo que no le hubieran creido, piensa que desapareció delante de sus narices.


Es verdad, se me olvidaba ese detalle.

» Cita:
se podrian juntar en una saga o "arco argumental"


Jeje, leiste el coloquio que mantuvimos Link Sword y yo en el foro de One Piece a cuenta del termino "saga", eh? Era interesante, que pena que nadie mas se animase a dar su opinion (aunque comprendo que era una cuestion que no tenia absolutamente nada que ver con One Piece). A mi es que me encanta hablar sobre este tipo de temas.

El capitulo me ha gustado mucho (por fin personajes de Persona 4!!). Ya me imaginaba que el protagonista acabaria queriendo volver a la otra dimension. El final del capitulo deja con curiosidad por lo que pasara en la discoteca. Ademas tiene momentos humoristicos impagables. El momento Kakashi... sin palabras. Genial!




Saixion Mensaje Vie Mar 19, 2010 10:16 am
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Siento haber tardado en contestar!
Yo me imaginaba que era Toni aquel misterioso tipo justo cuando dijo lo de..."Me llamo Kakashi Hatake"




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@OtakusCabreados
Yujo Mensaje Vie Mar 19, 2010 12:55 pm
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Bueno, la primera vez que comento aquí, pero que Izanagi sabe que yo lo leo, je Embarassed

Como Lechugaman dijo... ¡Porfin personajes de P4! Ya se echaban de menos, ajaja. Por cierto, me he fijado en algo, de los 2 grupos, hay 5. Pero lo mejor, esque los que estan, comparten los mismos roles. Como Yosuke y Jumpei. Chie y Yukari. Mitsuru y Yukiko. Y Rise y Fuuka. (2 analistas? I loled, a ver si nos sorprendes con que alguna luche).

Se echará de menos al resto de personajes. Sobretodo a Kanji, que hacía la mayoria de escenas humoristicas, como Teddie. Crying or Very sad

Bueno, a ver que pasará en "la Escapada"




izanagi33 Mensaje Sab Mar 20, 2010 2:36 am
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Continuación del Fic:

Capítulo 24: Encuentros en la Hora Oscura

“No hay duda, es la Hora Oscura”

De repente había comenzado la Hora Oscura. Era la Hora Oscura que Toni vio por primera vez, con aquella extraña niebla por todos lados. A pesar de que todas las luces se habían apagado se podía ver bien ya que, en el cielo, había una inmensa luna llena que iluminaba el lugar. De pronto Naomi empezó a sentir una extraña sensación en su cuerpo.

- ¡Agh! ¿Qué es esta sensación?
- ¿Te encuentras bien?
- Sí, pero noto algo… como si me picará algo en mi interior.
- ¿Sientes eso más fuerte si miras hacía allí?- Toni señaló a lo lejos.
- Sí…
- Eso que sientes es la presencia de Sombras… y parece que hay muchas…
- ¿La presencia de las Sombras?
- Sí, es algo parecido a las habilidades de Mitsuru y Fuuka pero a pequeña escala. Puedes notar donde hay Sombras, si hay muchas o pocas y con suerte si son más o menos fuertes, pero nada más.
- ¿Y tú como lo sabes, Toni?
- Porqué yo también lo siento.
- Pues a que esperamos, vamos para allá.
- Espera un momento, Naomi.- Toni dejó la mochila apoyada sobre la puerta de la Residencia y la abrió y sacó a Akai Kiba y Aoi Kiba y se la dio a Naomi.- Toma.
- Vale.- Naomi se engancho la vaina de Aoi Kiba en su cinturón por el lado derecho.- ¡Venga, vamos!
- No corras tanto.- Toni había sacado la otra espada y se colocó, las dos espadas, en su cinturón, las dos en su lado izquierdo.- Esperaba no tener que darte esto tan pronto pero…- Toni sacó un objeto parecido a un tubo, de color negro y de unos 30/40 centímetros de largo, de un bolsillo de la mochila.- Toma.- Entonces se lo lanzó y Naomi lo recogió con la mano izquierda.
- ¿Qué es esto?
- Estira el brazo y pulsa el botón que tiene.
- Vale.- Naomi lo hizo y de repente el tubo se alargó llegando a una longitud de un metro y medio y por último, de uno de sus extremos, surgió una hoja afilada de unos 30/40 centímetros de largo.- ¡Guau! ¡Una Naginata!
- ¿Te gusta? La vi en la tienda donde me dieron esta espada y la compre para ti.
- ¡Muchas gracias!- Naomi abrazó a Toni con su brazo derecho.
- De nada. Sí pulsas ese botón de nuevo volverá a la forma de antes. Es útil para llevarla encima sin que llame la atención por si surge algún problema como el de ahora.
- ¡Lo guardaré como un tesoro!- Los ojos de Naomi brillaban con gran intensidad.
- Ta… tampoco tienes que exagerares…

Tras esto los dos se dirigieron hacia el lugar en donde se sentía esa concentración de Sombras dejando la mochila donde habían llevado las espadas en la puerta de la Residencia. Ese lugar no parecía estar demasiado alejado de la Residencia, parecía estar en la zona de casas y apartamentos tras los comercios que había cerca de la estación.

Por el camino una idea rondaba por la cabeza de Toni: “Esta niebla… se parece mucho a la de aquel lugar… ¿Y sí?”. Entonces, sin detenerse, Toni rebuscó en su mochila el estuche donde tenía guardadas las gafas que le dio Teddie, las sacó y se las puso y, por arte de magia, dejó de ver la niebla y sus sentidos se agudizaron. “Pasa igual que en aquel lugar…”

Al poco tiempo llegaron al lugar. Era extraño pues parecía que toda aquella zona se había transformado en una especie de montaña gigantesca con una gran cueva en su base.

- Viene de ahí dentro…
- Sí, Naomi.
- ¿Entramos?
- A eso hemos venido…- Toni señalo a la cueva.- It’s Show Time!
- … ¿”It’s Show Time”? ¿A qué viene eso?- Preguntó extrañada Naomi.
- Ya sabes, Solid Snake, Metal Gear…
- …- Toni se arrodillo sosteniéndose sobre sus manos, mientras sollozaba.- ¿Por qué nadie me entiende?
- Venga Toni, cálmate.- Le decía Naomi mientras, agachada junto a él, le acariciaba la espalda con su mano izquierda.
- Primero lo de la “Bestia Verde”… eso me quedó genial… pero nadie lo apreció; el detalle de Kakashi también estuvo bien…- Tras murmurar esto, Toni se levantó.- Y supongo que tampoco habrán entendido lo del Modo Trauma… Decidido, he de buscar a alguien que entienda mis ingeniosos comentarios.
- ¿?- Naomi no entendía la extraña reacción de Toni.

Los dos empezaron a caminar hacía la cueva, Naomi sosteniendo en su mano izquierda su Naginata y Toni desenvainando, con la mano derecha, la Katana con empuñadura blanca.

Al entrar se encontraron con una gran sala iluminada por una tenue luz a la cual, poco a poco, sus ojos se fueron acostumbrando. Las paredes parecían tener la forma de los muros exteriores de un instituto, con sus ventanas de cristal, pero estas eran opacas, no se veía nada a través de ellas. El suelo parecía tener unas delgadas líneas paralelas de color blanco sobre un fondo marrón, parecía una pista de Atletismo para correr los cien metros lisos. Las líneas comenzaban en la entrada de la cueva y seguían hasta el interior.

Los dos empezaron a caminar hasta llegar al final de la sala y se encontraron con una bifurcación, el camino se dividía en dos direcciones, hacía la izquierda y la derecha.

- ¿Qué deberíamos hacer, Toni?
- …- Toni agudizó su percepción y notó que por el camino de la derecha había una mayor cantidad de Sombras pero no demasiado poderosas, mientras que en el de la izquierda había menos cantidad pero notaba una Sombra con más fuerza.- Creo que lo mejor sería separarnos e ir cada uno por un camino…
- ¿Estas seguro?
- Sí, tú ves por el de la derecha y yo iré por el de la izquierda. Naomi recuerda que ahora tienes más fuerza que antes y eso te ayudará en combate.
- Vale, vale.- Naomi empezó a correr por el camino de la derecha.
- ¡Y Naomi, ponte las gafas!... Espero que me haya oído…- Después de decir esto Toni se aventuró por el camino de la izquierda.

Chie no acababa de creer lo que había sucedido, de repente la calle en la que se encontraba, los edificios que la rodeaban, el suelo que pisaba; todo había cambiado. El suelo parecía una pista de atletismo, las paredes que le rodeaban parecían los muros exteriores del Instituto Gekkokan con sus grandes ventanas y todo estaba cubierto por una leve niebla. Estaba, en lo que parecía ser, un pasillo.

Chie también notaba cierto mareo y malestar general muy parecido al que sufrió la noche antes de marcharse de Inaba aunque notaba que no le afectaba tanto como entonces.

De repente dos Sombras, parecidas a las Sombras musculosas pero más pequeñas, aparecieron y atacaron a Chie. Esto la sorprendió pues no esperaba encontrarse Sombras fuera del Canal de Medianoche. Al verlas su cuerpo reaccionó sin ella pensarlo; sacó de su bolso una carta de Tarot con el dorso amarillo y la figura de una mujer vestida de Samurái en su anverso. “¡Suzuka Gongen!” gritó pero su Persona no apareció.

En ese momento Chie comprendió lo que sucedía: “Es verdad… en el exterior no podemos usar nuestras Personas… tendré que hacerlo… con mis propios medios…”. Chie sabía que no le resultaría fácil ya que le costaba bastante mantenerse en pie.

Chie se intentaba defender de las Sombras mediantes patadas pero no lograba hacerles demasiado daño, en cambio, los ataques de esas Sombras sí que le hacían efecto. “Mierda… ¿Este es el fin?”.

De repente, por el lado izquierdo de Chie, pasó una especie de lanza que había sido lanzada y atravesó el pecho de una de las Sombras haciendo que esta se desvaneciera y clavándose, la lanza, en el suelo. “¿Qué ha sido eso?”. Chie se quedó sorprendida al ver esa lanza pues reconoció que era una Naginata ya que era muy parecida a la que usaba su Persona. Entonces, desde atrás de Chie surgió alguien que fue, corriendo, hacía la Naginata y la desclavó haciéndola rotar con su mano izquierda y acuchillando a la Sombra que quedaba, destruyéndola.

Chie se quedó mirando a quien le acababa de salvar. Era una chica con el pelo corto y de color rojo.

- ¿Te encuentras bien?- Preguntó la chica a Chie.
- S… Sí, estoy bien…
- Me alegro. Me llamo Naomi Arisato.
- Mi nombre es Chie Satonaka.
- Te habrás sorprendido al ver esos… monstruos.
- No demasiado.- Contestó Chie mientras se sacudía el polvo de su ropa y después dijo en voz baja.- Ya me había enfrentado antes a las Sombras.
- ¡¿Sombras?! ¡¿Sabes que son las Sombras?!
- ¿Tú también?- Ambas se sorprendieron al enterarse que la otra también sabía de la existencia de las Sombras.- ¿Tú también eres…?
- …- Naomi se pusó en guardia empuñando la Naginata.- Ahora no hay tiempo para hablar... mejor salgamos de aquí…
- Vale.- Chie no sabía por qué pero el tono en que le habló Naomi le recordó mucho a la de aquel chico con el que luchaba contra las Sombras en Inaba, Toni Gómez, cuando exploraban el Canal de Medianoche.

Ambas se siguieron avanzando y derrotando Sombras. A medida que avanzaban por los pasillos de aquel extraño lugar hasta llegar a una gran puerta de doble hoja la cual no pudieron abrir de ninguna manera.

Toni siguió avanzando por el camino que había decidido tomar. Su instinto no le había fallado, allí había unas pocas Sombras de bajo nivel a las que pudo vencer sin necesidad de invocar a ninguna de sus Personas. Pero aún así no bajaba la guardia pues sabía que tarde o temprano aparecería esa Sombra de mayor nivel.

Tras caminar algunos minutos más Toni llegó a lo que parecía ser un camino sin salida. Este era el punto más lejano al que podía llegar por allí pues los demás caminos también acababan de la misma forma. “¿Y ahora qué?” En ese momento Toni sintió que alguien le estaba observando desde atrás.

Al girarse se encontró con un hombre. Parecía tener entre 30 y 35 años de edad, su pelo era de color castaño y su rostro parecía afable, nada amenazador. El desconocido llevaba puesto un traje formado por unos pantalones, una camisa blanca con botones y una corbata, parecía que podría trabajar en una oficina si no fuera por la bata blanca que también llevaba puesta. Toni, al verlo, se extraño al verlo allí, con una pose tan tranquilar estando aquel lugar infestado de Sombras y bajo los efectos de la Hora Oscura.

- ¿Quién es usted y que hace aquí?- Preguntó Toni mientras sostenía su espada con fuerza.
- …- El hombre se quedó callado y al momento contestó.- Nadie, ya no soy nadie.
- ¿Nadie?- Toni no entendía la criptica respuesta que le había dado el hombre y por mucho que le miraba no lograba saber quién era, al parecer, su “otro yo” no lo había conocido- ¿Qué quieres decir con eso?
- No tiene ninguna importancia… pero lo que sí la tiene es tu presencia aquí… ¿Cómo es que estas en la…? ¡Cuidado!- El hombre señaló en la dirección de Toni.

Toni se giró y se encontró con una Sombra. Era más grande y parecía más poderosa que las que había encontrado hasta el momento. La Sombra tenía la forma de una araña con sus ocho extremidades muy desarrolladas, su abdomen y su cabeza tenían forma humana y toda ella era de color gris.

- Así que al fin apareces… pero tampoco eres para tanto.- Toni hizo aparecer su carta y sosteniéndola con su mano izquierda gritó.- ¡Orpheus!
- ¡Bash!- Orpheus, tras aparecer sobre Toni, aplastó sin piedad a la Sombra con su lira haciéndola desaparecer y tras hacerlo, Orpheus, desapareció.
- Con que era eso…- Farfulló el hombre.
- ¿Perdoné?
- Eres un Usuario de Persona.
- ¿Usted sabe sobre las Personas?
- Sí, algo se… pero ahora no hay tiempo para hablar. No has venido solo, ¿Verdad?
- Tiene razón, he venido con alguien más… ¿Sucede algo?
- Tras derrotar a esa Sombra has hecho que una puerta se desbloquee y tras esa puerta hay un temible enemigo sin punto de comparación con el que acabas de abatir.
- Y que quiere decir con eso.
- Ahora mismo, ante esa puerta, se encuentran dos personas… Y seguramente tras ver que la puerta se ha abierto querrán entrar por ella…
- “¡Naomi!... Espera… ¿DOS personas?”.- Pensó Toni mientras miraba en la dirección por la que había llegado hasta allí.- Mierda… Disculpe tengo que irme.
- No te preocupes, además, algo me dice que nos volveremos a encontrar… Por cierto ¿Cuál es tu nombre?
- Toni, Toni Gómez.- Le respondió mientras empezaba a correr a toda velocidad.
- ¿Toni Gómez? De que me suena ese nombre.- Tras decir esto el hombre desapareció sin dejar rastro alguno.

Naomi y Chie estaban discutiendo sobre lo que hacer tras encontrarse con aquella puerta cerrada, si volver atrás o intentar abrirla. En ese momento Chie se fijó en Naomi.

- Naomi.
- ¿Sí?
- Eso que llevas colgado a tu derecha es una espada, ¿verdad?
- Ah, esto. Sí, ¿Por qué lo preguntas?
- Por nada en especial, es que me ha extrañado que no la hayas usado llevándola encima.
- Es que... Resulta que no se usarla…

De repente, la gran puerta que Naomi y Chie tenían delante hizo un gran ruido y se empezó a abrir poco a poco.

- La puerta… ¿se está abriendo?
- Eso parece… pero no hemos hecho nada para que se abra, ¿verdad?
- No, creo que no.- En ese momento Naomi oyó un extraño ruido que parecía venir de la habitación que se encontraba tras esa puerta.- ¿Qué es eso? Parece…

Ambas se acercaron a la puerta para poder oír mejor ese sonido. No había lugar a dudas, era el sonido de alguien llorando, pero, el llanto se oía tan distorsionado que no parecía el de un ser humano.

Las dos no pudieron resistir la curiosidad, tras abrirse la puerta, entraron en aquella habitación. Esta estancia era algo diferente a las demás. Las líneas que provenían del pasillo en el que se encontraban las dos entraban en esa habitación y formaban una forma elíptica en el suelo, unos carriles de atletismo. Las paredes ahora parecían exactamente los edificios del instituto Gekkokan y por último no había techo. Sobre ellas se extendía el cielo estrellado y una gran luna llena iluminaba toda aquella zona.

Los llantos parecían venir del centro de la pista y lo que Naomi y Chie allí encontraron fue una Sombra. Esta Sombra tenía forma humana pero medía alrededor de dos metros. La Sombra llevaba puesta una gran armadura que parecía muy pesada y que le cubría todo el cuerpo y en la cabeza llevaba un casco que le cubría todo salvó unos pequeños orificios por los que se le veían los ojos. Todas las piezas de su armadura eran de color gris metalizado.

La Sombra parecía estar arrodillada en el suelo mientras lloraba con sus manos en la cabeza. A medida en que las dos se acercaban a la Sombra, por su espalda para no ser detectadas, se dieron cuenta que entre los llantos de la Sombra se podía oír algo con claridad: “Toni-kun”.

Tras oír eso las dos se sorprendieron, sobretodo Chie: “¿Toni-kun, ha dicho Toni-kun?”. En ese momento el colgante de que Chie llevaba al cuello, el que le dio Nanako, empezó a brillar de forma algo más intensa que otras veces, pero aún con poca intensidad.

- ¡Chie! ¿Qué haces?- Susurró Naomi.
- No, no lo sé, de repente esto…
- Toni-kun.

De repente la Sombra dejó de llorar y lentamente se levantó y se giró mirando a Chie y Naomi. En sus ojos se podía ver una ira que parecía ir dirigida hacía Chie. En ese momento la Sombra gritó con todas sus fuerzas: “¡Toni-kun!”. Tras hacer esto la sombra estiró su brazo derecho y en su mano apareció una gran lanza de color negro y embistió hacía las chicas.

Las dos pudieron esquivarla saltando hacía los lados, aunque había sido difícil ya que la Sombra parecía tener una gran velocidad para tener tanto peso encima.

- ¡Chie, déjamela a mí!
- ¡No, yo quiero ayudarte!
- ¡No podrás hacerle nada, vas desarmada!
- Mierda, es verdad… Si al menos pudiera usar a Suzuka Gongen…- Se dijo Chie para sí misma.

Naomi atacó a la Sombra con la Naginata, pero, los golpes que ella le asestaba no le provocaban ningún efecto. “¡Mierda! ¿Será por su armadura?”. La Sombra le asestó un golpe a Naomi pero esta lo pudo parar con su Naginata aunque no pudo evitar que fuera lanzada por los aires hasta caer al suelo unos metros más atrás.

- No, si encima es fuerte la muy…- Naomi empezó a levantarse y recogió la Naginata.- Si al menos pudiera…
- Ha llegado el momento…- Una voz femenina empezó a resonar en la cabeza de Naomi.
- ¿Quién es?
- … de que uses mi poder…
- ¡Esto es!
- Concéntrate y llámame.

Naomi, de repente, empezó a sentir la misma sensación que sintió la primera vez que invocó a Orpheus. Era como si su mente se hubiera quedado en blanco, pero, de alguna manera inconsciente supiera lo que tenía que hacer.

Chie no pudo evitar gritar a Naomi que tuviera cuidado al ver que se había quedado paralizada. En ese momento Naomi estiró su brazo derecho y sobre la palma de su mano apareció una carta de color verde. “No pude ser, le ha aparecido una carta como las nuestras… ¡no es de color verde! Pero aquí no podrá invocar…”


“¡¡¡Persona!!!”

Capítulo 25: The Stength

“¡¡Persona!!”

Alrededor de Naomi empezó a formarse una extraña corriente de aire, como si saliera de Naomi y una voz femenina se empezó a oír mientras una figura se materializaba sobre la chica.

- No… es imposible… eso es…

    “Yo soy vos y vos sois yo.
    Del mar de su alma he surgido.
    Soy aquella que se oculta tras la Niebla, Izanami.”


-… ¡Es Izanami!

Izanami, la Persona que había logrado invocar Naomi tenía la forma de una mujer de pelo negro y piel blanca como la nieve. Iba vestida con un kimono blanco y llevaba un tocado muy cargado en la cabeza.

- Tú... eres…- Naomi reconoció la figura de Izanami, la vio tras enfrentarse a la Sombra que era su otro yo, en la que esa Sombra se transformó.- Pues… ¡Veamos sí eres útil!
- ¡Zio!- Izanami extendió el brazo izquierdo y un rayo calló sobre la Sombra pero pareció no hacerle demasiado efecto, tras esto Izanami se retiró.
- Mierda…
- Parece que me tienes que explicar un par de cosas Naomi...- Dijo Chie mientras se acercaba a Naomi y poniéndose en guardia.- Pero encarguémonos de esto primero
- ¿Eh?- A Naomi le extrañaron las palabras de Chie.- Tú mejor quédate a un lado pues tú no tienes…
- ¿Persona?
- ¿Sabes lo que es?
- Sí, también soy una usuaria de Persona… pero no puedo usarla aquí…
- Claro, sin Evokador.
- ¿Evoka-que? ¡Da igual aquí viene!

La Sombra, algo enfadada por el ataque de Naomi e Izanami, volvió a atacarlas. Ambas la esquivaron de nuevo. Entonces la Sombra se centró su ataque en Naomi que intentaba esquivar sus golpes de lanza e intentando atacarle con su Naginata.

Al caer, tras esquivar a la Sombra, el collar de Chie salió de su camisa quedando expuesta. Esto llamó la atención de Chie ya que la esfera brillaba de forma más fuerte y clara que antes. “¿Cómo es posible? Es como si la esfera brillará más a cada segundo que pasa. ¿Qué significa esto?”

La Sombra se giró y se quedó mirando a Chie y se puso a gritar con rabia, era como si aquella luz que emitía el colgante le irritara o, de alguna forma, le hiciera daño. En ese momento en que la Sombra parecía estar distraída Chie se decidió a atacarla. Chie empezó a correr hacía su enemigo y al estar cerca de ella rotó sobre sí misma y le dio una patada aprovechando el giro que había dado.

- ¡¡Toma esta!!- Chie golpeo en la parte baja del abdomen de la Sombra, el lugar más alto donde podía golpearla, pero la armadura detuvo el golpe.- ¡Ay! Que daño…
- ¡¡¡Toni-kuuunnn!!!- La Sombra, aprovechando el aturdimiento de Chie tras hacerse daño en el pie, se disponía a ensartarla con la lanza.
- ¡Chie aparta!- Gritó Naomi desde atrás de la Sombra. Gracias a esto Chie pudo reaccionar y se apartó, haciendo una voltereta, hacía la izquierda hasta llegar junto a Naomi.- ¡Ahora es mi oportunidad! ¡Orpheus!

Orpheus apareció sobre Naomi, invocado de la misma manera que Izanami antes que él. Chie se quedó mirando sorprendida “Como es posible… que haya invocado a otra Persona… ¿Tiene el mismo poder que él?” La Sombra se giró, siguiendo a Chie, y se encontró con Orpheus.

- ¡Ahora Orpheus! ¡Ag…!
- ¡Agi!- Él ataque golpeo de lleno en la Sombra, pero tampoco parecía afectado por este ataque, el cual, le había dado en el casco y las llamas le habían afectado un poco a los ojos haciendo que la Sombra estuviera un rato aturdida.
- ¿Desde cuando Orpheus habla? Ahora hace lo mismo que el Orpheus de Toni…- Pensó Naomi.- Pero el ataque parece que no ha servido de nada… Y encima las dos estamos agotadas… ¡Chie, salgamos de aquí!

Debido al sobreesfuerzo que las dos chicas habían hecho, no solo en su combate contra esta Sombra sino también en sus combates previos, y al ambiente hostil que había en esa extraña Hora Oscura hacía que estuvieran al límite de sus fuerzas. Las dos intentaron alejarse de la Sombra y salir de aquella habitación, pero algo, una extraña fuerza, les impedía cruzarla.

- Ahora… ¿Qué hacemos, Chie?
- No… no lo se…- Chie no pudo aguantar más y cayó, de rodillas, al suelo.
- Creo… que no podremos hablar… más tarde.- “Si al menos pudiera invocar… pero estoy demasiado cansada…” Naomi se sentó en el suelo.

La Sombra ya se había recuperado del efecto colateral del ataque de Orpheus y empezó a correr en dirección a Chie y Naomi, con su lanza en alto y dispuesta a aplastarlas con ella.

- ¡Mi… mierda!- Naomi cerró los ojos llena de impotencia.

Chie miró hacía su colgante. “¡!”. La esfera del collar brillaba, ahora, con una gran intensidad, parecía que en su interior había una gran llama ardiendo, una llama roja. Entonces Chie cerró los ojos y no pudo evitar pensar en él. “Toni-kun… si hubiera querido verte… una vez más…”

Entonces, de repente, las dos oyeron un gritó: “¡¡Persona!!”

“¿Persona? Pero esa no era la voz de Naomi.” Pensó Chie y, poco a poco fue abriendo los ojos para encontrarse la silueta de alguien portando una lanza y parando con ella la lanza de la Sombra y provocando que esta se detuviera a unos siete metros por delante de ellas dos. Entonces Chie se fijó que aquella silueta era una Persona, una Persona que levitaba sobre alguien, una Persona que ella conocía muy bien. “¡Izanagi!”

- ¿Ese es… Izanagi?- Chie miró hacía su usuario.- Entonces… él es…
- ¡Toni, ya era hora! ¡Llegas un poco tarde!
- …- Chie se quedó petrificada tras escuchar lo dicho por Naomi “¿Ha dicho… Toni? No puede ser él…”
- ¡Je! ¡”Yo nunca llego pronto ni tarde, sino cuando me lo propongo”!- Gritó Toni sin perder dejar de mirar a la Sombra.
- ¡Eh! ¡Ahora no te hagas el chulo!
- Ja, ja, ja…
- ¡¡Toni-kuuunnn!!- Gritó la Sombra mientras miraba a Toni.
- ¡Eh tú! ¿Qué son esas confianzas? A mí háblame de usted.
- ¡Grrroooaaarr!- La Sombra parecía estar aún más furiosa tras oír lo dicho por Toni y se disponía a golpear con más fuerza levantando la lanza para dejarla caer.
- Je, ahora es el momento…- Pensó Toni.- ¡Izanagi, ahora!
- Sí…

Izanagi inclinó su lanza hacía la izquierda y en el momento en que la Sombra golpeo su lanza se deslizó por la de Izanagi hasta clavarse en el suelo y haciendo que la Sombra perdiera el equilibrio.

- Y ahora…- Toni retiró a Izanagi mientras se apartó de la Sombra dando un pequeño salto hacía atrás.- ¡Orpheus, te toca!
- Sí.- Orpheus apareció y se preparo para golpear a la Sombra con su lira.- ¡Bash!

Orpheus golpeó en el costado derecho de la aún tambaleante Sombra haciendo que esta saliera despedida hasta la pared y haciendo que esta se le derrumbara encima quedando enterrada en los escombros.

Toni retiró a Orpheus y se dirigió hacía Naomi y Chie. “Era cierto… había alguien más con Naomi…”. Mientras Toni se acercaba a donde ellas estaban, Naomi se levantó a duras penas y se dirigió hacía Toni. Chie también intentó levantarse, pero estaba demasiado agotada.

- ¡Estas hecha un desastre, Naomi!
- ¡Sí, encima ríete…!
- Je… Antes que nuestra amiguita vuelva a por más…- Toni hizo aparecer su carta en su mano derecha.- ¡Fusión de Hechizos!

De repente aparecieron Orpheus y otra Persona, una con forma de mujer de piel azulada y de pelo color azul oscuro, iba vestido con una túnica. Entonces Orpheus empezó a tocar una bella melodía con la lira y la otra Persona se puso a bailar siguiendo el ritmo de la melodía. “¡Fusión de Hechizos! ¡Cadenza!”. De repente, tanto Naomi como Chie y el propio Toni se recuperaron de sus heridas y se sintieron un poco más ágiles. Entonces Naomi llegó a donde estaba Toni mientras que Chie ya pudo levantarse.

- ¿Pero cuando demonios has conseguido a Apsaras?
- Por ahí fuera… ¿Tú no has conseguido ninguna Persona?
- ¡No! ¡Si hasta hace poco ni tan solo podía invocar las que tenía! ¡¿Cómo querías que tuviera más Personas?!
- ¿Es Toni? ¿Cómo es posible que haya usado dos Personas a la vez?- Pensó Chie.
- Vale, vale, no te enfades… ¿Ya has podido invocar a tú Persona?
- … ¡Sí!- Naomi parecía haberse calmado, incluso animado tras la pregunta de Toni.- Ha sido fantástico… pero no ha servido de mucho…
- Claro, es que no me has hecho caso.
- ¿Caso? ¿En qué?
- Te dije que te pusieras las gafas…
- A mí no me has dicho nada de unas gafas.
- Sí, te lo dije justo antes de darme cuenta que te habías ido corriendo sin acabar de escuchar lo que te decía…
- ¡Ups!- Naomi sacó la lengua.- Pero... ¿Para que serviría eso?
- Tú póntelas…
- Ya me siento mejor… pero no puedo oír que dicen...- Chie empezó lentamente a levantarse e intentó llegar hasta donde estaban los otros dos.
- Vale…- Naomi empezó a buscar en su bolso y sacó las gafas, se las puso y notó como la niebla se iba disipando y el malestar que tenía en el cuerpo desaparecía.- ¡Ostras! La niebla ha desaparecido y ya no me encuentro mal.
- No es eso lo que pasa… es más bien que las gafas filtran, de alguna manera, esa niebla y hace que no nos afecte. Además creo que podrás invocar bien a tus Personas ahora.
- ¡Guay!
- Ton…- Chie llegó hasta Toni y Naomi pero un gritó cortó su voz.
- ¡Grrroooaaarr!- La Sombra se había recuperado y se había quitado los cascotes de encima.
- Parece que vuelve con ganas de más…- Toni desenvainó la espada de empuñadura blanca y miró a Chie.- senyorita, retírese. Nosotros dos nos ocupamos.
- Sí Chie, nosotros dos nos encargamos.- Naomi guiño el ojo a Chie.

Tras decir esto los dos se alejaron de Chie y se dirigieron hacía donde estaba la Sombra, ambos listos para luchar. Mientras tanto Chie no podía dejar de pensar en lo que acababa de suceder. “¿senyorita? ¿Por qué me ha hablado como si no me conociera? Y esas gafas que tenían los dos… ¿no serán?”. Chie buscó en su bolso y sacó el estuche en el cual conservaba las gafas que había usado el año anterior para luchar en el Canal de Medianoche y se las puso y notó que la niebla se desvanecía, pero aún se sentía mareada pero no tanto como antes. “No puedo ayudarles…”

La Sombra y los dos chicos se disponían a enfrentarse.

