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Muy bueno, espero el siguiente: 78%
Buena historia, no tan buena narración: 7%
Buena narracion, no tan bueno historia: 0%
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» La ciudad del cielo gris (5 Elementos) Cap-39
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xXnaloviXx Mensaje Sab Dic 15, 2012 10:49 am
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tranquila que me pensare bien mi regalito KUKUKUKUKJUKUKUKUKU




Matalluvia 333 Mensaje Dom Dic 16, 2012 5:44 am
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me has... me has hecho llorar joder!, como pudo pasarle esto, por que nizo, por que fuiste a aquel lugar donde habita la muerte...
quiero un capitulo que me de alegria, me las pagaras Sayara por undirme en este mar de triztesa, espro el siguiente cap ñ_ñ.
Saludos ///_O|| (si, soy emo xD)




gracias "Otro Pincel" (YFC)por la firma =D
Sayara Mensaje Vie Dic 21, 2012 10:15 pm
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HiHi a Todos Sonrisa

Perdonar que publique tan tarde pero estaba esperando el fin del mundo... \-O-/

Suena un poco mal esto, pero... me encanta de que hayáis llorado con el cap anterior XD. No, ahora en serio, si realmente lo habéis hecho me demuestra que el capitulo salio bien jeje.

Por el momento nada más, pero os siguieron que miréis esta semana el fic, puede que por aquí caiga algún regalito Cool



Capitulo 22: Por tu culpa



Ya habían pasado dos días desde la horrible noche, dos días bastante angustiosos e incómodos. Las cosas habían cambiado mucho, y no para mejor, por supuesto. Tras llegar a la base, fue Sôkar el que tuvo que contar la noticia, pues Lluvia había caído rendida, seguramente tras el estrés había preferido refugiarse en un mundo del sueño. Pero la gran noticia fue cuando Mat quiso mirar el cuerpo frio de Nizo, dándose cuenta que no estaba muerto. No hubo tiempo para la alegría, pues debía ser atendido de urgencia. Su corazón casi no latía, y lo hacia de manera lenta, dando sus últimos avisos de vida. Amor debió ayudar en la operación junto a Mat para rescatarlo, y fue mucho peor de lo que pensaban. Su cuerpo estaba completamente lleno de cortes, mazaduras y quemaduras. Su cuerpo casi no tenia sangre, y apenas quedaban un par de reservas de su clase, pues mucha se habían utilizado la semana pasada para Lluvia. La operación se alargó cinco horas, en las que mientras Mat se centraba en curar órganos internos los cueles estaban gravemente dañados, Amor se dedicaba a coser las heridas más grandes impidiendo que saliese la sangre que le estaban transfiriendo. Aquello fue increíblemente duro para la chica, pues era la primera vez que se encontraba con un cuerpo en aquellas condiciones, tan mal herido. Generalmente, la operación acabo a las cinco horas, tras cerrar heridas, haber desecho coágulos y haber estabilizado más o menos a Nizo, aunque él no despertó. Sôkar, había llevado a Lluvia a su habitación para que descansara, y pensando que le diría cuando ella despertase y debería decirle que su hermano había caído en un coma bastante duro. Tarántula fue atendido algo más tarde, porque aunque sus heridas habían sido graves, ni se acercaban a las de Nizo, con él se habían cebado. Tarántula confeso a Dino haberse escapado ambos escondiéndose en las planta de los pies de Lluvia, pues no querían que todos se hubiesen ido de misión y ellos no. Después de separarse del Lluvia y haberse encontrado con el resto, anduvieron explorando el lugar y se encontraron con un miembro de F-13, uno que respondía al nombre de Melón. Fue él quien le había propagado tal paliza, y al enterarse de que Nizo era el hermano de Lluvia, fue cuando empezó a disfrutar con su tortura, y tras dejarlo, pensando que estaba muerto, los abandono allí. Tarántula, mal herido, intento ir a buscar ayuda, pero no fue capaz de ir más lejos del túnel. Después de aquello debió ser cuando Melón se encontró con Kaji, mientras él se limpiaba las manos de sangre de Nizo en una charca. Tarántula salió con un par de huesos rosos y heridas que tardarían un tiempo en curar, pero bien al fin y al cabo. Por otro lado Nizo, no mostraba intención de despertarse, ahora solo quedaba esperar. Lluvia durmió casi un día entero, y tuvo que ser Amor quien la cambio para limpiar la ropa llena de sangre. Al día siguiente, tuvo que ser Sôkar quien fue a su habitación, a contarle lo sucedido, y Lluvia nada más enterarse de que hermano seguía con vida, salió corriendo de la habitación, únicamente vestida con la camiseta que solía usar para dormir, yendo a ver el estado de Nizo. Fue bastante impactante velo, allí quieto y pálido, con todos aquellos cables y maquinas haciendo ruido constantemente. Lo único que pudo hacer fue sentarse en la cama, sujetar la mano de su hermano, y esperar a que despertase. Y así llevaba desde entonces, encerrada en la enfermería, negándose a salir de allí. Quería estar sola, únicamente dejaba entrar a Mat para ver el estado de su hermano, e incluso a Sôkar le costaba ir a hablar con ella, no se había olvidado de su traición.

Por otro lado, Rubeola había llegado al día siguiente, cargando con una mochila llena de ropa y tan sonriente como siempre. Mat sintió un enorme alivio al ver a su hermana, aunque se le fue cuando ella empezó a meterse de forma cariñosa con él. Chips y Gafas parecían adaptarse poco a poco a aquel lugar. Dino no mostró en ningún momento su negativa a que los pequeños quedasen allí junto a ellos, tenían una habitación los dos juntos casi alado de la de Kaji. Los pequeños se entretenían explorando la base, y haciendo cookies junto a Amor, que parecía haber tomado el papel de niñera de ambos. Dino los había interrogado levemente, pero ninguno de los dos podía decir mucho sobre lo que sucedía más allá de las paredes de su celda, sobre la base. Los entrenamientos se habían suspendido por el momento, ninguno de ellos estaba para ello. Sauce únicamente tenía un par de heridas, nada grabe, pero se quejaba mucho. Arturo llevaba ahora un cabestrillo en su brazo izquierdo, e intentaba tener el otro en reposo. Kaji debía ser atendido por Amor una vez al día, pues se había echo daño en la espalda. Lo atendía en la enfermería de los dormitorios, pues de la principal se había apropiado Lluvia, y era mejor no juntar aquellos dos. Sôkar prefería descansar solo en su habitación, y salía de vez en cuando para ir a comer o para intentar hablar con Lluvia, pero acababa volviendo al poco tiempo. tarántula también descansaba en la segunda enfermería, aunque se recuperaba más rápido de lo esperado.

------------------


Era de noche, todo el mundo debía estar descansando en sus habitaciones, menos Mat, que había preferido ir a su laboraría a pasar la noche. Apenas había luz, la penumbra le encantaba, y solo una bombilla brillaba parpadeando de vez en cuando. Delante suya había un ordenador donde tecleaba sin parar, a una rapidez asombrosa, únicamente parando para mirar de vez en cuando por un microscopio a su vera, y cambiaba las muestras de sangre en pequeñas placas de cristal. También apuntaba en una libreta algunos garabatos, para acordarse más delante de los detalles y algunos cálculos. Llevaba allí desde la hora de cenar, y ni tenia que excusarse para largarse de allí sin decir nada, únicamente su hermana hacia reparo en él cuando desaparecía. Los últimos días habían sido agotadores, desde la misión se había convertido en el medico general del lugar, y aunque no le gustase mucho tuvo que pedir ayuda a Amor, para las heridas menores. Aun seguía algo molesto desde aquel día cuando encontrara el colgante de la chica en su laboratorio privado. No sabia como había conseguido entrar, ni quería saberlo, solo que no le gustaba nada que anduviesen en sus cosas, y menos en aquellas.

Resoplo pesadamente, echándose para atrás y sintiendo como sus huesos estalaban levemente por permanecer varias horas en la misma posición. Cogió una de las placas de cristal con sangre dentro y la vio contra luz, pensando en todo lo que le podía rebelar aquella sangre y todo lo que le ocultaba. La oleada de heridos de aquellos últimos días le había permitido ampliar sus muestras, las cuales sacaba de manera disimulada de sus dueños, sin que estos supiesen que haría con ellas. La de su mano pertenecía a Lluvia, y seguía rondando que secretos ocultaba. Aun se preguntaba como había conseguido deshacerse del suero que le habida inyectado para que durmiese. Poso el cristal en ella una repisa, y puso otra placa en el microscopio. Este pertenecía a Nizo, y aunque en parte eran iguales, a la vez eran distintas. La primera vez que Mat se diera cuenta de aquello, pensó que no debían ser hermanos de sangre, pero tras varias pruebas confirmo que si lo era. Era extraño, y no conseguía adivinar el porqué de aquello, además conseguir la sangre de Lluvia era difícil, pocas veces volvía herida, y tampoco se fiaba mucho de Mat. Cuando volvió a apuntar un par de cosas en la libreta, escucho como la puerta se abría. Sobresaltado se levanto, mirando a la oscuridad donde estaba la puerta, pues únicamente él podía abrirla.

- Deberías de estar durmiendo- dijo la voz de Rube desde la penumbra, dejando que la luz la iluminase levemente. Mat abrió los ojos sorprendido, sin entender como había entrado, y no solo eso, si no como sabia de aquel lugar, pues además de Dino nadie más debía saber de él.

- ¿Cómo has entrado?- dijo con una voz de enfado, pero volviéndose a sentar más relajado.

- Soy capaz de hacer más cosas de las que piensas Mat- dijo acercándose. Llevaba un pijama negro, camisa y pantalón largos, con el pelo rizo suelto. Ahora ella dormía en una habitación sola, la misma que utilizaba las pocas veces que dormía allí. El semblante de Rube era serio, algo poco común en ella- Vengo hablar contigo.

- No me gusta que estés aquí, y menos que entres como si nada
- contesto Mat mientras volvía a su trabajo. Aunque era verdad que no le agradaba nada que ella estuviese allí, también era de las mejores personas para descubrir su pequeño secreto- Pero adelante…

- Vengo a echarte la bronca- dijo cruzando los brazos delante de su pecho. Mat arqueo una ceja mientras la miraba, como si le restregase que aquel no era su comportamiento común, el de la hermana protectora, pero dejo que continuase- Sabes lo temeroso que ha sido vuestra escapada, ¿Verdad?- dijo inclinándose levemente, como si quisiese hacerle sentir peor.

- Rube… No me vengas ahora con esas…-dijo mientras resoplaba
- ¡Escúchame!-grito sobresaltando a Mat. Solo dos veces en la vida había sido las que Rube le había elevado la voz, y las dos cuando era pequeño. Mat callo, no queriendo llamar la ira de Rube- Hace tiempo que pensaba que eras una persona responsable, pero sin duda meterse en un lio así no es de alguien que las piense- proseguía frunciendo el ceño, mientras Mat miraba a otro lado en silencio- Por tu culpa he perdido una oportunidad muy importante, he tenido que abandonar mi puesto en el laboratorio justo en el momento más importante, y seguramente he desperdiciado varios meses de trabajo por vuestra culpa- seguía su reprimenda.

- Fuimos por que pensábamos que estabas en peligro…-contesto Mat aguantando una pequeña ira que crecía en él. No era del tipo de personas que aguantaban sermones de los demás, aunque en cierto modo aquello se lo merecía.

- ¿Acaso crees que no soy capaz de valerme solita?- contesto sin elevar la voz- Llevo años trabajando en aquel lugar, si algo tenia preparado era alguna forma de escape en caso de urgencia. Tenia compinches y contactos, no me costaría escapar sin que me viesen- pronunciaba segura- Te pediré que la próxima vez que se te ocurra hacer algo por el estilo, lo pienses dos veces, y que hagas más caso a Dino, es más sensato de lo que crees- finalizo su sermón mientras resoplaba. Empezó a marcharse, pero Mat aun tenia algo que decir.

- ¿Y tú que? ¿Por qué llevas años mintiéndome? Siempre me has dicho que trabájanos en una empresa del tres al cuarto, y en una noche me entero que estas metida hasta el cuello en un laboratorio del gobierno- contesto cabreado.

- …- ella pensó levemente en la respuesta, y lo miro directamente a los ojos- Puede que en eso tengas algo de razón… pero tampoco veía necesario que supieras aquello. Solo seria una preocupación más- miro el laboratorio oscuro, desordenado y lleno de maquinas- Por lo que veo… ya tienes muchas cosas en la cabeza- finalizo y empezó a marcharse.

- Rube- la paro antes de irse, ella quedo quieta en la puerta, sujetando el frio pomo- Perdón- dijo finalmente, y volvió a lo suyo. Rube sonrió para si, dejando atrás a su hermano y sus problemas.

-----------

Se aburría, se aburría mucho. Miraba como cambiaban los números del reloj digital era casi el único entretenimiento que tenia. Kaji escucho de nuevo las risas de Zap, mientras que este se desvivía por pasar un viejo juego en la consola que le regalara meses atrás. Kaji también se encontraba en su cama, mirando el reloj de la mesilla esperando que llegase la hora de la cena. No era que tuviese hambre, pero por lo menos salía de aquel cuarto durante un rato. Llevaba allí dos días encerrado, desde que Mat había considerado que podía dejar la enfermería, y con el castigo de Dino, debía pasar allí casi día y noche, únicamente saliendo para comidas y para hacerle las curas. Para su suerte, las heridas no habían sido tan grabes, una costilla casi rota, cortes varios, quemaduras y una leve molestia en la espalda. Debía pasar casi dos horas tumbado, con unos parches de calor en su espalda, que le provocaba cierta incomodidad. A los pies de la cama, una pequeña montaña de libros se iba acumulando según Kaji los leía. Amor tan amable como costumbre, había utilizado la escusa de ir a por unos libros para ella a la biblioteca, cuando en realidad eran para el pelirrojo. Zap parecía pasar mejor su recelamiento, pues se pasaba horas jugando y leyendo cómics una y otra vez sin cansarse. Kaji resoplo, deseando que llegase la hora de poder quitarse aquellos horribles parches de la espalda, y por fin, el reloj marco las ocho. Ágil, se levanto y dejo caer los parches, y se estiro lo más que pudo, aunque su espalda aun se quejaba un poco. Se sentó en la cama, pensando que haría aun durante hora y media. En ese tiempo solía pensar en todo. El resto de los chicos también estaban medio castigados, aunque Dino les pasaba bastantes cosas por alto. Podían ir de un lugar a otro, a la biblioteca o la cocina, pero debían volver rápido, tenían que estar la mayor parte del tiempo en sus cuartos. Chips y Gafas pasaban como podían las horas en su cuarto, no era lo mejor para unos niños de su edad. Lo único que les animaba era los comics que Kaji consiguió recuperar disimuladamente de las garras de Zap, y que Amor también dedicaba parte de su tiempo para entretenerlos. Dino había estado distante, más que de costumbre, y ya no venia a cenar. En la mesa ahora faltaban tres personas. Dino, Nizo y Lluvia, la cual seguía encerrada en la enfermería. En cierto modo, le recordó a la misma situación que cuando ella estuvo gravemente herida y Sôkar no quería separarse de ella, aunque ahora era algo mas complicado. Desde aquel día no había vuelto a hablar con ella.

Kaji se levanto, poniéndose su camiseta negra y colocándose unas zapatillas del mismo color. Zap ni reparo en él, y siguió con su juego. Dudo un poco, pero finalmente abrió la puerta para salir del cuarto. Por suerte, Dino, no había puesto cierre automático a sus habitaciones, suponiendo que los chicos ya habrían en cierto modo aprendido la lección, además de que últimamente apenas se le veía el pelo. Kaji, camino tranquilo por los pasillos, aunque el temor con encontrase con Dino estaba presente, ya había metido bastante la pata, no quería hacerlo más. Se encamino hasta la enfermería sin encontrarse con nadie, aquello parecía estar más desierto de lo común. Puso la mano en el picaporte, con intención de entrar, pero dudo un poco. De nuevo, la misma imagen de él días atrás, cuando fuera a ver a Lluvia a la enfermería, pero ahora ella no estaría dormida. No estaba seguro de lo que iba a hacer, pero si no lo hacía el remordimiento lo mataría. Entro en la enfermería, la cual no había cambiado nada, dos filas de camas blancas pegadas a la pared, todas vacías y con las cortinas sin correr, menos la ultima a la derecha, la cual tapaba la persona que allí descansaba. Kaji se acercó poco a poco, nervioso pero decidido, y viendo poco a poco el cabello de Lluvia, la cual estaba sentada en una especia de butaca alado de la cama, dándole la espalda.

- ¿Lluvia?- pregunto Kaji dudoso de que si ella estaba despierta o no. Entonces Kaji pudo verlo, pudo ver el punto hasta el que había llegado el estado de Nizo. El chico estaba tumbado en la cama, rodeado de maquinas que apenas hacían ruido y que no paraban de destellar pequeñas lucecitas sin parar. Los claves y los tubos iban desde ellas hasta las agujas inyectadas en la pálida piel de Nizo, dejando una marca morada. La mitad del rostro del joven estaba totalmente vendada, dejando ver solo un poco por el borde una piel quemada y arrugada. En su boca tenia una mascarilla, que se ponía blanca cada vez que el chico echaba el aire. Por el resto del rostro, más cortes y arañazos, algunos con hasta diez puntos de sutura. Su pelo estaba mucho más despeinado de lo común, dándole peor aspecto. Su cuerpo permanecía tapado por la sabana blanca, pero Kaji podía saber que allí no estaba mejor. Los brazos, la única parte fuera de las sabanas para inyectar los sueros, estaban amoratados y con más gasas. Kaji se sintió mal, como si le fallasen las piernas al ver aquella imagen. Pocas veces había sido las que visitara un hospital, y nunca se había encontrado con alguien así, ya la imagen de Lluvia herida le había costado digerirla. Empezó a parpadear, queriendo evitar esa imagen, aunque de vez en cuando volvía a mirar, como si pensase que aquello fuese un sueño y pronto se desearía, pero no era así.

- ¿Qué quieres?- pregunto tajante Lluvia, sin ni siquiera mirarlo. Ella permanecía sentado en un lateral de la cama, con las piernas encogidas en un sofá que no parecía muy cómodo. Apenas la podía ver desde su posición, pero Kaji podía casi asegurar que ella no llevaba pantalones, únicamente una camisa azul marina que parecía larga, pero al tener las piernas recogidas se había deslizado dejando ver un poco sus muslos. Su pelo también estaba más despeinado de lo habitual. Kaji no dijo nada, en un segundo, nada más escuchar la vos de Lluvia un nudo se coloco en su garganta y no tenia intención de irse. La idea que tenia planeada para hacer nada más llegar se acababa de esfumar. La joven, al ver que no contestaba se le acabo la paciencia- Si no quieres nada lárgate.- dijo sin contemplaciones, no estaba de humor para nada.

- No… yo…-consiguió decir Kaji, pero se quedo trabado. Quiso tragar saliva, pero esta se había secado hace rato. Ya no había vuelta a tras, no pensaba largarse sin haber echo nada. Consiguió recuperar algo de aliento y soltar aquello que quería decirle desde hacia tiempo- Lo siento- simplemente. Algo tan sencillo como aquello le había pesado desde hacia tiempo. Aun no sabia muy bien porque, pero sabia perfectamente que Lluvia no lo soportaba, y de aquello había derivado en muchos roces. Además, fue ella quien lo salvo y consiguió sacar de Beluga, fue ella la que lo salvo de Melón, le debía más de una. La joven permaneció en su sitio, quieta y aparentemente tranquila.

- ¿Qué lo sientes?...-pronuncio con un tono algo desagradable. Giro un poco la cabeza pero sin que sus ojos se cruzasen- No me jodas… Lárgate de aquí- pronuncio seca, volviendo la cabeza a su posición.

- Pero… Lluvia- quiso contestar él, pello ella no se lo permitió.

- ¡Ya!- grito más enfadada de lo que solía hacerlo. Entonces si, Lluvia se giro en el sofá, mirándolo de nuevo con unos ojos de ira y rencor- No me vengas ahora con gilipolleces de las tuyas, ¿¡Me entiendes!?- su voz parecía poder llegar hasta los dormitorios, y hizo que Kaji diese un paso hacia atrás.

- Pero es verdad, siento todo lo que ha pasado- consiguió contestarle, frunciendo levemente el ceño, como si aquello fuese una pequeña batalla intimidatorio, a la que Kaji no pensaba rendirse tan fácilmente.
- ¿¡Pero de que coño vas!?- contesto ella levantándose y dando dos pasos. Ahora Kaji podía afirmar que la joven iba únicamente vestida, por lo menos que se le viera, con una sudadera larga hasta las rodillas- ¿Me estas contando, que después de ponernos en peligro, de poner en peligro la organización, vas a llegar aquí y decir perdón? ¿Cómo si eso te sirviese para perdonar tus actos egoístas? - pregunto alterada, mirándolo a los ojos para que se sintiese peor. En ese momento, Kaji no vio aquel azul del cielo de Ciudad Leona, si no uno más oscuro y perturbador.

- No fue egoísmo…- contesto con la mirada algo baja. En cierto modo, él sabia que sus actos si tenía un poco de bien propio, pero no quería verlo así. Lluvia soltó una pequeña carcajada, como si le hiciese gracia lo que oía.

- Ah no, largarnos de fiesta por tu cumple, poner a todo en peligro por rescatar a TU hermano no es nada egocéntrico ni egoísta, que va, nos has hecho un favor a todos- dijo irónica cruzando los brazos por delante del pecho.

- También salvamos a Rubeola, te lo recuerdo- dijo medio excusándose, dándose cuenta de que estaba perdiendo aquella batalla.

- Rubeola sabe salvarse sola- contesto rápida y tajante, sin duda ella no dejaría que él llevase la razón.

- ¿¡Y que quieres que hiciese!?¡Tenían a mi hermano!- soltó finalmente un grito que hacia rato que tenias ganas de dejarlo salir. Ya que a ella parecía no haberle gustado sus métodos para salvar a Chips, a ver si se le ocurría uno mejor. Kaji espero la respuesta, con la mirada baja, lo suficientemente baja para no ver como Lluvia se acercaba a él, con el puño preparado, y le golpeaba sin contemplaciones en la mandíbula. Fue un golpe seco y preciso, sin ningún tipo de miramiento ni remordimiento, y lo suficientemente potente como para tirar unos metros atrás a Kaji. Él golpeo la cabeza contra el suelo, aunque no le pareció grabe, y mientras estaba tirado, abriendo y cerrando la boca comprobando se su mandíbula seguía de una pieza, Lluvia se acercó a él, le sujeto del cuello de la camisa y lo levanto levemente, acercando ambos rostros. Apenas les separaban un par de centímetros, y incluso Kaji podía notar como algunos mechos de ella descansaban en su rostro. Pero sin duda aquella mira, aquella mirada de odio, furia y dolor no la olvidaría.

- Para salvar a tu hermano hemos perdido al mio- dijo secamente y tajante, dejando la sangre fría a Kaji. Kaji quiso responderle, pero se dio cuenta de que tenia razón, toda la razón del mundo. Si no hubiesen ido, ahora Nizo no estaría conectado a todas aquellas maquinas, sin saber si algún día despertaría o no. El pelirrojo simplemente bajo la vista, admitiendo su error. Lluvia le soltó la camiseta- Ahora largo de aquí.- dijo volviendo a su sitio.

- Lo siento… es todo lo que puedo decir- contesto aun sin levantarse mientras sentía como poco a poco se le hinchaba la zona del golpe. Lluvia volvía a acercarse con cara de enfado.

- ¡Cállate!-grito al estar a su lado, mientras sus ojos azules se clavaban en él como dagas- ¡No digas lo que lo sientes!- lo volvió a sujetar por la camina levantándolo- ¡Todo ha sido por tu culpa! ¡Solo por tu culpa! No digas ahora que lo sientes para quedar bien- Kaji pudo ver como los puños temblaban de ira, aguantando las ganas de lanzarlos sobre el chico. Él trago saliva, y volvió a mirarla a los ojos seguros.