- Toni… kun…
- Y sigue con lo mismo…
- ¿La conoces de algo? No deja de decir eso…
- No, que yo recuerde… Je, je… Aunque recuerdo más bien poco…
- A sí, todo aquello de los recuerdos…
- Parece que no le has hecho ningún rasguño…
- No… mis ataques casi no le afectaban… ni mis ataques con la Naginata ni con Agi ni Zio…
- Supongo que sería por efecto de la niebla. ¿Estas lista?
- Sí…

Toni y Naomi comenzaron su ataque contra la Sombra, alternándose en golpearla con sus armas y esquivando las embestidas de la Sombra. Toni se dio cuenta que esos ataques no parecían afectar a la Sombra.
- ¡Naomi!
- Sí…
- Tendremos que usar la “Artillería”.
- Vale.
- ¡Orpheus!
- ¡Izanami!

Ambas Personas se materializaron y se dispusieron a atacar. “¡Agi!” “¡Zio!”. Una bola de fuego lanzada por Orpheus y un rayo provocado por Izanami golpearon a la Sombra pero pareció hacerle muy poco daño.

- Esto tampoco… ¡Que demonios esta pasando aquí!- Pensaba Toni al ver lo que estaba sucediendo.
- Te estas enfrentando a un duro enemigo… - Una voz masculina resonó en la cabeza de Toni.
- No conozco esa voz… ¿Quién eres?
- Eso no es importante. Lo que si lo es tu enemigo. Un enemigo resistente a los ataques físicos cuya debilidad son los hechizos, recubierto con una armadura que rechaza los hechizos…
- Entonces… como… ¡Ya se!
- Ah y otra cosa… Dentro de esa armadura… hay algo más…
- ¿Algo más?- Pero no se oyó ninguna respuesta.- Mierda… ya ha colgado…

Toni indicó a Naomi que se alejará de la Sombra y al hacerlo ella, por alguna razón, entendió que Toni había pensado algo y le hizo caso.

Toni sujetando la espada con ambas manos empezó a concentrar su fuerza para asestar un gran golpe y también a concentrar la energía de Orpheus en ella para calentar la hoja, pero sin llegar a hacer que esta ardiera. Tras hacer esto la Sombra le atacó, pues parecía que ahora centraba en Toni su ataque. Entonces Toni aprovecho ese momento en que la Sombra se agacho para asestarle una estocada en el aire en el casco haciendo que su espada atravesará el casco en la zona de la frente y quedando casi media hoja clavada en el interior del casco. Tras hacer esto Toni soltó la espada y, de un salto, se alejó de la Sombra cayendo lejos de ella, cerca de Naomi.

- Toni, ¿por qué has hecho eso?
- Ya veras… ahora necesitamos hacer…- En ese momento algo apareció en la mente de Toni “Rayo Divino”- ¿Qué demonios?- Toni miró a Naomi.
- ¿Trueno Divino?- Preguntó ella.
- ¿Tú también?
- Sí… ¿Lo intentamos?
- Vale.

Toni y Naomi, mirando hacía la Sombra, se cogieron las manos, él con la mano izquierda y ella con la derecha. Entonces, en las manos que le quedaban libres, les aparecieron sus cartas. En ese momento los dos gritaron: “¡Fusión de Hechizos!” y tras hacerlo Izanagi e Izanami aparecieron sobre ellos y las dos Personas se cogieron de las manos al igual que Toni y Naomi. Entonces, los cuatro avanzaron los brazos que tenían unidos y gritaron al unísono: “¡Fusión de Hechizos! ¡Trueno Divino!”

En ese momento dos esferas eléctricas empezaron a girar sobre la Sombra y al tocarse entre ellas provocaron un gran Rayo que cayó sobre la Sombra impactando en la espada que Toni le había clavado. Tras esto algo empezó a suceder en la Sombra. Esta no dejaba de gritar de dolor y por los huecos para los ojos del casco empezó a brotar un poco de humo. Izanagi e Izanami se retiraron y Naomi y Toni se soltaron las manos.

- ¿Habrá funcionado?- Se preguntó Toni.
- ¡¡Grrroooaaarr!!

De repente la armadura de la Sombra estalló dejando trozos de ella por todo el lugar y desapareciendo al poco tiempo. La Sombra había perdido su armadura se pudo ver su verdadero aspecto. La Sombra era parecida a la Sombra a la que se enfrentaron Jumpei, Toni y Yukari una semana antes salvo en algunos detalles. Tenía un aspecto algo femenino con la zona de los senos más desarrollada y el cabello más largo y de color grisáceo. También conservaba aún la espada de Toni clavada en su frente. La Sombra no dejaba de retorcerse de dolor.

- Sí, ha funcionado…
- Toni… ¿Qué ha pasado?
- Al parecer esa armadura aislaba a la Sombra de las habilidades mágicas, el punto débil de esta.
- ¿Y como es que este ataque si le ha afectado?
- He pensado que si la armadura le protegía de los hechizos tendríamos que arreglárnosla para “meter” un hechizo dentro de ella.
- Ah entonces es por eso que le clavaste la espada.
- Sí, concentré gran parte de mi fuerza para clavarle la espada y con un ataque eléctrico…
- ¡Hacer que la espada actuase como un pararrayos e introdujese y hacer entrar dentro de ella el hechizo!
- Exacto… pero no me esperaba ese “Trueno divino”… yo pensaba que los dos empezáramos a usar “Zio” hasta que algo pasase…
- Grrr…- De pronto la Sombra, debido al dolor, cayó de rodillas.
- ¡Toni! ¡Ahora es el momento! ¡Acabemos con ella!
- Sí…- En ese momento Toni sintió una extraña visión, era como si una cadena surgiera del pecho de la Sombra y llegase hasta su mano derecha “¿Qué es esto?” En ese momento Toni notó como si dentro de la Sombra hubiera alguien.- ¡No Naomi, espera!
- ¿Por qué?
- Creo que aquí pasa algo…

En ese momento volvió a suceder lo mismo que con el “Trueno Divino”, en la mente de Toni y Naomi surgió el nombre de una nueva técnica la cual parecía ser susurrada por Izanagi e Izanami.

- Toni… ¿lo probamos?
- Vale.
- ¡Fusión de Hechizos!

En ese momento Izanagi e Izanami volvieron a aparecer y los cuatro gritaron: “¡Fusión de Hechizos! ¡Exorcismo Divino!”. Izanami empezó a murmurar con las manos juntas, como si estuviera rezando, y de pronto sus manos empezaron a brillar con una luz blanca y pura y la Sombra quedó totalmente paralizada y sin poder emitir ni un sonido. Entonces Izanami pasó sus manos a lo largo de la hoja de la lanza de Izanagi la cual empezó a brillar con la misma luz. Tras esto Toni e Izanagi se lanzaron hacía la Sombra e Izanagi cortó el abdomen de la Sombra en diagonal creándole un gran y profundo corte. Izanami por su parte adelanto sus brazos hacía la Sombra haciendo que algo en su interior, que se veía por el corte, brillará.

Poco a poco algo empezó a salir del cuerpo de la Sombra. Parecía ser el cuerpo de una chica desnuda rodeada de una luz blanca que parecía estar siendo controlada por Izanami y esta hizo que la chica bajará hasta Toni y este la sostuvo con sus brazos y ambas Personas desaparecieron.

Toni miró la cara de la chica, la cual estaba totalmente desnuda mientras se acercaba hacia Naomi:

- ¡! No es posible… - Al ver su rostro algo volvió a su memoria.
- ¿Cómo habrá acabado la chica en la Sombra?... ¿Qué sucede Toni?- Naomi miró a la chica al ver la cara de sorpresa que puso Toni. Esta chica me suena…
- Alejémonos de la Sombra, Naomi.

Los dos se acercaron a Chie que había quedado sorprendida de la actuación de Toni y Naomi. Al llegar hasta Chie, la Sombra, empezó a gritar, llena de ira y rabia, como si se hubiera vuelto loca y empezó a atacar. Naomi invocó a Orpheus y este empezó a lanzar Agis para intentar frenarla mientras Toni ponía a salvo a la chica.

Toni dejó a la chica en el suelo, junto a Chie y se dirigió a ella:

- Por favor, senyorita, cuide de ella.
- Sí…- Chie miró a la chica y reconoció su rostro, esa chica era Yuko Nishiwaki, la chica que desapareció al llegar, Yosuke y ella, a la ciudad.- Es ella…- Entonces miró a Toni y alargó su mano para tocar la mano de Toni.- Toni…

Al hacerlo algo sucedió, de repente, sobre Chie, se materializó una Persona de aspecto femenino vestida de Samurai. “¿Suzuka Gongen?” Suzuka Gongen empezó a cambiar hasta formar una Persona diferente; una Persona más estilizada, con cabeza alargada vestida con un traje de color amarillo y armada con una lanza. “Se ha convertido… en Tomoe Gozen…”. Toni se sorprendió al ver lo sucedido, paso lo mismo que con Teddie y Naomi se sorprendió de ver como Chie también tenía una Persona.

De pronto Tomoe Gozen estiró el brazo y gritó: “¡Bufu!” Y, de repente, una bola de hielo golpeó a la Sombra y tras ello Tomoe Gozen desapareció convirtiendose en la carta de color amarillo que se introdujo en el cuerpo de Chie. Tras los daños recibidos por el Trueno Divino, los ataques de Naomi y Orpheus y por este último ataque realizado por Chie, que parecía ser su debilidad, la Sombra había llegado a su límite, prácticamente no podía ni mover el cuerpo.

Naomi y Toni estaban listos para asestar el golpe de gracia a la Sombra, cuando de repente tuvieron una extraña sensación. A ambos les pareció que Akai Kiba y Aoi Kiba palpitaban de forma extraña.

- ¿Qué esta pasando?

- ¿Aoi Kiba también lo ha hecho, Naomi?
- Sí… ha palpitado… ¿Qué querrá decir?
- No se, Naomi… Es como si Akai quisiera que las utilizáramos…- Toni miró hacía Chie que parecía estar agotada.- senyorita, cuide de Yuko…

Naomi, que había plegado y guardado su Naginata, y Toni empezaron a caminar hacía la Sombra mientras desenvainaban a Akai Kiba y Aoi Kiba. Tras haberlas desenvainado ambos empezaron a correr y al llegar a la Sombra empezaron a lacerar las piernas de la Sombra mientras cada uno de ellos giraban a su alrededor de ella, Naomi en el sentido de las agujas del reloj y Toni en sentido contrario. Tras dañarle mucho las piernas la sombra cayó de rodillas y en ese momento Toni se detuvo quedando delante de la Sombra y Naomi también lo hizo y quedó detrás de la Sombra.

Entonces, tanto Toni como Naomi empezaron a correr hacía la Sombra y al llegar cerca de ella saltaron gritando, Toni por el lado derecho de la Sombra y Naomi por el izquierdo, y los dos asestaron un corte en el cuello de la Sombra y gritaron: “¡Doble Guillotina!”.

Debido al golpe la cabeza de la Sombra se separó del cuerpo y salió despedida por el aire y tras caer al suelo, Toni y Naomi, clavaron las espadas en el pecho y la espalda de la Sombra. En ese momento el cuerpo de la Sombra se deshizo y fue, de alguna manera, absorbido por las dos espadas que recuperaron algo de brillo de su color original y ambos envainaron los Tsuin Kiba.

Chie quedó asombrada por la actuación de los dos, sus movimientos habían sido completamente sincronizados, parecía que cada uno era el espejo del otro. Chie notó que poco a poco iba perdiendo el sentido hasta caer al suelo.

Mientras tanto la cabeza de la Sombra se fue deshaciendo poco a poco, cayendo la espada que Toni había clavado en ella, hasta quedar tan solo un pequeño objeto que empezó a descender hasta llegar a las manos de Toni y Naomi. Ambos lo miraron y se dieron cuenta que era una carta de tarot de color negro con una imagen en el anverso que les resultaba familiar.

- Toni, ese símbolo es…

“Sí, la Arcana de la Fuerza…”

Personajes aparecidos en el Capítulo 25:

Yuko Nishiwaki:

Yuko era una estudiante del Instituto Gekkokan de la edad del Protagonista de Persona 3. Yuko iba a la clase de Fuuka y era la manager del club deportivo al que se inscribió el Protagonista, el club de Atletismo. Era amiga de la infancia de Kaz (Kazuji Miyamoto).

Antes de conocer al Protagonista no tenía un objetivo en la vida. Gracias a la intervención de este y de unos niños del barrio decidió que sería profesora de gimnasia.

Al acabar ese año Yuko se marchó a otro instituto para seguir los estudios adecuados para seguir su nuevo objetivo.

Personas aparecidas:

Izanami:

No aparece como Persona en ninguno de los juegos. En Twin Souls Izanami es una Persona de la Arcana del Loco (Fool Arcana) conseguida por Naomi tras lo sucedido en su estancia en el Canal de Medianoche. Sus puntos fuertes y debiles son los mismos que los de Izanagi salvo que Izanami esta más especializada en la magia. Usa habilidades electricas como "Zio". Izanami esta basada en la diosa Izanami de la mitologia japonesa, fue esposa de Izanagi hasta su muerte.

Apsaras:

Persona de la Arcana de la Sacerdotisa (Priestess Arcana) en Persona 3 y de la Arcana de la Templanza (Temperance Arcana) en Persona 4. Esta Persona esta basada en un espiritu del Agua de la mitologia hindú. Las habilidades de Apsaras son ataques débiles de elemento hielo (Bufu) y técnicas curativas. También posee el "Hechizo de Fusión" Cadenza que realiza junto a Orpheus. Este ataque devuelve un 50% de la salud a todos los miembros del gurpo y augmenta su agilidad.

Suzuka Gongen:

Persona de la Arcana del Carro (Chariot Arcana) y Persona Definitiva de Chie Satonaka. Esta basada en la figura de una mujer Samurai. Tiene ataques de hielo bastante poderosos y grandes golpes físicos.

Tomoe Gozen:

Persona de la Arcana del Carro (Chariot Arcana) y Persona Inicial de Chie Satonaka. Al igual que Suzuka Gongen esta basada en otra mujer Samurai. Su aspecto esta basado en uno de los trajes de Bruce Lee debido a la pasión de Chie por las películas de artes marciales. Tiene técnicas físicas y de hielo.

Capítulo 26: El Fin de una Larga Noche...

La carta aparecida tras la derrota de aquella poderosa Sombra era muy extraña, no era como las cartas de Toni y Naomi (de color verde) ni como la de Chie y Teddie (de color amarillo), esta era de un profundo color negro. En su reverso tenía el símbolo de la mascara con una mitad negra y la otra blanca. En el anverso había la imagen de una mujer junto a la de una bestia parecida a un león y con el número romano XI centrado en la parte baja, era el símbolo de la Arcana de la Fuerza. Toni y Naomi se la quedaron mirando extrañados mientras los dos la sostenían.

- Es extraña…
- Sí que lo es, Naomi… ¿Qué sucede?

De pronto todo el lugar empezó a temblar y de pronto desapareció volviendo todo aquel lugar a su estado original, una pequeña plaza con unos bancos, césped y unas farolas la cual estaba ubicada entre la Residencia Iwatodai y la Estación del Monorraíl. Aquella parecía ser una zona residencial con edificios de apartamentos alrededor de la plaza. También desapareció la niebla y el ambiente se volvió más agradable. Por último las luces de las farolas y los edificios colindantes se encendieron.

- Ha terminado… la Hora Oscura ha terminado.
- Sí...- Toni miró hacía los lados- Parece que no hay nadie por los alrededores…

En ese mismo momento, en la puerta principal de la Residencia, Sebastián volvió a su forma original. Sebastián se quedó sorprendido pues lo último que recordaba fue ver a Toni frente a él y ahora ya no había rastro de él. “¿Señorito? Como puede haber desaparecido en un segundo…”. Sebastián cerró la puerta y se sentó en el sofá para pensar en lo sucedido.

De vuelta al lugar donde estaban Toni y Naomi:

- ¡Ostras!- Naomi miró hacía Chie.- Chie esta tumbada en el suelo.
- Tranquila, seguramente ha perdido el conocimiento por lo sucedido con su Persona.
- ¿Cómo lo sabes?
- Porqué le ha sucedido lo mismo que a Teddie en casa de Ken.
- Ah… Que raro.
- Sí… Bueno mejor guardamos esta carta.
- Sí, mejor.

Naomi soltó la carta y Toni se la guardó en la mochila. Ambos se dirigieron hacía donde estaban Yuko y Chie.

Mientras tanto, en el tejado de uno de los edificios, se perfilaba la figura de alguien recortada por la luna llena de fondo. No se podía distinguir de quien era esa figura solamente se veía un brillo en la cara, como si llevara puestas unas gafas.

“Bien hecho a los dos… No solo habéis vencido a vuestro enemigo y salvado a la chica… Espero que os vayáis preparando pues esto no acaba aquí.

Tampoco debéis esperar más ayuda por mí parte… Je, je… aunque la idea del pararrayos ha sido divertida…”

La figura se quitó algo, parecía ser una pieza de ropa, y la dejó caer siendo esta llevada por el viento y tras hacer esto la figura desapareció.

Toni y Naomi seguían caminando hacía las dos chicas pasando por el lugar donde cayó la espada de Toni. Este la recogió y se dio cuenta que estaba totalmente inservible. La punta de la espada se había quebrado, la hoja estaba mayormente fundida y el mango estaba quemado: “Jo, como ha quedado el regalo del señor Deidara… digo Daidara…”. Entonces Toni envainó a Wado Ichimonji.

Al legar hasta las chicas, Toni se relajó un poco y de repente cayó de culo al suelo.

- ¿Qué te ha pasado?
- Uhm… Me acabo de dar cuenta de una cosa…
- ¿De qué?- Naomi se fijó que la cara de Toni estaba totalmente roja y como este intentaba apartar la vista de ellas.
- Me he dado cuenta… que esta ha sido la primera vez que he tocado a una chica desnuda… Durante el combate estaba demasiado concentrado y no pensé en ello… pero ahora… Me tiemblan las piernas, tengo calor y algo más que prefiero no mencionar…
- Serás tonto…- Naomi puso su brazo izquierdo en la frente moviendo la cabeza hacía un lado y el otro.
- Bueno, dejémoslo… ahora mejor…- Toni se puso en pie mirando en dirección contraría a donde estaba la chica.-… pensamos que hacemos con ellas…
- Tienes razón.
- Tal vez deberíamos…- De repente una pieza de ropa cayó sobre Toni cubriéndole la cabeza.- ¡Agh! ¿Qué es esto?-Toni se quitó como pudo eso de la cabeza y lo extendió delante de él.
- Parece una gabardina…
- Sí.- Toni miró atentamente aquella gran gabardina de color marrón bolsillos por todos lados.- Parece que alguien ha perdido la colada…
- Toni, deberíamos ponérsela a ella.
- Sí… no creo que sea buena para ella ir desnuda a estas horas… podría acatarrarse.

Entre Toni y Naomi pusieron la gabardina a Yuko. Le quedaba grande, le cubría todo el cuerpo, y al llevar botones le quedo cerrada. Después, entre los dos la pusieron junto a Chie en uno de los bancos de aquel lugar.

- ¿Y ahora que hacemos, Toni?
- Uhm… Pues no lo se. A Yuko deberíamos llevarla al hospital…
- ¿Por qué al hospital?
- No sabemos si le habrán quedado secuelas por lo sucedido.
- Sí, tienes razón… ¿Y qué hacemos con Chie?
- ¿La otra chica? No podemos dejarla aquí…
- ¿También la llevamos al hospital?
- No creo que haga falta… si le ha pasado como a Teddie mañana ya estará bien.
- ¿Entonces?
- Lo mejor sería llevarla a la Residencia…
- ¿Por qué?
- Porqué no conviene que se quede sola y si va al hospital pueden ingresarla.
- Tienes razón.
- A sí, guárdame las espadas también.- Toni se desenganchó las dos espadas de su cintura y se las dio a Naomi.- No creo que sea conveniente que me vean con ellas encima…
- Tienes razón. Ji, ji.

Toni cargó con Yuko a la espalda y se dirigió al hospital, el cual, cerca de allí. Naomi se sentó en el banco junto a Chie, guardo sus gafas y le quitó las suyas a Chie. Se puso a mirarlas y se dio cuenta que se parecían mucho a las que ella tenía: “Que raro… ¡Agh! No puedo ni pensar…”. Todo el cansancio acumulado del viaje y de la ajetreada noche le empezaba a pasar factura.

Toni llegó al hospital sin haberse encontrado con nadie por las calles. Al entrar en el poco iluminado edificio (debido a que había bajado la intensidad de la luz para no molestar a los pacientes) se encontró que solamente había dos enfermeras en recepción. Toni se acercó a ellas.

- Perdonen…
- Sí, que desea.- La enfermera miró a Toni.
- Esto…- “Ahora que le digo… No puedo contarle lo sucedido… ¡Ah, ya sé!”.- Me gustaría hablar con el Doctor Motoyama, esta senyorita no se encuentra bien.
- El Doctor Motoyama no atiende a urgencias, tendría que ir por aquel pasillo hasta llegar a la zona de urgencias…
- Es que es algo urgente que el debe tratar. Es un asunto relacionado con Mitsuru Kirijo. Por favor, pregúntele.
- Bueno… espere un momento.- La enfermera llamó por el teléfono que había en el mostrador.- Disculpe, Motoyama-san. Hay un chico que dice tener un asunto con una tal Mitsuru Kirijo… Sí, vale.- La enfermera colgó.- Espere un momento, el Doctor Motoyama vendrá ahora mismo.

Al minuto apareció allí una enfermera, se acercó a Toni y le dijo que le acompañará. Ambos se dirigieron por unos cuantos pasillos hasta llegar a una habitación. En ella había material médico y una cama. La enfermera dijo a Toni que dejará a la chica en la cama y que enseguida llegaría el Doctor. Toni le hizo caso y se dispuso a esperar.

A los cinco minutos volvió la enfermera con un hombre con bigote, de pelo negro y corto. Iba vestido con una bata blanca y gafas bastantes gruesas, parecía tener unos cuarenta años. Toni lo miró y recordó que ese fue el hombre que le trató cuando llegó por primera vez a aquel mundo.

- Bona Nit!…- El hombre miró a Toni fijamente.- ¿Usted no es el chico aquel?
- Bona Nit!, Doctor. Sí, soy yo.
- Es usted un joven muy curioso… primero entra en coma, después muere, más tarde aparece otra vez con vida, vuelve a desaparecer y ahora vuelve a aparecer…
- Soy… algo inquieto…- Toni no sabía como contestar a eso.
- Bueno, da igual… ¿Qué le trae aquí?
- Es esta chica…
- ¿Es un asunto relacionado con Sombras?- El Doctor se acercó a la cama.
- Sí.
- Uhm…- El doctor miró el rostro de Yuko y se dirigió a la enfermera.- Enfermera, valla usted a mí despacho y tráigame el periódico que hay en la mesa.
- De acuerdo, Doctor.- La enfermera salió de la habitación.
- …- A Toni le extraño la reacción del hombre.- ¿Sucede algo?
- Uhm… quiero corroborar una cosa antes de nada…

A los pocos minutos la enfermera volvió con el periódico y se lo dio al doctor. Entonces él lo abrió y se puso a buscar algo entre sus páginas.

- Aquí esta… Veamos… ¿Sabe como se llama la chica, muchacho?
- Sí, se llama Yuko, Yuko Nishiwaki.
- Entonces es ella…
- ¿A que se refiere?
- Miré esto.

Toni cogió el periódico y miró en el artículo que le señalaba el Doctor.

“NO HAY PISTAS
Hoy hace una semana desde la desaparición de la estudiante, Yuko Nishiwaki. No se sabe nada de su paradero y la policía no ha encontrado pista alguna. […]”

El artículo continuaba dando información sobre Yuko, donde estudiaba, quien fue la última persona que la vio y donde fue vista antes de la desaparición. “Que casualidad… justo hace una semana…”

- No tenía ni idea de lo sucedido…
- Y dice que lo sucedido ha sido una cosa relacionada con las Sombras, ¿verdad?
- Sí…
- No hace falta que me cuente nada más, pero deberíamos avisar a la policía de que ha sido encontrada. Su familia debe estar muy preocupada.
- Sí… aunque si lo hace harán demasiadas preguntas incomodas.- Toni se puso a pensar.
- Entonces lo mejor sería contactar con el agente Kurosawa.
- Tiene razón.- Toni recordó al agente que tanto ayudó a los SEES en lo sucedido hace dos años.
- Vale, entonces, tras el reconocimiento, llamaremos al agente Kurosawa.
- Doctor, ahora tengo que marcharme. Me gustaría que me llamara cuando ella despierte.
- De acuerdo. ¿Aviso también a la senyorita Kirijo?
- No, no hace falta. Ya hablaré yo mismo con ella…

Toni apuntó en un papel el número de teléfono de la Residencia y se lo entregó al Doctor. Después de eso Toni se despidió del Doctor y la enfermera y se marchó del hospital pensando en la desaparición de Yuko y su lo sucedido aquella noche.

Toni regresó a la plaza y allí se encontró con Naomi y Chie. Toni cargó con Chie a la espalda, después de recoger las dos espadas, y se dirigieron hacía la Residencia.

- Jo… me siento como una mula de carga…
- Ji, ji, ji.
- Sí, tú riete… ¿Te encuentras bien?
- Sí, ¿por qué lo preguntas?
- Estas pálida.
- Estoy algo cansada, nada más.
- Ah…
- ¿Cómo esta ella?
- ¿Yuko?
- Sí.
- No lo se. La he dejado en el hospital para que la atiendan en el “Ala Especial” de los Kirijo. Además me he enterado que lleva una semana desaparecida…
- ¿Una semana?
- Sí, exactamente el mismo día en el que conseguí a Orpheus e Izanagi… Me pregunto si tendrá alguna relación.
- Espera un momento… ¡Eso es imposible!
- ¿El que?
- Que fuera hace una semana… Tú estuviste tres meses en mi mundo… no puede ser que haga una semana desde que conseguiste tus Personas.
- … ¿No te lo dije? Al parecer lleguemos a este mundo casi una semana después de que yo me marchase.
- Pues no, no me lo dijiste.
- Ups…- Los dos caminaron un poco más.- Naomi, ¿conocías a Yuko?
- ¿Yo? Uhm… la verdad es que no demasiado. Era amiga de la capitana del equipo de tenis. Las dos hablamos una vez, creo. ¿Tú la conocías?
- Uhm… creo que si la conocía… creo que era la manager del club deportivo en el que mi “otro yo” estaba.
- Ah…- De repente Naomi cambió de tema.- Toni, me he dado cuenta de una cosa…
- ¿El que?
- Es sobre Chie…
- ¿Quién?
- La chica que llevas a la espalda.
- ¿Uhm?- Toni miró el rostro de la chica el cual se asomaba por su hombro derecho.- ¿Y que es?
- Pues resulta que ella conocía a las Sombras y las Personas. Además también tiene unas gafas como las que me distes.
- ¿Unas gafas iguales? Tal vez…
- ¿”Tal vez” que?
- No, nada, cosas mías…
- “¿Qué habrá querido decir?”- Pensó Naomi notando que Toni ocultaba algo.- Por cierto Toni. ¿No dirán nada en la Residencia si llevas a Chie?
- No creo, allí solo vivimos Sebas y yo…- Algo rondaba en la mente de Toni.-… Creo que se me olvida algo…

Toni y Naomi, sin darse cuenta, ya habían llegado a la Residencia. Ambos se acercaron a la puerta, Toni dejó a Chie sentada en el suelo, apoyada contra una pared, y toco el timbre. Mientras esperaban Naomi se apoyó contra una de las paredes junto a la puerta y poco a poco fue resbalando hasta acabar sentada en el suelo, totalmente dormida a causa del cansancio. Toni la miró: “Estaba agotada… Y yo también me estoy empezando a…”

De pronto la puerta se abrió y Sebastián apareció tras ella:

- ¡Señorito! ¿Dónde se había metido?
- ¿Eh?
- Antes estaba usted ante la puerta y al segundo no había rastro de usted.
- Estoo… La Hora Oscura…
- Ah, comprendo. ¿Se encuentra bien?
- Sí… Solo tengo unas cuantas magulladuras… y estoy hecho polvo…
- Entre, por favor.
- Espera un momento, es que traigo… un par de “invitados”.- Toni indicó a Sebastián que saliera y les señalo a las chicas.
- Es la senyorita Satonaka. ¿Qué el ha sucedido?
- ¿Satonaka? ¿La conoces?
- Sí… ¿usted no?
- No.
- Veo que al final no miró los informes que le di.
- Eh… Ya sabía que me había olvidado de algo…
- Esta senyorita es una de los estudiantes que han venido a vivir aquí.- Sebastián miró hacía Naomi.- ¿Quién es esta senyorita?
- Es la “invitada” que te dije. Bueno, llevémoslas dentro.
- De acuerdo. Yo llevaré a la senyorita Satonaka a su habitación.
- Vale, yo llevaré a Naomi.

Sebastián recogió en brazos a Chie y Toni se cargó a la espalda a Naomi y ambos entraron en la Residencia. Sebastián, seguido por Toni, fue a la habitación de Chie y la tumbó en su cama, le retiró el bolso y los zapatos dejándolos en el escritorio lo primero y en el suelo, cerca del escritorio, lo otro. Al final la tapó con la manta ya que a esas horas hacía bastante frío.

Después de esto ambos decidieron dejar a Naomi en una de las habitaciones de ese piso para que durmiera. Toni le quitó el bolso y se lo puso en una silla y Sebastián se fijo en la espada que esta tenía colgada en su cintura y se dispuso a retirársela.

- ¡Ay!- Sebastián soltó la espada.
- ¿Qué sucede, Sebas?
- Me he quemado al tocar esta espada…
- ¿Como?- Toni se acercó a Naomi y le quitó la espada.- Yo no noto que queme…
- Pues yo juraría…- Sebastián volvió a tocar la espada y volvió a quemarse.- ¡Ay!
- ¿Te ha vuelto a pasar?
- Sí.

Toni dejó a Aoi Kiba contra la pared y ambos, tras quitarle los zapatos y tapar a Naomi, salieron de la habitación. Después ambos bajaron a la planta baja y cruzaron la puerta que se encontraba entre las escaleras, la que conducía la zona privada de la Residencia. Allí dentro subieron hasta el primer piso, pasando por algunos pasillos y entrando en una habitación.