- Pero es lo único que puedo hacer ahora… así que lo diré mil veces si hace falta para que me perdones. Lo siento- soltó sin separar sus miradas. Lluvia estuvo un segundo con gesto de duda, pero el odio volvió fácilmente, y no se pudo controlar.

- ¡Que te calles!- grito descendiendo otro puñetazo al rostro del chico, y luego otro y otro. Sin ni siquiera darse cuanta había empezaba con una lluvia de golpes que ella no podía parar. Cada golpe era un peso que sacaba de encima, como su dolor saliese volando en forma de pequeños pájaros. Sin ni siquiera darse cuenta de que el pobre Kaji no se defendía, ella ponía una enorme fuerza en cada golpe, deseando que la angustia que se alojaba en su pecho marchase del todo. Si hubiera sido por ella, y por qué Kaji no se defendía pensando que aquello se lo merecía, podrían haber pasado horas así, Lluvia encima del chico rojo apaleándolo sin contemplaciones. Tan inmersa estaba en esa ira del corazón que ahora salía que ni se dio cuenta que la puerta se abría y alguien la sujetaba por detrás, paralizándole los brazos y alejándola del chico.

- ¡Lluvia basta!- le grito Sôkar sujetándola a duras penas. Ella se resistía queriendo ir de nuevo a su saco de boxeo que seguía sentado en el suelo sin inmutarse. Ella gritaba que la dejase, y Sôkar se vio obligado a hacer algo de lo que no estaba nada orgulloso. Le dio la vuelta a Lluvia quedando frente a frente, mientras ella seguía intentando escabullirse, y Sôkar dejo caer su mano derecha sobre el rostro de la chica, seca y sonoramente. Solo entonces ella paro, con el rostro hacia un lado y con una marca roja que no tardaría en irse pero el dolor físico no era el mayor problema. Lentamente Lluvia llevo su mano hasta la mejilla caliente, mientras permanecía quieta. Sôkar miro a Kaji, quien lucia bastante desfavorable: un labio roto, barios moratones, ect. Aunque no era tan grave como para que Amor lo tuviese que atender, mañana tendría un bonitos moratones. Sôkar seguía sujetando a Lluvia por un hombro con una mano – Kaji, vete a tu cuarto por favor…- dijo tranquilo. Kaji se levanto sin contestar, confiaba lo suficiente en Sôkar para hacerle caso sin necesidad de repetírselo. Y así se marcho, con el rostro dolorido y dejando a esos dos solos.



Leer antes el fic, peligro de Spoiler Gran Shonk

PD: Solo una cosa. La "resurrección" de Nizo podéis agradecérsela a mi compañera de clase Noah, que fue quien me convecino para dejarlo solo así :d



Dangara Mensaje Vie Dic 21, 2012 11:19 pm
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Waaa... por ciertas cosas no he podido avanzar mas de la mitad del anterior fic (y con los comentarios y este nuevo capi me emociono =//x//=) Gracias por continuarle x3 (Dtb n.n), ahora a leer =//*//=

(Por fin pude terminar de leer a gusto, sigue siendo buenisimo tu trabajo YwY esperaremos la continuacion, arigatoo..., Saludos nwn)



Ultima edición por Dangara el Mar Dic 25, 2012 4:05 am; editado 2 veces



Ginebra Mensaje Lun Dic 24, 2012 3:06 am
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Me gusta tu fan-fic,esta bien narrado.
Nada mas no te sobrepases con el fanservice!!xd.Tenes talento para esto!
felicitaciones!xd.
lo voy a seguir leyendo!jeje
pd:leí los 22 cap hoy mismo...!y de corrido...




"Este camino podra no tener fin,pero es el camino que yo elegí."
xXnaloviXx Mensaje Lun Dic 24, 2012 11:28 am
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OMG Sokar a slapeado a Lluvia Gran Shonk que fuerte
y muchichichichichisimas gracias a quien te dio la idea de seguir con vida a Nizo
Gran capitulo y lo de que caera algun regalito eso suena interesante XD




Sayara Mensaje Mar Dic 25, 2012 1:43 pm
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Hi Hi a todos Sonrisa

Parece que Papa Noel dejo aquí un regalo jaja Gran Shonk Bueno, es un capitulo un poco cortito, pero mejor que nada :3. El siguiente capitulo saldrá el domingo, así tendré más tiempo para escribir, pero os puedo adelantar que tendrá KajixLluvia jeje.

Gracias por leer y comentar y espero que os guste este cap^^

¡FELIZ NAVIDAD!



Capitulo 23: ¿Nuevos miembros?


Estaban los dos solos en la enfermería casi a oscuras y un silencio que únicamente rompía las maquinas conectadas a Nizo. Lluvia seguía tocando su mejilla con la yema de sus dedos, sin creer lo que acababa de pasar. Sôkar mantenía una mano en uno de los hombros de la joven, también en silencio. Kaji se había marchado hacia apenas unos minutos.

- Lluvia… tengo que hablar seriamente contigo- dijo tranquilo, esperando que la chica reaccionase. La joven parpadeo levemente y humedeció sus labios entreabiertos empezando a reaccionar. Dejo soltar una gran cantidad de aire de sus pulmones, relajando su espalda, y miro a Sôkar. No fue una mirada de odio ni de rencor, sino una de molestia. La joven empezó a caminar hacia la cama de su hermano, haciendo un leve movimiento para librarse de la mano del chico. Vestida únicamente con aquella sudadera floja que le llegaba hasta la mitad del muslo, se sentó de nuevo en la butaca, como si nada hubiese pasado. Sôkar resoplo algo cansado y se acercó- Lluvia, ¿quieres hacerme caso?

- ¿De que quieres hablar?
-dijo seca. Sin duda no había olvidado su traición, y no parecía querer olvidarla en un tiempo. En cuanto a cuando se encontraron con Nizo, ella quería pensar que había sido un simple momento de debilidad, lo que no cambiaría su nueva conducta hacia Sôkar.

- De tu comportamiento últimamente, me preocupas Lluvia- dijo serio poniéndose a los pies de la cama del chico de agua. Él joven de cabellos azules seguía igual, durmiendo tranquilamente sin un solo indicio de querer despertar ante el ruido que aquellos dos estaban haciendo.

- ¿Me vas venir de padre protector ahora?- dijo ella asqueando una ceja, y con un leve tono burlón.

- Es lo que he hecho siempre- contesto rápido haciendo que a la joven se le borrase el gesto de burla. Sin duda había sido él el que siempre se preocupaba por ambos, él que la controlaba en los momentos más difíciles, solo que ahora ella no quería que la controlase. La joven chasqueo la lengua mirando a otro lado- Lluvia, quiero saber que te pasa con Kaji. Sé que no te cae bien, vale, pero de ahí a empezar a puñetazos con él sin que él se defienda. Te conozco, por eso sé que eso no es típico de ti- mientras cruzaba los brazos sobre su pecho. Ella seguía mirando a otro lado sin querer saber nada del asunto.

- Sôkar, déjame en paz, anda- soltó de malas formas, pero él no se rendiría tan fácilmente.

- Lluvia…- insistió intentando que la chica entrase en razón.

- ¡¿Quieres saber porque lo odio?¡- grito volviéndose a levantar. De nuevo una mirada de ira y rabia reinaba sus ojos- Por que por culpa de él mi hermano esta así. Por su culpa he perdido gran parte de mi vida. Por su culpa perdí a mi padre- gritaba guiada por una rabia que la recomía- ¡Lo odio!- soltó de golpe. Sôkar se acercó, sujetándola de nuevo por los hombros para que lo mirase.

- Lluvia… no odias a Kaji… odias al que mato a tu padre, y sigues creyendo que todos los de fuego son iguales- digo mirándola tras esa fina venda que cubría los ojos del chico. Ella pareció tranquilizarse un poco.

- Odio a todos los elementales de fuego- pronuncio tranquila- hasta ahora no me han traído más que desgracia- prosiguió intentando defender sus actos.

- Lluvia, nunca te diré que no odies, tienes tus motivos, pero odia lo que debe ser odiado. Kaji es un aliado, te guste o no, no puede estar peleándote con él cada vez que alguien no mire.

- Pero su padre…- susurro ella siguiendo con su defensa.

- Da igual de quien sea hijo. Ahora es uno de los nuestros, te guste o no. 5 Elementos no se encuentra en la mejor situación, y lo sabes, y no puede rechazar a un chico con talento simplemente por eso. Él ha demostrado de que lado esta, y eso llega- las palabras de Sôkar hicieron que ella pensase un poco y se diese cuenta que su comportamiento no había sido el mejor. Él la acerco a su pecho, pasando los brazos pro encima de sus hombros y abrazándola- Si no quieres llevarte bien con él lo entiendo, pero actúa como una autentica capitana.

- …
- Lluvia permaneció un rato en silencio, para finalmente corresponder el abrazo. Hacia tiempo que no se abrazaban así, el tiempo los había separado poco a poco sin darse cuenta- Esta bien…intentare relajarme un poco- Sôkar la miro sonriente- Gracias

- Ese era nuestro trato, ¿no? Tu cuidas de mi, y yo de ti
- pronuncio, y ambos recordaron un pasado que quedo atrás hace mucho tiempo, y que incluso ahora costaba recordar sin miedo. Sôkar se separo de ella, pero quedando cerca- Ve a dormir, estarás cansada- dijo tranquilo.

- No, gracias. Voy a quedarme un poco más- contesto ella. Lluvia vio la mirada seria de Sôkar- tranquilo, te prometo que en diez minutos me iré a dormir- contesto ella sonriendo levemente. Sôkar acepto aquello y se marcho de la enfermería despidiéndose de Lluvia. La joven se acercó a su hermano dormido, y rozo su mano fría- Es verdad… Kaji no fue quien te dejo así- dijo en bajo, pensando que Nizo podría oírla allá donde estuviese. El rostro relajado de la joven empezó a cambiar a uno un poco más enfadado, frunciendo el ceño- Los culpables fueron F-13, y juro que no descansare hasta eliminarlos a todos con mis propias manos.


------------------

La cosa se había relajado bastante últimamente, y parecía que las cosas volvían más o menos a la tranquilidad. Pasaron casi dos semanas desde la “misión”, que ahora parecía tan lejana que no deseaban recordarla por nada. El castigo se había casi levantando completamente, y ahora podían pasear casi todo el tiempo por las instalaciones, menos por la noche, cuando los cerrojos de cada cuarto se cerraban automáticamente, estuvieras o no dentro, pero pobre de ti como Dino se enterase de que durmieras en tu cama. Los entrenamientos seguían anulados, y no parecía que Dino fuese a retomarlos por el momento, lo que hacia los días mas aburridos y monótonos. Lluvia había dado otro cambio a su conducta desde hacia una semana. Ya no se pasaba día y noche en la enfermería con su hermano, si no que ahora entrenaba casi sin parar, aunque igualmente iba a visitarlo a diario.

Kaji caminaba por los pasillos en busca de Arturo, Sauce o Zap, de alguien para entretenerse un rato. Pero parecía que todos habían desaparecido como por arte de magia. Pero entonces, se fijo en que alguien se acercaba lentamente a él por el pasillo metalizado iluminado por las potentes bombillas del techo. Era una mujer mayor, pero sin considerarse vieja, de unos treinta o así. Vestía un extraño vestido morado largo, liso y de mangas largas, y en su cintura una gran cinta aun más oscura que en su espalda se convertía en un lazo. Su pelo también era morado, parecido al de Mat, pero corto y sus puntas salían hacia fuera medio despeinadas. Kaji aun de estar casi seguro de no haberla visto nunca, en cierto modo le resultaba familiar, pero por lo menos en el refugio nunca la había visto. La mujer pareció que iba a pasar de largo, pero en cuanto se fijo en Kaji paro.

- ¿Tu no eres Kaji Llamaviva?- dijo arqueando una ceja mientras permanecia parada a si lado mirandolo. Kaji permaneció en silencio mientras la observaba desconfiado y pensando donde la habia visto antes. Si esa mujer caminaba tan ricamente por la base, dejándose ver y sin preocupacines, debía de ser por que formaba parte de 5 Elementos. Entonces el chico del pelo rojo se fijo como en la oreja de ella colgaba un pendiente dorado, de los que llevaban los miembros de la organización. Aun sin fiarse del todo, decido contestarle.

- Así es… ¿y tu eres?- dijo algo desconfiado.

- Mi nombre es Lambda, veo que no te acuerdas de mi jeje- dijo con una pequeña sonrisa. Kaji arqueo una ceja extrañado mientras la seguía observando, y pensando de que la podía conocer, pero su cerebro no parecía por la labor- Fui profesora de tu colegio, del Colmillo de León, ¿te acuerdas?- aquello le vino de sorpresa a Kaji. La mujer estaba tranquila, esperando a que Kaji hiciese memoria. Kaji pensó en todos los profesores que tuvo mientras estudiaba en el colegio aquel, junto a Flama, pero estaba seguro que ninguno de ellos era la mujer que estaba delante. ¿Seria una importara? Era raro, pero no imposible- Bueno, es normal que no me recuerdes. Era profesora del siguiente curso, te fuiste justo antes de que tocara conmigo- sonrió levemente. Kaji pudo haberla visto alguna vez, pero solo de pasada, y él no era de los que fijaban en las personas de su alrededor. Pero si era verdad su historia, ¿Por qué estaba en la base? Por lo poco que habia entendido las puertas de Leona se habían cerrado para impedir que miembros de 5 Elementos escapasen. Pero aquello habia sido hace ya dos semanas por otro lado, puede que ya volviesen a estar abiertas, y que esa mujer llamada Lambda viese su oportunidad para escapar.

- Bueno… ¿pero puedo saber que haces aquí?- pregunto, en cierto modo sintiéndose con poder.

- Fácil- dijo sonriente pero frunciendo un poco el ceño enfadada- Por la aventurita tuya y tus compañeros ya no puedo seguir dando clases- le dio un par de palmaditas en la cabeza, no demasiado fuertes pero Kaji tuvo que inclinar levemente la cabeza- Supongo que al final te daré clase aquí. No pienso quedarme de brazos cruzados y que vosotros os valláis de rositas- dijo. La mujer miro su reloj de muñeca- Tengo que irme, que llego tarde a la reunión de Dino...-dijo empezando a caminar hacia el final del pasillo, pasando de Kaji como si nada.

- Espera un segundo- dijo Kaji antes de que se fuera, pero la Lambda siguió su caminando arrastrando su vestido por el suelo.

- Ya hablaremos…que a mi no me gusta llevarle la contraria a Dino- dijo mientras doblando la esquina, y desapareciendo.

----------------


Las luces de la sala de reuniones estaban encendidas, y Lambda no lo pensó ni un segundo y entro decidida a la sala. La sala estaba casi vacía, menos por tres personas que ya la esperaban. Lambda entro pidiendo perdón por el retraso y se dirigió a la mesa en forma de U para sentarse. Recordó cuantas veces se había sentado allí, cuando era joven y vivía en la base, pero aquello quedara muy atrás. A su lado derecho estaba Rubeola, vestida con ropas cortas como siempre, con la bufanda y los pies encima de la mesa, dándole un aire despreocupado y juvenil. Delante de ellas Dino, serio y mirando un par de papeles sin muchas ganas. Y medio a oscura, un tío de la edad de Dino, con la barba sin arreglar y no muy bien vestido. Y lo que tenían todos allí en común es que todos tenían por lo menos dos pendientes dorados en su oreja. Allí no parecía hablar nadie, así que Rube se aburrió rápido de aquello.

- Emm… ¿vamos ha hablar de algo o puedo irme?- dijo arqueando la ceja y echándose hacia atrás en su silla. Dino levanto la vista y resoplo, dejando lo papeles a un lado de la mesa aun con una cicatriz de que alguien le diera un puñetazo demasiado fuerte.

- Si, os e mandado reunir para debatir que vamos a hacer ahora- dejo salir Dino cansado, echándose hacia delante en su silla- Han detenido a casi todos de la organización, y no soy capaz de conectar con nadie… me atrevería a decir que somos los únicos que quedamos- pronuncio serio, y el silencio se alago un buen rato. Todos pensaban en los que habían sido sus compañeros, que supuestamente ahora estaban detenidos, o peor aun. Solo cuatro miembros importantes, más Lluvia y los pequeños desde su punto de vista. Muy poca gente, demasiada poca- Hace tiempo que sabíamos que esto podía pasar. 5 Elementos ha ido descendiendo desde hace tiempo, pero nunca llegamos a ser… ¿Cuántos? ¿Una veintena?... realmente yo no sé que hacer- dijo y el resto quedo un rato pensando.

- Haremos lo de siempre, luchar y defendernos del gobierno- dijo Rube segura, frunciendo levemente las cejas, para que supieran que no estaba broma.

- Pero la cosa no es tan fácil ahora…-dijo Lambda mirándola, y arqueando un poco las cejas- Siendo solo cuatro no podremos dar abasto. Dino esta más que fichado, como un soldado lo vea tiene orden de disparar a matar. Hasta ahora nosotros no estábamos fichados, pero ahora seguramente ya sepan de nuestra traición.

- ¿Y que vamos a hacer?¿ Quedarnos aquí encerrados como ratas mientras el puñetero gobierno mata a elementales sin una sola palabra? - dijo enfadada, echándose hacia delante.

- Rubeola… por favor…- dijo Dino mirándola. Aunque ella era importante, en cierto modo para Dino seguía siendo un poco niña, que se dejaba llevar por impulsos.

- No, Rubeola tiene razón- dijo el hombre que estaba a oscuras, dejándose ver mejor- Yo no me uní a 5 elementos para abandonar ahora. Es verdad, hemos perdido a muchos, pero sus muertes serán inútiles si nos rendimos.
- Leo, la cosa no es lo que queramos hacer, si no lo que podemos hacer. Como dijo Lambda somos muy pocos… cuatro no podemos hacer mucho
-pronuncio Dino mirando a su compañero.

- Eso es verdad… pero nos olvidamos de algo…-dijo Rube mientras que todos la atendían- Tenemos casi diez chavales con ganas de luchar. También hay que contar con ellos.

- Ellos son muy jóvenes e inexpertos
- dijo Dino enfadado, sin duda no quería hoy nada de ellos ahora, y no se olvidaría de la escapada.

- ¿Y que piensas hacer? ¿Dejarlos corretear por los pasillos sin una sola amenaza?- prosiguió Rubeola en cierto modo desafiando a Dino- Os recuerdo que ellos, al igual que nosotros, no les queda nada. Si nos rendimos y eliminamos 5 Elementos quedaran tirados en la calle, y se que algunos sacrificaron su anterior vida por venir. No podemos hacerles eso- insistía Rubeola segura de sus palabras. Dino resoplo en su silla, tapándose los ojos con sus manos- Todos ellos tiene más de dieciséis años, ya no son unos críos. Es hora de que tomen responsabilidades. Yo a los dieciocho ya trabajaba para el gobierno, y se que vosotros también. No podemos seguir tratándolos como creo, debemos entrenarlos y contratacar.

- Apoyo a Ruebola en esto. Si no colaboramos todos no llegaremos a ningún sitio
- dijo Leo serio sin moverse de su sitio. Dino miro a las tres personas que tenia delante, y vacilando con la decisión de su futuro. Finalmente se dio cuenta que solo había una opción.

- Esta bien… empezáramos de nuevo con los entrenamientos, y los prepararemos para luchar contra el gobierno- dijo levantándose y yendo hacia la puerta- la ultima batalla esta por empezar.



xXnaloviXx Mensaje Mar Dic 25, 2012 4:20 pm
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FELIZ NAVIDAAAD
Es Leo <3 Evil cortito pero esta bien para ir calentando que se que lo que se viene va a ser bueno Jijijijiji (en gran parte por lo del KajixLuvia)




Dangara Mensaje Mie Dic 26, 2012 3:58 am
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>//w//< Graciaaas!! sigue muy muy bien!! *w* ( Feliz Navidad tambien *abrazo* n////n)




Sayara Mensaje Dom Dic 30, 2012 3:29 pm
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Hi Hi a todos Sonrisa

¿Que tal va la navidad? Yo estoy deseando que sea ya fin de año para salir e fiesta Sonrisa.

Como había comentado en el anterior capitulo, publico hoy el fic por que no sabia si me iba a dar tiempo de escribir un cap antes del viernes. Pero hay buenas noticias, el cap es de los largos, y al ser mayormente narrativo he acelerado bastante.

Nada más por el momento, nos vemos el viernes Sonrisa. Abrazos


Capitulo 24: Una nueva misión



Ya habían pasado tres mese en el refugio, tres meses llenos de cambios, algunos buenos y otros malos, por supuesto. Los entrenamientos habían vuelto, si, pero mucho más duros y variados. Ya no era como antes que se dedicaban un par de horas de la mañana a entrenas y cosas así, si no que ahora tenían un horario y más de un profesor. Dino había vuelto a su puesto como profesor de combate, pero mucho más duro y rígido que antes y ya no dejaba pasar ni una, cosa que a Amor la estaba matando cuando intentaba escabullirse para descansar. Por suerte su clase era la ultima del horario y luego podían relajarse, aunque solían quedar tirados casi una hora en la sala de entrenamiento recuperando fuerzas y charlando. Lambda se había adjudicado el papel de profesora elementas, dándole clases intensivas sobre lo poco que se sabia de los elementos. Esas clases aunque complicadas eran increíblemente interesantes para Kaji, saber sobre todo tipo de elementos, muchos más de los que nunca había imaginado lo fascinaba enormemente. Aunque sentía que no hubiese mucha información, el gobierno se había encargado bien de eliminar caso todo rastro de sus antepasados, y eran pocos los libros que los nombraban. Pero por lo menos Lambda sabia de lo que hablaba, y daba buenos consejos para la hora de enfrentarse a un enemigo de cualquier tipo. Rubeola había cogido una hora tan solo para ayudar a los pequeños con clases de inteligencia, piratería y cosas así. Se podría decir que su clase estaba mas bien guiada a escapar de algún lugar en caso de emergencia, piratear software, forzar puertas, conseguir planos, etc. Todo lo que necesitabas para huidas rápidas, lo que realmente podría ser de ayuda en un fututo. Lo malo es que como no le apetecía dar más, únicamente daba clase una hora, y la mayor parte se la pasaba metiéndose con Mat, que lo obligaba a ir y en más de una ocasión lo había traído medio a rastras. La otra clase la daba el nuevo profesor Leo, un hombre de la edad de Dino, extraño y que por sus pintas daba algo de desconfianza. Pero aunque era duro en sus clases, en el fondo era buen tipo. Era extraño verlo sin una cerveza en la mano, que nadie sabia de donde las conseguía por que los alimentos estaban muy controlados últimamente, pero a él siempre lo verías sonriente mientras en su mano hubiese una lata. Otro dato curioso es que alguno de los chicos ya lo habían conocido sin saberlo. El primer día el hombre casi degolló a Mat, y tuvo que ser Rube la que aclarase el asunto. Leo había trabajado en el mismo laboratorio secreto que ella, y había conseguido un trabajo perfecto para una huida repentina, el de vigilante de las cámaras de seguridad. Eso fue hasta que un día un chico de pelo morado, otro moreno y uno verde interrumpieron en su puesto de trabajo, inyectándole un paralizador y obligándolo a escapar como pudiese una vez se le hubiese pasado el efecto. Mat pidió perdón por sus actos, ya que en aquel entonces no sabia quien era Leo, aun así Leo no pareció olvidarlo de todo y el chico virus era siempre su objetivo para las preguntas de clase. Por otro lado las clases de Leo eran interesantes y muy practicas. Se dedicaba al manejo y creación de armas, algo que había aumentado la habilidad de los chicos enormemente. Armas pesadas, detonadores, etc. estaban ahora entre las cosas que los chicos sabían utilizar con naturalidad. Hasta Sauce era capaz de usar un arma con más o menos habilidad, y Amor tenia una enorme puntería, tal que daba miedo. También, aun de la negativa de Dino, estaban aprendiendo a utilizar algunos vehículos de los del hangar. Seguramente Dino temía otra escapada repentina, y si los chicos ahora sabían como funcionar aquellas maquinas peor aun. Por el momento Kaji ya sabía utilizar con bastante habilidad un quad e intentaba manejarlo por las cavernas de fuera del refugio. Una cosa era manejar el vehículo por una sala de entrenamiento, pero otra muy distinta era por los pequeños túneles llenos de obstáculos. Después de su primera sesión fuera, en la cual se cayo casi cinco veces, pudo comprender la enorme habilidad que tenia Lluvia para aquello, pues un se acordaba de la noche en la que ella lo había traído de nuevo después de la escapada. En cuanto a Lluvia, no se sabía que le rondaba la cabeza. Ahora dedicaba mucho más tiempo a entrenarse, y se dignaba a aparecer en alguna que otra clase en vez de ir por libre, seguramente consideraba útil algunas lecciones. Su comportamiento había vuelto a ser el de antes, se enfadaba, refunfuñaba y maldecía a menudo, pero no la tomaba con nadie en concreto, aunque Kaji casi siempre se llevaba la mayor parte de los insultos. No había vuelto a nombrar lo de Nizo, aunque siempre iba a verlo. Nizo seguía igual, dormido y conectado a todas aquellas maquinas, y aunque estaba estable no había ni el menos indicio de que fuese a despertar. Y aunque triste, la base seguía adelante. Tarántula había bajado su nivel de travesuras a casi el mínimo, sin un compañero de juergas no era lo mismo. Chips y Gafas parecían haber comprendido parte de la situación que Kaji tuvo que explicarles, y una vez vieron como Kaji creaba fuego con una mano, los pequeños querían imitarlo. Ahora se pasaban el día correteando a ver si le salían una llamarada de fuego y quemaban a alguien. También aprovechaban que a la mañana casi todos estaban entrenando para robar algo de comida de la cocina, y se habían echo un pequeño negocio para venderla. ¿A quien no le apetece unas cookies de chocolate de vez en cuando? En conclusión, las cosas iban bien, aunque siempre podían ir mejor…