Esa habitación, tras encender las luces, parecía ser un despacho con algunas estanterías con algunos libros y carpetas; una mesa de madera bastante robusta, una silla de oficina tras ella y una pequeña mesa con dos sofás en medio de la estancia un poco por delante de la mesa de madera. En la pared del fondo había una gran ventana que daba al exterior con unas cortinas que impedían la visión del interior desde el exterior. Aquel era el despacho de Toni

Toni se sentó en la silla. Poniendo el estuche de las gafas y las dos espadas sobre la mesa, y Sebastián se quedó frente a él, de pie tras la mesa.

- Señorito, ¿puede contarme lo que ha sucedido? ¿Dónde ha estado esta semana? ¿Quién es esa muchacha pelirroja? ¿Y esa espada que se parece a la que tiene ella?- Sebastián tocó la empuñadura de Akai Kiba y notó que esta quemaba igual que la espada que portaba Naomi.
- ¿Una semana? A mí me ha parecido tres meses… Bueno son demasiadas preguntas… para responderlas hoy.
- ¿Por qué?
- Je, je, je… Estoy demasiado cansado… Por ahora te diré que quiero que trates a esa chica, Naomi, como si fuera mi hermana.
- ¿Su hermana?
- Sí, ya te lo explicaré mañana el resto de cosas mañana… Ahora quiero darme una ducha y dormir.
- De acuerdo, señorito, como usted diga… Aunque mañana debería contactar con sus padres que desde nuestra llegada aquí no lo ha hecho.
- Vale, vale…
- ¿Necesita algo, señorito?
- No, ya puedes retirarte.
- Bona Nit!.

Sebastián salió del despacho y se dirigió a una habitación en ese mismo piso, su habitación. Mientras tanto Toni miró las cosas que había sobre la mesa y recogió a Akai Kiba y la desenvainó. Toni se dio cuenta que la hoja de Akai había recuperado un poco de su color rojizo, pero aún era un ligero brillo. “Que extraño…”. Tras esto la volvió a envainar y salió del despacho dirigiéndose al piso superior, donde se encontraba su habitación.

Al entrar en ella se la encontró impoluta. Toni supuso que Sebas se había ocupado de mantenerla ordenada durante su ausencia. Entonces él dejó a Akai Kiba encima de su escritorio y buscó un pijama en su armario. Tras ducharse Toni cayó en la cama y se quedó enseguida profundamente dormido.


En aquel mismo momento, en algún lugar incierto, en una habitación en penumbra hay alguien sentado tras una mesa. De repente una puerta se abrió y un hombre entró.

- ¡Señor!
- Adelante.
- Le traigo el informe sobre la Operación de Recuperación en Inaba. El objetivo ha sido cumplido, hemos capturado al objetivo y ahora esta en una de las celdas.
- Excelente… Y sobre el dispositivo, ¿funcionó?
- Sí, creó una Hora Oscura con los mismos efectos que la autentica. La gente de los alrededores se convirtieron en ataúdes, los coches y demás dispositivos quedaron inservibles y el entorno cambió.
- Bien… ¿Hubo algún contratiempo?
- Nos encontremos con dos adolescentes que permanecían conscientes.
- Supongo… que os desasisteis de ellos.
- No señor.
- ¡¿Cómo?!
- Señor, usemos las Neo-Sombras pero, en el momento en el que iban a matarles, aparecieron unos Usuarios de Persona: Un chico de unos 13 años con un Evokador, un perro blanco y un chico algo mayor que el anterior. Entre los tres destruyeron a las Neo-Sombras sin esfuerzo.
- Comprendo… aún no estan listas…
- ¡Señor!- Otro hombre entró en la habitación.
- ¿Qué sucede?
- Le traigo el Informe sobre la Operación Strength.
- Adelante.
- La Sombra ha sido derrotada y el huésped parece haber sido salvada.
- ¡Eso es imposible! ¿Cómo ha podido suceder eso?
- Los vigías nos han informado que tras acabar la Hora Oscura se han visto a un chico y dos chicas junto al huésped.
- ¿Se les ha podido identificar?
- No, señor. Cuando se disponían a analizar con mayor precisión a los individuos los dispositivos de vigilancia se estropearon.
- ¿Todos?
- Sí, Señor…
- De acuerdo, retírense…

Los dos hombres salieron de la habitación cerrando tras de sí la puerta.

- Espero que esto no sea un inconveniente para nuestros planes…
- Eso espero.- Dijo una silueta oculta entre las sombras.- Al parecer los SEES aún estan activos…
- Espero que las habilidades de nuestro… “invitado” nos sean de utilidad…

“Sí, la habilidad de invocar Personas sin necesidad de Evokador…”


Continua en el siguiente mensaje.



Ultima edición por izanagi33 el Jue Mar 03, 2011 1:05 am; editado 9 veces





Yujo Mensaje Sab Mar 20, 2010 12:21 pm
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Próximo capítulo:

Capítulo 7: La Prueba

En este capítulo ya empezará la acción con luchas de todo tipo:

    a) Luchas de relleno. (contra sombras de relleno)
    b) Luchas contra uno mismo (Lechugaman y Yujo sabrán de que habló Wink )
    c) Lucha contra enemigo final




Sombra Lengua 1: ¡Tenemos que destacar!
Cyclope 1: ¡Es verdad!
Sombra Lengua 2: ¡No destacamos en nada!


Y lo peor es que una vez, unas lengus me mataron
Crying or Very sad


A ver como serán los puntos b y c.

Date prisa, que no puedo esperar Lolazo




Saixion Mensaje Sab Mar 20, 2010 1:26 pm
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XD Pobre Yukari.Se quedo sin beso.

"La hora oscura" mola aunque no sabía que la gente se convertia en ¿Ataudes?




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izanagi33 Mensaje Sab Mar 20, 2010 2:02 pm
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Continuación del Fic

Capítulo 27: Una Mañana Ajetreada

Por fin acabó aquella larga noche y llegó el amanecer de un nuevo día. El sol comenzaba a alzarse prometiendo un lunes soleado aunque aún había un poco de niebla matinal y corría una brisa fría (normal en una ciudad tan cercana al mar) por las calles de Port Island.

Yosuke, tras estar hasta prácticamente medianoche jugando a la consola, se levantó con cierta migraña. Tenía pocas ganas de ir a clase pero sabía que Sebastián no le permitiría faltar.

Yosuke bajó a la planta baja tras ponerse el uniforme y cargar con su mochila. Allí abajo solamente se encontró con Sebastián, no había ni rastro de Chie. “Que raro… ¿Dónde se habrá metido Chie?”.

- Buenos días, Señor Hanamura, ¿Sucede algo?
- Buenos días… No, no pasa nada… solo me extraña que no este aquí Chie, ¿ya se ha ido al Instituto?
- Ah, la senyorita Satonaka… Ahora mismo esta dormida.
- ¿Dormida?
- Sí, ayer llegó bastante tarde de su reunión y parecía estar bastante cansada. Será mejor que descanse.
- Jo, que cara…- Susurró Yosuke.- Vale, me marcho.
- ¿No va ha desayunar?
- No, ya compraré algo por el camino. Adiós.

Yosuke salió de la Residencia y se dirigió hacía la estación. El lugar estaba lleno de estudiantes que, al igual que él, se dirigían al Gekkokan. Yosuke se quedó junto a una de las columnas de la estación esperando el Monorraíl cuando, de repente, alguien le puso la mano sobre su hombro desde atrás.

- ¡Ah! ¡Jumpei!
- ¿Qué pasa Yosuke, te has asustado?
- Hombre… Estaba pensando en mis cosas y vas tú…
- Vale, vale. Perdooona.- Le interrumpió Jumpei con una sonrisa y tras esto empezó a mirar hacía los lados.
- ¿Buscas algo?
- Estoo… ¿No está Satonaka contigo?
- ¿Chie? No, no ha venido.
- Que raro, no parece de las que falten a clase.
- Bueno, ayer tuvo una… “fiestecita” con unas amigas y llegó muy tarde y hoy se le han pegado las sabanas.
- Ah… ¿Y como sabes tú eso? ¿Acaso la espías?
- ¿Espiar? No, nada de eso. Lo que pasa es que vivimos en la misma residencia.
- ¿En la misma residencia? ¿Una mixta?
- Sí, esta cerca… -En ese momento Yosuke vio como se acercaba el Monorraíl.- Mira, Jumpei, ya ha llegado.

Los dos chicos se subieron al vagón, que como de costumbre estaba a reventar, y se dirigieron a las Estación de Port Island. Tras llegar ambos comenzaron ha caminar hacía el Gekkokan.

- No me lo has acabado de decir, ¿Dónde vivís?
- A sí, lo que te decía… Los dos vivimos en una residencia que esta bastante cerca de la estación.
- “Una residencia cerca de la estación… ¿No será?”- Pensó Jumpei.- Yosuke, ¿no será la Residencia Iwatodai?
- ¡Sí! ¡Esa es! Es un edificio enooorme con un montón de habitaciones. También esta bastante bien equipada… la verdad es que se esta mejor que en casa. Je, je.
- ¿De verdad?
- Sí, si quieres después me acompañas y te la enseño…- Yosuke se quedó callado unos instantes.- No creo que el Señor Sebastián ponga ningún inconveniente…- Entonces Yosuke empezó a murmurar de tal forma que Jumpei no entendía lo que decía.- Además Rise-chan se pasa allí casi todo el día y no dice nada, así que no creo…
- ¿Señor Sebastián? ¿Quién es?- Interrumpió Jumpei.
- ¿Eh? A sí, el Señor Sebastián es el encargado de la Residencia. Es un hombre que, a primera vista, impone respeto… y miedo…
- Pues vaya.
- Sí, pero cuando lo conoces… te sigue imponiendo igual pero ves que es una persona responsable y educada… pero sigue dando miedo.
- Je, je, je.- Rió Jumpei mientras pensaba “Ahora es el momento”.- Yosuke… ¿Puedo preguntarte una cosa?
- Sí, claro.
- Por casualidad no habrá otro residente en la Residencia. Un chico algo más bajo que yo, con el pelo largo y castaño llamado…
- ¡Ey, Jumpei!- Se oyó desde atrás.
- ¿Pero quién?- Jumpei se giró y vio como Kenji se acercaba corriendo hacía ellos.- Kenji…
- ¿A que viene esa cara Jumpei?
- Nada, Kenji, nada…
- Ah, hola… Uhm, esto.- Kenji miró hacía Yosuke.- ¿Hanamura?
- Sí, hola… ¿Tomochika?
- Exacto, pero puedes llamarme Kenji.
- Vale, Kenji.- Los dos se estrecharon las manos sonriendo entre si y los tres prosiguieron su camino. ¡Ah! Jumpei, de lo que me preguntabas antes…
- ¿Si?
- No hay nadie más en la Residencia, Chie, Sebastián y yo mismos somos los únicos que vivimos.
- Ah… vale…- “Entonces Toni no tiene nada que ver con la Residencia…” Pensó Jumpei.
- ¿De que hablabais Jumpei? ¿Por una chica?
- No, nada de eso…

Los tres llegaron al Instituto y se dirigieron a su clase, ubicada en el segundo piso, la clase 3-F. Nada más entrar Jumpei miró dentro, como si buscará algo o a alguien, Yosuke se extraño al verlo. “No hay rastro de Toni… pensé que al pasar una semana ya habría vuelto…”.

Al entrar en la clase, Kenji, se marchó hacía su pupitre, en la parte de atrás de la clase mientras Jumpei y Yosuke se quedaron cerca de la entrada y siguieron hablando. Unos minutos después alguien entró por la puerta… era Yukari.

- ¿Has decidido venir, Yukari?
- Sí.- Contestó ella en un tono seco y se dirigió a su pupitre.
- …- Jumpei miró pensativo a Yukari mientras caminaba.
- Wow, parece que esa chica esta enfadada… ¿La conoces?
- ¿Tú no?
- No, me suena de haberla visto... pero no la conozco.
- Ah, es verdad…- Jumpei recordó que Yosuke llegó el día en que Yukari empezó a faltar a clase.- Se llama Yukari Takeba y somos amigos desde hace un par de años.
- Uhm… ¿Y por qué esta de ese humor?
- Bueno… es un secreto pero…- Jumpei se acercó un poco a Yosuke y con un tono medio en broma le dijo.- lleva una semana sin ver a su novio y…- de repente una mochila (de las que se llevan por una asa, no a la espalda) golpeó, por detrás, la cabeza de Jumpei y al girarse vio a Yukari con una cara que asustaba y no se atrevió a decir nada.

En ese momento los compañeros que estaban en clase empezaron a mirarse extrañados al ver la reacción de Yukari, nada normal en ella. Tras esto llegó la tutora del curso, la senyorita Terauchi, y todos se sentaron.

- Buenos días a todos.
- Buenos días, senyorita.- Dijeron todos.
- Veo que ya estas mejor, Takeba. Me alegro que hayas vuelto.
- Sí… gracias…
- Bueno, antes de empezar con la clase de inglés os quiero dar una noticia.
- ¿Sobre que, senyorita?- Preguntó una de las alumnas.
- Es sobre Yuko Nishiwaki.- Los alumnos empezaron a murmurar “¿Qué habrá pasado?”, “¿No la habrán encontrado…? No eso sería terrible”.- Chicos, calmaos. No es nada malo. Su madre ha venido esta mañana y nos ha informado que ha aparecido sana y salva.
- Que interesante…- Yosuke escucho atentamente las palabras de la profesora.
- ¡Menos mal!- Exclamó un chico.
- Gracias a díos…- Dijo una chica.
- Ey Kaz, estarás contento.- Susurro Kenji a Kazushi
- Sí…- Le contesto con cierto alivio en su voz.
- Venga, callaos…- La senyorita Terauchi logró que todos volvieran a prestarle atención.- Por donde iba, según nos ha dicho la señora Nishiwaki, Yuko apareció ayer poco después de medianoche, según le dijo una de las enfermeras la llevó un joven de vuestra edad.
- ¿Se sabe quién fue?- Le preguntó Jumpei.
- No, el chico no se identificó ante la enfermera. Solo tenemos una baga descripción de la enfermera diciendo que era un chico de más o menos vuestra edad, de cabello corto y castaño y pocas cosas más. Bueno, empecemos la clase.


Sebastián, tras despedirse de Yosuke se dirigió hacía el despacho de Toni para organizar un poco los papeles y documentos para facilitar la vuelta de Toni a sus obligaciones relacionadas con la empresa. Al entrar en la estancia, Sebastián, se encontró con que Toni, vestido con su ropa de entrenamiento (pantalones negros de loneta con unas rayas verticales blancas en los costados y una camiseta sin mantas de color blanco), estaba sentado en la silla del escritorio, sosteniendo unas gafas en sus manos y observándolas fijamente.

- Señorito ¿ya se ha despertado? Creía que dormiría hasta más tarde por lo sucedido anoche.- Dijo Sebastián mientras se acercaba a la mesa.
- …- Toni dejó de mirar las gafas, las dejó sobre la mesa y miró a Sebas.- Sí. Ya sabes, da igual a que hora me acueste, siempre suelo levantarme más o menos a la misma hora.
- Es cierto. Señorito, si no es mucha indiscreción… ¿Qué estaba haciendo?
- Estaba pensando… en estas gafas…
- ¿Qué les suceden?
- Recuerdas lo que te mencioné de la Hora Oscura, lo de la niebla.
- Sí.
- Pues estas gafas, por decirlo de alguna manera, filtran la niebla haciendo que no afecté a quién las lleva haciendo más soportable la Hora Oscura.
- Interesante… ¿De donde las ha sacado?
- Me las dio alguien que conocí en un extraño lugar cubierto por una niebla parecida a la de la Hora Oscura.- Toni habló a Sebastián sobre lo sucedido durante su viaje, sobre Naomi y su mundo, sobre Teddie y el mundo dentro del televisor y por último lo hechos acaecidos la noche pasada.
- Y todo eso le ha sucedido en una semana…- Sebastián se mantuvo en silencio durante unos minutos, ordenando sus pensamientos y asimilando lo narrado por Toni.-… Entonces, si he entendido bien, la senyorita Naomi es usted en otra realidad, ¿cierto?
- Sí, más o menos… en realidad ella sería la contrapartida de mí “otro yo”, aquel que vivió aquí hace un tiempo.
- Entiendo… por eso me dijo que la tratará como si fuera su hermana.
- Exacto.- Tras haber aclarado eso, Toni, recogió de nuevo las gafas.- Cambiando de tema… me gustaría saber de donde puede sacar esto la habilidad de filtraje… ¿Tal vez de la montura?
- ¿No es posible que sea de los cristales?
- ¿De los cristales?
- Sí.- Sebastián tomó las gafas con su mano izquierda y con el dedo índice de su mano derecha señalo los cristales.- Si se fija, los cristales, tienen un tono amarillento, no parecen ser unos cristales normales.
- A ver…- Toni volvió a coger las gafas y miró fijamente los cristales.- Pues es verdad…
- ¿Por qué le interesa tanto esto, Señorito?
- Por nada en especial…

Sebastián vislumbró en el rostro de Toni la misma expresión que ponía cuando una idea para un nuevo invento rondaba por su cabeza. La cara de Toni en esos momentos solía tener una leve sonrisa en los labios y la mirada fija en un objeto o simplemente en el vacío. “¿Qué estará maquinando?” Entonces algo llamó la atención de Sebastián. Sobre la mesa había algo extraño, una especie de carta de color negro con extraños dibujos en ella.

- ¿Qué es esto, Señorito?- Sebastián alargo su mano y recogió la extraña carta.
- Eso es…- Toni se exaltó al ver que Sebastián empezó a tambalearse y lo más rápido que pudo sostuvo a Sebastián para que no cayera al suelo.- ¿Te encuentras bien?
- Solo… un poco mareado…- Sebastián se llevó la mano derecha a su frente tras soltar la carta que cayó al suelo. Toni le ayudó a sentarse en uno de los sillones en el que estuvo durante unos minutos.
- Te encuentras mejor, Sebas.
- Sí… solo ha sido un pequeño desvanecimiento… ahora ya estoy mejor…- Sebastián se levantó del sillón, parecía estar recuperado y sin molestias.- Señorito ¿quiere que hoy hagamos una sesión?
- ¿Estas seguro? Después de lo que te ha pasado.
- No se preocupe.

Tras decir esto los dos salieron del despacho, no sin que Toni recogiera la carta del suelo y la pusiera sobre la mesa, bajo el estuche de las gafas.


Chie empezó a despertarse, sentía la cabeza pesada y con un gran dolor en ella. Entonces algunos recuerdos de lo sucedido la noche anterior le vinieron a la mente y de pronto abrió los ojos. Sobre ella vio un techo que le resultaba familiar y tras erguirse en la cama miró a su alrededor y vio que estaba en su habitación, en la residencia.

- ¿Estoy en la Residencia?- Chie se miró el cuerpo y vio que llevaba la ropa que se puso la noche anterior.- Entonces… no paso nada de aquello… Al parecer debí llegar tan cansada que me acosté sin cambiarme de ropa… ¿Sería un sueño aquello de la Sombras?- Chie miró la mesita que tenía junto a su cama y se fijó en el despertador.- ¡No puede ser! ¡Llego tarde!

Inmediatamente Chie empezó a desvestirse para ponerse el uniforme del instituto. A medio vestirse se dio cuenta que aún llevaba su colgante, lo miró y vio que este brillaba con cierta intensidad. “Que raro… ¡Pero no hay tiempo!”. Tras acabar de vestirse salió corriendo de su habitación, cerrándola y bajando a toda prisa hacía la planta baja “Seguramente Yosuke ya debe estar en clase… ¿Por qué no me habrán despertado?”.

Al llegar a la planta baja Chie se extraño que no estuviera por la sala haciendo las cosas que solía hacer siempre. De repente Chie oyó algo, parecían gritos que provenían del pasillo que conducía al gimnasio. Esos gritos llamaron la atención de Chie que no pudo aguantar la curiosidad y se dirigió hacía allí dejando su mochila en uno de los sofás.

A cada paso que Chie daba, la esfera de su colgante brillaba con más intensidad...


Capítulo 28: Las Dudas de Chie

Cuando Chie llegó a la puerta notó que los gritos provenían de allí dentro y se asomó por la puerta que estaba entreabierta. Al mirar vio que en la parte de la colchoneta había dos personas una más alta, que parecía ser Sebastián, y otra de menor estatura en comparación a la otra. Estaban colocados de tal manera que solo podía ver de frente a Sebastián, el cual se dio cuenta que no llevaba el extraño visor que solía llevar, y a la otra persona solo la veía de espaldas.

Los dos llevaban puesto unos pantalones negros con rayas blancas verticales en los costados y unos petos que les cubrían los torsos de color blanco y unos círculos (un peto con los círculos en rojo y el otro en azul). Sus cabezas estaban cubiertas por unos cascos blancos que solamente dejaban ver sus rostros, parecían ser de un material parecido al plástico y se sujetaban con velcro en la zona de la barbilla. Ambos sostenían en sus manos unos palos de madera y parecía que estaban peleando entre ellos.

El desconocido no dejaba de lanzar golpes a Sebastián y este los detenía casi sin inmutarse o los esquivaba.

- Tiene que centrarse más y no dejarse llevar. Tiene que pensar antes de atacar.
- ¡Sí, ya lo se!
- Pero no lo hace.
- ¿Qué estan diciendo?- Chie no entiende nada de lo que decían, era como si estuvieran hablando en otro idioma.
- Usa demasiado su fuerza y no controla sus golpes. De poco le sirve esa fuerza si no logra controlarla.
-…- El desconocido saltó hacía atrás y se puso en guardia.- La verdad, Sebas, es que tus entrenamientos me ayudaron mucho.
- Lo ve.

Los dos comenzaron de nuevo, el chico no dejaba de lanzar ataques pero Sebastián no dejaba de detenerlos. Entonces Sebastián lanzó un ataque que golpeó en la casco del chico haciendo que este saliera volando. En ese momento Chie se fijó bien, ese chico era Toni, o al menos el Toni que vio la noche anterior. “¿Cómo? ¿Toni?”.

- Ha bajado la guardia.
- Sí, sí, ya lo se…- Toni se puso en guardia para continuar el combate.- ¡Sigamos!
- Su problema es que se centra demasiado en el ataque y descuida la defensa… y sobretodo se deja llevar demasiado por sus emociones: la rabia, la ira. Tiene que centrarse más, piense antes de atacar, observe a su rival. Venga, póngase el casco.
- Vale.- Toni recogió el casco y se lo puso otra vez Los dos continuaron pero en ese momento Chie entró de golpe en la sala.

- ¡Alto!
- ¿senyorita Satonaka?- Sebastián se sorprendió al ver la entrada de Chie.
- …

Ambos se detuvieron y empezaron a caminar hacía la salida, donde estaba Chie.

- Señor Sebastián… ¿Qué sucede?
- No te va ha entender.- Le dijo Toni.
- ¿Como?

Los dos llegaron hasta donde Sebastián había dejado su traductor, se quitaron los cascos y los petos dejándolos a un lado. Entonces Sebastián se colocó el traductor en la oreja derecha y lo activó. Chie vio que de ese aparato que Sebastián se puso en su oído derecho surgió el visor que solía llevar.

- ¿Qué decía, senyorita Satonaka?
- Esto…- Chie se sentía algo confusa y no sabía que decir.
- Ah sí, disculpe. Este joven es Toni Gómez, el dueño de este edificio. Señorito, esta es la senyorita Chie Satonaka, una de las inquilinas que vive en la residencia.
- Encantado de conocerla, senyorita.- Toni le hizo una pequeña reverencia poniéndose la mano derecha en el pecho.- Anoche no tuvimos tiempo ni oportunidad para presentarnos de manera adecuada.
- ¿Cómo?- Chie no entendía la forma en la que Toni se dirigió hacía ella, además, su comentario le indicó que lo sucedido anoche era verdad.- ¿No me reconoces, Toni-kun?
- …- Toni se quedó mirándola fijamente pero sin recordar nada sobre ella.- No, senyorita, no la conozco… Pero me gustaría hablar con usted sobre ciertos temas…
- Va-vale…- “Como es posible que no me reconozca”.- ¿Sobre qué temas?
- Personas, básicamente. Por lo sucedido ayer le recomiendo que no vaya al instituto hoy.
- De acuerdo…

Los tres salieron del gimnasio y se dirigieron al gran salón de la entrada. “Podría esperar aquí, he de ir a cambiarme.”. Tras decir esto Toni y Sebastián se fueron por la puerta que había entre las dos escaleras.

Chie estaba confusa e intentaba ordenar sus pensamientos sobre lo que estaba pasando mientras se acercó el dedo gordo de la mano derecha a la boca mientras pensaba. No podía dejar de pensar en lo sucedido la noche anterior; encontrarse con ese chico llamado Toni, algo diferente a como lo recordaba, pero con Izanagi… Otra cosa que le extraño fue que Sebastián no la entendiera si siempre había hablado con él y no hubo problemas.

De repente Chie oyó que alguien bajaba por las escaleras de su derecha (las escaleras que conducían al ala de residencia donde estaba su habitación) y se acercó para ver de que se trataba.

- ¿Qué puede ser? Yosuke debe estar en clase y Sebastián y… él… han ido por esa puerta. Aquí no debería haber nadie más…- Pensó Chie mientras se acercaba a la escalera.
-¡Jooo! Creo que me he perdido…- De repente apareció Naomi.- ¡Ah! ¡Chie!
- ¿Na… Naomi?- En ese momento Naomi, que llevaba puesta la misma ropa que la noche anterior, empezó a bajar las escaleras hasta llegar a la planta baja.
- ¡Buenos días Chie!
- … Buenos días…- “Pero… que hace Naomi aquí…” Pensó Chie desconcertada.
- Buff, menos mal que encuentro a alguien… Estaba empezando a desesperarme.
- ¿Qué haces aquí?
- ¿Eh? ¿A que te refieres?
- ¿Tú vives aquí?

En ese momento la puerta central se abrió y de ella salió Sebastián. Al entrar en el salón miró a Naomi. Al verlo, Naomi, se puso algo nerviosa al ver la expresión de Sebastián.

- Uhm… ¿Hola?
- Buenos días. Usted debe ser la senyorita Naomi, ¿verdad?
- Sí… ¿Cómo lo sabe?
- No se preocupe, en breves momentos vendrá el Señorito.
- ¿Señorito?
- Siéntense.- Sebastián les indicó la mesa rodeada de sillas, allí donde Chie y Yosuke habían comido algunos días.
- Va… vale…- Tanto Naomi como Chie se sentaron.
- Volveré en unos minutos.- Sebastián desapareció por la puerta que conducía a la cocina.
- Jo… ese hombre da miedo…
- Sí, la verdad es que causa mucho respeto pero es buena persona.
- ¿De verdad?- Naomi no estaba del todo convencida.
- Naomi…
- ¿Sí?
- ¿Qué haces aquí?
- Pues… me acabo de levantar y he bajado…
- No quiero decir…

En ese momento se volvió ha abrir la puerta central de la habitación y Toni salió por ella. Él iba vestido con un pantalón vaquero de color azul oscuro y una camisa del mismo color y unos dibujos en forma de dragón en color blanco por el lateral izquierdo de la misma. También llevaba unas deportivas de color negro.

- Buenos días, Naomi. ¿Has dormido bien?- Dijo Toni mientras se acercaba a la mesa y tomaba asiento en una de las sillas.
- Buenos días… la verdad es que dormir sí he dormido bien… lo malo ha sido al despertarme.
- ¿Y eso?
- Porqué no sabía donde estaba… y este edificio no es como yo recordaba.
- Ah… Eso te pasa por dormirte en la entrada y ya te dije que el edificio era diferente.
- Ya, ya…
- Estoo…- Interrumpió Chie.
- ¿Quiere algo senyorita Satonaka?- Le preguntó Toni.
- Parece… que os conocéis…
- Sí…- Naomi se levantó de repente y abrazó a Toni por el cuello frotando su mejilla izquierda con la del chico.- ¡Es mi alma gemela!
- “Alma… gemela”.- Chie se sorprendió y sonrojó al ver la escena.
- Naomi, por favor, compórtate.- Toni intentó quitarse de encima a la chica.
- Vale, vale… Era broma. Ji, ji, ji…- Rió Naomi.
- Bueno, senyorita Satonaka, como le dije antes me gustaría preguntarle un par de cosas… ¿Le importa?
- No… no me importa… Pero…

En ese momento Sebastián entró por la puerta llevando una bandeja con algunos platos y vasos sobre ella.

- Señorito, ya habrá tiempo para hablar más tarde. Ahora es hora de desayunar. Además también podría ayudarme a traer las cosas.
- Tienes razón Sebas. Ahora te ayudo.- Toni se levantó y comenzó a caminar hacía la cocina.
- Yo también quiero ayu…
- No senyorita.- Interrumpió Sebastián a Naomi.- Usted es una invitada, espere aquí.
- De… de… acuerdo…

En unos minutos, entre Toni y Sebastián llenaron una parte de la gran mesa con platos con diversos alimentos como tostadas, mantequilla, mermelada, leche, café y algunas cosas que, tanto Chie como Naomi, no reconocían. Los tres se pusieron a comer mientras Sebastián estaba de pie, junto a la mesa, esperando por si alguno necesitaba algo. Las chicas, algo incomodas al verle allí, le dijeron que se sentara para comer con ellos, pero Sebastián rechazó la invitación pues ya había comido antes.


Tras terminar de comer y después de que Toni y Sebastián llevarán las cosas a la cocina, los tres; Chie, Naomi y Toni; se sentaron en la mesa para poder hablar con tranquilidad mientras Sebastián se sentó en el sofá frente al televisor y se puso a ver el telediario de la mañana.