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Kaji se encontraba en su cuarto, leyendo plácidamente sobre la cama un libro sobre animales extraños mientras que Zap se quejaba de que le desaparecían comics. Kaji guardaba silencio mientras pensaba como se las habían arreglado Chips y Gafas para cogerlos sin que se diesen cuenta, eran muy listo, demasiado. Kaji froto sus pies sintiendo algo de frio en sus dedos, lo que le llamo la atención. Se levanto y fue hacia el radiador colocado en el pequeño pasillo que daba a la puerta, dándose cuanta de que estaba casi apagado. Normalmente Kaji no sentía frio, su cuerpo solía estar a mayor temperatura de la de los demás, pero a la vez era bastante sensible a los cambios de temperatura. No le dio mucha importancia y volvió a echarse en la cama a descansar. Era domingo, el único día que Dino les daba de descanso, y había sido Rubeola especialmente quien había insistido en dedicar aquel día a asuntos “personales”. Tan solo eran las doce, y seguramente la mayoría estaría también descansando después de una dura semana. Las agujetas no eran un problema, pues entrenaban tanto y tan rápido que ni les daban tiempo a salir. En ese momento sonó un par de toques en la puerta, y Kaji al ver como Zap estaba medio enterrado debajo de la cama, sacando ropa y dios sabe que más, mientras buscaba sus comics desaparecidos, Kaji se levanto a abrir. Quien había llamado era Sôkar, vestido como siempre de un impecable negro. Les aviso de que Dino quería verlos, y Kaji trago saliva pensando en que cosas había echo mal y si Dino le castigaría por ello. Cuando iban a marchase, Sôkar dijo que el aviso también iba por Zap, quien salió al rato de debajo de su cama con la ropa arrugada y un lápiz en la nariz como si nada, a Kaji simplemente le bajo una gota de sudor por la frente. Los tres se dirigieron al despacho de Dino, uno más acojonado que los demás. Al llegar allí, y tras haber petado educadamente en la puerta, entraron encontrándose a Dino sentado en la mesa junto a una botella de cerveza y a Lluvia que esperaba impaciente apoyada en un mueble. Cuando llegaron la chica solo un simple “Ya era hora…” mientras chasqueaba la lengua y miraba a otro lado. En cierto modo Kaji agradecía que Lluvia volviese a ser así, aunque lo irritaba un poco. Dino les mando esperar unos minutos hasta que llego Mat con unas ojeras del mismo color de su pelo. Ya con los cinco Dino empezaron a hablar. Una misión, por fin pensó Kaji que empezaba a cansarse de estar allí todo el día, donde debían ir los cinco sin excepción. Aquello le hizo tragar saliva a Kaji mientras miraba por el rabillo del ojo a la molesta Lluvia que no le hacia nada de gracia. Al parecer la caldera del refugio funcionaba con un mineral bastante extraño, un poco serbia para bastantes días, pero se encontraban en lugares muy apartados. Con el ajetreo de las ultimas semanas Dino no se había ni fijado en como había bajado la reserva de aquel combustible, y ahora se encontraban en que la caldera no daría para muchos días más. La misión era fácil a la vez que peligrosa. Los minerales en cuestión eran escasos y habría que subir un par de niveles de las galerías par encontrarlos. Aquello no era bueno, desde hacia tiempo la humanidad se había adaptado a aquella profundidad en busca del calor del núcleo, subir hacia arriba significaba temperaturas más bajas, además de un casi completo desconocimiento de como estaba el lugar. La tierra y las rocas solían ser más blandas por la erosión de los años, y en cualquier momento todo se podía derrumbar. Por eso aquellos tres debían ir. Matarratas seria en encargado de encontrar los minerales y conservarlos con cuidado, y a la vez podría conseguir alguno más que quisiese para alguna investigación; Zap era muy rápido de reflejos, perfecto para ir delante y en caso de derrumbamiento salir en un segundo; Sôkar simplemente era Sôkar, su manejo de las sombras les ayudarían en innumerables contratiempos que encontrasen por el camino; Lluvia siendo la más fuerte y la capitana también era normal, seria la que guiase el grupo; y Kaji… él pensaba que iba como antorcha humana o algo así. Al día siguiente saldrían a primera hora.


No habían dado las nueve y ellos ya estaban preparados en la entrada. Lluvia ya tenia puesta la capa negra con la capucha puesta, al igual que Sôkar. Kaji llego ya algo cansado, pues le costó levantar a Zap el cual había mordido el cabecero de la cama y no quería soltarlo. Pero Kaji estaba bastante contento, la noche anterior se había reunido con el resto de los chicos, y él comento lo de la misión. Amor estaba bastante preocupado, como de costumbre, pero no quería molestar. Finalmente todos decidieron hacerle un pequeño regalo a Kaji, que no era más que un pendiente de oro. Kaji ni se había fijado en todo aquel tiempo que era el único de la organización, demás de los nuevos Chips y Gafas, que no tenia pendiente, y después de un pequeño agujero que le hizo Amor, que le dolió más a ella que a Kaji, el joven lucia orgulloso su nuevo complemento. Justo un año después de que todo aquello empezara, aunque nadie pareció acordarle, pero para él fue importante.

Al igual que el día anterior, Mat fue el ultimo en llegar, cargando con una mochila por lo menos dos veces mayor a la de los demás y con cara de cansancio. No hacia falta ser un genio para saber que Rube seguramente había contribuido para hacerle la maleta, y también pasándose. Una vez todos puestos las capas, empezaron su nueva misión. Sôkar los envolvió en la oscuridad una vez salieron de la base, y comenzó a moverlos a una velocidad moderada. El viaje seria largo, además que había tener cuidado con los túneles que tenia controlado el gobierno, nunca se sabia por donde te podían atacar. Sôkar paraba casa tres horas y descansaba una, llevar continuamente a cuatro personas no era fácil, aunque él no se quejaba. En los descansos Mat se dedicaba a mirar piedras extrañas o recoger algunas setas o plantas. Zap comía todo lo que había conseguido negociar con Chips, aunque no era mucho. Kaji y Lluvia permanecían sentados, uno lejos del otro, sin mirarse. Después de unas horas bastantes pesadas por fin pararon a descansar. Era una cueva pequeña y por la que únicamente se podía entrar un por pequeño túnel, y en un lado un pequeño arrollo les daba agua fresca. Estaban casi seguros de que allí, tan lejos y tan arriba, pero aun increíblemente por debajo de la superficie terrestre, estarían seguros por lo menos una noche. Pero había algo bastante desagradable, que era el frio, un frio que calaba en los huesos. Casi todos se habían preparado con ropas algo gordas y largas, menos Zap que ni lo había pensado y tuvo Kaji que darse su jersey negro de repuesto. Kaji encendió un par de carbones que Mat había conseguido, creando una hoguera bastante considerable que calentaba casi toda la caverna. A la hora de cenar, fue bastante gracioso ver como Mat abría su fiambrera con la cena, encontrándose que Rube le había dado su toque personar. Arroz en forma de corazón, salchichas cortadas en forma de pulpo, y cosas por el estilo. Y mientras Lluvia arqueaba una ceja al verlo como queriendo decir “¿De verdad?”, Zap se estaba muriendo de risa mientras se atragantaba con una bola de arroz, pero eso no fue suficiente para que mas tarde le pidiese algo de la fiambrera. Tanto Sôkar como Kaji sonrieron levemente ante aquella situación, y como Mat aun colorado por aquella comida, intentaba alejarla de Zap, quien se comiera ya todas las chucherías que llevara. Lluvia mando ir a dormir pronto, mañana seria un día bastante duro. Cada uno llevaba un saco de dormir especial para temperaturas bajas, aunque Mat tardo en encontrarlo ya que tuvo que sacar todas las tonterías que Rube le había guardado en la mochila. Mientras Kaji se metía en el seco podía oír a Mat maldecir “¡¿Pero para que quiero un maldito mando a distancia?!”, y tiraba algo en la esquina más cercana. Pronto cada uno se encontraba en su saco, alrededor del fuego que había echo Kaji y no parecía querer apagarse en un buen rato. No tardaron en quedarse dormidos. Pasaron algunas horas, y Kaji dormía tranquilo, por lo menos hasta que noto como algo le golpeaba las piernas. Se despertó algo atontado y cuando sus ojos se acostumbraron a la luz que daba la hoguera cada vez más pequeña, vio como el responsable de aquel golpe fuera Zap, quien le había dado una patada “involuntaria” aun dormido. Ahora Zap se encontraba casi encima de Mat mientras roncaba, y el pobre chico de virus tenia cara de no estar teniendo un buen sueño. Kaji se volvió a recostar, esperando recuperar el sueño, pero antes de que sus parpados se volviesen a caer se fijo en algo. Enfrente suya, tras el fuego, Lluvia dormía de lado mirando hacia él. Con el pelo cubriéndole levemente el rostro, y apoyándose en una mano pálida, la joven parecía tan tranquila que ni un rayo podría despertarla. Kaji se quedo un rato mirando, casi sin darse cuenta, fijándose que diferente era como estaba durmiendo ahora a como era hace meses, cuando estaba en la enfermería. Parecía una chica tranquila, y hasta algo dulce mientras dormía, y resultaba raro pensar en ella cuando se despertaba y su chip de mal humor se activaba y empezaba a patear con todo. Kaji la miro un buen rato, ni se fijo en que el casi no parpadeaba, y hasta que un pequeño carbón exploto y le saco de su trance, no se dio cuenta que sus ojos le ardían. Kaji parpadeo y se froto los ojos con los dorsos de las manos. Se giro hacia el otro lado, sabiendo que si volvía a mirarla seguramente quedaría otra vez hipnotizado. Y finalmente se quedo dormido mientras se llamaba idiota.



Los insultos de Lluvia llamándolos inútiles les despertó. La chica ya estaba preparada para seguir el camino, aunque el resto aun tenía que desayunar. Zap tardo aun un rato en levantarse y Lluvia casi empieza a patadas con él. Desayunaron, y Mat agradeció que a Rube ya no le apeteciese seguir decorando la comida, y le preparase una comida normal. Cuando acabaron recogieron el minicampamento y Lluvia apago con un chorro de agua las brasas que quedaban encendidas. No se preocuparon de limpiarlas, no creían que nadie les estuviese persiguiendo. El resto del camino lo hicieron a pie, no querían que Sôkar gastase energías inútilmente. Tras dos horas caminando Mat empezaba a cansarse, no estaba acostumbrado a aquello. Finalmente dieron con una zona que a Kaji le dejo con la boca abierta. Era una cueva enorme, con una garganta muy profunda en medio. Desde un borde con precaución, se acercaron al precipicio que se perdía en una oscuridad absoluta, si alguno caía por ahí podrían olvidarse de rescatarlo con vida. Se podía oír levemente el ruido del agua correr entre las rocas, en el fondo debía de haber un rio considerable, incluso puede que unas pequeñas cascadas. La garganta era enorme y profunda, y la cueva en general era bastante oscura, iluminada levemente con setas de un color verdizo. Mat mando taparse la boca con algún pañuelo o algo así, que aquellos hongos que nacían en zonas muy humedad soltaban esporas venenosas, aunque del tamaño de aquella caverna no debían de hacer mucho. A Kaji le pareció gracioso ver a Sòkar tapándose la boca, dejándose ver únicamente una línea de piel entre los ojos y la boca. Caminaron por un saliente bastante pequeño, que ni dos personas pegadas hombro con hombro podrían pasar. Fueron poco a poco, uno detrás del otro y separados, para que el saliente no tuviese que soportar mucho peso. Kaji miro mientras pasaba por el camino a ese horrible agujero negro. Mat parecía pasarlo peor, pegándose a la pared lo más posible. Tardaron casi una hora en pasar aquella horrible garganta, entre baches y pequeñas escaladas que tuvieron que hacer, ya que a veces el camino estaba deshecho. Finalmente dieron con una zona de rocas mezcladas con tierra, dándole un aspecto inestable. Mat mando tener cuidado y pisar poco a poco. Finalmente llegaron hasta una cueva pequeña, apenas iluminada con cientos de destellos blancos en las paredes.

- Es aquí- dijo Mat acercándose con cuidado a la pared y tocando levemente las piedras blancas. Aquellas piedras servirían para la caldera de la base para un buen tiempo. Sôkar esperaba fuera de la cueva tranquilo, mirando la enorme garganta que había bajo sus pies. Zap permanecía sentado en el túnel junto a Kaji, mientras Lluvia estaba cerca de Mat mirando que hacia. El chico saco un pequeño pico y empezó a sacar pequeñas piedras blancas y las guardabas en una bolsa- Están bien sujetas…-decía de vez en cuando haciendo fuerza para arrancarlas de la pared. Al cabo de una hora tenía media bolsa llena, pero aun le faltaba mucho. Lluvia había perdido el interés y permanecía sentada en el suelo de la cueva con la espalda apoyada en la pared con los ojos cerrados. Kaji juraría que se había quedado dormida, pero mejor no acercarse. Kaji seguía sentado en el pequeño túnel que unía la caverna con la garganta, y Zap a su lado tenia pinta de que ya se le acababa la paciencia. Sôkar seguía fuera, vigilando por si acaso.

- Mat, ¿falta mucho?- dijo Zap tirando pequeñas piedras contra la pared de enfrente.

- Faltara lo que falte. Aguántate y espera- dijo Mat picando poco a poco para sacar otro mineral. Zap miro con cara de aburrido el lento trabajo de Mat. Se levanto y se acercó.

- Esto se acaba rápido- dijo, y antes de que nadie pudiese pararlo dio un puñetazo contra la pared. Mat solo le dio tiempo a insultarlo una vez, antes de que el techo empezara a deshacerse. Al principio solo era un poco de tierra, pero la cosa amenazaba con ir a peor. Lluvia sintió como algo le golpeaba la nariz, y se despertó un poco atontada de aquella siesta.

- ¿Pero que pa…- no le dio tiempo a acabar. Apoyo la mano en el suelo para levantarse, pero noto como el suelo bajo ella empezaba a ceder. Kaji vio como un surco de tierra empezaba a tragarse a la chica de pelo azul, que como se acababa de despertar tenia sus reflejos bajos. Kaji se lanzo hacia ella en un intento de sujetarla. Pudo aguantar su muñeca, y vio como la chica quedaba colgada y bajo ella la oscuridad absoluta. Sus miradas se cruzaron un segundo.

- Aguanta...-dijo Kaji empezando a hacer fuerza para levantarla, pero antes de que lo consiguiera noto como al tierra bajo él también cedía, y ambos cayeron, siendo invadidos por una oscuridad absoluta. Sôkar que estaba fuera no le dio tiempo a reaccionar, únicamente para ayudar a sacar de allí a Mat y Zap antes del que el techo y el túnel de derrumbasen, sepultando el agujero que hace poco se había tragado a aquellos dos.


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Abrió lentamente los ojos, con un dolor de cabeza bastante fuerte. Intento levantarse pero un fuerte dolor en la espalda le impidió hacerlo a la primera. Kaji apretó los dientes aguantando el dolor para sentarse. El sitio estaba muy oscuro, pero se iluminaba con pequeños hongos. Miro a su alrededor mientras se tocaba la cabeza dolorida, y solo vio un montón de rocas y tierra. Miro hacia arriba, distinguiendo un surco por donde había caído. Kaji lanzo una bola de fuego hacia arriba, comprobando que pocos metros más arriba las rocas y la tierra habían tapado aquella salida. Poco a poco recordó lo sucedido, el desprendimiento y como había caído en un agujero negro junto a Lluvia. De repente la recordó y empezó a mirar a todos lados.

- ¡¿Lluvia!?- grito preocupado en la oscuridad buscándola. Ella estaba a unos diez metros, tirada en el suelo y dándole la espalda. Kaji fue hacia ella ignorando el dolor de su torso. La llamo pero ella no contestaba. Finalmente llego a su lado y empezó a tocarle el hombre para que reaccionase pero ella seguía sin reaccionar. Finalmente la giro y pudo contemplar bajo la tenue luz como por su rostro bajaba un hilo de sangre. Nervioso Kaji acerco sus dedos a los labios de ella, y con alivio comprobó que aun respiraba con normalidad. El golpe la debía de haber dejado inconsciente. La acerco a él, llamándola con algo de miedo y para que reaccionase, pero ella seguía dormida. Entonces Kaji empezó a toser con una irritación de garganta bastante fuerte. Entonces se fijo como la pequeñísima cueva estaba iluminada con hongos verdes, de los que Mat había dicho que eran venenosos. Quedarse allí podría significar la muerte. Antes de seguir intentando reanimarla la levanto como pudo y la apoyo en su espalda.

Con un horrible dolor abdominal y cargando con el cuerpo de Lluvia busco una salida. Durante un momento pensó que no encontraría ningún lugar por donde escapar y que quedarían allí atrapados muriendo poco a poco, pero finalmente consiguió encontrar una salida medio oculta y pequeña. Kaji notaba que se mareaba poco a poco, e intentaba respirar lo menos posibles tapándose la boca con la mano. De repente vio como los hongos empezaban a desaparecer para dejar ver los hongos blancos. Poco a poco sintió como el aire volvía a ser más limpio. Finalmente consiguió encontrar otra caverna bien iluminada. En ella había un pequeño lago, de no más de unos metros, pero el agua parecía limpia. Kaji dejo a Lluvia apoyada en una roca con cuidado y se acercó a beber humedeciendo la garganta irritada. Miro su imagen en el agua, la cual no se veía el fondo. Tenía el pelo revuelto, algunos cortes y un moratón en el pómulo, pero no parecía tener más heridas. Se quito la camiseta, comprobando como en el lateral de su cintura había una zona violácea que marcaba un fuerte golpe. Se estiro para comprobar que no tuviese más heridas importantes, y además del leve dolor de espalda no parecía tener nada más. Miro hacia Lluvia quien seguía apoyada inconsciente. Cogió algo de agua con las manos y se acercó a ella, y con cuidado le humedeció los labios. Ella seguía sin reaccionar, pero por lo menos su respiración y pulsación era normal. Con cuidado aparto el pelo enmarañado de la joven, viendo la fea herida que se había echo. Arranco un trozo de su capa y la mojo y le limpio la herida con cuidado, aunque ella no se quejo en ningún momento. La herida no era profunda, era más sangre que nada. La acostó para que descansara, apoyando la cabeza en la capa que él se había quitado. Ahora andaba solo sin camiseta y cada poco se echaba algo de agua en el moratón que le quemaba levemente. Hacia bastante frio, pero el cuerpo de él estaba lo suficientemente caliente como para que no fuese una molestia. Mientras Lluvia permanecía inconsciente miro por todos lados buscando una salida, pero no encontró nada, y la preocupación empezó a invadirle. Estaban atrapados en una cueva perdida de la mano de dios, sin saber que hacer. Se dio cuanta de que habían perdido las mochilas donde estaban guardados los sacos, la comida, etc. Kaji arranco otro trozo y lo humedeció, poniéndoselo luego en la boca. Comprobando que Lluvia seguía bien se dirigió a la cueva donde habían caído. Con una pequeña bola de fuego fue iluminando el camino. La cueva estaba mucho mas cerca de lo que pensaba, el camino con Lluvia a cuestas se le había echo largo. Busco un rato entre los escombros, encontrando su mochila, pero estaba abierta y había perdido bastantes cosas. Un par de latas de comidas, un pequeño botiquín y un termo. También encontró la mochila de Lluvia, pero echa jijones y sin nada dentro. Salió de allí una vez noto que se le iba levemente la cabeza y que su garganta se quejaba. Al volver Lluvia permanecía en el mismo sitio, sin haberse movido ni un centímetro. Con la ayuda del botiquín pudo limpiar mejor la herida de Lluvia que ya no sangraba nada. Kaji resoplo pesadamente, ahora lo único que le quedaba era esperar a que ella despertase. Pasaron las horas y Kaji sentía que su paciencia iba a menos. Calculo que ya seria bastante tarde, puede que casi de noche. Algunas veces le daba de beber a Lluvia, con cuidado de que no se ahogase. Kaji comió una de las latas en conservas para cenar. El sueño empezaba a mellar en él. También pudo notar como el frio había bajado increíblemente, incluso haciendo que Kaji tuviese algún que otro escalofrió. No había conseguido encontrar nada para hacer fuego, y encender el uno constantemente toda la noche seria agotador.