- Bueno… tengo algunas cosas que preguntarle, senyorita Satonaka. Pero antes… según me contó Naomi, usted sabe que son las Sombras y las Personas, ¿verdad?
- Sí, desde algo más de un año.
- Uhm… entiendo… Bueno, como tengo que preguntarle más cosas… ¿Quiere preguntarme algo antes?
- Sí…- La mente de Chie rebosaba de cosas que quería preguntarle sobre él y el “Toni Gómez” que ella conocía y si tenía alguna relación con él, pero antes le preguntó sobre otra cosa.- Antes… cuando el señor Sebastián y tú estabais en el gimnasio, hablabais de una forma extraña… ¿Qué estaba pasando?
- Nosotros dos estábamos hablando en nuestro idioma, el español.
- Entiendo… ¿pero como es que él no podía entenderme?
- Porqué Sebastián no habla ni entiende el japonés.
- Pero, durante esta semana, he podido hablar con él y me entendía.
- ¿Ves ese aparato que lleva en su oído?
- Sí.
- Toni, es igual que aquel que tenías.- Saltó Naomi al recordar como Toni usó ese aparato en Tartarus.
- Sí. Ese dispositivo es un traductor universal que le permite comunicarse con gente que hablé en otros idiomas.
- Ah…- Chie recordó que Sebastián siempre llevaba puesto ese extraño aparato cuando estaba con Yosuke o con ella.
- Bueno, ahora es mí turno para aclarar algunas cosas que posiblemente le parezcan imposibles…- Toni permaneció unos instantes callado pensando.- Primero de todo, tanto Naomi como Sebas y yo mismo, procedemos de otros mundos.
- ¿Cómo? ¿Otros mundos?
- Sí… Naomi pertenece a un mundo muy parecido a este, pero Sebas y yo venimos de un mundo diferente… sin Personas ni Sombras.
- ¿Y por qué estáis aquí?
- Bueno, no puede hablar por Naomi, pero yo vine a este mundo para averiguar una cosa.- Toni contó a Chie lo sucedido con su memoria sin mencionar nada de los SEES.- Así que vine a este mundo para descubrir el porqué de esos seis meses.
- Entiendo… ¿Has averiguado algo?
- Sí. Al parecer “pertenecí” a un grupo de Usuarios de Personas hace dos años, en el 2010 aquí mismo, en esta ciudad. Al parecer, tras resolver la crisis que aquí se desarrolló, fui devuelto a mí mundo tras borrarme la memoria sobre lo que aquí sucedió. Y ahora estoy aquí para intentar recuperar esos recuerdos… o eso era en un principio.
- ¿Qué quieres decir?
- No nada… Bueno continuemos. Al juzgar por las gafas que usaste ayer no es mucho suponer que conoces a Teddie, ¿verdad?
- ¿Tú también conoces a Teddie?
- Sí, nosotros lo conocimos este fin de semana.- Contestó Naomi.
- ¿Cómo es eso posible?
- Bueno… Nosotros dos aparecimos en un extraño lugar cubierto de niebla, el cual Teddie llamó el Canal de Medianoche, y allí le conocimos. Después, tras salir de allí, aparecimos en un pueblo llamado Inaba. Supongo que usted es de allí y los dos formabais parte de un grupo de Usuarios de Personas, ¿cierto?
- Sí.- Chie no podía acabar de creer todo lo que estaba oyendo.

En ese momento, en el televisor, estaban dando una noticia: “Este sábado pasado sucedió un acontecimiento extraño en la población de Inaba. Un furgón, que trasladaba a un preso hacía la prisión de la prefactura, fue víctima de un algo extraño. De repente dicho preso desapareció de su interior sin dejar rastro. El susodicho era…” En ese momento el teléfono empezó a sonar y Sebastián quitó todo el volumen al televisor y fue atendió a la llamada, tras esto se dirigió a la mesa donde estaban los otros tres hablando.

- Señorito, es del Hospital. Dicen que la senyorita Nishiwaki ha despertado.
- Muchas gracias Sebas. Bueno, tendremos que dejar la charla para otro momento.
- …- Tras oír lo dicho por Sebastián Chie recordó la extraña aparición de aquella chica en la noche anterior.
- ¿Qué tiene planeado hacer, Señorito?
- Uhm… Me acercaré ahora a ver si puedo sacarle algo de información sobre lo que pasó.
- ¿Esta seguro que quiere hacerlo, Señorito?
- Sí.
- ¡Hey! Yo también voy.- Gritó Naomi.
- No, Naomi.
- ¿Por qué?
- Tú irás de compras con Sebas.
- ¿De compras?
- Sí, porqué si no estoy equivocado, esas es la única ropa que tienes aquí.
- Ups. Es verdad…
- Ah, ahora que me acuerdo, dame tú teléfono móvil.
- ¿Por qué?
- Porqué no creo que funcione.
- ¿Cómo?- Naomi sacó su teléfono y se fijó que no podía conectar a ninguna Red y por eso el teléfono estaba fuera de cobertura.- Pues es verdad… Al verlo en Inaba pensé que allí no había cobertura…
- Dámelo y haré que te funcione.
- Vale.- Naomi le dio el teléfono a Toni.
- Sebas, acompáñala y comprad todo lo que necesite. Además pásate por el Instituto y recoge su uniforme.
- De acuerdo, Señorito.
- Y yo puedo acompañarte…- Preguntó Chie a Toni.
- … Vale, no veo inconveniente… Pero mejor cambiese de ropa, llamaría demasiado la atención con él uniforme.
- Vale.

Chie fue hacía su habitación y se cambio de ropa poniéndose un chándal, con camisa de cremallera y unas zapatillas deportivas. Chie no se quitó el colgante guardándoselo debajo de la chaqueta del chándal y, tras abrir un cajón en su escritorio sacó un sobre y lo guardó en su bolso, tras esto se lo colgó y salió hacía la entrada de la Residencia.

Por su parte Toni fue a su despacho y dejó encima de su escritorio el móvil de Naomi. En ese momento vio la carta oscura y decidió recogerla y se la guardó en su mochila, que estaba allí también. “Tal vez me ayude a saber que pasó…”. Después recogió su móvil, que estaba cargando, y su MP4 y tras colgarse su mochila, salió de allí para ir a la entrada para encontrarse con los demás.

Los dos llegaron a la sala de la planta baja casi al mismo tiempo y allí no había ni rastro de Naomi o Sebastián, al parecer ya se habían marchado. Entonces, los dos, salieron del edificio y Toni cerró la puerta con llave. En ese momento pasó por delante una furgoneta en la que iban Naomi y Sebastián.

Chie y Toni comenzaron a caminar hacía la estación, ya que el hospital estaba cerca de la estación de Iwatodai. La calle estaba prácticamente vacía, casi no había gente por las aceras salvo por alguna que otra ama de casa haciendo la compra del día y unos pocos coches circulaban por las calles. Los dos caminaban en silencio, Chie aún quería preguntarle algunas cosas más, pero no se atrevía.

- senyorita Satonaka.
- ¿Sí?... Puedes llamarme Chie… si no te molesta.
- De acuerdo, Chie. Tú puedes llamarme Toni, si quieres.- Le respondió Toni con una sonrisa.
- Vale… Toni…
- Bueno, a lo que iba… ¿En tu grupo había alguien que podía usar múltiples Personas? ¿Y ese era al que Teddie llama “Sensei”?
- Sí…
- Es curioso… parece que la habilidad que poseemos Naomi y yo no es tan única…
- Pero… pero él era como…
- ¿Era como?- Toni notó que la cara de Chie expresaba algún tipo de angustia.
- Era como tú… Él también se llamaba Toni Gómez… y cuando te miro me da la sensación de estar viéndolo a él.
- …- Toni cerró los ojos unos instantes.- Teddie también dijo algo parecido…
- Entonces tú eres…
- Imposible.- Interrumpió Toni.- Yo no soy él.
- Pero… podría ser que aún no lo recuerdas…
- Desde que encontré el objeto que guardaba mis recuerdos, los voy recuperando poco a poco. Cuando me encuentro con alguien que mí “otro yo” recuperó recuerdos sobre ese alguien. Sí yo fuera ese que dices, al veros a Teddie o a ti os hubiera recordado.
- Entiendo.

Tras oír la explicación de Toni, Chie, desechó sus últimas esperanzas de que el chico que estaba delante de ella fuera aquel a quién conoció un año atrás.

- Al encontrarme, por ejemplo, con un compañero de clase que mí otro yo conocía, suelo tener un pequeño flash con imágenes de ese compañero y su nombre viene a mí mente… aunque pocas cosas más. A medida que estoy más con esa persona voy recordando más cosas... aunque muy lentamente.

Ambos continuaron caminando hasta llegar a la estación. Al llegar allí Toni miró hacía el bloque de tiendas y restaurantes que allí había y entonces se detuvo.


“Antes de ir al hospital, me gustaría pasar por un sitio.”


Capítulo 29: La Carta Oscura

Chie siguió a Toni hasta una tienda que había en la planta baja de aquel bloque de tiendas y restaurantes que era la avenida comercial de Iwatodai. La puerta era automática y dentro parecía haber libros. En lo alto de la puerta había un cartel con la palabra “Bookworms”. “Debe ser una librería…” Pensó Chie.

Al entrar Chie oyó que la puerta hizo un extraño sonido. Chie, llena de curiosidad, empezó a mirar a su alrededor. Allí vio muchas estanterías llenas hasta arriba de montones de libros junto a cestas metálicas con aún más libros. También, en medio de la tienda, había un mostrador con una caja registradora y en el espacio tras este, aún más librerías. Junto al mostrador había una pareja de muy avanzada edad que estaban hablando entre ellos sin prestar atención a la puerta. Los dos eran de baja estatura.

El hombre tenía el pelo blanco con unas grandes entradas y un bigote de color blanco; su piel estaba arrugada, mostrando así, su avanzada edad. Llevaba puesto un pantalón de color marrón oscuro y un jersey que parecía estar hecho a mano de color amarillo con rayas rojas en los brazos. Llevaba puestas unas gafas y tenía, en su mano derecha, una pipa apagada.

La mujer tenía el pelo gris con un peinado que le hacía tener una gran frente. Su piel también mostraba los estragos de la edad por su elevado número de arrugas. Llevaba puesto un vestido negro con un chal que le cubría los hombros.

Tras oír el sonido de la puerta los dos dejaron de hablar y miraron hacía allí para ver quién había entrado.

- Bu… buenos días.- Dijo Chie con algo de timidez.
- Bu…- Empezó a decir la señora hasta que, de pronto, enmudeció al ver a Toni.- No es posible…
- Que pasa Cariño.- El viejo miró extrañado hacía la puerta al ver la cara de sorpresa que puso la mujer.- ¿Eres tú? ¿Toni-chan?
- Buenos días, Bunkichi, buenos días Mitsuko.- Saludo cortésmente Toni con una sonrisa pues al verlos les había recordado vagamente.

Toni se acercó al lugar donde estaba la pareja y ambos lo abrazaron mostrando una gran alegría. Al ver la escena Chie se sorprendió.

- ¿Dónde te habías metido Toni-chan?- Preguntó Mitsuko.- Aquel chico con gorra nos dijo, hace un año, que te habías marchado de viaje o algo así.
- Bueno… sí… tuve que irme de viaje… Je, je, je…
- ¿Qué te has hecho en el pelo, Toni-chan?- Preguntó Bunkichi.
- ¿Eso es lo único que se te ocurre preguntarle, tarugo?
- ¿Qué dices de un burro?
- ¡Un burro, no, Tarugo!
- No hace falta que grites mujer, no estoy sordo.
- Je, je, je.- Rió Toni al ver la escena “Es verdad, Bunkichi estaba como una tapia.”.
- Ji, ji, ji…- Chie no pudo evitar reír, aunque no lo hizo demasiado alto.
- Uhm…- Mitsuko miró a Chie. - ¿Quien es usted?
- ¡Oh! ¡Es la novia de Toni-chan!- Exclamó Bunkichi.
- ¡¿Qué?! N… ¡No!- Dijo Chie ruborizada.
- ¿Es eso verdad, Toni-chan?
- No, Mitsuko, esta chica es una amiga que acabo de conocer. ¿Verdad, Chie?
- Sí…
- Ah, una amiga de Toni-chan. Encantada de conocerla, mi nombre es Mitsuko y este atolondrado de aquí es mi marido Bunkichi.
- Encantada.- Chie se acercó a los tres, pues desde un principio no se había movido de la entrada.- Mí nombre es Chie, Chie Satonaka.
- Espero que nos veamos a menudo, Chie-chan.
- Sí, eso espero.- Sonrió Chie a la anciana.
- Bueno, Toni-chan. ¿Has venido por algo en especial?
- Bueno, sí. Vamos a visitar a una amiga al hospital y me gustaría llevarle un regalo… ¿Qué me recomendáis?
- ¿Esa chica es una amiga… o alguien especial?
- No, solo es una amiga.
- Uhm… entonces tal vez le guste este libro…- Mitsuko fue a una de las estanterías detrás del mostrador y volvió con un libro con las tapas de color rosa.- ¿Qué te parece este?
- A ver.- Toni tomó el libro en sus manos.- “El Cocodrilo Rosa y el Pájaro Azul”…- En ese momento Toni recuperó algunos recuerdos sobre Akinari Kamiki y entonces sonrió.- Sí, tal vez le guste… Me lo llevo. ¿Cuánto vale?
- Nada Toni-chan.- Es un regalo por haber venido a visitarnos.
- No, por favor, dígame cuanto vale.
- Nada, nada…- Mitsuko recogió el libro y lo guardó en una bolsa de papel de color marrón.- Toma.
- Y esto también.- Bunkichi sacó tres paquetes de pan de melón.- Uno para ti, otro para Chie-chan y otro para tú amiga del hospital.
- Vale, vale.- Toni recogió el libro y los panes.- Muchas gracias.
- Muchas gracias, señora Mitsuko, muchas gracias señor Bunkichi.- Chie hizo una reverencia para mostrar su gratitud a la pareja.
- De nada. Jo, jo, jo.- Rió Bunkichi.
- Adiós.

Tras despedirse, Toni y Chie salieron de la librería y retomaron el camino hacía el hospital.

- Toma, Chie.- Toni le lanzó uno de los panes que le habían dado.
- Gracias.- Chie lo recogió.- Que pareja más simpática, ¿verdad?
- Sí, y no han cambiado nada en este tiempo…
- ¿Los conocías de antes?
- Bueno, mi “otro yo” los conocía… y justamente al verlos los he recordado.
- Ah… ¿Qué has recordado?
- Entre algunas cosas, que Bunkichi siempre le daba este tipo de cosas cuando “él” los visitaba.
- A ver, a ver.- Chie abrió el paquete y le dio un bocado al pan.- ¡Uhm! ¡Que bueno!
- … No se como podéis comer cosas tan raras…
- ¿A que te refieres?
- Al pan… De donde vengo el pan solo es pan, no tiene cosas raras como melón y esas cosas.

En ese momento una voz resonó en la mente de Toni:

“Yo soy vos y vos sois yo…
Tenéis nuestra bendición para
crear Personas de la Arcana del Carro.”

En la mente de Toni se formó la imagen de la carta de la Arcana del Carro. “Vaya, parece que ya tengo otro…”

- Ji, ji, ji.- Chie acabó de comerse el pan.- Y otra cosa. ¿Conoces a la chica de anoche?
- ¿Te refieres a Yuko?
- Sí.
- Bueno, mí “otro yo” la conocía. Era la manager del club de Atletismo al que pertenecía y gracias a ello entablaron amistad… o eso creo recordar.
- Entiendo…- Chie recordó aquello que le contó Natsumi, la amiga de Rise, sobre los rumores sobre Yuko y del “otro Toni” y vio que algunas cosas eran ciertas.

Los dos, tras caminar un poco, llegaron al hospital. Este estaba bastante más concurrido que la noche anterior. Los dos se acercaron a la recepcionista y Toni le susurró algo. En ese momento la enfermera les dijo que podían ir, que esperaban a Toni.

Los dos anduvieron hasta el área reservada de los Kirijo, ubicada en las últimas plantas del hospital, y en uno de los pasillos estaba el médico que Toni vio la noche anterior, el doctor Motoyama, junto al agente Kurosawa.

- Buenos días.- Toni les saludó educadamente.
- Buenos días.- Saludaron los dos hombres.
- ¿Cómo esta Yuko?
- Bien, ahora mismo esta conciente en esa habitación.- El doctor señaló una habitación al final del pasillo.- Esta junto a sus padres. Según las pruebas que le hemos realizado no tiene ningún problema de salud. Bueno, a parte de un poco de deshidratación y desnutrición que ha tenido fácil solución.
- Menos mal…- Dijo aliviado Toni.
- Así que es verdad que eres tú, ¿eh?- Musitó el agente Kurosawa.- No me lo acabé de creer cuando me lo explicaron.
- Es normal, si me lo hubieran contado a mí, tampoco me lo creería.
- Je, je. Cierto, es difícil de creer que alguien vuelva de la muerte.
- “¿Volver de la muerte?”.- Chie se sorprendió al oír esas palabras.
- Bueno, ha interrogado a Yuko.
- Sí… o al menos lo he intentado. No sabe decir nada más allá de donde estaba el día de su desaparición. Parece estar confusa y creo que hay cosas que no se atreve a contarme.
- Comprendo… Tal vez yo sea capaz de averiguar algo más. ¿Podrían hacer salir a los padres de Yuko para que podamos hablar en privado?


Los dos se miraron y asintieron. En unos minutos, el agente Kurosawa entró en la habitación y con la excusa de hacerles unas preguntas los hicieron salir y fueron a la cafetería. Los señores Nishiwaki parecían una pareja de unos 40 años, aproximadamente. El señor Nishiwaki iba vestido con un traje y la madre, que parecía tener unos 37 años, llevaba un vestido. Ambos reflejaban aún un poco de preocupación en sus rostros. Tras esto el doctor se acercó a la puerta y golpeó en ella.

- Adelante.- Se oyó desde dentro y el doctor abrió la puerta asomándose a la habitación.
- Perdoné, senyorita Nishiwaki. Tiene unas visitas que querrían hablar con usted.
- ¿Son más policías?- Yuko parecía estar algo decaída. Yuko solamente llevaba puesto el camisón del hospital y su ropa interior, también llevaba una tirita en la muñeca, como si hubiera llevado una sonda. Ella estaba sentada en la cama, apoyada en la almohada.
- No, no lo son. ¿Quiere que pasen?
- Vale…- Dijo a desgana Yuko mientras miraba por la ventana por donde se veía, de fondo, el mar y por ella entraban los rayos del sol iluminando la habitación que parecía bastante amplía, muy parecida a la habitación en que estuvo Toni.
- Venga, pasen.- El doctor dejó pasar a Toni y Chie.- No dejaré que nadie entré a molestarles.- Tras decir esto el doctor salió cerrando la puerta tras de él.
- …- Yuko siguió mirando la ventana sin prestar atención a las visitas.- ¿Queréis algo?
- Bueno, un “Buenos días” hubiera estado bien, Yuko.
- …- Al oír esa voz Yuko miró hacía Toni y se quedó paralizada.- ¿Ton…? ¿Toni-kun?
- S…

Yuko saltó de la cama y se dirigió a toda velocidad hacía Toni y lo abrazó, apoyando su cabeza en el hombro derecho del chico y entre sollozos no paró de repetir su nombre. “¡Agh! No me esperaba esto.” Pensó Toni, sorprendido por la reacción de Yuko y no pudo evitar ponerse rojo. Juntos, en comparación, Yuko parecía algo más baja que Toni, pero no demasiado. Chie se quedó asombrada al ver la reacción de la chica.

- Yuko.- Toni intentó separar, con suavidad, a Yuko.- Tranquilízate un poco.
- Oh… sí… perdona.- Yuko soltó a Toni y se retiró de él. Yuko estaba sonrojada de la vergüenza, sobretodo al ver a Chie mirando lo que había pasado.
- Venga Yuko, siéntate. No te conviene alterarte.
- Sí… tienes razón.

Toni acompaño a Yuko a la cama y le ayudó a subirse en ella. En ella Yuko se sentó donde estaba antes y se tapó con la manta. Entonces Toni se sentó al pie de la cama y Chie se sentó en una silla junto a la ventana.

- Toni-kun…- Yuko se acercó a Toni y en voz baja le preguntó.- ¿Quién es ella?
- Ah, es verdad, no os conocéis. Yuko, te presento a Chie Satonaka, Chie ella es Yuko Nishiwaki.
- Encantada.- Chie se levantó y se acercó a Yuko ofreciéndole la mano.
- Sí… encantada.- Yuko estrecho su mano y Chie notó como Yuko hacía fuerza, como si quisiera hacerle daño. Después de este amigable saludo Chie se volvió a sentar en la silla.
- Toma Yuko, un regalo.- Toni le dio el paquete.
- ¡Gracias!- Yuko cogió el paquete, lo abrió, sacó el libro y lo miró.
- Es un pequeño detalle…
- ¡Muchas gracias, Toni-kun!- Yuko sostenía el libro contra su pecho y después lo dejó sobre la mesa junto a su cama.- Toni-kun, ¿Dónde has estado todo este tiempo?
- Eh… esto… He estado viajando y eso y volví hace poco tiempo.
- ¿Y que has estado haciendo en esos viajes?
- Bueno, ya sabes… cosas…
- Da igual, lo importante es que has vuelto…- Yuko estiró su mano posándola sobre la de Toni, que tenía apoyada sobre la cama.
- Bueno. Je, je, je…- Toni retiró su mano y se frotó la cabeza con ella y sonriendo.
- Toni-kun…- Yuko miraba fijamente a Toni.- ¿Qué te ha pasado en el pelo?
- ¿Mi pelo? Je, je. Cosas que pasan…- Toni intentó cambiar de tema.- Hablando de otra cosa… Parece que te ha sucedido algo… ¿Podrías decirnos que te pasó?
- …- La expresión de Yuko cambió de repente, parecía estar muy seria.
- ¿Qué te pasa, Yuko?
- … Nada, no recuerdo nada.
- “Aquel policía tenía razón… esta ocultando algo”- Pensó Chie al oír a Yuko.- “Veamos como reacciona él.”
- ¿De verdad? Da igual si es algo raro.
- ¿Por qué estas tan interesado, Toni-kun?
- Porqué me interesa todo lo que le pase a mis amigos.
- “Amigos”, ¿eh?- Yuko no parecía muy contenta con esa respuesta.- Bueno, solo se que el sábado de la semana anterior estaba mirando una fuente, cuando, a media noche, algo extraño sucedió… Todas las luces estaban apagadas y el agua de la fuente estaba de color rojo. Después… después… no recuerdo nada más.
- Ah…- “La Hora Oscura… pero Yuko no tenía el potencial necesario…”.- Y no recuerdas nada más.
- No.
- ¿Y esto te suena de algo?- Toni abrió su mochila y sacó la carta oscura que había guardado.
- No… a ver, déjamelo ver.

Yuko estiró la mano para coger la carta y nada más tocarla esta empezó a levitar y girar sobre si misma. Los tres se sorprendieron al ver esa extraña reacción. De pronto la carta pareció dividirse en dos, la carta oscura y una nueva carta de color amarillo, parecida a la que tenía Chie. La carta oscura dejó de girar y cayó sobre la cama pero la otra siguió girando hasta que, de repente, surgió sobre ella la figura de una mujer.

Esta mujer iba vestida con una armadura plateada que le marcaba las formas femeninas, del casco, que no le cubría la cara, surgía una melena castaña. Esta parecía tener la piel un poco morena, como la de Yuko y sus ojos eran también castaños. La chica portaba en su mano derecha una lanza muy parecida a la de los caballeros medievales europeos que parecía medir casi dos metros de alto.

- ¿Una Persona?- Exclamó sorprendida Chie.
- No puede ser…
- ¿Qué es esto?- Preguntó asustada Yuko.

“Yo soy vos y vos sois yo.
Del mar de vuestra alma he nacido.
Pongo mi fuerza a vuestro servició
para que podáis seguir vuestro camino…
Soy Brunilda, princesa de las Valkirias.”

Tras decir esto Brunilda se desvaneció y apareció en el anverso de la carta que, poco a poco, dejaba de girar hasta caer junto a Yuko.

- Bruni…- Yuko, en ese mismo instante, perdió el conocimiento, desplomándose sobre la cama.
- ¿Qué ha pasado?
- No tengo ni idea… ha sido tocar la carta y ha obtenido una Persona…- Toni recogió la carta negra y la volvió a guardar. “Esto puede ser peligroso.”. Pensó Toni.- Chie, llama al doctor.
- De acuerdo.

Chie salió de la habitación en busca del medico. Mientras tanto, Toni, recogió la carta donde aparecía Brunilda en el anverso y la guardó entre las páginas del libro. Después colocó a Yuko en la cama y la tapó con la manta. Entonces recordó el otro pan que le dio Bunkichi y lo puso sobre la mesa.”Seguro que despertará con hambre”. En ese momento Chie entró en la habitación junto al doctor.

- ¿Qué ha sucedido?
- Se ha convertido en una Usuaria de Persona.
- ¿Así, de repente?
- Eso parece…- Toni permaneció unos minutos en silencio mientras el doctor medía el pulso a Yuko para comprobar si estaba bien.- Doctor, no se preocupe, de aquí un par de horas despertará.
- Claro, es por el agotamiento de conseguir una Persona… que interesante, nunca lo había visto por mí mismo.
- ¿Podría hacerme un favor?
- ¿Eh? Sí claro.

Toni se sentó junto a una mesa que había en la habitación y sacó una libreta de su mochila junto a un bolígrafo, escribió algo en una de las páginas, después la arrancó y se acercó al doctor.

- ¿Podría darle esta nota a Yuko en cuanto despierte? Es algo importante.
- De acuerdo.- El doctor recogió el papel y se lo metió en el bolsillo de su bata.
- Bueno ya no hay mucho más que hacer aquí. ¿Nos marchamos Chie?
- Vale.
- Bueno, nos marchamos doctor Motoyama. Hasta la vista.
- Adiós.

Chie y Toni salieron de la habitación y bajaron hasta la planta baja. Caminando por los pasillos, vieron a lo lejos al agente Kurosawa y a los padres de Yuko. Pareció que, al verlos, el agente Kurosawa dijera algo que hizo que los padres fueran en dirección a la habitación de Yuko. Tras esto el agente se les acercó.

- ¿Has descubierto algo, Gómez?
- No demasiado… Solamente que estuvo en la Hora Oscura que sucedió hace una semana.
- ¿Solamente eso?
- Sí… bueno, también acaba de convertirse en una Usuaria de Persona. Ahora mismo esta inconsciente por eso.
- Es extraño…- De repente el agente Kurosawa reaccionó de una manera extraña, como si hubiera recordado algo.- ¿Recuerda a aquel tipo que detuve gracias a usted el otro día? Aquel que formaba parte de un grupo que atacó a la senyorita Takeba.
- … Ah, sí, ya recuerdo. ¿Qué pasa con él?
- Pagaron su fianza y salió en libertad. Debería tener cuidado por si quisiera vengarse.
- No se preocupe, señor Kurosawa, creo que podría defenderme. ¿Se sabe quién la pagó?
- No, fue a través de un abogado y no me han dado más información.
- ¿Qué se le va ha hacer? Bueno, nosotros nos marchamos. Que le vaya bien, señor Kurosawa.- Toni hizo una pequeña reverencia.
- Adiós.

Tras salir del hospital, ya era algo más de medio día y ambos decidieron volver a la Residencia. Durante el camino los dos siguieron hablando animadamente.

- Toni-kun.
- ¿Sí?
- Creo que no le he caído muy bien a Nishiwaki. ¿De verdad solo erais amigos?
- Qué yo recuerde, solo éramos amigos… al menos eso creo. ¿Por qué crees que no le has caído bien?
- Solo porqué, cuando me dio la mano, la apretó muy fuerte, como si quisiera hacerme daño.
- Nah, no creo.
- Si tú lo dices…- Chie no pareció muy convencida.- Cambiando de tema… ¿Qué le pasa a tu pelo?
- ¿A mí pelo?
- Sí, tanto el señor Bunkichi como Nishiwaki dijeron algo de tu pelo.
- Ah, eso… Pues resulta que mí “otro yo” era casi igual que yo… salvo por un pequeño detalle. Tenía el pelo azul.
- ¿El pelo azul?
- Sí, y todos con los que me encuentro me lo acaban preguntando…
- Ja, ja, ja.
- Pues a mí no me hace gracia. Ya me empieza a cansar.
- Ja, ja…- Chie se limpió las lágrimas que le salían debido al ataque de risa.- ¿Me podrías hablar un poco de Naomi? Dijiste que también es de otro mundo, ¿no?
- Sí, Naomi es de otro mundo, pero muy parecido a este.
- ¿Muy parecido? ¿Qué quieres decir?
- Pues que básicamente es este mundo salvo algunas diferencias que hacen que no sea el mismo.
- ¿Una diferencia?
- Exacto. La diferencia entre este mundo y el suyo somos nosotros, Naomi y yo.
- ¿Vosotros? No lo entiendo…
- Es algo difícil de decirlo… Digamos que Naomi soy yo en su mundo. El papel que jugué en este mundo, hace dos años, es el mismo que jugó Naomi en el suyo. Por así decirlo somos la misma persona.
- Por eso Naomi dijo que era tu alma gemela.
- Sí, es una forma de decirlo.
- Y otra cosa… ¿Qué a querido decir el policía con lo de “volver de la muerta”?
- Eso… Digamos que para solucionar el asunto que sucedió hace dos años… mí otro yo tuvo que morir.
- ¿Morir?
- Sí. No se explicarte más cosas ya que no recuerdo nada más de aquello… solo que usó su alma… bueno nuestra alma, para sellar a Nyx.
- ¿Nyx?
- Sí, la madre de todas las Sombras, la que iba a traer el fin del mundo.
- Comprendo.

Ambos siguieron caminando y llegaron a la Residencia. Antes de entrar Chie recordó una cosa.

- Toni-kun. Quisiera preguntarte una última cosa.
- Je, je. Chie, pareces una policía.
- Es que me gustaría serlo, no lo niego… poder proteger a los demás y todo eso…
- ¿Y que quieres preguntar?
- ¿Conoces a alguien llamada “Mitsuru Kirijo”?
- …- Toni se paró de golpe y miró a Chie con una expresión seria en su mirada.- ¿Cómo sabes ese nombre?
- ¿La conoces?
- Uhm… Sí, la conozco.
- ¿Quién es?
- Buf.- Toni suspiró, dudando si contarle lo que sabía sobre Mitsuru a Chie.- Mitsuru era la líder del grupo de Usuarios de Persona que había aquí.
- Ah… ¿Vive por aquí cerca? Me gustaría hablar con ella.
- …- Toni cerró los ojos.- Supongo que no estaría mal hacerle una visita… Esta tarde nos acercaremos para hacerle una visita. Tengo que hablar con ella igualmente.
- Vale.

Ambos entraron en el edificio y en la planta baja se encontraron a Naomi y Sebastián, cargado con un montón de bolsas y rodeado de bastantes cajas.

- Veo… que ya habéis hecho la compra, ¿eh?
- ¿Cómo lo ha sabido, Señorito?
- Sí. Ji, ji, ji.- Rió Naomi.- Tal vez me he pasado un poquito.
- No importa.- Sonrió Toni.
- Señorito, ahora lo estaba hablando con la senyorita Naomi. ¿Cuál será su habitación?
- ¡Yo quiero dormir contigo!
- Ehh… ¡NO!
- Jo, tampoco hacía falta decirlo de esa manera…
- Señorito, en la parte privada aún quedan algunas habitaciones sin usar. Tal vez, y si estan de acuerdo, la senyorita Naomi podría ocupar una de ellas. Solo haría falta poner algunos muebles, una cama y ya estaría.
- Por mí no hay problema. ¿Y tú que opinas, Naomi?
- Uhm…- Naomi abrazó a Toni.- Vale.
- Vale, vale, pero no hace falta que me abraces todo el rato… Me siento incomodo.
- Vaaale.- Naomi soltó a Toni.
- Por cierto, Naomi, esta tarde haremos una visita a Mitsuru. ¿Quieres venir?

"¡Síííí!"