Kaji se encontraba sentado contra una roca, mirando el oscuro techo iluminado por barias setas luminosas pensando como saldrían de allí. El dolor de su costado había disminuido considerablemente y ya casi no le molestaba, lo que era un alivio. Un nuevo escalofrió recorrió su cuerpo haciendo que él leve sueño que tenia desapareciese. Maldijo por lo bajo. Entonces miro hacia Lluvia, quien seguía dormida a unos pocos metros de él. Nunca pensaba que diría aquello pero tenia ganas de que despertase y le insultase, por lo menos así sabría que ella estaba bien. Con algo de miedo se fijo como la piel de la chica estaba mucho más pálida de lo normal, dándole un aspecto siniestro. Kaji algo asustado se acercó a ella, tocando levemente su mejilla. Estaba fría, increíblemente fría, aquello no podía significar nada bueno. Se fijo en su respiración, y aunque constante, a los ratos un escalofrió de la joven entrecortaba su aliento. Aquello iba a mal, sin un saco térmico Lluvia podía morir de frio aquella misma noche. Kaji calculo si con la ropa de ella, y con alguna de él podría conseguir devolverle la temperatura, pero pronto desecho esa idea. Se fijo en las manos de ella, blancas finas, y con la punta de los dedos algo moradas. Pillaría una hipotermia con suerte si no era algo peor. Kaji intento pensar rápido, pero la única idea que se le ocurría le daba tanto miedo que le rizaba el pelo de la nuca, pero no parecía haber otra opción. Tragando saliva, llevo su mano temblorosa hasta la cremallera de la parte superior de la ropa de Lluvia, y deseando que por dios no se despertase ahora, empezó a bajarla. Tenía los ojos cerrados, y deseaba que Lluvia llevase algo más por debajo. Una mirada indiscreta sirvió para confirmar que la joven, por debajo del traje de las misiones llevaba la parte de arriba de la ropa interior, aunque aquello provoco que las mejillas de Kaji cogiesen un mayor color rojo. Con cuidado le quito la parte de arriba, quedando casi desnuda hasta el cinturón. Se fijo como por algunas partes de su cuerpo había algunos moratones, seguramente debidos a la caída. Otras heridas tenían el aspecto de llevar allí ya bastante tiempo, y de que tampoco se irían durante bastante. Pero Kaji se fijo como en la cintura, en el lado derecho, en la parte de la cadera, cinco horribles mascas de quemaduras estropeaban la pálida piel de la joven. Kaji, mirando de vez en cuando que Lluvia no se despertase, y las examino extrañado. Era la marca de unos dedos, de unos dedos en llamas que la habían intentado agarrar. Pensó que podría haber sido causa de Flama, de alguna de sus peleas, pero aquellos dedos eran mucho mas gordos que los de la chica de fuego. Kaji se acordó de la noche que escaparon de Beluga, cuando Lluvia llevaba extrañamente una crema para quemaduras en su bolso. ¿Podría ser para aquello? Kaji las toco levemente, notando como aquella zona era la única que desprendía un leve calor. Un pequeño escalofrió de Lluvia lo hizo salir de sus pensamientos, y volver a su plan para que la joven recuperase algo de calor. Con cuidado la inclino, apoyando la cabeza de la Lluvia en su hombro, y la acerco más a él. Kaji no tenía camiseta, y podría notar el pecho de Lluvia contra su torso. Sin duda nunca volvería a tener la cara tan colorada. Volvió a tragar más saliva, pegando más ambos cuerpos. Aquello era una medida desesperada, y rezaba por que Lluvia no despertase por que si no seguro que no sobrevivía a aquello. Kaji recordó una pequeña clase de supervivencia que Rube les había dado, y de que los cuerpos se pasaban calor mutuamente. Kaji, teniendo la temperatura más elevada de lo común, podría servir como improvisada estufa para que Lluvia no se congelase viva. Cogió una de las capas que tenían, y la coloco sobre la espalda de la joven, envolviéndolos a ambos. Kaji no quería pensar mucho en aquella extraña situación, abrazado medio desnudo a una Lluvia inconsciente únicamente tapados por un trozo de tela… surrealista desde su punto de vista. Al cabo de unos minutos pudo notar como el cuerpo de ella empezaba a recuperar un calor perdido, y aliviado se relajo un poco más. Tenía sus manos sobre la espalda de ella, intentando pasar el mayor calor posible, y la cabeza de Lluvia reposaba tranquila en su hombro. Kaji se fijo en al increíble y tranquila respiración que tenia, como su nada estuviese pasando, pero a la vez, aquella respiración lo relajaba. No supo cuanto quedo así, escuchando una respiración alado de su oído, y mientras se olvidaba del frio, quedo dormido sin remedio.



xXnaloviXx Mensaje Dom Dic 30, 2012 4:42 pm
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Y LO VAS A DEJAR HAYYYYY??? Gran Shonk Gran Shonk
yo quiero ver la reaccion de Lluvia cuando despierte XDXDXD
PD:la mochila de Mat es legendaria
PD2:te amo por haber echo un capitulo tan bueno Very Happy




Dangara Mensaje Lun Dic 31, 2012 9:06 pm
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; _ ; Mi familia me llama asi que lo leere despues.... Waaaa!!! Arigato x3 ! Feliz año nuevo n//w//n!




francisco44 Mensaje Vie Ene 04, 2013 5:13 am
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Hace unas dos semanas empecé a leer tu fic, quedándome enganchado a tú historia con tan solo leer los primeros capítulos; es buenísima Sonrisa. Ahora que alcancé los últimos caps no me queda más que esperar todas las semanas con impaciencia. Espero que mejores la historia en cada publicación y que mantengas tu ritmo e.e
Saludos.


Sayara Mensaje Vie Ene 04, 2013 3:57 pm
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Hi Hi a todos Sonrisa

¿Que tal el nuevo año? Por el momento el mio va genial, y ya traigo el 25 cap. Ya llevamos una buena tirada de capítulos jaja, y seguramente pase de los 30.

Pensé que últimamente había bajado el numero de comentarios, hay algunos users que hace tiempo que no veo, pero quien sabe. Pero parece que hay nuevos lectores Sonrisa,bienvenido Francisco 44, me alegra mucho que te guste mi fic Very Happy. A Dangara, feliz año nuevo a ti también Sonrisa, y a xXnaloviXx, a ti también te amo por tus comentarios XD.

Os dejo con el cap, solo un pequeño spoiler... capitulo largo y KaxLlu XD





Capitulo 25: El templo y el agua




Los tres chicos habían conseguido salir de la cueva antes de que esta se derrumbase engullendo a dos de sus compañeros. Además de eso, ninguno de ellos había recibido ningún tipo de herida, aunque tenían la respiración acelerada. Una vez que Mat consiguió recuperar el control de su respiración empezó a gritar y zarandear a Zap como si de un muñeco se tratase mientras le gritaba que era un idiota y cosas por el estilo. Sôkar toco levemente la tierra, donde antes estaba la entrada a la cueva y quedo callado un rato, centrándose.

- Siguen vivos…-dijo apartando la mano y un par de piedrecitas se desprendieron. Mat lo miro mientras seguía apretando el cuello de Zap, con una cara de duda. Sôkar se giro para mirarlos- No se donde, pero sé que están vivos… al menos Lluvia.

- ¿Y como puedes saberlo?- dijo Mat soltando a Zap, quien cayo casi en el borde del acantilado. Además de sus voces, solo se oía el ruido del agua en el fondo de la grieta, allá abajo donde la oscuridad era tal que no les permitía ver nada.

- Lo se…- pronuncio dándose un aire de misterio. Mat arqueo una ceja sin creerse aquello, no era del tipo de personas que confiasen en predicciones o presentimientos. Sôkar resoplo levemente, rascándose la cabeza- Durante años he estado unido a Lluvia, siendo su sombra. Ahora he madurado y puedo separarme de ella cuanto quiera, pero aun así el vinculo sigue ahí, si me centro puedo sentirla a más de dos kilómetros. Por el momento es en lo que podemos confiar-pronuncio apoyándose en una roca.

- ¿Y Kaji?- pregunto Zap una vez consiguió recuperarse de la estrangulación de Mat.

- De él no se nada, lo único que podemos hacer es esperar que ambos estén juntos y bien- concluyo Sôkar, y el silencio los envolvió un rato. Pero Mat no era del tipo de personas que se quedaba horas en una garganta esperando un milagro, así que empezó a caminar por donde había venido.

- Por mi parte, podemos seguir buscando minerales. No pienso quedarme sin hacer nada- dijo, mientras Sôkar asintió con la cabeza. Aquello era lo más sensato por el momento. Mat miro a Zap con una cara de amenaza- y a ese tenlo vigilado- Sôkar volvió a asentir.

Volvieron sobre sus pasos un buen rato, hasta que salieron de la garganta. Mat indico un nuevo camino por la oscuridad, seguro y sin dudar nada. Sôkar, caminando detrás de él, lo miro extrañado. Nunca antes habían estado en aquella zona, dudaba de que Mat si, y no se explicaba como él era capaz de guiarse por una oscuridad así de bien. ¿Qué clase de secretos ocultaba? Sôkar prefirió callar, ya investigaría cuando no se encontrasen en una situación tan peligrosa como aquella. Mat iba abriendo camino por túneles oscuros, mientras Zap silbaba una cancioncilla irritante y por lo cual Mat casi le golpea varias veces. En más de una ocasión Sôkar tuvo que parar en seco a Mat, por que estaba apunto de caerse por algún surco de los que había por el suelo, y Mat se lo agradecía y seguía su camino. En algunas bifurcaciones Matarratas tardaba un rato en decidirse, pero al final siempre elegía un buen camino, y el chico sombre se preguntaba como era capaz de hacer eso. Por otro lado Sôkar, aunque algo preocupado, seguía sintiendo la presencia de Lluvia, lejos y débil, pero al menos la sentía. Las cosas empezaron a ser extrañas cuando en un túnel, por los bordes se veían minerales blancos, justo los que estaban buscando. Sôkar se paro para que Mat empezase a recogerlos, pero él se negó, siguió caminando. El chico sombra se dio cuenta de que Mat estaba extraño, estaba tenso y parecía estar buscando algo en concreto. Sôkar insistió levemente en quedar allí y quitar los minerales aquellos, pero Mat aseguraba que más adelante debía haber más, no sabía por que, pero él lo aseguraba. Sôkar cedió, además de que por que Mat lo decía, por que notaba que se acercaba más a Lluvia, aunque esta aun estuviese lejos. Caminaron un poco más, y Sôkar pudo notar algo extraño. Los túneles empezaban a alisarse, en el suelo apenas había rocas y las paredes no mostraban salientes rocosos, si no lisos, como si alguien los hubiese puesto así. Además el aire era más frio y había una leve corriente que mecía sus cabellos de vez en cuando. Finalmente empezaron a ver una luz blanquecía que iluminaba el final del túnel, y tras conseguir convencer a Zap que no iban a morir, fueron hacia ella. Se podría decir que él único que puso cara de sorprendido fue Mat, pues a Zap no le importaba y Sôkar era más reservado para sus emociones, pero antes ellos, en una cueva de al menos diez metros de alturas, dos puestas de aquel material blanquecino les impedían el paso.

- ¿Qué crees que es?- dijo Sôkar mientras se acercaba con cuidado a las enormes puertas. El suelo de aquel lugar estaba completamente liso, sin duda alguien lo había arreglado para que presentase aquel estado.

- No estoy seguro… y ni se si me interesa saberlo-pronuncio Mat mientras tocaba la puerta con sus guantes puestos. Sin duda la puesta estaba hecha de aquel mineral combustible de color blanco. Si Kaji estuviese allí seria fácil hacerla arder. Sôkar miro de nuevo a Mat de manera desconfiada, sin saber como había conseguido dar con aquel lugar. La puerta tenia dibujada una enorme serpiente, con cada escapa tallada y la boca abierta enseñando los colmillos, quien había hecho aquello era un profesional. En una banda horizontal, atravesando de lado a lado la puerta había unos extraños símbolos. Estaban demasiado altos como para que ninguno de ellos lo tocasen, pero Mat los miro un buen rato- Parecen antiguos, no me suena para nada de ningún libro que haya leído.

- ¿Estas seguro?- pregunto Sôkar mirando los símbolos, mientras Zap se entretenía quitando algo de polvo de entre las escamas de la serpiente. Mat afirmo con la cabeza sin moverse del sitio- Yo no soy muy escéptico, pero a mi no me gusta.

- Lo único que se es que dentro hay muchísimo de este mineral- dijo Mat sin dejar de tocar la puerta. Si se llevaban aquella puerta, seguramente no necesitarían preocuparse más por la calefacción por lo menos por un par de años.

- ¿Y como sabes tu eso?- dijo Sôkar algo desconfiado mientras lo miraba. Mat se tenso un poco, como sintiendo que había metido levemente la pata, y rascándose la cabeza busco una excusa.

- No… es una corazonada, intuición. Si pueden permitirse unas puertas así dentro tiene que haber más supongo- dijo malamente, y Sôkar no se creyó de todo aquello, pero lo dejo pasar.

- ¿Y si entramos?- pronuncio Zap tranquilo alado de la puerta.

- Zap, no digas idioteces- contesto Mat- Unas puertas como estas deben de proteger algo muy valioso, no se abrirán al primero que pase…- quiso continuar, pero vio como Zap empezaba a hacer fuerza para abrir una, y tras un leve crujido, esta se movió levemente, dejando a Mat con la boca abierta.

- Se ve que alguien se olvido de echar la llave- dijo Sôkar acercándose a Zap para empujar la puerta. Mat también tuvo que arrimar el hombro, y aunque los tres estaban usando toda su fuerza, la puerta se abría muy poco a poco, mientras rechinaba levemente. Finalmente se abrió lo suficiente como para que pasase una persona metiendo barriga, y pasaron los tres. Mat quedo aun más sorprendido al fijarse que las puertas tenían al menos diez centímetros de ancho. Se esperaban encontrar con un lugar oscuro y siniestro, lleno de telarañas y cosas por el estilo, pero lo que se encontraron si dejo a todos con la boca abierta.