Personajes aparecidos en el Capítulo 29:

Bunkichi y Mitsuko:

Bunkichi y Mitsuko son una pareja de ancianos que regentan la librería "Booksworm" ubicada en la avenida comercial de Iwatodai, cerca de la estación. Son una pareja amable y muy amigable. Bunkichi es algo duro de oído y algo olvidadizo, Mitsuko siempre intenta ayudarlo en lo que puede. Perdieron a su hijo en un accidente de tráfico, este era profesor en el Instituto Gekkokan. Entablaron una gran amistad con el Protagonista de Persona 3.

Personas aparecidas:

Brunilda:
Persona de la Arcana de la Fuerza (Strength Arcana) y Persona inicial de Yuko Nishiwaki. Todavía no se saben sus habilidades de combate pero, presumiblemente, estarán basadas en ataques físicos. Es una Persona inventada para este Fic, no aparece en ningún juego (de ahí que no haya ninguna imagen).


El Fic continua en el próximo mensaje.



Ultima edición por izanagi33 el Mar Abr 19, 2011 11:02 am; editado 6 veces





Lechugaman Mensaje Dom Mar 21, 2010 11:11 am
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» izanagi33 escribió:

Se veía claramente que volveraia... sino se hubiera acabado la historia Razz .


Bueno, a lo mejor podian haber sido Jumpei y cia los que viajaran a la dimension del protagonista XD Una teoria absurda que se me acaba de ocurrir.

Buen chiste, Yujo. Estilo 100% Raruto. A mi tambien me mataron unas lenguas en cierta ocasion... aunque iba hecho una mierda, sin casi puntos de vida ni de magia.

Izanagi, llevas un ritmo de publicacion estupendo. Este ultimo capitulo tambien ha estado bien, sobre todo la parte final, que augura accion a cascoporro. Curioso lo de los ataudes rojos.




izanagi33 Mensaje Dom Mar 21, 2010 8:59 pm
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Continuación del Fic

Capítulo 30: Misterios sin Respuesta

Toni dejó su mochila en su despacho y se sentó en uno de los sillones y empezó a pensar cosas relacionadas con lo sucedido con Yuko, la carta negra, la relación entre Chie y Mitsuru y otras cosas.

Naomi junto a Sebastián, mientras tanto, miraron cual era la habitación que le gustaba a la chica y así dejar las cosas que habían comprado esa mañana.

Chie, por su parte, fue a su habitación y dejó el bolso sobre su escritorio y lo abrió sacando el sobre que anteriormente había guardado en él.

“Aquel policía… ¿Se llamaba Kurosawa? De que me suena ese nombre…”

Chie abrió el sobre, sacó uno de los dos papeles doblados que en él había y lo desdobló. Era una copia de una de las cartas que llegaron a casa de Ryotaro Dojima, era la que informaba de la muerte de los padres de su amigo. En la parte baja de la carta se podía leer “Tetsuo Kurosawa”.

“¿Será la misma persona? Tiene el mismo apellido y también es policía…”

Chie estaba confusa debido a lo que Toni le contó sobre él y su “otro yo”. Si su “Otro yo” fue el Toni Gómez que ella conoció en Inaba, ¿Cómo podía ser posible que muriera poco antes de aparecer en Inaba? Además, desde un principio ya había algo que no les cuadraba a Yukiko y a ella misma sobre esas cartas. ¿Cómo era posible que tardaran tanto tiempo en llegar a la residencia de los Dojima?

Chie esperaba que su encuentro con la tal “Mitsuru Kirijo” pudiera aportar las respuestas que andaba buscando.

Toni continuaba meditando, cuando, de repente, llamaron a la puerta: “Adelante”. Se abrió la puerta y Sebastián entró.

- ¿Ya ha elegido habitación?
- No. La senyorita Naomi aún no se ha decidido, la he dejado mirándolas... La verdad, Señorito, es que estoy cansado, la senyorita Naomi me agota.
- Je, je, je. ¿Y eso?
- Me ha tenido toda la mañana corriendo de un lugar para otro. Mirando tiendas y escaparates… no estoy acostumbrado.
- Me hubiera gustado verlo.- Dijo Toni sonriendo.- Y, ¿Qué te ha parecido Naomi?
- Parece una chica alegre y extrovertida… todo lo contrario a como era usted hará un tiempo.
- Sí… parecemos las dos caras de una misma moneda…
- No podría haber dicho una expresión más acertada, Señorito.
- Sebas, ¿has oído lo de nuestros planes para esta tarde?
- ¿Lo de ir a ver a la senyorita Kirijo? Sí, ¿Por qué lo ha decidido?
- En principio porqué Chie quiere hablar con ella.
- ¿La senyorita Satonaka?
- Sí, al parecer tiene algo que hablar con ella… aunque parece que no se conocen.
- Resulta extraño…
- Sí, bastante…- Toni miró hacía el techo.- Bueno, además tengo que hablar con Mitsuru de lo que ha pasado, sobre mí desaparición y eso.
- ¿Esta seguro que debe hacerlo?
- No lo se… La verdad es que tengo la sensación que debo contárselo. Nada más verla ya me provocó una extraña sensación de respeto y confianza… supongo que será alguna reminiscencia de mí “otro yo”.
- Comprendo.- Contestó Sebastián pensativo.- Por cierto, Señorito, hoy habrá una comida ligera.
- ¿Y eso?
- No ha habido tiempo para hacer nada. Puede bajar de aquí diez minutos, que ya estará lista.- Sebastián se dirigió hacía la puerta.
- De acuerdo… Por cierto Sebas.
- ¿Sí?
- Esta tarde podrías dedicarte a amueblar la habitación de Naomi mientras estamos fuera.
- ¿No quiere que les acompañe?
- No hace falta. Pero me gustaría que dejaras aquí las herramientas para arreglar el móvil de Naomi y también los diseños del traductor.
- ¿Los diseños del traductor? ¿Para que los necesita?
- ¿Recuerdas que era la Hora Oscura?
- Sí.
- Pues resulta que el traductor funcionaba en la Hora Oscura. Si soy capaz de encontrar el componente que hace que funcione podría implantarlo en otros dispositivos y hacer que funcionen en la Hora Oscura.
- Parece una buena idea.
- A sí, y por último, ¿podrías conseguirme unos guantes de los míos que sean ignífugos?
- ¿Ignífugos?
- Sí, es algo largo de explicar, pero, ¿podrías encontrar unos?
- Lo intentare.

Sebastián se marchó del despacho y a los diez minutos todos se reunieron en el salón para comer.


Ya había llegado la hora del descanso del mediodía en el Gekkokan. Yukari y Fuuka estaban hablando en la clase de Yukari y Jumpei, junto a Yosuke, fueron a comprar algo de comer a la tienda del instituto para luego subir a la terraza y comer allí.

La clase estaba desierta, todos los alumnos habían salido para respirar algo de aire fresco, comer, relajarse o, simplemente, estirar un poco las piernas. Yukari no estaba de humor, solo quería estar sola aunque la presencia de Fuuka no le molestaba. Yukari estaba apoyada contra una columna, mirando por la ventana hacía el horizonte y con una expresión seria en la cara y una mirada triste en sus ojos mientras Fuuka estaba a su lado.

- Me alegro que hayas vuelto a venir, Yukari-chan.
- …- Yukari siguió mirando el horizonte sin decir nada.
- ¿Te encuentras bien?
- … Sí…
- …- Fuuka supuso que era lo que rondaba la mente de Yukari.- No te preocupes, Yukari-chan, seguro que Toni-kun se encuentra bien.

Yukari, tras oír las palabras de Fuuka se giró hacía la chica.

- ¡Y porqué iba a preocuparme por ese… ese…! ¡Ese idiota!- La cara de Yukari estaba completamente roja.- Ese idiota que no ha sido capaz de... no ha sido capaz de…
- Tranquila Yukari-chan.- Fuuka puso sus manos sobre los hombros de Yukari.- Estoy segura que él esta bien y que aparecerá pronto, sonriendo y diciendo “Siento haber estado fuera” mientras se frota la cabeza.
- …- Yukari entendió las intenciones de Fuuka.- Gracias… Fuuka.

Mientras tanto, en la terraza del instituto, había unos cuantos alumnos, algunos sentados al sol, otros comiendo y bebiendo y algunos leyendo algún que otro manga. Yosuke y Jumpei se sentaron en uno de las mesas de piedra mientras comían los bocadillos que habían comprado.

- Buf, había mucha gente comprando.
- Sí, ¿por qué crees que siempre se agotan tan rápidamente las cosas?
- Es verdad. Je, je. Cambiando de tema…
- ¿Sí?
- ¿Qué me puedes decir de esa chica que ha venido hoy a clase? ¿Se llamaba Takeba?
- ¿De Yukari? Pues, nada en especial. Es la capitana del equipo de tiro con arco, es buena en los estudios, es bastante popular entre los chicos… Y como has podido ver, tiene algo de mal genio.- Sonrió Jumpei.
- Parece que la conoces. ¿Tenéis alguna relación?
- Nah, solo somos buenos amigos desde hace unos tres años, desde que empecemos a estudiar en este instituto.
- Entiendo. Parece ser bastante guapa… me pregunto si…
- No vayas por ahí, Yosuke.
- ¿Qué quieres decir?
- Prefiero no decir nada más… no quiero volver a recibir. Y hablando de chicas que faltan… ¿Como es que no ha venido Satonaka?
- Pues no tengo ni idea… a esta hora ya tendría que haber llegado. Me estoy empezando a preocupar…- Yosuke sacó su móvil y comenzó a pulsar botones.

Los tres, Chie, Naomi y Toni, ya habían comido y habían hecho los preparativos para ir a la mansión Kirijo para reunirse con Mitsuru. Chie había vuelto a meter aquellas cartas en su bolso y no podía dejar de pensar en las cosas que quería preguntar a la tal “Mitsuru Kirijo”; por su parte, Naomi, estaba algo nerviosa por encontrarse con esta Mitsuru, preguntándose si sería igual a la que ella conoció.

Los tres, que estaban en la recepción de la Residencia, se despidieron de Sebastián y se disponían a marcharse. De repente el móvil de Chie empezó a sonar en uno de sus bolsillos. Sacó el móvil y miró la pantalla.

- Es Yosuke…- Chie descolgó y se puso el móvil en el oído.- ¿Sí?
- ¿Qué pasa, hoy no vienes a clase o qué?
- Esto… Es que han surgido unas cosas y no puedo ir…
- ¿Qué cosas?
- Ahora no puede decírtelo, ya hablaremos por la noche. Adiós.- Chie colgó y se guardó otra vez el móvil.
- ¿Quién era, Chie?- Preguntó llena de curiosidad Naomi.
- Nada, un amigo que se ha extrañado que no fuera a clase.
- Ah…
- Bueno, Vamonos.- Dijo Toni abriendo la puerta de la calle en la que se veía un taxi parado junto a la Residencia.- Parece que el taxi ya ha llegado.

Los tres se subieron al taxi, Toni en el asiento delantero y las dos chicas atrás. Entonces el taxi se puso en marcha y se dirigieron a la Mansión Kirijo.

No tardaron mucho tiempo en llegar ya que, debido a la hora, no había demasiado tráfico. Toni dijo al conductor que aparcara en la verja de la mansión y, tras pagarle, le dijo que podía marcharse.

Chie y Naomi se quedaron boquiabiertas al mirar a través de la verja. Desde allí podían ver el inmenso jardín que se extendía por todo aquel recinto y un camino embaldosado que conducía desde la verja hasta una gran casa que se veía a lo lejos.

- ¡Díos! Es enooorme…- Exclamó Naomi.
- Es impresionante…- Chie no acababa de creerse lo que estaba viendo.- Toni-kun…- Chie vio como Toni se dirigió a una de las columnas en donde había un interfono y pulso un botón.
- ¿Quién es?- Una voz femenina se oyó a través del interfono.
- Buenas, soy Toni Gómez, un amigo de Mitsuru. ¿Se encuentra en casa?
- Espere un momento.- De repente se oyeron unos susurros y al momento se volvió a oír la misma voz.- Sí, la senyorita Kirijo se encuentra en casa. Ahora mismo le abro.- En ese momento la verja empezó a abrirse.
- Muchas gracias, ya se ha abierto.

La puerta se abrió de par en par y los tres entraron en la propiedad y, tras esto, la esta se cerró tras de ellos. Los tres empezaron a caminar hacía el edificio principal.

- Guau, esto es enorme…- Naomi no dejaba de mirar a todos lados.
- ¿Nunca habías venido, Naomi?- Preguntó Toni.
- No… nunca.
- Toni-kun…
- ¿Sí, Chie?
- ¿Quién es exactamente Mitsuru Kirijo?
- Bueno, es la presidenta del grupo financiero Kirijo.
- ¿Presidenta? ¿Qué edad tiene?
- Pues… tendrá unos veinte años.
- ¡¿Y ya es presidenta de un grupo financiero?!
- Sí… su padre murió y tuvo que hacerse cargo de todo.- Contestó Naomi en un tono algo triste.
- Ah… Comprendo… ¿Tú también la conoces, Naomi?
- Sí… o al menos a la de mí mundo.
- Pues ya hemos llegado.

Delante de los tres se encontraban las escaleras que conducían a la entrada principal del edificio donde, junto a la puerta abierta, les esperaba una sirvienta.

- Buenos días señorito Gómez, cuanto tiempo sin verle.- La sirvienta se inclinó para saludar a Toni.
- Buenos días.
- Veo que viene acompañado. La senyorita Kirijo se encuentra en su despacho. Yo les guiaré hasta allí.
- Gracias.

Los tres empezaron a seguir a la sirvienta al interior de la casa y subieron las escaleras que había en la sala principal de la mansión para llegar al primer piso. Después de cruzar unos cuantos pasillos llegaron a una doble puerta que la sirvienta abrió y les indicó que entraran.

La puerta conducía a una habitación con algunas estanterías con libros, un par de sillas y un escritorio ubicado ante otra puerta, esta algo más pequeña que la de entrada. La sirvienta les pidió que entraran por la puerta, que ya les estaban esperando. Antes de entrar, Toni se detuvo y se giró hacía las dos chicas.

- Chie, Naomi, ¿podríais esperar aquí un poco mientras habló con ella? Ya os avisaré para entréis.
- Uhm… vale.
- Jo, yo quiero entrar…

Ambas se sentaron mientras Toni entró en la habitación. Tras entrar en la otra habitación se encontró con una gran sala de paredes blancas y un suelo de madera cubierto con una gran alfombra, en el techo había una gran lámpara de araña, también había algunos muebles y librerías con carpetas y libros. El fondo se veía una gran ventana con cortinas por donde entraba la luz del exterior. También había un mueble con una televisión de unas 50 pulgadas. En el centro de la habitación, algo cerca de la ventana se encontraba una mesa de madera, con una silla en la que Mitsuru estaba sentada.

- Buenas, Mitsuru.
- Gómez…- Mitsuru miraba fijamente a Toni.- ¿Eres tú?
- Sí… ¿Por qué lo preguntas?
- Es que estas algo… diferente.
- Ah sí, me he cortado el pelo… Je, je.
- Eso será.- “No sé… noto algo raro en él” Pensó Mitsuru.- ¿Estas bien? Takeba, Yamagishi e Iori me informaron de lo sucedido en Pawlonia. Lo de la reaparición de la Hora Oscura y de las Sombras.
- Sí, fue una noche movidita.
- Además todos estábamos preocupados por tu extraña desaparición y tú ausencia durante esta semana. Sobretodo por aquél extraño hombre que se te llevó.
- ¿Extraño hombre?
- Según me dijeron era un hombre muy alto y vestido de negro.
- … ¡Ah! Ese hombre se llama Sebastián, trabaja para mí y también es de mí mundo.
- Comprendo… Y es cierto eso de que puedes invocar Personas sin Evokador.
- Sí.- Toni hizo aparecer su carta e invocó a Orpheus para que Mitsuru lo viera.
- Impresionante.- Mitsuru no acababa de creer lo que veían sus ojos.- ¿Y como es eso posible?
- Aún no estoy del todo seguro, pero al parecer vuestras Personas no estan completamente “despiertas” y eso hace que necesitéis los Evokadores. Al parecer mis Personas estan completamente despiertas y por eso no lo necesito.
- ¿Y sabes como se puede “despertar” una Persona?
- La verdad es que no. Aún no se como se puede hacer.
- Y por último, ¿qué te ha sucedido esta semana? ¿Dónde has estado?
- Bueno… esto es algo más largo de explicar. Primero me encontré con Igor y…- Toni contó a Mitsuru su viaje al otro mundo y de cómo allí luchó contra Nyx.- Y más o menos eso fue lo que pasó.
- Un mundo paralelo a este, prácticamente igual pero con la diferencia que tú papel lo hacía una chica… Es algo difícil de creer, aunque viéndote a ti es difícil no creerlo. ¿Y en ese mundo pudiste, con la ayuda de esa chica y esas espadas, destruir a Nyx?
- Sí, aunque después ambos perdimos todas nuestras Personas y las espadas se quedaron sin poder.
- ¿Y eso es todo lo sucedido?
- Bueno, no… También pasa esto.- Toni se acercó al televisor y acercó su mano derecha hasta tocar la pantalla.
- ¿Cómo?- Mitsuru no podía creer lo que estaba viendo, medio brazo de Toni se había introducido en el televisor.- ¿Qué esta pasando?
- Pues…- Toni sacó el brazo del televisor.- Al parecer he adquirido la habilidad de entrar en un mundo cubierto en niebla que se encuentra en el interior de los televisores. Algunos llaman a ese mundo el “Canal de Medianoche” y, además, esta plagado de Sombras.
- ¿Sombras? ¿Y como llegaste a ese mundo?
- Después de volver del mundo paralelo llegué allí.
- …- Mitsuru intentaba asimilar todo aquello que Toni le había contado.
- ¡Ah sí! También me encontré con Ken y Koromaru.
- ¿Y eso?
- Al salir del Canal de Medianoche aparecí delante de él.
- Debió llevarse un buen susto.
- La verdad es que sí. Bueno, cambiando de tema, Mitsuru, no he venido solo. ¿Puede hacer pasar a mis acompañantes? Una de ellas quiere hablar contigo.
- ¿Conmigo? Hazles pasar.
- Vale.

Toni se acercó a la puerta y tras abrirla indicó a las dos chicas que podían pasar. Naomi y Chie entraron en el despacho. Naomi se quedó mirando a Mitsuru, notando que esta y la que ella había conocido, se parecían mucho. Por su parte, Chie no dejó de observar a esa mujer que debería tener algo más de veintiún años; con una larga melena pelirroja y un gran atractivo físico. “¿Esta es Mitsuru Kirijo?”.

- ¡Hola, Mitsuru-senpai!- Dijo Naomi de forma muy efusiva.
- ¿Pardon? ¿Nos conocemos?- Mitsuru se extraño por la confianza que mostraba esa desconocida.
- Je, je.- Rió Toni.- Mitsuru, te presento a Naomi Arisato.
- ¿Quieres decir que es la chica del otro mundo?
- Sí.- Toni se giró hacía Naomi.- ¿No te dije que en este mundo no te conocen?
- Huy, es verdad.- Naomi cerró los ojos mientras se frotaba la cabeza y sacando la lengua, después se acercó a Mitsuru y se inclinó.- Me llamo Naomi Arisato, encantada de “conocerte” Mitsuru-senpai, espero que seamos buenas amigas. Ji, ji, ji.
- Encantada… Yo… yo también lo espero.- Mitsuru quedó sorprendida por la actitud de Naomi.
- Bueno…- Toni se dirigió a Mitsuru y señaló a Chie.- Esta chica se llama Chie Satonaka y también es una usuaria de Persona.
- Encantada.- Chie se inclinó hacía Mitsuru.
- Igualmente, mí nombre es Mitsuru Kirijo. ¿Eres tú quien quería hablar conmigo?
- Sí… pero me gustaría que fuera en privado…- Chie miró hacía Toni y Naomi.
- Vale. Venga Naomi, que parece que aquí molestamos.- Dijo Toni en tono de broma mientras sujetaba por los hombros a Naomi para hacerla salir de la habitación.- Nosotros esperaremos fuera.
- Gracias…

Toni y Naomi se sentaron en las sillas de la sala de espera. “¿Qué crees que querrá decir Chie a Mitsuru, Toni?” “No lo se.”

Mitsuru y Chie se quedaron solas en el despacho. Chie no podía evitar estar nerviosa por aquello que tenía que preguntar, además, Mitsuru reflejaba un aura que la intimidaba.

- ¿Qué querías decirme, Satonaka?
- Yo… esto…- Se había quedado con la mente en blanco, no sabía como reaccionar. Entonces, en un acto reflejo, sacó de su bolso el sobre y sacó de ella uno de los papeles y se lo mostró a Mitsuru.- ¿Reconoce esta carta, senyorita Kirijo?
- ¿Me permite?- Mitsuru sujetó la hoja de papel y la leyó.- Esto es… ¿De donde ha sacado esta carta?
- Usted escribió esa carta, ¿verdad?
- Sí… la escribí el año pasado… después de que…
- Toni-kun muriera.
- ¿Cómo sabes eso?
- Toni-kun me ha contado que no es de este mundo y lo poco que recuerda de su “otro yo”.
- ¿Como es que le ha contado todo eso… y por qué tienes esta carta?
- Verá, yo soy de una ciudad llamada Inaba. El año pasado hubo una serie de secuestros y asesinatos.
- Sí, algo vi en las noticias.
- Pues esos incidentes estaban relacionados con… Sombras.
- ¡…!- Mitsuru se sorprendió al oír eso.
- Para solucionar eso, un grupo de amigos decidimos descubrir la verdad sobre los casos y todos éramos usuarios de Personas.
- ¿Esa Idol llamada Rissete formaba parte de ese grupo?
- Sí… ¿Cómo lo sabe?
- Por nada importante, continúa.
- Pues nuestro grupo se formó gracias a un estudiante que fue transferido a nuestro instituto. Gracias a él todos nosotros logramos salvar la vida y conseguimos nuestras Personas. Ese chico llegó a Inaba el once de abril del año pasado y su nombre era… Toni Gómez.
- No puede ser. Para esa fecha él ya… había muerto y le habíamos incinerado, seguramente debió ser otra persona.
- Toni-kun.- Continuó Chie.- tenía la habilidad de usar muchas Personas y su primera Persona fue Izanagi.
- “Son demasiadas coincidencias…”- Mitsuru estaba cada vez más intrigada por las palabras de la chica- ¿Y esa carta?
- Dojima-san, el tío de Toni-kun la recibió esta carta junto a esta otra…- Chie le dio la otra hoja.- … unas dos semanas después de que Toni-kun se marchase.
- …- Mitsuru miró con atención la otra carta.- “Fue escrita por el agente Kurosawa… e informa sobre la muerte de los padres de Toni-kun. ¿Pero como pudieron tardar tanto en llegar?”.
- Después, tras leer esas cartas, intentemos contactar con Toni-kun, pero al llamarle, se oía que el número al que llamábamos no existía.
- ¿Y crees que Gómez es tu amigo? ¿Son tan parecidos?
- No lo se… pero sí se parecen. Toni-kun me ha hablado de cómo recupera sus recuerdos, pero, no parece recordar nada de mí.
- Es bastante misterioso…- Mitsuru miró a Chie y se fijó en su collar.- “¡¿Podría ser?!”- Mitsuru se levantó, de golpe.- Hagamos entrar a Gómez.

Mitsuru se levantó de su silla y ambas salieron del despacho.

- ¿Ya habéis terminado de hablar?- Preguntó Toni.
- Gómez, me gustaría que mirarás esto.- Tras decir esto, Mitsuru se giró hacía Chie.- Satonaka, podrías mostrarle lo que llevas al cuello.
- ¿…? Sí.- Chie no entendía esa reacción de Mitsuru pero lo hizo. La esfera brillaba con gran intensidad.
- Eso parece…
- A mí también me lo ha parecido. Se parece a la esfera que contenía tus recuerdos.
- Chie, ¿me permites tocarla?
- Sí.- Chie no entendía de que estaban hablando.

Toni, poco a poco, acercó su mano derecha al collar de Chie para tocar esa esfera. A cada centímetro que se acercaba, la esfera brillaba con más intensidad. Toni, algo nervioso y con los ojos cerrados, sostuvo la esfera sobre la palma de su mano. Durante unos instantes Toni se quedó inmóvil.

- ¿Y bien, Gómez?
- …- Toni abrió los ojos y retiró su mano.- Nada, no ha pasado nada. No he recuperado ningún recuerdo ni he tenido ninguna visión.
- Entonces no es posible que seáis el mismo.
- ¿El qué?- Preguntó intrigado Toni.
- Nada. ¿Queréis algo más?
- A sí…

Los cuatro se sentaron en las sillas.

Pues verás, Mitsuru, resulta que…- Toni le relató a Mitsuru lo sucedido la noche anterior, cuando surgió la Hora Oscura, apareció aquella Sombra poderosa y que Yuko estaba en su interior. - Pues eso sucedió ayer. Tras ello llevé a Yuko al hospital y pedí que la ingresaran en tu pabellón privado. También pedí que informaran al agente Kurosawa de su aparición al enterarme que llevaba una semana desaparecida.
- Actuaste bien, Gómez. ¿Has podido hablar con ella para averiguar que sucedió?
- Sí, no he podido conseguir mucha información pero…
- ¿Pero?
- Yuko se ha convertido en una usuaria de Persona.
- … ¿Sabes si esto podría volver a suceder?
- No tengo ni idea. Tal vez solo ha sido un incidente aislado o no.

Siguieron hablando durante un rato sobre ese y otros temas. Naomi habló un poco con Mitsuru contándole cosas sobre su mundo y Chie se dio cuenta que no había podido solucionar ninguna de sus dudas, sino, que estas habían aumentado.

Ya llegó el momento de marcharse, Chie y Naomi ya habían salido al exterior. Cuando Toni iba a hacer lo propio Mitsuru le detuvo.

- Gómez, ¿quieres que le diga a Iori y Takeba que has vuelto?
- No hace falta, ya les veré mañana en clase.
- Comprendo.
- Bueno, adiós… y no les digas nada de las Sombras, no quiero que se preocupen sin motivo.

Tras esto, los tres se marcharon hacía la Residencia.

Llegó el fin de las clases en el Gekkokan y todos empezaron a salir del instituto. Yosuke y Jumpei caminaban juntos.

- ¡Ey, Jumpei! ¿Quieres venir a ver la Residencia?
- Vale.- “A ver si logró averiguar algo…”

Por su parte, Yukari y Fuuka también estaban hablando de camino a la estación.

- Yukari-chan, ¿irás a visitar a Nishiwaki?
- ¿A Yuko? Tal vez… debería pasarme...



Capítulo 31: Retazos del Pasado

Los tres; Chie, Naomi y Toni; estaban caminando en dirección a la Residencia. Naomi iba un poco por delante de Toni y Chie mientras que estos dos andaban más o menos a la misma altura. En ese momento Chie se dirigió a Toni:

- Toni…
- ¿Sí?
- Estoo…- Chie estuvo unos momentos sin decir nada, pensando en como decir lo que quería.- ¿Qué sucedía con mí collar? Tanto la senyorita Kirijo como tú habéis reaccionado de forma extraña al verlo.
- … - Toni levantó la mirada hacía el cielo mientras seguía caminando y en un tono algo serio dijo.- ¿Recuerdas aquello que te conté sobre mis recuerdos?
- Sí, que los ibas recuperando poco a poco.
- Pues empecé a recuperarlos a raíz de tocar un objeto. Ese objeto era una extraña esfera que brillaba con una extraña luz.
- Igual que la esfera del collar…
- Exacto. Mitsuru estuvo presente en el momento en que la encontramos y por eso le debió recordar, tú collar, a la otra esfera.- Toni volvió a mirar hacía delante.- Pero supongo que solo era una coincidencia, ya que no pasó nada.
- ¿Qué tenía que…?
- ¡Venga, rápido! ¡Daos prisa!- Gritó Naomi, desde algo lejos, interrumpiendo a Chie.
- Deberíamos darnos prisa, parece que Naomi se esta impacientando… Je, je, je…- Río Toni.
- Sí…


Yosuke, acompañado de Junpei, llegó a la Residencia. Al verla, Junpei, confirmó algunas de sus sospechas, era la antigua Residencia donde vivió junto al resto de los SEES.

- ¡Pues ya hemos llegado! ¿Qué te parece, Junpei?
- Esta muy cambiado…
- ¿Cambiado? ¿A que te refieres?
- Resulta que hasta principios del año pasado… yo viví aquí.
- ¿De verdad?
- Sí, lo que pasa es que esta muy cambiado, vi como lo estaban reformando pero no lo había visto terminado.
- Pues venga, pasa y lo verás por dentro.

Yosuke abrió la puerta con su llave y ambos entraron en el edificio. Junpei quedó impresionado al ver cual diferente era por dentro el edificio. Estaba bastante iluminado y todo estaba bastante cambiado a como lo recordaba.

- Que raro…
- ¿El qué?
- El señor Sebastián no esta por ningún lado, siempre suele estar aquí cuando llego del instituto…
- Señor Sebastián… ¿Quién es ese?
- El señor Sebastián es el encargado de la Residencia. Es un hombre que da miedo…
- Ugh… ¿De verdad?
- Sí… pero luego resulta no ser un mal tío.- Yosuke se decidió.- Venga, te voy a dar un tour turístico por la nueva Residencia Iwatodai.
- Pues vamos.

Yosuke empezó su visita por la planta baja. Vieron el gimnasio, las distintas estancias que en ella había. Al ir hacía las escaleras Junpei se fijó en una cosa.

- ¿Qué hay tras esa puerta?
- Uhm… exactamente no lo sé. Según nos dijo el señor Sebastián es la zona privada del personal del edificio.
- ¿Personal?
- Sí… que yo sepa solo son el propio señor Sebastián y el dueño del edificio. Aunque este último no lo he llegado a conocer, al parecer esta de viaje.
- Entiendo… ¿Has intentado abrir la puerta?
- La verdad es que sí, pero no he logrado abrirla, tal vez se tenga que usar una llave especial o algo así. Bueno, ¿continuamos?
- Pues vamos.

Ambos subieron al primer piso, a la habitación de Yosuke para que Junpei pudiera ver como eran las nuevas habitaciones.

- Wow… es bastante mejor que la que yo tenía.
- ¿De verdad?
- Sí, parece bastante más grande y las cosas también parecen más nuevas. Aún recuerdo aquella tele de tubo que tenía en mí habitación.- Junpei sollozó en broma.
- Debía ser duro…
- Bah, no tanto.
- Je, je. Venga, vamos al piso de arriba.- Los dos salieron de la habitación.
- …- Junpei miró hacía el otro ala del edificio.- ¿Qué hay en aquel otro lado?
- ¿Allí? Allí se encuentran las habitaciones de las chicas, aunque por ahora solo esta la de Chie.
- ¿Y que es esa especie de habitación entre las dos alas?
- Eso es una especie de habitación común que comunica ambas alas. En ellas hay un televisor, unos cuantos sillones, mesas y sillas. Venga, ahora toca ver la biblioteca.



Los dos subieron hasta el piso de arriba y Yosuke le enseño la biblioteca que se encontraba en el piso de arriba. Junpei quedó impresionado por la cantidad de cosas que había. Al salir de la biblioteca Junpei se quedó parado ante la puerta cercana a la biblioteca.

- ¿Y en esta puerta?
- Pues no lo se, es otra puerta que no podemos abrir.
- …- Junpei posó su mano sobre esa puerta y susurró en voz baja.- La Sala de Comando…
- ¿Qué dices, Junpei?
- ¿Uh? Nada, no he dicho nada…

Yukari se había separado de Fuuka, que se fue a su casa, y estaba a punto de llegar al hospital tras salir de la estación de Iwatodai. Al llegar a las puertas miró hacía el cielo y cerró sus ojos: “¿Qué estoy haciendo aquí? Debería volver a casa…”. En ese momento algunas imágenes del pasado junto a Yuko vinieron a su mente y tras eso, decidió entrar para comprobar como estaba Yuko, su antigua amiga.

Al entrar en el hospital se acercó al mostrador y preguntó a la enfermera por Yuko.

- ¿Nishiwaki ha dicho?- La enfermera tecleó en el teclado de su ordenador.- Veamos. ¿Yuko Nishiwaki?
- Sí.
- Al parecer tiene las visitas restringidas… solo a familiares cercanos.
- ¿Y no podría hacer una excepción? Soy una amiga de la infancia.
- Uhm…- La enfermera miró atentamente a Yukari.- Supongo que si pudieron pasar aquellos dos usted también puede… - La enfermera le dijo en que lugar del hospital estaba.
- ¿Aquellos dos?
- Dos jóvenes, un chico y una chica de su edad. La verdad es que el doctor les dejó pasar.
- Muchas gracias.

Tras despedirse, Yukari se dirigió hacía la habitación de Yuko: “¿Quiénes debieron ser esos dos? Kazushi no creo que fuera, estaba en clase… Además, ¿esa habitación no se encuentra en la sección reservada para los Kirijo?”. Mientras pensaba esto Yukari llegó, sin darse cuenta, a la habitación.

Era extraño pues durante todo el camino en esa sección del hospital Yukari no se había encontrado con nadie más, ni enfermeras, ni pacientes, ni parientes. Hasta ese momento Yukari no se había percatado de ese echo: “Parece que no hay nadie más por aquí… Bueno, entremos.”. Yukari llamó a la puerta, y al observar que no había respuesta, abrió la puerta de la habitación y se adentró en ella.

Al entrar observó que Yuko estaba en la cama y parecía dormida: “Parece que esta descansando…”. Yukari se dispuso, al ver que Yuko estaba dormida, a marcharse pero antes de hacerlo algo le llamó la atención.

Sobre la mesita, cerca de la cama de Yuko, vio un libro. Al verlo, la curiosidad la invadió, y decidió ir a mirarlo.

Yukari cogió el libro y observó su portada y contraportada: “El Elefante Rosa y el Pájaro Azul”. Tras esto abrió el libro y empezó a mirar las páginas por encima empezando por detrás, parecía ser un libro con texto e ilustraciones bastante bonitas.

Al llegar a las primeras páginas Yukari encontró algo extraño y lo cogió para poder observarlo mejor. Parecía una extraña carta, muy parecida a las del Tarot con los bordes y el reverso en color amarillo, con una extraña mascara en este y una figura de una mujer vestida con armadura. “¿Qué será esto?”

- To-Toni-kun…
- “¿Cómo?”- Pensó Yukari al oír eso, guardando la carta en el libro y poniéndolo otra vez sobre la mesa y miró hacía Yuko.- “Parece estar hablando en sueños…”
- Toni-kun…


Los tres; Chie, Naomi y Toni; habían llegado a la Residencia. Naomi, algo emocionada, se giró hacía Toni y Chie preguntándoles:

- ¡Ey! ¿Ahora que vais a hacer?
- Uhm… pues no lo sé…- Contestó Chie.
- Yo tengo pensado hacerle una visita a Teddie.
- “¿A Teddie?”- Pensó Chie al oír a Toni.
- Jo, y para que quieres ver a ese pervertido…- Naomi no parecía demasiado contenta.
- Tengo unas preguntas que hacerle, pero no tardaré demasiado.
- ¿Puedo ir contigo?
- ¿Eh? ¿Para qué?
- Es que me gustaría ver como le va a Teddie desde la última vez que nos vimos.
- Bueno, por mí vale.
- Jo… bueno, yo también iré… ¡Aunque como se me acerque me lo cargo!
- …- Chie se acercó a Toni y le susurró.- ¿Qué le pasa a Naomi con Teddie?
- … Digamos que… no tuvieron un buen comienzo…
- Conociendo a Teddie me lo puedo imaginar. Ji, ji, ji.
- ¡¿Qué estáis cuchicheando?!
- ¡Nada, nada!- Respondieron Chie y Toni al unísono.

En ese momento la puerta central se abrió y apareció Sebastián.

- Veo que ya han llegado, Señorito.
- Sí.
- ¿Ha ido bien la visita a la senyorita Kirijo?- Sebastián empezó a caminar hasta llegar junto a Toni.
- Sí. Ha servido para que se calmasen los ánimos. Al parecer todos se asustaron al verte… aunque no me extraña.- Río Toni.
- No le veo la gracia, Señorito, sí hubiera tenido el traductor en buen estado podría haber dicho algo.- Sebastián se metió la mano derecha en el bolsillo de su chaqueta y sacó unos guantes.- Tenga, Señorito, lo que me pidió.
- Gracias.- Toni recogió los guantes.
- ¿Qué es eso, Toni?- Preguntó llena de curiosidad Naomi.
- Unos guantes.- Toni se puso uno de ellos.- Me van perfectos.
- Guau, no tienen dedos…
- Sí, los suelo usar para proteger la zona de los nudillos y la palma de las manos y que no me entorpezcan en el momento de manipular cualquier cosa.
- Ah… ya lo entiendo…
- senyorita Naomi, su habitación ya esta amueblada y sus cosas guardadas en ella. Solo falta que usted la decore como quiera.
- ¡Gracias!
- Señor Sebastián.
- ¿Sí, senyorita Satonaka?
- ¿Ha llegado Yosuke?
- No lo se, he estado ocupado toda la tarde.
- Bueno.- Interrumpió Toni.- Si queréis venir, preparaos. Poneos ropa cómoda, vuestras gafas y traed vuestras armas… por si acaso. Nos encontraremos en la sala común del primer piso.
- ¿Armas? ¿Las gafas? ¿Para qué? Si donde esta Teddie es muy tranquilo.- Cuestionó Chie al oír las palabras de Toni.
- La última vez que estuve allí, no era “muy tranquilo” que digamos.
- ¿De verdad?- Chie se preocupó al escuchar las palabras dichas por Toni.

Los tres se separaron. Chie y Naomi fueron a sus respectivas habitaciones mientras que Toni se dirigió a la suya para vestirse con una ropa más cómoda y después se dirigió a su despacho.

Allí Toni se colocó sus nuevos guantes, que eran del mismo estilo que los que tenía antes. Después recogió a Akai Kiba, que estaba sobre su mesa y se la puso en la cintura, en su lado izquierdo, y por último recogió sus gafas. Antes de salir, él sacó de su mochila la Carta Oscura y la guardó en una cajita de metal que guardaba en un cajón de su mesa: “Mejor que nadie la toque… hasta que sepamos que es esto…”.

Naomi, por su parte, llegó a su habitación, que se encontraba en el mismo piso que la de Toni, en la otra punta del pasillo (en ese pasillo solo había las dos habitaciones y en el centro del mismo una puerta que conducía a una habitación vacía). Esta habitación tenía lo básico: una cama, un escritorio, una silla, un sofá, un armario bastante grande, un televisor, un equipo de música y un ordenador.

Allí se vistió rápidamente con un chándal que había comprado esa misma mañana, cogió la Naginata que le había dado Toni y las gafas y rápidamente se dirigió a la habitación donde la esperaban los demás.

Chie, en su habitación, se vistió con su antiguo chándal del instituto Yasogami, aquel que tantas veces uso en su lucha contra las Sombras en el Canal de Medianoche durante el anterior año. Después, de debajo de su cama, sacó una gran caja y de su interior sacó un par de botas: “Menos mal que me dio por traerlas.”. Chie las cogió y se dispuso a ir al punto de encuentro.

Cuando Chie llegó a la sala se encontró con que Toni y Naomi ya estaban esperándola. Entonces Chie se quitó sus zapatillas de andar por casa y se calzó sus botas. Después, los tres, atravesaron el gran televisor que había en esa sala.


Yosuke y Junpei se disponían a bajar del último piso. En ese momento, mientras bajaban por las escaleras, Yosuke creyó ver, en la primera planta, a Chie. “Que raro… ¿Era Chie? ¿Dónde iba corriendo? Y además me ha parecido que llevaba el chándal del Yasogami…”

- ¿Qué pasa, Yosuke?
- ¿Uh? Na-nada… me ha parecido ver algo raro… ¿Te importaría que mirásemos una cosa en el primer piso?
- Por mí vale.

Los dos cruzaron de un ala a la otra de la Residencia por la sala del tercer piso y bajaron hasta el primero. “Creo que la vi salir del pasillo… ¿Habrá ido a la sala de en medio?”.
Al llegar a la puerta de la sala común del primer piso Yosuke se encontró que la habitación estaba completamente vacía.

- Que raro… juraría que la he visto entrar por aquí…
- ¿A quién te refieres?
- Es que antes me ha parecido ver a Chie por aquí… Pero ahora no hay ni rastro de ella.

Yosuke se puso a mirar por la habitación pues hubiera jurado que Chie tenía que estar allí dentro, pero no encontró ni rastro de ella.

- Yosuke, mira que cosa más rara… - Junpei se encontraba junto al televisor.
- ¿El que, Junpei?- Yosuke se le acercó.
- ¿Qué hacen aquí estas zapatillas?

En el suelo, junto al televisor, se encontraban un par de zapatillas de andar por casa. Era un lugar extraño para encontrarse con eso. Yosuke se las quedó mirando y un escalofrío recorrió su espalda: “Esas son la zapatillas de Chie… ¡No me digas que ella!”

- ¿Qué pasa, Yosuke? Pareces preocupado.
- …- Yosuke miró a Junpei y murmuró para si mismo.- No hay tiempo… tendré que confiar en él… Junpei.
- ¿Qué quieres?
- Es algo difícil de creer, pero… ¿Me guardarías… un secreto?



Antes de traspasar el televisor, Chie, cerró los ojos de forma involuntaria y al abrirlos, ya en el Canal de Medianoche, se sorprendió al ver lo que allí había.

Chie se quitó un momento las gafas y vio que todo aquel lugar volvía a estar cubierto por la niebla: “¿Cómo es posible?”. Tras esto se volvió a colocar las gafas y pudo ver que aquel lugar volvía a ser aquel yermo desolado que se encontró la primera vez que entró en el “mundo detrás del televisor”.

- Bueno, pues avancemos un poco hasta que Teddie nos encuentre.- Toni se quitó la camiseta, quedando con una de manga corta de color blanco sin ningún dibujo salvo unas marcas tribales en sus mangas, y la ató; por las mangas en un hierro que había cerca de la entrada por la que habían accedido.
- ¿Por qué haces eso, Toni?
- Para tener un punto de referencia, Naomi. Venga, vamos.
- ¿Un punto de referencia?- Pensó, extrañada, Naomi.

Los tres se alejaron, en línea recta desde el punto de partida. Tanto Chie, como Naomi miraron hacía atrás y vieron como la camisa de Toni, desde esa distancia, parecía una especie de bandera.

- Naomi, ¿no has traído a Aoi Kiba?
- No.- Naomi sacó la lengua.- La verdad es que no se usarla… ¡Y tú no has traído tu otra espada!
- Es que ya no se pude utilizar, se fundió con al caerle aquel rayo…
-¿Aoi Kiba?- Preguntó extrañada Chie.
- Sí, así se llama la espada que tiene Naomi, Aoi Kiba “El colmillo Azul”. La mía, esta que llevó,- Toni señaló la espada de su cintura.- se llama Akai Kiba “El Colmillo Rojo”.- Toni desenvainó a Akai.
- Oh…- Chie pudo ver un leve brillo rojo en la hoja de la katana.- Tiene un brillo de color rojo, así que es por eso que tiene ese nombre.
- Exacto, y la mía tiene un brillo en color azul.
- Y tú, Chie, ¿Qué usas para luchar? No te veo ningún arma.
- Je, je. Estas botas. La verdad es que desde siempre me han gustado las artes marciales y por eso empecé a practicarlas… de forma autodidacta.
- Ya entiendo.

Tras andar varios cientos de metros, los tres pudieron ver una extraña nube de polvo que se acercaba hacía ellos. En el viento podía oírse un extraño sonido, parecía un grito: “¡Seeeennnseeeeeiiii!”.

La nube se acercaba cada vez más y se pudo distinguir como esa nube era levantada por Teddie, que corría a toda velocidad. Al llegar a la altura del grupo Teddie saltó para abalanzarse sobre Toni.

- ¡Senseeeei!- Toni esquivó a Teddie apartándose hacía un lado y este acabo cayendo al suelo y haciendo un surco en este.- ¡Uah! Teddie se ha hecho daño…
- Pues imagínate el daño que me hubieras hecho a mí…- Toni y los demás se giraron hacía Teddie.
- También, es verdad, Sensei…- Teddie se levantó.- ¡Oh! ¡Chie-chan!- Teddie fue hacía Chie y la abrazó.
- Hola Teddie. ¿Cómo estas?
- Bien, y veo que tu también has encontrado a Sensei.
- Estoo…- Chie miró a Toni.
- No hace falta que se lo expliques… no hay forma que lo entienda.
- ¡Oh! ¡También esta Naomi-chan!- Teddie se dispuso a abrazarla también.
- ¡Ni te acerques!- Naomi desplegó la Naginata.- ¡Aléjate de mí si no quieres acabar como un colador!
- ¡Buaaaah! ¡Chie-chan, Sensei; Naomi-chan es mala con Teddie!
- Ay…- Los dos suspiraron a la vez.

Tras calmarse un poco el ambiente, y manteniendo alejado a Teddie de Naomi, los tres se sentaron para poder hablar más tranquilamente.

- Me ha sorprendido mucho oler a Sensei. Teddie esta muy contento con la visita de Chie-chan y Sensei.
- De nada, Teddie, pero la verdad es que he venido para preguntarte una cosa.
- ¿El que, Sensei?
- Es sobre las gafas. Las monturas parecen ser normales… ¿Son los cristales lo que hacen que podamos ver a través de la niebla?
- Exacto Sensei. Teddie hace las gafas el mismo.
- Interesante… ¿Con que haces esos cristales?
- Con un material que Teddie encontró por aquí hace muuucho tiempo, son unas extrañas piedras amarillas.
- Bien… Teddie, podrías…
- ¡Sensei, algo extraño sucede! Teddie nota muchas Sombras en aquella dirección.- Teddie señalo hacía la distancia.
- ¿Qué pasa, Teddie?
- Es extraño, Chie-chan.- Teddie empezó a oler.- Esta sucediendo… como antes. ¡Alguien ha caído aquí dentro! ¡Alguien desconocido!
- ¿Esta pasando como el año pasado?
- ¡Sí!
- ¡Toni, tenemos que darnos prisa e ir en aquella dirección!
- Vale. Vamos, Naomi.

Los tres siguieron a Teddie para llegar al lugar donde Teddie había detectado ese rastro. Tras correr durante algunos minutos por aquel monótono paisaje solo roto por algunas extrañas estructuras metálicas pudieron ver, enfrente suya, una gigantesca estructura que crecía a medida que se acercaban.

Al fin llegaron hasta unos muros parecidos a los que rodeaban al instituto Gekkokan y una verja de hierro, también igual a la del instituto.

- Snif, snif.- Olisqueó Teddie.- No hay duda, ese olor proviene del interior de este lugar… pero hay algo raro…
- ¿Algo raro?
- Sí, Chie-chan… Hay otro olor… creo que de alguien más… pero ese olor esta tapado con el de la otra persona y Teddie no puede distinguirla.
- Parece que ya habéis hecho esto antes.- Comentó Toni.
- Sensei…- Teddie se giró hacía Toni.- Ahora no es momento de bromear, hay alguien en peligro.
- Teddie, él no es…
- Venga, basta de discusiones. ¡No hay tiempo que perder!- Las palabras de Naomi hicieron que todos callasen y se decidieran a dejar la charla para más tarde.
- Hemos de tener cuidado, hay muchas Sombras ahí dentro.
- Tendríamos que idear una estrategia… si solo tuviéramos a alguien capaz de analizar Sombras…- Toni se puso a pensar.
- Toni-kun.
- ¿Sí, Chie?
- Teddie puede hacerlo.
- ¡Sí, Teddie puede!
- ¿De verdad? Entonces… Teddie, mientras Naomi, Chie y yo estamos en la vanguardia, tú te dedicarás a darnos soporte.
- ¡Vale! ¡Teddie lo hará lo mejor que pueda!

Los cuatro se adentraron en aquel extraño recinto, y en ese instante, una gran luz les cegó.

Tras unos pocos instantes después la luz cesó y poco a poco los ojos de todos se fueron acostumbrando otra vez. Se encontraban en un lugar rodeado de edificios, parecía una calle de una ciudad en plena noche, con una gran luna llena en el cielo.

- Uhm… A Teddie le suena mucho este lugar…- Teddie miraba a su alrededor.
- A mí… también…- Pensó Chie.
- Creo que esta es una de las calles cercanas a la Residencia.- Comentó Toni al reconocer el estilo de algunos edificios.- Pero no sabría decir cual…
- Este edificio es… aquel hotel… - Musitó Naomi mientras miraba el edificio donde estaba el lugar por el que habían entrado y en voz alta dijo.- Shirakawa Boulevard.
- ¡Es verdad!- Reaccionó Chie.
- ¿Tú lo conoces, Chie-chan?- Preguntó Teddie algo desconcertado.
- Sí, y tú también, Teddie, aquí fue donde nos encontraste durante el viaje de estudios, ¿no te acuerdas?
- Uhm…- Teddie cerró los ojos y se puso a pensar.- ¡Sí, es verdad!
- Pues a mí no me suena…- Pensó Toni.- Bueno ya habrá tiempo para eso, hay que darse prisa.
- ¡Vamos!- Gritaron los otros tres.

Los cuatro avanzaron por aquellos pasillos con el mismo aspecto que las calles de Iwatodai, luchando contra Sombras que les aparecían en el camino. Estas no eran demasiado poderosas, todas eran del estilo Maya con máscaras rojas que las identificaban como de la Arcana del Mago. Estas eran débiles contra el hielo y entre Chie con Tomoe Gozen y Toni con Apsaras, no duraron demasiado.

Los cuatro avanzaron sin muchos problemas, recogiendo algo de dinero que soltaban las Sombras y el contenido de algunos cofres que no iba más haya de un par de yenes.


“¿Po-por qué? A si que ella también…”

Yukari, tras oír las palabras que Yuko pronunciaba en sueños sintió como si alguien estuviera sujetando su corazón. Yukari recordó que Yuko, su antigua amiga, y el “otro Toni” estaban bastante unidos, y quien sabe si llegó a haber algo más que una amistad entre ellos. Ese pensamiento hizo que Yukari se sintiera cada vez más incomoda y el dolor en su pecho aumentase.

“Espero… que no llegue a saber… que él ha vuelto…”


Los cuatro llegaron a una zona diferente de aquel extraño lugar. De las calles cercanas a la avenida comercial de Iwatodai pasaron a lo que parecía ser una réplica de la estación de Iwatodai, iluminada por una gran luna llena, sin una sola farola encendida. Parecía ser una zona sin ningún enemigo a la vista.

Los cuatro comenzaron, después de que Teddie analizará la zona, a buscar una salida ya que la entrada por la que llegaron había sido bloqueada y las calles adyacentes también estaban bloqueadas. Toni y Naomi miraban en la zona cercana a las vías del monorraíl mientras Chie y Teddie miraban por otro lado. En ese momento, Naomi se dio cuenta de una cosa.

- Toni.- Naomi parecía algo preocupada.
- ¿Sí, Naomi?
- Uhm… creo que me pasa algo raro…
- ¿El que?- Preguntó Toni mientras miraba a Naomi.
- Es que… no me siento cansada… Siempre que visitábamos Tartarus, al cabo de un tiempo siempre nos sentíamos agotados. Pero ahora, no me siento nada cansada.
- Ah.- Toni le contestó, sonriendo.- ¿Solo eso?
- ¡Como que “¿Solo eso?”!
- Eso también me pasa a mí. Cuando llegué a tu mundo, también me extraño no cansarme. La razón para eso, tal vez, sea la nueva forma en la que usamos nuestras Personas.
- “Entonces…”- En ese momento, Naomi recordó las palabras de Nyx.- “… yo también he despertado a mí Persona…”
- Venga. No te preocupes, Naomi.- Al decir esto, Toni tocó la frente de Naomi con el dedo corazón de su mano derecha y empujándola un poco.
- ¡Ay! ¡¿Pero que haces?!
- Ja, ja, ja.
- ¡Ahora ve…!- En ese momento Naomi enmudeció mirando al horizonte y señaló hacía allí.- ¡Mira!
- …- Toni miró hacía donde señalaba Naomi.- ¿El Monorraíl?

A unos pocas decenas de metros se encontraba un Monorraíl, parecía estar parado, como si estuviera bajo los efectos de la Hora Oscura. Toni intentó bajar a la vía y no hubo problema alguno.

- Parece que tenemos que seguir hacía allí… Naomi, ve y avisa a los demás.
- Vale.

Los cuatro se reunieron y decidieron ir hacía el Monorraíl. Cuando llegaron hasta allí vieron que una de las puertas al vagón estaba abierta y decidieron entrar en él. En ese momento una extraña sensación invadió a Toni: “Esto… me suena de algo…”.

Al entrar los cuatro en el vagón y mirar a su alrededor, algo extraño pasó. La puerta se cerró, dejándolos encerrados y el convoy se puso en marcha aumentando la velocidad a cada momento.

- ¡¿Qué esta pasando?!- Gritó Chie.
- ¡¡Uaaaaahh!! ¡¡Teddie esta asustado!!
- ¡Esta pasando lo mismo!
- ¿A que te refieres, Naomi?- Preguntó Toni.
- Esta pasando lo mismo que en aquella operación, la primera que hicimos, cuando una de las Arcanas controló el Monorraíl,
- ¿Eh?- En ese momento los recuerdos de aquella situación volvieron a la mente de Toni.- ¡Es verdad! Entonces…
- Hemos de llegar hasta el primer vagón.
- ¿De que estáis hablando?
- Ya habrá tiempo para hablar, Chie, ahora hay que darse prisa.

El grupo recorrió, vagón a vagón, todo el convoy, eliminando a las Sombras que intentaban bloquearles el camino hasta llegar al penúltimo vagón.

Allí vieron que la puerta al siguiente vagón estaba abierto y desde donde estaban pudieron ver que parecía había alguien allí. Había alguien junto a una extraña figura oscura. Los cuatro se acercaron hasta allí para ver lo que sucedía.

- Snif, snif…- A medida que se acercaban, Teddie sintió un aroma muy familiar.- ¡Yosukeeee!

Los cuatro entraron en el vagón, y tras de ellos se cerró la puerta. Chie y Teddie se acercaron a Yosuke, mientras, junto a los mandos del Monorraíl, se encontraba la extraña figura, de espaldas a ellos.

- Se puede, saber que haces aquí, idiota.
- Lo siento, Chie… No esperaba que sucedería esto…

“Mira a quien tenemos aquí… sí es “Don Perfecto”…”


Continua en el Próximo Mensaje.



Ultima edición por izanagi33 el Lun Jul 25, 2011 8:56 am; editado 6 veces





Saixion Mensaje Dom Mar 21, 2010 10:06 pm
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Este capitulo 7 a estado chulo.Espero que pronto hagas la segunda temporada!




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Lechugaman Mensaje Mar Mar 23, 2010 8:01 pm
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Vaya! Hasta este momento no habia visto que ya habias publicado este ultimo capitulo del primer arco argumental. Esta vez me he despistado.

Me ha gustado el capitulo porque ha tenido mucha accion, algo que habia echado un poco de menos en los anteriores (aunque no demasiado, porque tambien en los juegos de Persona habia periodos largos de "paz"). Los raruguinyos han sido geniales- "siento dos presencias" (como no acordarse del chiste con Raruto y Tinaja?) y el "no hemos destacado!" de las sombras basicas - La batalla final tambien ha estado muy bien, ha sido muy dramatica y "anime". Considero que estas logrando recrear el espiritu de los juegos originales. Bien hecho!

» Cita:
Lo malo será cuando llege a la parte que aún no he pensado.


Cuando eso ocurra quiza lo mejor sea que reduzcas un poco el ritmo tan rapido de publicacion de capitulos que llevas. Es preferible que tarden un poco mas pero que tengan una trama tan currada como las de los juegos a que los saques cada dos dias pero con un guion mas superficial. Es lo malo de escribir una fic "seria": en el caso de la mia, como es muy chorra, me puedo permitir el lujo de improvisar continuamente (de hecho, todo el episodio del Megazord Portable™ fue pura improvisacion).




izanagi33 Mensaje Jue Mar 25, 2010 9:28 pm
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Continuación del Fic.

Capítulo 32: Hermes

Aquella extraña silueta parecía estar mirando por la ventanilla frontal del vagón de cabeza, mirando el lugar donde se dirigía el monorraíl.

- Pensaba que ya no aparecerías más por aquí… “Jefe”.
- ¿Pero quien…?- Chie se sorprendió al oír la forma de hablar de esa silueta parecía que conocía a alguien de los allí presentes.
- No hay, duda es una Sombra…- Pensó Teddie
- Ese parece…- Naomi creyó reconocer al que estaba allí, frente a ellos.

La figura se giró mientras seguía hablando:

- Veo que sigues haciéndote el superguay, mandando sobre todos y haciéndolo todo bien.
- ¿Ior...?- Chie reconoció de quién era aquella Sombra que estaba frente a ellos.
- Junpei…- Toni vio delante de él a Junpei, un Junpei de piel oscura, ojos extraños, llevaba puesto el uniforme del Gekkokan y una gorra.
- Qué, ¿ya te has cansado de tus vacaciones? ¿Has vuelto para hacerla sufrir aún más?
- ¿A qué te refieres?
- ¡Ah! No lo sabes, Don Perfecto. Cada vez que apareces por aquí le das esperanzas y después desapareces sin dejar rastro y hundiéndola en un mar de dolor… ¡¿Crees que me gusta verla así?! ¡Es una de mis mejores amigas!
- ¿De que habla, Toni?- Le preguntó Naomi al oír esas extrañas palabras.
- No… no lo se.- Contestó Toni confuso pues no entendía el porqué de esas palabras y la rabia con las que Junpei las dijo.
- Bueno, dejémoslo, ya estamos a punto de llegar… mejor dicho, estáis a punto de estrellaros.
- ¡¿El qué?!

Chie y Teddie miraron a través de las ventanillas del vagón y vieron como, a gran velocidad, se acercaban a una gran torre rodeada de un muro.

- ¡Hemos de parar el tren!
- ¡Aaahhhh! ¡Teddie tiene miedo!
- Pues para que os entretengáis hasta el choque… os dejo a un “amiguito”.- Junpei extendió el brazo derecho y, de repente, apareció una gran Sombra con forma humana vestida con un uniforme de béisbol, una gorra y en sus manos un gran bate de piedra.- Encárgate de ellos Béisbolman…- Junpei miró al grupo.- ¡Hasta nunca! ¡Ja, ja, ja!

De pronto Junpei desapareció y la Sombra se lanzó contra el grupo. Toni miró hacía el joven que estaba junto a Teddie y Chie: “Mierda… esta demasiado conmocionado para hacer nada…”.

- ¡Teddie! ¡Quédate en la retaguardia y encárgate de él!
- ¡Sí!
- Chie y Naomi, nosotros tres nos encargaremos de la Sombra.
- ¡Vale!

Toni desenvainó a Akai Kiba, Naomi extendió su naginata y Chie se puso en guardia para enfrentarse a ese enemigo. Mientras tanto Yosuke intentaba recuperarse.

- Pero que…
- Tranquilo, Yosuke. Todo saldrá bien, Sensei esta con nosotros.
- ¿Sen-sensei?

Los tres atacaban a la Sombra con todas sus fuerzas, evitando sus ataques como podían ya que de darles, podría acabar con ellos de un golpe. Entonces, en un golpe final los tres invocaron a sus Personas:

- ¡Orpheus! ¡Bash!
- ¡Orpheus! ¡Agi!
- ¡Protégeme, Tomoe! ¡Skull Cracker!

Tras el triple ataque de las tres Personas, la Sombra cayó derrotada y se comenzó a deshacer en el aire.

- ¡Bien, lo han conseguido!- Gritó Teddie.
- Pero… ¡¿Por qué no se para el Monorraíl?!- Gritó Chie.


El tren no aminoraba su velocidad, sino, que aumentaba por segundos. Tanto Teddie, como Chie y Yosuke entraron en pánico y, en un acto reflejo, al ver que el fin estaba cerca, cerraron los ojos.

Pero, el convoy, no se estrelló. De golpe el tren comenzó a frenar rápidamente. Chie y los demás abrieron los ojos para ver que pasaba. Lo que encontraron delante de sus ojos fue a Toni y Naomi con sus manos en dos palancas, las cuales habían bajado.

- Buff… Menos mal que lo hemos parado… ¿Eh? Hermanito.
- Je, je… Sí… ¿Pero cual de los dos ha sido?
- No lo sé. Ji, ji, ji…- De pronto el Monorraíl se detuvo por completo y las puertas se abrieron, de repente.- ¡Hemos llegado a la estación! ¡Pasajeros, bajen del tren!

Todos bajaron del vagón, Yosuke fue ayudado por Chie y Teddie, y se encontraron en una especie de habitación que parecía la estación de Port Island, allí donde había una floristería y un cine. El grupo avanzó hasta unos bancos donde Yosuke pudo descansar un poco.

- ¿Quiénes sois vosotros?- Preguntó a los dos extraños que no podía ver bien a causa de la niebla.
- Es de buena educación presentarse antes de pedir el nombre a un desconocido.- Le increpó Naomi.
- ¿Eh?...- Yosuke se quedó sin palabras ante tal respuesta.- Me llamó, Hanamura, Yosuke Hanamura y soy Cáncer…- Tras decir esto, Teddie y Chie, se le quedaron mirando y no pudieron evitar reír.
- ¡Así esta mejor! Mi nombre es Arisato, Naomi Arisato.
- Y yo me llamó Toni Gómez, encantado de conocerte, Hanamura.
- ¿To-Toni?
- Chie, me explicas que esta pasando aquí. ¿Por qué Junpei esta aquí dentro y actúa de esa manera?
- Resulta que… Cuando alguien entra en este lugar cuando esta cubierto de niebla se crea un reflejo de lo que hay en su interior. Se crea una especie de lugar y en su interior se encuentra la persona atrapada y un reflejo de sus pensamientos ocultos, una Sombra. Eso es lo que hemos visto hasta ahora, este lugar y aquel Iori tan raro…
- Sería lo mismo que le pasó a Naomi-chan, Sensei.
- Pero no entiendo como ha llegado hasta aquí dentro…
- Fue culpa mía, Chie… Fui yo quien hizo entrar a Junpei aquí dentro. Pero no me esperaba que esto estuviera cubierta de niebla otra vez…
- ¡¿Pero por qué lo hiciste?! ¡¿Eres idiota?!
- Es que… al saber que habías entrado aquí, tuve un mal presentimiento...
- Bueno, ahora ya da igual.- Les interrumpió Toni.- ¿Y le sucede algo a quién este aquí dentro?
- Sí… La Sombra puede llegar a matar a la persona…
- Entonces debemos ir deprisa, Toni, Junpei-kun esta en peligro.
- Sí, Naomi.
- Teddie…
- ¿Sí, Yosuke?
- ¿Tienes unas gafas para mí? Me las he dejado en mí habitación.
- No, Yosuke, no me queda ninguna más…

Todos se dispusieron a seguir adelante para ayudar a Junpei antes que fuera demasiado tarde.

El grupo avanzó por diversos pasillos formando dos grupos: Toni, Naomi y Chie delante, luchando contra las Sombras que iban apareciendo y Teddie acompañando a Yosuke mientras hacía de analista en los combates.

- Toni… ¿Conoces a Iori-kun?
- ¿A Junpei? Sí… Era un miembro del grupo del que te hablé esta mañana, el que formábamos junto a Mitsuru.
- ¿Entonces él también es un Usuario de Persona?
- Sí.

Tras avanzar un poco más llegaron hasta una extraña verja, muy parecida a la del Instituto Gekkokan y, detrás de ella, no se veía el instituto. No muy lejos de allí donde estaban, detrás de la verja, se encontraba una torre, una torre tan alta que llegaba hasta lo que parecía ser la luna.

- Toni, esto parece…
- Sí, Tartarus…
- ¿Tartarus? ¿Qué es eso, Toni-kun?
- Es algo largo de explicar y ahora no hay tiempo.
- Tartarus… ¿Por qué le suena eso a Teddie? ¿Por qué siente... este extraño sentimiento?

Nada más cruzar aquella verja el grupo se encontró en el camino empedrado que llegaba hasta el instituto, pero esta vez, llevaba hasta unos pequeños escalones que conducían al interior de aquella torre.

En lo alto de esos escalones se podía ver a Junpei encarándose contra el otro Junpei, su Sombra. Todos corrieron para ayudarle.

- Pero mira a quién tenemos aquí… ¡Es Don Perfecto otra vez! Pensé que no sobreviviríais a lo del tren. ¿Quién iba a pensar que usaríais las dos palancas a la vez?
- ¿Uh?- Junpei se giró para ver a quién le estaba gritando ese otro Junpei.- ¿Toni?
- Tranquilo, Junpei, hemos venido a ayudarte.
- No hacía falta, Tío.
- Claro que hacía falta, no somos capaces de hacer nada sin él…
- ¡Cállate! ¡Deja de decir tonterías!
- Nosotros somos débiles sin su ayuda y su guía… la de Don Perfecto o la de Ai-chan… Somos incapaces de hacer nada bien.
- ¡Eso es mentira!
- ¿Ah, sí? ¿Entonces por qué tuvo que sacrificarse para salvarnos? Si no fuera por nuestra patética existencia… ¡Ella no habría muerto!
- ¡Cállate, cállate!- Esas últimas palabras parecieron afectar en gran medida a Junpei que se tapaba los oídos para no seguir oyendo las palabras de ese otro Junpei.- Tú… tú… ¡Tú no eres yo!
- ¡Ja, ja, ja!- La Sombra de Junpei empezó a reír, primero en un volumen bajo para ir subiendo poco a poco.- ¿De verdad? Pues solo queda una solución… ¡Té exterminaré y solo quedaré yo! ¡Ja, ja, ja!


Yukari no podía creer los pensamientos que le estaban pasando por su mente. Nunca había pensado de esa forma y su rostro reflejaba ese extraño conflicto interno.

- Jo… me duele la cabeza…- Yuko abrió los ojos, comenzó a erguirse en la cama y miró a Yukari.- ¿Yukari? ¿Qué haces aquí?
- Ho-hola… Yuko.- Yukari intentó disimular y mostrar su rostro habitual.- Nos han dicho en el instituto que habías aparecido y decidí pasarme y hacerte una visita.
- Ah… ¡Espera! ¿En el instituto?
- Sí, allí se habló de tu desaparición y esta mañana la tutora de mi clase nos dijo que estabas aquí.
- Pues… vaya sorpresa, no me lo esperaba después de pasar tanto tiempo desde que me cambié de instituto.- Yuko miró por toda la habitación.- Por cierto, ¿te has encontrado con alguien aquí?
- Uhm… no, no había nadie cuando llegué. ¿Tendría que haber alguien?
- Esto…- Yuko se puso colorada.- No, nadie. Ja, ja, ja…- “Toni debió marcharse con aquella chica…” pensó, algo enfadada.
- ¿Estas bien, Yuko? Pareces algo acalorada.- Yukari se sorprendió al ver que el rostro de Yuko se ponía cada vez más rojo.
- ¿Eh? Ah, sí, estoy bien… Venga, siéntate aquí.- Yuko indicó la cama a Yukari.- ¿Y como van las cosas en el Gekkokan?- Yuko intentó cambiar de tema.
- Como siempre: Stupei, Kenji y Kaz con sus tonterías de costumbre; los demás mentalizándose para los exámenes de ingreso en la universidad… ¡Ah! Y han venido unos alumnos de intercambio…
- Ya me imagino a esos tres haciendo de las suyas. ¡Ja, ja, ja! ¿Y también hay alumnos de intercambio?
- Sí, han venido de un pueblo llamado Inaba. Tenían que ser tres, pero al final solo han venido dos: un chico y una chica. El chico esta en mi clase y creo que ha hecho buenas migas con Junpei, la chica creo que va a la clase del Profesor Ekoda, con Fuuka.
- Pues me haría gracia conocerlos. ¿El Señor Ekoda sigue igual?
- La verdad es que sí, sigue siendo tan estricto y exigente como de costumbre.
- Buf… Pues menudo infierno. ¡Ja, ja, ja!
- Sí. Ji, ji, ji…
- Yukari.
- ¿Sí?
- Hacía mucho que no hablábamos de esta manera.
- ¿A que te refieres?
- Ha hablar de tonterías, riéndonos, como dos amigas… como lo hacíamos antes de que te mudaras hace tantos años…
- … Sí, tienes razón…
- Y cuando volviste a Tatsumi Port Island ya no volvimos a ser tan amigas.
- Es qué…
- Sí, ya, por lo de tu padre… Ya no eras la misma persona de entonces.
- Sucedieron muchas cosas…
- Da igual…- Yuko puso su mano derecha sobre la de Yukari.- Me alegró que sigas siendo la misma de entonces.- Yuko sonrió.
- Yuko...
- Bueno… ¿Se sabe algo de Toni-kun?
- ¿To-Toni?- Al oír a Yuko pronunciar ese nombre el corazón de Yukari empezó a latir a toda velocidad, se había puesto muy nerviosa.- N-no, no se ha sabido nada de él… desde que se marchó hace dos años…
- ¿De verdad?- Yuko notó algo raro en el tono de voz Yukari.
- S-Sí…

En ese momento se abrió la puerta de la habitación y el doctor Motoyama apareció.

- Ah, veo que ha despertado, senyorita Nishiwaki y también tiene visita.- El doctor miró a Yukari.- ¿Es usted, senyorita Takeba?
- Sí, Motoyama-san.
- ¿Cómo se encuentra Kirijo-san?
- Bien, muy ocupada con el trabajo y la Universidad.
- Entiendo. Veo que conoce a nuestra paciente.
- Sí.
- Claro, es lógico…
- ¿A qué se refiere?
- No, nada. Bueno, la hora de la visita ha terminado, hemos de hacerle unas pruebas a la senyorita Nishiwaki.
- Comprendo.- Yukari se levantó de la cama, recogió su mochila y se dispuso a marcharse.- Adiós, Yuko, ya nos veremos.
- Hasta la vista.- Yuko se despidió con la mano derecha.

Yukari salió de la habitación y se dispuso a marcharse del hospital y volver a la mansión Kirijo. “Que habrá querido decir Motoyama-san…”.


De repente, aquella Sombra que era igual a Junpei empezó a emitir una extraña aura oscura que parecía un fuerte viento helado. Su cuerpo comenzó a cambiar, dejo de parecerse a Junpei. Le brotaron unas grandes alas parecidas a las de los murciélagos que cubrieron todo su cuerpo y al poco tiempo las desplegó y mostró su nueva forma.

Tenía forma humana con las grandes alas en su cintura y otras, más pequeñas, en su cabeza. Tenía una coraza, de un extraño color rojo, que le cubría el pecho y unas grebas del mismo color. Tanto Junpei como Toni y Naomi notaron algo familiar en esa Sombra. “¡Os destruiré a todos!” La Sombra se dispuso a atacarles.

- ¡Junpei, déjanoslo a nosotros!- Grito a Toni mientras Chie, Naomi y él empezaron a correr hacía ellos.
- ¡No! ¡Déjamelo a mí, yo puedo encargarme de este impostor!
- ¡Jua, ja, ja, ja! ¿Impostor? ¿Y crees que puedes encargarte de mí? ¡No me hagas reír!

Junpei se apartó de la Sombra dando un salto hacía atrás y sacó, de un bolsillo oculto en su chaqueta, una pistola, su Evokador, y lo puso contra su sien derecha.

- ¡¿Qué quiere hacer?!- Preguntó preocupada Chie al ver lo que Junpei estaba haciendo.
- Quiere invocar a su Persona.
- ¿Con una pistola?
- No es una pistola, es un dispositivo llamado Evokador y sirve para invocar a tu Persona… al menos la fuerza a salir.
- Pero creo que Junpei-kun no podrá hacer nada…- Naomi parecía preocupada.
- ¿Por qué lo dices?
- No lo recuerdas, Toni, mi Evokador se rompió cuando intenté usarlo aquí dentro…
- ¡…!
- ¡Ahora verás, cabrón!- Junpei apretó el gatillo y, de repente, su Evokador se rompió en pedazos.- ¡¿Pero que cojones?!

En ese momento, la Sombra golpeó a Junpei lanzándolo por los aires y cayendo junto a Teddie y Yosuke.

- Mi-mierda…- En ese momento, Junpei, perdió el conocimiento.
- ¡Teddie!- Gritó Toni.- ¡Cúrale, nosotros nos encargaremos de la Sombra!
- ¡A la orden, Sensei!
- ¡Ja! ¿Creéis que podréis detenerme? ¡Si ni siquiera podéis usar vuestras Personas!
- ¡Ah, no!- Le cortó Naomi.- ¡Orpheus!

Sobre Naomi apareció Orpheus y al ver esto, la Sombra se sorprendió. “¿Cómo es posible?”

- ¡Agi!- Orpheus extendió su brazo izquierdo y lanzó una bola de fuego que colisionó contra la Sombra.
- ¡Ja, ja, ja! ¡No he sentido nada!
- ¿Cómo es posible?
- Naomi…- Un recuerdo volvió a la mente de Toni-… ¿la Persona de Junpei no resistía los ataques de fuego? Tal vez su Sombra tenga sus mismas debilidades.
- Ups… es verdad. Y tal vez tengas razón. ¿Cuál era su punto débil? No lo recuerdo.
- Yo tampoco.
- Pues tendremos que descubrirlo.- Interrumpió Chie.
- Tienes razón.

Los tres se encararon a la Sombra mientras Teddie lanzó Diarama (un hechizo de nivel medio de curación) sobre Junpei el cual curó sus heridas, pero aún permanecía inconsciente.

- Yosuke, quédate con él, continúa curándolo e intenta que se despierte, sino será imposible detener esa Sombra. Yo ayudaré a Sensei intentando analizar al enemigo.
- De acuerdo, yo me encargo.

Teddie se concentró en la Sombra y comenzó su análisis para así poder encontrar sus puntos débiles mientras los demás continuaban enfrentándose a la Sombra. “Confía en Teddie, Sensei…”

El combate continuaba y los tres no lograban hacer un gran daño a su enemigo. Habían intentado con ataques Bufu realizados por Chie y Tomoe Gozen además de ataques físicos de los tres, tanto de sus Personas como de ellos mismos, pero nada surtía gran efecto.

La Sombra les atacaba con súbitas embestidas con gran fuerza, debido al impulso que lograba gracias a sus grandes alas. También utilizaba hechizos Agi, de fuego, que afectaban mucho a Chie.

- Hemos de hacer algo… o acabará con nosotros.- Pensó Toni.
- ¡Ja, ja, ja! ¡¿No podéis hacer nada más?! ¡Tendré que acabar con vosotros de un golpe! ¡Fatal End!- La Sombra se abalanzó contra Chie, ya que era la que estaba más debilitada.
- ¡Mierda, no puedo moverme!- Chie se preparó para recibir el golpe.
- ¡Chie!- Gritó Yosuke al ver la situación a la que se enfrentaba su amiga.
- …- De repente Toni se colocó delante de Chie.
- ¿Toni-kun?
- ¡Izanagi!- Sobre Toni apareció Izanagi y, extendiendo su mano izquierda lanzó su técnica “Barrera Divina” que detuvo en seco el ataque enemigo.
- ¿I-Izanagi?- Yosuke se quedó perplejo al ver, algo borrosa, sobre aquel chico, la figura de Izanagi, el Izanagi que tenía su amigo.- ¡También puede usar varias Personas!
- Con que esta es la nueva Persona que has obtenido… ¡Pero aún así no será suficiente para vencerme!
- Ya veremos… ¡Naomi, te toca!
- ¡Sí! ¡Izanami!
- ¡¿Izanami?!- Yosuke quedó boquiabierto al ver la Persona que acababa de emerger sobre la chica desconocida, no se lo podía creer, ¡era Izanami!- Ella también usa varias Personas. Pero… ¡¿Pero que esta pasando aquí?!

Izanami lanzó un Zio sobre la Sombra, pero tampoco resultó ser su punto débil.

Al recibir ese ataque, la Sombra detuvo el suyo y se apartó para regodearse un poco más en la inutilidad de sus ataques contra él y su gran fuerza.

- ¡Ja, ja, ja! ¡No podréis hacer nada contra mí!
- Chie…- Toni no podía evitar resoplar, pues cada vez estaba más cansado.- ¿Te encuentras bien?
- Sí… Toni-kun…
- Bien, toma esta medicina.- Toni sacó de su mochila una bolsita que encontró en uno de los cofres que encontraron durante su exploración.
- Gracias.

En ese momento Teddie les gritó: “¡No le afectan el fuego, el hielo ni la electricidad!”

Al oír eso, un recuerdo surgió en la mente de Toni. Era sobre una conversación entre “el otro Toni” y Junpei en la antigua Residencia:

“Sabes Tío, nuestras Personas son como nosotros mismos. Por ejemplo, la mía, es un tipo duro que se centra en los ataques físicos aunque no le va muy bien la magia. Pues sí, yo también soy de usar la fuerza más que pensar. Je, je, je…

Siempre tenemos que tener en cuenta las ventajas y debilidades de nuestras Personas. La mía resiste el fuego, ya que tengo un alma ardiente. Aunque… es débil contra el viento. ¡Espera! Eso quiere decir que siempre perderé contra Yukatan…”

- ¡Ya lo tengo!- Pensó Toni, abriendo los ojos al máximo.- ¡Naomi, es el viento! ¡¿Tienes alguna Persona con Garu?!
- ¡Tienes razón, ya no me acordaba! Mmm… ¡No, no tengo ninguna!
- Yo tampoco…
- ¡Que lastima! ¡No podréis vencerme! ¡Ja, ja, ja!
- Me esta tocando lo que no suena con tanta risita…
- ¡Yosuke!- Pensó Chie.

Mientras tanto Junpei empezó a recuperar el conocimiento.

- Ay… - Junpei abrió los ojos.- ¿Yosuke?
- ¡Junpei! ¿Ya te encuentras bien?
- Más o menos… me duele todo el cuerpo…- Junpei miró hacía donde se estaba desarrollando el combate.- Se parece mucho…
- ¿De que estas hablando?
- Yosuke, el punto débil de ese monstruo… es el viento.
- ¿El viento? ¡Teddie, ven!
- ¿Yosuke?- Teddie se acercó a los dos jóvenes.- ¿Qué quieres?
- Quédate con Junpei, yo puedo vencer a esa Sombra.
- Vale.
- ¿Sabe que es una Sombra?- Pensó Junpei extrañado.

Yosuke se dirigió hacía los demás. Al verlo Chie le ordenó que se retirara pero este no le hizo caso.

- Chie, yo me encargaré de él. ¡Susano-o!

Sobre Yosuke apareció una Persona de forma humana vestida con un traje azul de manga larga, un cinturón amarillo, guantes y botas rojas. Llevaba puestas, también, unas gafas de color amarillo con los cristales azules. También tenía un aro alrededor de su cuerpo con el borde en forma se sierra.

- ¡Adelante, Susano-o, utiliza Garudyne!

La Persona alzó sus brazos hacía la Sombra y un gran tornado se formó sobre ella haciendo que esta saliera volando y cayera pesadamente sobre el suelo.

Yosuke se extraño ya que ese Garudyne era tremendamente débil en comparación a otros que había realizado antes, tenía una potencia parecida a la de Garula, pero antes de poder hacer nada más cayó sobre sus rodillas debido a su cansancio.

- ¡Ahora es el momento, Toni!- Gritó Naomi.
- …- Toni aún estaba sorprendido al ver que aquel chico, Yosuke, había usado una Persona y, aparentemente, era bastante poderosa.- ¡Sí! ¡Vamos Chie!
- ¡Sí! ¡Es hora de un ataque de todos a uno!

Chie preparándose para golpear, Naomi empuñando su naginata y Toni con Akai Kiba se lanzaron sobre la Sombra asestándole una infinidad de golpes hasta que esta cayó derrotada. La Sombra cayó al suelo, bocabajo, y poco a poco volvió a tener la forma de Junpei.

- Ahora eres tú quien debe terminar esto.- Dijo Teddie a Junpei.
- ¿Yo?
- Sí, tú eres el único que puede hacerlo ya que es parte de ti.
- No lo es.
- ¿Estas seguro? ¿Todo lo que te dijo era mentira?
- …- Junpei pensó en lo que le acababa de decir ese extraño oso de peluche y lo que le dijo aquel impostor.

Tras eso, Junpei, se levantó y caminó hacía donde estaban los otros, seguido por Teddie, que le ayudaba a caminar.

- ¿Te encuentras bien, Junpei?
- Sí, más o menos, Tío… Dejadme que me encargue de esto.
- Ten cuidado.

Junpei se acercó, solo, a la Sombra y esta levantó la cabeza, mirándolo. En ese momento Junpei extendió su brazo derecho y abriendo su mano, se la ofreció. “Venga, levántate.”.

La Sombra cogió su mano y se levantó.

- Sí, tal vez tengas razón en lo que dijiste antes… Tal vez no pueda hacer nada solo o no tenga la fuerza suficiente para hacerlo, pero estoy seguro que puedo cambiar… y se que él podrá ayudarme. Y, sí, me hubiera gustado ser lo suficientemente fuerte para haberla salvado… Je, je, je… Parece que sí que somos él mismo estúpido.

La Sombra asintió con la cabeza y, de repente, comenzó a brillar y a levitar. Junpei y los demás observaban lo que estaba pasando. La Sombra comenzó a cambiar de forma otra vez, hasta transformarse en un ser como el de antes, pero con unas alas distintas, era una Persona.

- Hermes…- Dijo Junpei.
- Desde ahora viajaremos juntos como uno solo porqué...

“Yo soy tú y tú eres yo…
Del mar de tu alma he nacido.
Nada nos podrá detener
y machacaremos a nuestros enemigos.
¡Soy Hermes, el Mensajero de los Dioses!”

Tras decir estas palabras Hermes volvió a brillar y se convirtió en una carta de Tarot con los bordes y el reverso dorados y en el anverso la figura de Hermes. Esta carta se introdujo en el pecho de Junpei. “¿Pero que… ha pasado?”. Tras decir esto Junpei empezó a tambalearse pero antes de caerse Toni pudo sostenerlo.

- Gracias, Tío… Gracias por venir.- En ese momento Junpei perdió el conocimiento.
- De nada.- Toni se giró hacia los demás.- Bueno, creo que ya podemos irnos. Teddie.
- Sí, Sensei. ¡Ven Kintoki-Douji! ¡Usa Traesto!
- Sí.- Tras decir esto, Kintoki-Douji lanzó Traesto y todos desaparecieron de aquella habitación.

Todos aparecieron a las puertas de la mazmorra. Toni se cargó sobre su espalda el cuerpo inconsciente de Junpei y todos se dispusieron a marcharse.

- Venga, volvamos, no tardarán en aparecer más Sombras.
- Tienes razón, Sensei, Teddie recuerda la última vez.
- Pero… ¿Por donde hemos venido?- Preguntó Naomi.
- Yo no lo recuerdo… ¿Teddie, te acuerdas?
- No, Chie-chan, Teddie no lo sabe.
- Tranquilizaos.
- ¡Como puedes estar tan tranquilo, Toni!
- Je, je, je. Teddie, ¿hueles algo a lo lejos?
- Ahora Teddie lo probará.- Teddie comenzó a olfatear por los alrededores.- Es extraño…
- ¿Qué es extraño?
- En aquella dirección huele a Sensei, Chie-chan.- Teddie señaló hacía lo lejos.
- ¿Huele a Toni-kun?
- Sí, es como si allí hubiera algo que huele a Sensei.
- ¡Ya lo tengo!- Saltó Naomi. ¡Un punto de referencia! Dejaste esa camiseta para que este pervertido pudiera encontrar el lugar por el que habíamos entrado.
- ¿Pervertido…? Teddie esta triste.- De los ojos de Teddie no dejaban de brotar lágrimas.
- Sí, exactamente, Naomi. Venga, Teddie, guíanos.
- Sí…- Teddie seguía lloriqueando.


Yukari acababa de marcharse del hospital y el Doctor estaba examinando las pupilas y el pulso de Yuko.

- Bien. Parece que esta todo bien…- El doctor escribió algo en una hoja de papel que había en una carpeta.- Solo falta hacerte un electrocardiograma y seguramente mañana mismo ya podremos darte el alta.
- Vale.

El doctor se dispuso a marcharse pero se detuvo de golpe y sacó algo del bolsillo interior de su bata.

- Tenga esto.- El doctor le dio un papel doblado a Yuko.- Me lo dio ese chico, Gómez. Me pidió que se lo entregara cuando volviera en si.
- Gracias.- Yuko cogió el papel.
- Bueno, me marcho. De aquí una hora le traerán la cena.

El doctor se marchó y Yuko se volvió a quedar sola en la habitación. “Una nota de Toni-kun… ¿Qué pondrá en ella?” Yuko estaba nerviosa pensando en que podía poner en aquel papel. Yuko se puso a pensar en aquella chica que acompañaba a Toni y que no conocía de nada; también en la respuesta de Yukari, si era verdad que no sabía nada de Toni o le había mentido.

Entonces dio un gran suspiro y abrió aquella nota y comenzó a leerla.



- Es extraño… No encuentro al Señorito ni a los demás por el edificio… Y el señorito Hanamura parece que aún no ha vuelto.

Sebastián había recorrido toda la Residencia en busca de Toni, pero no había ni rastro. No estaba ni en el gimnasio ni en el hall de entrada, ni en las habitaciones ni en la biblioteca del último piso, ni en su despacho ni en su habitación. Ahora había llegado a la sala de conexión del primer piso. Decidió descansar y se sentó en el sofá que estaba frente al televisor.

De repente algo extraño sucedió. De la pantalla del televisor salió Yosuke,

- Esto es la Resi…- Yosuke se quedó mirando fijamente a Sebastián.- ¡Aaahhh!
- ¿Qué pasa, Yosuke?- Teddie salió del televisor al oír el grito de Yosuke y quedó paralizado al ver la seria mirada de Sebastián sobre él.- ¡Buaaaah! ¡Sensei, Teddie tiene miedo!

Al oír los gritos, los demás, aparecieron en la habitación atravesando la pantalla. Sebastián les miró y posó su vista en Toni.

- Señorito, su madre tenía razón. Ha acabado metiéndose en el interior del televisor de tanto mirarlo.
- ¿Es eso un chiste, Sebas? Nunca te había oído contar ninguno.
- ¿Señorito?- Yosuke se quedó sorprendido al oír la conversación entre Sebastián y ese al que llamaban Toni, entonces se giró y le miró; el parecido con su amigo era increíble.- Eres igual…

Yosuke se abalanzó sobre Toni, que había dejado a Junpei sobre uno de los sofás, y le agarró por el cuello de la camiseta. No podía creerse que Toni hubiera actuado como si no lo conociera de nada.

- ¡¿Se puede saber que te pasa, Toni?!
- ¡Señorito Hanamura!- Sebastián se dispuso a detener a Yosuke.
- Tranquilo, Sebas.- Toni le indicó, con la mano derecha, que se detuviera.- Eso debería preguntarlo yo.- Se dirigió a Yosuke con una voz fría y tranquila.- No es de buena educación hablar de esa manera a alguien que ni siquiera conoces.
- ¡Pero que dices!

En ese momento Toni, con su mano derecha, agarró la muñeca de Yosuke y la presionó para obligarle a soltarlo. Pero en el mismo momento en que su mano le tocó, sobre Yosuke, apareció de nuevo Susano-o.

- Pero… ¿Qué esta pasando?
- Otra vez…- Pensó Toni.

Susano-o se transformó en otra Persona. Esa otra Persona parecía una rana con forma humana, un traje Disco de los 70 y una larga bufanda al cuello. Después formó una carta de Tarot de color amarilla y se introdujo en el cuerpo de Yosuke.

- Jiraya…- Yosuke calló al suelo, inconsciente.
- Bravo… ya tenemos a otro…

Toni y Sebastián llevaron a Yosuke a su habitación y a Junpei a otra de las habitaciones libres.

Todos estaban cansados de lo que habían vivido esa tarde. Todos comieron un poco para recuperar algo de fuerza, menos Naomi, que se dio un buen atracón que dejó impresionados a Toni, Chie, Teddie y Sebastián.

Después de la cena, Teddie decidió volver al Canal de Medianoche y todos fueron a despedirse.

- Teddie, buscarás aquello que te dije.
- Sí, Sensei. Y ahora que se como llegar hasta la casa de Sensei gracias a la señal de Sensei, Teddie podrá venir a visitar a los amigos de Teddie.
- Eh… Pues vale.
- Adiós, Sensei; adiós, Chie-chan; adiós, Señor Sebas; adiós Naomi-chan.
- ¡Que te vayas ya!- Le gritó Naomi.
- ¡Buaaaah! ¿Por qué Naomi-chan es tan mala con Teddie?- Teddie, entre sollozos, se introdujo por el televisor.
- Señorito.- Sebastián se acercó a Toni y le susurró al oído.- ¿Por qué lleva este joven un traje de oso?
- Pues no te lo sabría decir…

Después de esa curiosa despedida, Chie se fue a su habitación y cayó desplomada sobre su cama, estaba agotada.

Por su parte, Naomi, también fue a su habitación y al llegar se dio cuenta que encima de su cama estaba su uniforme del instituto.

-Ah, es verdad. Mañana ya empiezo las clases… Será mejor que prepare la mochila para mañana. Toni me dijo que nos iríamos temprano para ir a la oficina de los profesores o algo así. Jo, mejor que me acueste pronto.

Naomi metió en una mochila, que había comprado esa mañana, unos pocos libros y un cuaderno junto a un estuche. Tras hacer esto, Naomi se puso su pijama nuevo y se acostó. “Que cama tan comoda…”

Toni contó a Sebastián un pequeño resumen de lo que había sucedido esa tarde en el Canal de Medianoche.

- Ese chico, el que ha traído, ¿Iori?, estaba con usted la noche que fue a la discoteca, ¿verdad?
- Sí, estaba allí.
- ¿Y ahora que hará? Seguramente se preocuparán si no acude al lugar donde vive.
- Tienes razón… Ya sé.- Toni y Sebastián fueron a la habitación donde descansaba Junpei.


Yukari, tras salir del hospital, se dirigió directamente a la mansión Kirijo. Al llegar se encontró con que Mitsuru también llegaba en ese momento. Las dos entraron juntas en el edificio.

- Llegas algo tarde, Takeba. ¿Ha sucedido algo?
- Sí, he pasado por el hospital a ver a Yuko.
- ¿Yuko?
- Yuko Nishiwaki, una amiga de la infancia. Era la manager del club de atletismo hace dos años.
- ¿Nishiwaki? ¿No es la que había desaparecido?
- Sí, reapareció y ahora esta en el hospital. Parece estar bien.
- Me alegro.
- Bueno, Mitsuru-senpai, voy a pasar a limpio unos apuntes que me han dejado.
- Nos veremos en la cena.- Las dos se separaron.

Cuando llegó la hora de la cena las dos se reunieron en el comedor. Las dos notaron que allí pasaba algo raro, faltaba alguien.

- ¿Dónde esta Iori?
- No lo se. No lo he visto desde que acabaron las clases.
- Es extraño, siempre suele llamar cuando ha de llegar tarde.
- Seguramente estará haciendo estupideces por ahí.

En ese momento el móvil de Mitsuru empezó a sonar. Mitsuru miró de quién era la llamada y vio el número de Junpei.

- ¿Quién es?
- Es Iori. Ahora vuelvo.
- Vale.

Mitsuru salió del comedor para poder hablar por el teléfono.

- Si, Iori, ¿Dónde estas?
- Hola, Mitsuru, soy Toni.
- ¿Gómez? ¿Cómo es que llamas desde el teléfono de Iori?
- Bueno, tenía que llamarte pero no sabía tu número.
- ¿Ha sucedido algo?
- Podríamos decir que sí. Junpei ha tenido un pequeño “accidente” y no podrá volver a casa.
- ¿Accidente? ¿Está bien? ¿Dónde esta?
- Tranquila, todo ha salido bien. Junpei esta ahora mismo descansando aquí, en mí casa. Seguramente mañana ya se encontrará bien y podrá volver.
- Me alegro.
- Bueno, hasta pronto, que no quiero gastarle el saldo a Junpei.
- Hasta la vista.

Mitsuru finalizó la llamada, algo más tranquila después de saber que Junpei estaba bien. Al volver al comedor, Yukari le preguntó por la llamada.

- ¿Qué decía Stupei?
- Iori ha dicho que esta noche ha ido a casa de un amigo y se quedará a dormir, que no le esperemos.- “Mejor no decirle nada de Gómez, por ahora…” Pensó Mitsuru.

Tras acabar la cena, Yukari se fue a la habitación y tras seguir con los apuntes, se fue a dormir. Mitsuru, por su parte, se fue a dormir.


- ¿Ahora que hará, Señorito?
- Iré al despacho y arreglaré el móvil de Naomi y después me iré a dormir, que mañana hay que madrugar.
- De acuerdo, si necesita mí ayuda, avíseme.
- Gracias, pero no hará falta.

Sebastián se marchó hacía su habitación mienteras Toni se dirigió a su despacho. Allí se sentó en su sillón y abrió una pequeña caja de herramientas.

Después puso un pequeño chip en el móvil de Naomi que le permitía poder usarlo con cualquier red de telefonía móvil. Tras hacerlo, se quedó sentado y no pudo evitar pensar en todo lo que había sucedido ese día: la Persona de Yuko, lo sucedido con Junpei, lo que sucedió al tocar al amigo de Chie. Tenía demasiadas cosas en las que pensar pero estaba demasiado cansado para hacerlo. “Vayamos a dormir…”

Al llegar a su habitación y preparar la mochila para el día siguiente, se puso el pijama y se acostó en la cama y, mirando hacía el techo, cerró los ojos.

“Buf, y yo que me quejaba que mi vida era aburrida… Espero que mañana sea un día más tranquilo...”


Personajes aparecidos en el Capítulo 32:

Susano-o

Persona de la Arcana del Mago (Magician Arcana) y Persona Definitiva de Yosuke Hanamura. Es una Persona que domina hechizos de elemento viento, habilidades medias de curación y de apoyo. Esta basado en un dios de la mitología Japonesa.

Hermes

Persona de la Arcana del Mago (Magician Arcana) y Persona Inicial de Junpei Iori. Su fuerte son los ataques físicos y los ataques básicos de elemento Fuego. Esta basado en el Díos griego Hermes, el mensajero de los Dioses.

Jiraya

Persona de la Arcana del Mago (Magician Arcana) y Persona Inicial de Yosuke Hanamura. Sus habilidades estan basadas en hechizos elementales, de Sanación y de Apoyo. Esta basado en un mítico Ninja (no, no el de Naruto xD aunque lo que parezca una rana...).


Capítulo 33: Vuelta al Instituto

“Toc, toc, toc.” Alguien estaba llamando a la puerta.

- Ey, Toni-kun, ¿estas despierto? Llegarás tarde en tu primer día en el Instituto.

“Esa voz… ¿Yukari? ¿Qué esta haciendo aquí?”

- Ahora voy…

“Esa… ¿es mi voz?”

Toni despertó de golpe, abriendo los ojos de par en par y sosteniendo su cabeza con su mano derecha en su frente. “Que… ¿Qué ha sido eso? ¿Un sueño? No… ¿Un recuerdo, tal vez?”. De repente Toni oyó como llamaban a su puerta.

- Señorito, es hora de levantarse, hoy ha de ir pronto al instituto.
- ¿Sebas?... ¡Vale, ahora me visto!

Toni, algo turbado por esa visión, se puso el uniforme del instituto, cogió su mochila y salió de su habitación y se dirigió a la planta baja. Al abrir la puerta que comunicaba con el hall se encontró con Chie que parecía estar lista para ir al instituto.

- Buenos días, Toni-kun…
- Buenos días, Chie. Te has levantado algo pronto.- Toni cerró la puerta y se acercó a Chie.- Podías haber dormido un poco más, aún es temprano.
- Es que quería acompañaros al instituto.
- Ah…

En ese momento se abrió la puerta central por la que salió Naomi junto a Sebastián. Estaba vestida con el uniforme del instituto y sostenía, en la mano izquierda, una mochila con asa de color marrón.

- ¡Buuaahh!- Naomi realizó un gran bostezo mientras se tapaba la boca con la mano derecha.- Que sueño…- Naomi se frotó la mejilla y ojo derecho con el puño de la manga derecha de su uniforme.
- ¡senyorita Naomi, compórtese!- Le recriminó Sebastián.
- ¡Lo siento! No lo volveré a hacer.- Naomi se inclinaba disculpándose con Sebastián.
- Ja, ja, ja.- Toni no pudo evitar esbozar una sonrisa y soltar una pequeña carcajada al ver la escena.
- Uhm…- Naomi miró a Toni, se dirigió hacía él y se agarró a su cuello.- ¡No te rías!
- Perdona, perdona.
- Buf… No hay manera…- Suspiró Sebastián.- No tiene remedio.

Chie observó aquella escena y le extraño que si, como le había explicado Toni, los dos se conocían desde hacía poco tiempo tuvieran tal complicidad y confianza. Parecían ser hermanos de verdad.

- Bueno, siento interrumpir pero, ¿nos vamos?
- ¡Oh!- Naomi al fin soltó a Toni.- ¿También vienes, Chie-chan?
- Sí.- Le sonrió Chie.
- Naomi, toma.- Toni sacó de uno de los bolsillos de su uniforme el móvil de Naomi.- Aquí tienes tú móvil, ya debería funcionar.
- ¿De verdad? ¡Gracias!- Naomi se guardó el móvil en uno de los bolsillos de su mochila.- ¡Pues vamonos!- Grito llena de entusiasmo.
- Aigh… ¿De donde saca tanta energía?- Pensó Toni con la mano en su frente y moviendo la cabeza de un lugar a otro.- Sebas, ¿Cómo estan los otros dos?
- Siguen dormidos. Parece que estan realmente agotados.
- ¡Toni venga! ¡Que llegaremos tarde!- Grito Naomi.
- ¡Vale! No se si aguantaré su ritmo mucho tiempo… - Toni se quedó pensativo y se dirigió a Sebastián.- Si despiertan diles que hablaré con ellos cuando vuelva de clase.
- De acuerdo.
- ¡Ah, se me olvidaba! Tal vez venga alguién preguntando por mí. Si eso pasa llamamé al móvil, así no tardaré en volver.
- Sí, Señorito.


Al fin, y tras la insistencia de Naomi que parecía algo ansiosa, los tres salieron de la Residencia tras coger algo para comer por el camino. El trayecto hasta el instituto fue bastante tranquilo pues había poca gente debido a la hora que era. Las calles, la estación de Iwatodai, el Monorraíl, la estación de Port Island… no había nada del bullicio de estudiantes yendo hacía el instituto que siempre solía haber.

Tras un extrañamente tranquilo y relajado viaje en Monorraíl los tres llegaron a Port Island y se dirigieron hacía el instituto. Poco antes de llegar al instituto Toni les dijo a Chie y Naomi que parasen un minuto.

- ¿Pasa algo, Toni-kun?
- ¡Venga Toni! ¡Estamos a punto de llegar!
- Tranquila, Naomi, solo será un minuto. Quería deciros una cosa antes de llegar al instituto.
- ¿El qué?
- Pues, Naomi, oficialmente tú serás mi hermana.
- ¿Tu hermana?
- Sí. En tu ficha para el instituto que Sebas y yo creamos ayer dice que eres mi hermana. Por eso, convendría mantener eso para todos los demás, y eso también va por ti, Chie.
- De acuerdo.
- ¡Vale! Oni-chaaaan ~- Contestó Naomi con una voz melosa.
- ¡Agh!- De repente, un escalofrío recorrió la espalda de Toni al oír eso.-Venga, deja de bromear y vayámonos.

Naomi se adelantó a Toni y Chie mientras se dirigían al instituto.

- Parece muy animada, ¿verdad?
- Sí… Por cierto, Chie, quería preguntarte una cosa.
- ¿El que?
- ¿Hay más como tú por aquí?
- ¿Cómo yo? ¿A que te refieres?
- A gente como tú, Teddie y el chico de la Residencia, con Personas.
- Ah… Pues sí, hay otra chica que también tiene una Persona, pero ahora esta de viaje. ¿Por qué lo preguntas?
- Es que no creo que sea una coincidencia. Que haya pasado tres veces es demasiada casualidad.
- ¿Eh? ¿A que te refieres?
- Que las Personas de Teddie, del chico de la Residencia y la tuya reaccionaran de esa manera.
- ¿Qué surgieran de repente y se convirtieran en su versión inicial?
- Sí… Y según me dijiste, no podías usarlas fuera del mundo dentro del televisor.
- … Es verdad, ahora puedo usar a Tomoe fuera del Canal de Medianoche… ¿Por qué será?
- No lo se… pero lo curioso es que eso sucedió cuando vosotros y yo nos tocamos, o al menos eso parece.
- …- Chie recordó que, antes de que le sucediera eso a Tomoe, ella tocó la mano de Toni, además a Yosuke también le pasó cuando Toni agarró su mano.- Es verdad…
- Por eso prefiero saber si hay alguien más de los vuestros. No quisiera tocar a alguien por accidente y que su Persona surja en medio de mucha gente.
- Es cierto, eso no sería nada bueno… De acuerdo, te avisaré cuando vea a esa amiga.
- Muchas gracias, Chie.- Toni sonrío a Chie.
- De… de nada.- Chie se sonrojo al ver la expresión de Toni y mirando hacía el suelo, intentando disimular pensó “¿Pero que me pasa? ¡Si no es él!”.
- ¡Venga! ¡¿Por qué tardáis tanto?!

Los tres llegaron al instituto, en el cual aún no había prácticamente nadie. Solo había un par de estudiantes, posiblemente encargados del mantenimiento de sus respectivas aulas.

Chie se despidió de Toni y Naomi y se dirigió hacía su clase, por su parte, Toni y Naomi se dirigieron a la oficina de los profesores.

Toni llamó a la puerta, que al momento, fue abierta por un hombre con un casco de Samurai.

- ¿Queréis algo?- El hombre se fijó en Toni.- Ah, Gómez, ¿ya has vuelto?
- Sí, señor Ono.
- Uhm…- El Señor Ono, profesor de historia, miró a Naomi.- Usted no me suena.
- Ella es una nueva alumna, la he acompañado ya que tenía que hablar con mi tutora.
- Encantada de conocerle.
- Entiendo, pasad.

Los dos entraron y allí dentro encontraron a la senyorita Terauchi sentada en su mesa y los dos se le acercaron.

- Buenos días, senyorita Terauchi.
- ¡Ah! Gómez-kun, ¿ya has vuelto?
- Sí, ayer volví de mí viaje y hoy ya he vuelto al instituto.
- Me alegro, asegúrate de ponerte al día en todo lo que hemos hecho esta semana.
- De acuerdo, eso haré.
- ¿Y esta muchacha? ¿Es tu novia?
- N-no, es mi hermana. Hoy empieza sus clases aquí.
- ¿Tu hermana? Creí que eras hi…
- Naomi Arisato, supongo.- Interrumpió alguien desde una mesa cercana.
- ¿Señor Edogawa?- Preguntó extrañada la senyorita Terauchi.- ¿Usted la conoce?
- Evidentemente.- El señor Edogawa se levantó y colocando unos papeles se acercó a los tres.- Buenas, Gómez, me alegra que al fin hayas vuelto.
- Gracias…
- No ha contestado a mi pregunta, señor Edogawa.
- Pues, senyorita Arisato, soy el tutor de 2ºC y a partir de hoy usted acudirá a mi clase.- Prosiguió el Profesor Edogawa, ignorando a la senyorita Terauchi.- Desde hoy pertenece a 2ºC.
- ¡Pero no me ignore, señor Edogawa!- Interrumpió la senyorita Terauchi.
- Espere un momento...- Interrumpió Naomi.- ¡¿No iré a la misma clase que Toni?!
- No, Gómez va a 3ºF, mi clase.- Contestó la senyorita Terauchi.
- Y según su matricula,- El profesor Edogawa señaló los papeles que llevaba en su mano izquierda.- usted va un curso por detrás.

Naomi, miró a Toni con una cara que mostraba bastante enfado, pero se retuvo pues no quería montar una escena delante de los profesores.

- Bueno, aclarado esto, vaya al aula de 2ºC, yo iré de inmediato. Espéreme fuera hasta que yo llegue.
- De acuerdo…
- Y tú, Gómez, también deberías ir a clase.
- De acuerdo, senyorita Terauchi.- Los dos, Toni y Naomi, salieron de la oficina cerrando la puerta tras de si.
- Al fin alguien que me hace caso…- Musitó la senyorita Terauchi mientras miraba de reojo al señor Edogawa.
- ¡Oh! ¿Estaba usted aquí, senyorita Terauchi?
- Grrr…

Los dos “hermanos” caminaban por el pasillo en dirección hacía el hall para ir cada uno a su clase. Los pasillos aún estaban desiertos.

- ¡¿Me puedes explicar esto?!
- ¿El qué?
- ¡Que estemos en cursos separados! ¡¿No se supone que tenemos la misma edad?!
- Estooo… No exactamente.
- ¡¿Cómo que no?!
- Naomi, en este mundo estamos en el año 2012, no el 2011 como en el tuyo. Si hubieras permanecido en tu mundo, ¿no hubieras comenzado el segundo curso?
- Sí, pero…
- Pero si te hubiéramos inscrito en el tercer curso lo hubieras pasado mal en los estudios.
- Sí, pero…
- Je, je, je…- Toni apoyó el dedo índice de su mano derecha en la frente de Naomi y le empujó hacía atrás.
- ¡Jo! ¡No es justo! ¡Y no me hagas eso!

Los dos ya habían llegado al hall mientras hablaban y tras oír las argumentaciones de Toni, Naomi no pudo evitar la frustración por no poder rebatirle y volvió a colgarse al cuello de Toni, abrazándolo y quedando de espaldas a la entrada y las taquillas, sobre el escudo en medio del hall.

- ¡Como te atreves! ¡No vuelvas a hacerme algo así sin preguntarme!
- Vale. ¡Vale! ¡¡Vale!! ¡Perdóname, no lo volveré a hacer, pero suéltame!
- ¡Nunca!

Los dos seguían forcejeando cuando, de repente, se oyó una voz detrás de ellos:

- ¿Toni-kun?
- ¿Eh?- Toni se giró para ver quién era.- ¡Oh! Fuuka, Yukari. Buenos días.- Entonces susurró a Naomi.- ¡Baja de una vez! ¡Estamos haciendo el ridículo!
- Vale.- Naomi soltó a Toni y miró a Fuuka y Yukari, ambas eran muy parecidas a las amigas que dejó en su mundo. Fuuka parecía estar sorprendida de verlos y Yukari tenía una expresión muy sería.
- ¿Dónde has estado, Toni-kun?
- Je, je, je.- Toni se frotó la nuca mientras sonreía.- Me fui de viaje y he tardado más de lo que tenía previsto.

Naomi estaba a punto de saludarlas, pero algo que no esperaba sucedió. Yukari, con una expresión llena de furia, se acercó a Toni y sin mediar palabra le abofeteo la cara con la mano izquierda y se fue hacía las escaleras.

Los tres se sorprendieron por la repentina reacción de Yukari, sobretodo Naomi que no entendía la razón por la que Yukari golpeó de esa forma a Toni. Este se puso la mano derecha en la mejilla derecha, allí donde le había golpeado Yukari.

- Perdónala, Toni-kun… Todos estábamos muy preocupados por ti y Yukari-chan…
- No pasa nada, Fuuka, no ha sido nada.- Toni sonrió a Fuuka.
- Va-vale. Me voy a clase, nos vemos después.- Fuuka se marchó.
- Seguramente ha ido tras Yukari-chan…- Dijo Naomi en tono serio.
- Sí, es posible.
- ¿Qué le has hecho? Parecía muy enfadada.
- No lo sé…- Y en voz baja musitó.- Pero… esto es lo mejor.
- ¿Qué quieres decir con “esto es lo mejor”?
- Venga Naomi, que llegaremos tarde a nuestras clases.- Toni comenzó a caminar hacía las escaleras.
- ¡Pero respóndeme!

Toni, después de separarse de Naomi en el segundo piso, llegó a su clase y al entrar se dio cuenta que aún no había nadie, ni Yukari había llegado. “Bueno, pues vamos a esperar”. Toni se sentó en su pupitre, colgó su mochila en él, y apoyó su mejilla derecha en su mano: “¡Ay! Como duele…”

Fuuka intentó encontrar a Yukari pero no había rastro de ella en su clase ni en ningún lugar del tercer piso: “Tal vez…”. Fuuka subió hasta la azotea y al abrir la puerta que conducía a la terraza exterior se encontró a Yukari sentada en uno de los bancos de piedra con sus codos sobre la mesa y sujetándose la frente con sus manos.

- ¿Te encuentras bien, Yukari-chan?
- …- Yukari no contestó.

Fuuka se acercó a Yukari y se sentó a su lado poniendo su mano izquierda sobre el hombro derecho de Yukari.

Tras unos minutos en silencio Yukari entrecruzó sus brazos sobre la mesa y miró hacía el cielo.

- Seguro que me odia…
- ¿Te refieres a Toni-kun?
- No se… porqué le he pegado. No he podido evitarlo, al verle con aquella chica mi cuerpo empezó a arder…
- Yukari-chan… Tranquila, estoy segura que hay una explicación.
- No… ¡No me importa nada de lo que haga!

Naomi, antes de ir a donde le indicó el profesor Edogawa fue al baño para refrescarse un poco y mientras lo hacía no pudo evitar seguir pensando en la extraña reacción de Yukari.

Al salir Naomi fue a la puerta de la clase de 2ºC y se dio cuenta que los alumnos de esa clase ya estaban dentro. “Jo, tampoco he tardado tanto…”. En ese momento, detrás de ella, apareció el profesor Edogawa.

- senyorita Arisato.
- ¡Sí!- Naomi se asustó al oír de repente la voz del profesor y se giró hacía él.
- Cuando se lo indique, entre en clase.
- ¡D-de acuerdo!

El profesor Edogawa entró en el aula y al hacerlo todos los alumnos se callaron y se sentaron en sus sitios. El Profesor Edogawa parecía decirles algo a los alumnos y de repente alargó el brazo izquierdo hacía la puerta e indicó a Naomi que entrará.

Al entrar todos los alumnos miraban a Naomi. Esta se colocó junto al Profesor.

- Bueno, esta es la estudiante de las que os he ido hablando. Ha sido transferida y desde hoy será vuestra nueva compañera de clase.- El Profesor miró a Naomi.- Preséntese.
- Sí.- Naomi se dirigió a los demás. Bueno me llamo Naomi Arisato, espero que nos llevemos bien.- Dijo con una sonrisa y tras decir esto se empezaron a oír el susurrar de los alumnos.
- Bueno, Arisato, puedes sentarte en uno de aquellos dos pupitres que no estan ocupados.
- De acuerdo.- Naomi comenzó a caminar hasta llegar hasta dos pupitres ubicados en mitad de la clase y se sentó en uno.
- Hola.- Le dijo una chica sentada a su derecha.- Mi nombre es Yumi Ushino encantada.
- Y yo soy Natsumi Ashimi, espero que seamos amigas.- Interrumpió la chica sentada a la derecha de la anterior.
- Encantada, soy Naomi Arisato. Yo también lo espero.
- Señoritas, dejen las presentaciones sociales para después de clase.
- ¡S-sí!- Dijeron las tres a la vez y al hacerlo todos los demás alumnos empezaron a reírse por la situación.
- Silencio o caerá sobre vosotros una maldición de silencio perpetuo… ¡Ocus Pocus!
-“Ji, ji, ji. Este Profesor Edogawa es igual de raro al de mí mundo.”- Pensó Naomi.

La clase quedó en silencio tras estas palabras del Profesor Edogawa.


Yukari ya se había calmado un poco tras hablar un poco más con Fuuka. En ese momento se oyó el timbre que anunciaba el comienzo de la primera clase y las dos fueron hacia sus respectivas aulas.

Al llegar Yukari a su aula se encontró que Kasushi y Kenji estaban junto a Toni, hablando con él. Yukari se quedó en la puerta unos segundos mientras respiraba un poco para calmarse y después entró y se sentó en su pupitre, que estaba cerca del pupitre de Toni.

- ¡Ey, Toni! ¿Qué te ha pasado en la mejilla?- Preguntó Kazushi.
- ¡…!- Yukari se sobresaltó al oír esa pregunta.
- Je. Me di un golpe con una puerta, tengo que fijarme más por donde voy.- Contestó Toni mientras se rascaba la nuca con la mano derecha.
- Pues yo diría que tiene la forma de una mano… una mano femenina…
- ¿Estás insinuando algo, Kenji?- Toni miró fijamente a Kenji.
- No, solo comentaba que me parecía raro… ¿No habrás enfadado a alguna dama?- Al pronunciar esto último, Kenji, puso algo de énfasis en ello, como si quisiera que alguien más lo oyera.
- Gómez-kun.- Una compañera, una chica de mediana estatura y con el pelo largo, castaño y casi rubio, ojos marrón claro; se acercó al grupo, Toni no recordaba haberla conocido antes.- ¿Dónde has estado estos días?
- Eso, eso.- Continuó Kazushi.
- Pues tuve que irme de viaje para atender unos…- Toni se quedó pensativo unos segundos.-… asuntos familiares. ¿Por qué lo preguntas?
- No, por curiosidad… ¿Quieres que te deje los apuntes de estos días?
- Te estaría muy agradecido… ¿Esto?
- Sakurai, Minami Sakurai.
- Gracias, Sakurai.- Toni cogió una carpeta con los apuntes.- Mañana te los devolveré.
- No hay prisa, Gómez-kun.- La chica sonrió.
- “Que se habrá creído esta…”- Yukari no pudo evitar enfadarse otra vez.

En ese momento entró el profesor Takenozuka y todos se sentaron en sus sitios. El profesor se acercó a la mesa del profesor y puso sus libros sobre ella.

- Oh, veo que Gómez ha vuelto a clase. Además, Iori y el estudiante de intercambio…- El profesor Takenozuka miró el listado de clase.-… Hanamura, no han venido a clase.
- “¿Ese Hanamura será…? Bueno, se lo preguntaré a Chie.”- En ese momento Toni levantó su mano derecha- Profesor Takenozuka.
- ¿Sí, Gómez?
- Junpei no podrá asistir a clase, me ha enviado un mensaje diciendo que hoy tenía que ir al medico y no podría venir.
- Ah, entiendo… Pues empecemos la clase de Física, hoy el tema es el Movimiento Rectilíneo Uniformemente Acelerado…
- “¿Junpei le ha enviado un mensaje? Pero si ninguno teníamos su número…”- Yukari no pudo evitar sospechar de esas palabras de Toni.


Las clases continuaron para todos en el instituto Gekkokan. El tiempo pasó lentamente hasta llegar la hora del descanso para comer.

Al sonar el timbre, Fuuka salió de su clase y se dirigió a la clase de Yukari y Toni. Al entrar se acercó a Yukari y la invitó a comer para así poder hablar un poco las dos con algo de tranquilidad.

Las dos se acercaron a la puerta del aula para dirigirse a la planta baja para comprar algo para beber. Yukari miró, disimuladamente hacía Toni, que volvía a estar junto a Kazushi, Kenji y unos cuantos chicos más de la clase.

Algo sucedió en ese mismo momento. La otra puerta se abrió de golpe y como un rayo alguien entró en el aula dirigiéndose directamente hacía Toni, se abalanzó sobre él y le abrazó por el cuello. Todos se quedaron asombrados al ver lo que había sucedido.

- ¡Toni! ¡Vamos a comer juntos!
- ¡Na-Naomi! ¡Quieres bajarte de encima!

Kazushi y Kenji se quedaron mirando la escena con los ojos abiertos como platos. Por su parte, Yukari se marchó del aula sin mediar palabra y Fuuka la siguió. Por su parte Toni consiguió que Naomi lo soltara.

- Wow, Toni… ¿Quién es?- Kazushi aún estaba en shock al ver esa escena.
- ¡Ya se! Ella es tú…
- ¡Hermana!- Interrumpió Toni sin dejar terminar a Kenji.- Chicos, os presento a Naomi Arisato, mi hermana.
- Ah… hermana…- Kenji parecía algo intrigado.
- Hola, encantada de conoceros.
- Oh, que guapa.- Dijo uno de los chicos que había alrededor.
- Jo, que suerte tienes de tener una hermana tan mona, Toni… La mía ya es demasiado mayor…- Suspiró Kazushi.
- Es extraño…- Dijo uno de los alumnos, el cual llevaba unas gafas.- Si sois hermanos, ¿Cómo es que tenéis apellidos distintos?
- Es verdad.- Dijo otro.
- “Maldito sea el gafotas este…”.- Pensó Toni.- Pues es porqué… Cuando nuestros padres murieron nos separaron. Yo fui con la familia Gómez, la de nuestro padre, y conservé el apellido. Naomi fue con la familia de nuestra madre y cambiaron su apellido por el de la familia, que era Arisato. Es por eso que tenemos apellidos distintos.
- Es verdad, es verdad.- Naomi asintió, corroborando lo dicho por Toni.
- Ah, entiendo.
- Pero Toni, ¿Cómo es que no nos hablaste de ella hace dos años?- Preguntó Kenji.
- Es que entonces no sabía de la existencia de Naomi. Hace unos días me enteré de ello y esos eran los asuntos familiares que he tenido que tratar.
- Ya lo entiendo.
- Bueno, ya habéis oído, me tengo que ir a comer. Hasta luego.

Toni y Naomi salieron del aula y se dirigieron a la terraza del tejado para comer.

-Valla historia, ¿la tenías ensayada?
- No, la he ido inventando sobre la marcha… Espero que se la hayan creído.
- Bueno, si no se lo creen…- Naomi se paró de golpe y rozándole la nariz a Toni con su dedo derecho y poniendo otra vez una voz suave.-… puedo ser tu novia… Oni-chan~…
- ¡Quieres dejar de decir eso, me pones de los nervios!

Los dos siguieron su camino mientras Naomi se reía y seguía burlándose de Toni.


Junpei, poco a poco, fue recuperando el sentido. Sentía su cuerpo muy pesado y algo mareado. Poco a poco fue abriendo los ojos y vio un techo que no reconocía. “¿Dónde estoy?”.

Se fue incorporando despacio y mirando a su alrededor. Al ver la habitación, recordó la visita guiada que Yosuke le hizo por la Residencia: “Esta habitación… se parece a la habitación de Yosuke… ¡Agh! Mi cabeza, que dolor… Y también tengo hambre.” Junpei vio sobre la mesa una bandeja con algo de comida; pan, algo de fiambre y fruta; y algo para beber.

Sin pensárselo dos veces comió lo que allí había. Mientras comía fue mirando la habitación y vio sobre la mesita cerca de la cama, donde había dormido, su gorra junto a su teléfono móvil.

Al terminar de comer Junpei se puso la gorra y miró su móvil, estaba sin batería. “¿Qué hora será?” Al mirar su reloj vio que era la tarde del día siguiente. “¿Pero que ha pasado?” En ese momento recordó algo. “¡Toni!”

En ese momento Junpei salió de la habitación y, de golpe, se encontró con Yosuke que salía apresuradamente de la habitación de al lado.

- ¡Llego tarde, llego tarde!
- ¡Espera Yosuke!
- ¿Eh?- Yosuke se paró de golpe y miró a Junpei.- ¿Qué haces aquí, Junpei?
- No lo se exactamente…
- Veo que ya se han levantado.- En ese instante, Sebastián apareció detrás de ellos.
- ¡Señor Sebastián! ¡Perdóneme!- Yosuke comenzó a disculparse.- Me he dormido, no quería faltar a clase...
- Tranquilícese, señorito Hanamura, no hay ningún problema.
- Uhm… Gracias…- Al oír eso Yosuke se sintió un poco más aliviado, pero no podía evitar sentirse algo asustado.
- ¿Tú?- Junpei no podía evitar mirar a Sebastián ya que le sonaba de algo.- ¡Tú eres quien se llevó a Toni!- Sebastián miró fijamente a Junpei y este sintió como su cuerpo se paralizaba.
- ¿Toni?- Yosuke se sorprendió al oír que Junpei dijera eso.
- Señorito Hanamura, señorito Iori, el Señorito me ha pedido que les comunique que quiere hablar con ustedes.
- ¿Señorito? ¿Quién es ese?
- Es el dueño del edificio, señorito Hanamura. Lo que sucede es que ahora mismo no se encuentra aquí. En cuanto vuelva hablará con ustedes.- Sebastián se giró y comenzó a caminar hacía las escaleras pero antes de marcharse miró a Yosuke.- Hoy no hace falta que vuelva que vaya a clase, pueden esperar al Señorito en su habitación.

Sebastián se marchó dejando a los dos jóvenes frente a la habitación de Yosuke. En ese momento Yosuke se giró hacía Junpei y pensando en intentar explicarle lo que le sucedió el día anterior.

- Junpei… sobre lo que te pasó ayer…
- ¿Ayer?
- Sí… cuando nos metimos en aquel televisor…- Yosuke no sabía como continuar.- Bueno, ¿me creerías si te dijera que hay unos monstruos llamados Sombras?
- ¿Y que solo pueden ser vencidas por un poder llamado “Persona”?
- Tú…- Yosuke se quedó asombrado al oír lo que había dicho Junpei.- ¡¿Cómo sabes eso?!
- Yo soy un Usuario de Persona desde hace casi tres años… Yosuke, creo que tenemos que hablar de un par de cosas.

Junpei y Yosuke entraron en la habitación del último y estuvieron hablando durante algún tiempo, sobre las Sombras y las Personas y sobre las vivencias que tuvieron cada uno relacionadas con ellas pero sin mencionar a ninguno de sus compañeros de grupo.

Durante esa charla ambos oyeron como el timbre de la entrará sonaba. Ambos salieron de la habitación y se acercaron al hueco de la escalera para ver quién había llegado pero solo pudieron ver a la persona fugazmente, entrando por la puerta central de la planta baja mientras Sebastián la seguía.

- ¿Quién será?
- Ni idea… Pero ya será imposible saberlo, esa puerta no se puede abrir.

Los dos volvieron a la habitación y siguieron hablando entre ellos.


Personajes aparecidos en el Capítulo 33:

Minami Sakurai: Compañera de clase de Toni, Yukari, Junpei y Yosuke. Toni no parece conocerla o recordarla de lo vivido por su "Otro yo". Parece mostrar algún interés por Toni.

Es un personaje que no aparece en los juegos de Persona 3 o 4. Es un personaje original del Fic.




Ultima edición por izanagi33 el Lun Sep 17, 2012 7:49 pm; editado 7 veces





Saixion Mensaje Vie Mar 26, 2010 10:21 pm
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