- ¿Veis eso?- dijo Mat sin acabar de creérselo. Ante ello, bajando un par de escaleras talladas en la piedra, una enorme caverna se extendía con casi un Kilometro de longitud, iluminada por cientos de esferas blancas en el techo. Las paredes de la caverna eran lisas, como la de las ciudades, pero mostraban la textura de las piedras más duras que existían. En la cueva, una combinación de pequeños lagos, ríos y extraños edificio se extendían ante ellos por cientos- Creo… que es un templo…-dijo Mat sin creerse aun aquello. Cientos de mini lagos se conectaban a través de pequeños riachuelos tallados en la roca, y entre ellos edificios de roca blanca se elevaban con una altura de dos plantas como máximo. Los edificios estaban sobre pequeños podios, que había que subir por tres escaleras, y muchos de ellos no estaban cerrados, si no que columnas soportaban techos de piedra colores varios. En algunos edificios no tenían techo, no por que se derrumbase, si no pro que lo habían echo así. Por otro lado, no se veían indicios de que nadie viviese allí, podría haber vivido en un pasado muy lejano, pero entonces seguro que no. Mat trago saliva, mientras un aire que había en aquella cueva movía su coleta- Este tipo de arquitectura no me suena.

- A mi si- dijo Sôkar seguro, a la vez que su voz tenía algo de nerviosismo. Mat lo miro sorprendido, y queriendo saber más de aquello- Mi abuelo me hablo de esto- pronuncio dando un paso adelante.

- ¿Tu abuelo?-dijo Zap- no sabía que tenías abuelo.

- Murió hace ya mucho- contesto Sôkar sin inmutarse- pero antes de morir me enseño un par de cosas. Él era un gran aficionado de historia. Aunque el gobierno siempre la ha censurado él ha estudiado y sacado información de donde ha podido. Esto sin duda es un templo antiguo, construido por los que antes vivían en la superficie- dijo tajante y serio.

- ¿Estas de broma, ¿no?- pregunto Mat sin acabar de creérselo- ¿Me estas diciendo que este templo estaba en la superficie y se hundió?- dijo con tono irónico.

- No, por supuesto que no. Estamos demasiado por debajo de la superficie como para que un templo se una y que este en tan buenas condiciones, pero puede que fuese construido por gente que vivió arriba, o por sus descendiente… no se- concluyo Sôkar empezando a bajar las escaleras que daba a aquella especie de ciudad templo. Mar y Zap lo siguieron algo desconfiados, sin saber que trampas podrían acechar por allí.

El lugar no parecía peligroso, únicamente el polvo se amontonaba en las esquinas, en señal de que hacia mucho que nadie pasaba por allí. El agua que pasaba por los canales era pura y limpia, por lo que tenía que estar única a un acuífero o algo así, incluso podía ser que el agua que bebían en Leona estuviese conectada con aquella. Había algunos peces de colores que nadaban tranquilos en el lago, pero solo eran unos pocos, seguramente en el pasado eran bastantes más. Miraron el interior de algunos templos, donde tanto el suelo como las paredes estaban completamente decorados, en muchos se representaba la naturaleza, arboles de todo tipo, flores, o cielos oscuros con cientos de puntitos blancos, pero la pintura se habida desgastado con los años y apenas se veía las imágenes. Algunos también estaban decorados con telas, que estaban a desgarradas o llenas de polvo o sin color. En muy pocos templos, encontraban una o dos camas mas hechas, seguramente de las personas que allí trabajaron. Sin duda aquello nunca había sido una ciudad ideada para vivir, pues carecía de cientos de cosas necesarios, únicamente fue creada como templo. Sôkar se fijo en que todos los templos, en la entrada, tenían la representación de una especie de esfera con líneas curvas saliendo de ella, de lo que Sôkar creyó que era la representación de una flor, o de una especie de media esfera con un lado metido para dentro. Mat parecía encantado con aquel sitio, cada edificio, cada pintura le sorprendía más que la anterior. Entonces, los ojos de Zap se fijaron en un templo algo diferente a los demás. Este se encontraba completamente rodeado de agua, y únicamente se podía acceder a él a través de un pequeño puente que con el tiempo algunas piezas se habían caído. El templo era muchísimo más alto que el resto, todo él estaba decorado con estatuas que habían perdido su policromía hace tiempo y las ventanas estaban tapadas con vidrieras, cosas que en el resto no. Sôkar empezó a cruzar el puente con cuidado, aunque a Mat no le acaba de parecer buena idea. Empezaron a subir los escalones que llevaban a la puerta principal. La puerta no era del mismo material que el resto del edificio, sino que dorada y brillante, seguramente de oro. Casi toda ella tenía extraños símbolos, como los que se encontraban en las entradas del resto de los templos. Los tres dudaron un momento, y finalmente decidieron abrirlas. Ambas puertas tenían dos picaportes en forma de serpiente en posición de atacar, dándole un aspecto amenazador. En cambio de la anterior puesta esta abrió con un poco de fuerza, aunque hizo un ruido que resonó por toda la cueva. Dentro, una sala redonda les esperaba, con una enorme cúpula que dejaba entrar a través de unos arcos la luz del exterior. El suelo estaba totalmente echo con una mosaico, mayormente escrituras en dorado que ninguno de podía entender. Las paredes también tenían mosaicos, pero en cambio de los otros edificios, este tenía cientos de escenas de guerras. La sala era enorme y las imágenes de muerte se repetían una y otra vez. Sôkar se acercó a inspeccionar mas de cerca las pinturas. Eran guerreros del antiguo mundo, muchos de ellos eran representados echando fuego o rayos, y todo tipo de elementos. Por la parte baja de la pared la representación de cadáveres amontonados unos sobres otros se alargaban más de un metro. Aquello debía representar el fin del antiguo mundo, cuando los elementales asustados de una destrucción total se escondieron bajo tierra. Estuvieron viendo las horribles escenas durante un buen rato, hasta que Zap les llamo la atención. Al fondo de la sala, camuflada con pinturas, otra puerta cerrada les impedía el paso a la otra sala. A diferencia de las anteriores esta estaba bien cerrada. Buscaron algún tipo de palanca, ya que no parecía tener cerradura alguna. Finalmente Sôkar sugirió irse de allí, pero Mat se había interesado por aquella puerta y lo que ocultaba. Sacando un par de materiales de su mochila, hizo un mini explosivo que coloco en la cerradura. La explosión hizo que el templo temblase levemente, pero por al menos no cayo nada. La zona de la explosión escureció poco las puertas, pero no estropeo los increíbles relevos que tenia. Sôkar y Mat abrieron ambas puertas, pero no vieron nada. La sala estaba completamente a oscuras, sin ventanas ni ningún tipo de iluminación. Solo veían un pequeño camino que se elevaba un poco sobre las aguas. Mat empezó a caminar, pero Sôkar quedo en su sitio, contemplando la oscuridad.

- No os vais a creer esto…-dijo sin moverse del sitio, mientras Zap y Mat lo miraban arqueando una ceja. Mat busco en su mochila un par de bengalas, y cuando las encendió las fuertes llamas iluminaron la enorme sala.

- Oh dios mio…-fue lo que dijo Mat mientras contemplaba con los ojos muy abierto lo que se mostraba ante él.

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Lluvia despertó con un horrible dolor de cabeza, sintiendo medio entumecido el cuerpo. Abrió lentamente los ojos, parpadeando de vez en cuando para saber donde estaba, pero aun cuando consiguió estar completamente despejada, no lo supo con certeza. El sitio estaba oscuro, apenas iluminado y hacia mucho frio. Se inclino levemente, yi vio como una capa negra que la cubría se deslizaba lentamente. Estaba acostaba en una cueva fría, y vio como no muy lejos de ella Kaji estaba durmiendo apoyado a la pared, únicamente con su ropa normal. Ella observo algo atontada como la capa de Kaji le había servido como almohada y ahora estaba tirada en el suelo. Lluvia se paso la mano por los ojos para despejarse levemente de la jaqueca. Apenas se acordaba de nada, solo que habían encontrado la cueva con los minerales, y de ahí todo negro. Vio como no muy lejos había un pequeño lago pegado a la pared de roca y se acercó a beber. Aprovecho para lavarse la cara y mojarse levemente el pelo, donde descubrió un bonito chichón y una herida que ya empezaba a sanar. Empezó a notar algo de frio, y se puso la chaqueta para calentarse, pero no fue suficiente. Le parecía raro que durmiera de un tirón aun del frio que hacia se introducía hasta los huesos. Se humedeció levemente los labios, mientras que con los dedos se peinaba levemente. Se sentó un rato a descansar, moviendo de vez en cuando los brazos o las piernas para comprobar que todo iba bien, pero su paciencia no tardo mucho en acabársele la paciencia, y se encamino seria hasta donde Kaji se encontraba.

- Cabezón…-dijo seria a su lado, pero el pelirrojo no hizo gesto alguno de despertarse. Lluvia resoplo pesadamente y se inclino un poco- ¿¡Quieres despertarte pedazo de inútil?!- grito, y el chico se despertó sobresaltado sin entender que pasaba, pero al ver que Lluvia estaba delante que de él, dejo salir el aire algo aliviado de que la chica estuviese bien, aunque le hubiese levantado así. Ella volvió a poner la espalda recta, cruzando ambos brazos delante del pecho- ¿Me quieres explicar donde y por qué estamos aquí?- pregunto arqueando una ceja. Kaji la miro mientras se levantaba y movía las extremidades algo entumecidas para que entrasen en calor.

- Pues después de que Zap hiciese una de las suyas ambos caímos por desprendimiento de tierra- decía Kaji mientras seguía estirando los brazos- Te golpeaste la cabeza y llevas inconsciente desde ayer.

- ¿Desde ayer?
- pregunto Lluvia algo incrédula- ¿Llevo tanto durmiendo? – Kaji afirmo con la cabeza mientras iba a buscar su chaqueta para ponérsela- ¿Sabes algo de ellos?- Kaji negó simplemente- Supongo que no deben de haberse ido… Sôkar no lo habría permitido.

- No se, ¿Cómo van a saber ellos que estamos vivos?
- dijo Kaji mientras acababa de abrochaba la capa y volvía a sentir calor.

- Sôkar lo sabrá, seguro- pronuncio Lluvia mientras daba vueltas alrededor de la cueva inspeccionando todo- Bien… ¿y por donde salimos?- pregunto Lluvia viendo únicamente una salida.

- Por ahí no se puede- dijo Kaji cuando vio que la joven se acercaba al túnel que daba a la cueva con las setas venenosas- Es por donde caímos, y además de no tener salida puedes acabar envenenada- Lluvia chasqueo la lengua molesta, mientras se apartaba de allí. Empezó a caminar en círculos como un animal enjaulado, mientras que Kaji desayunaba otra de las latas de conservas. Estarían en una grave situación si no encontraban una salida rápido. Lluvia toco las piedras que formaban la cueva, desechando la idea de abrirse paso a golpes, seguramente lo único que conseguiría seria abrirse los nudillos y cansarse. Lluvia se dirigió hasta el pequeño manantial para beber, pero algo llamo su atención. No se veía el fondo, solo una completa oscuridad. Lluvia saco su guante y introdujo su brazo en la fría agua, mientras cerraba los ojos y se concentraba. Al poco saco el brazo e hizo un movimiento seco para quitar las gotas que resbalaban por él, y sin dejar de mirar esa agua negra comunico su nuevo hallazgo a Kaji- Hay una forma de salir-dijo mientras Kaji la miraba con algo de comida en la boca- Este manantial esta conectado con otro, tiene corriente, puede que nos lleve a alguna salida.

- ¿Estas segura?
- pregunto Kaji acercándose al borde de la laguna, mirándola con desconfianza.

- No del todo, pero mejor que nada…- Lluvia guardo un rato silencio mientras pensaba, y luego miro a Kaji con los ojos entrecerrados y con cara de pocos amigos- Date la vuelta…- Kaji no entendió muy bien por que, pero prefirió no llevarle la contraria. Se dio la vuelta mirando el otro lado de la cueva, y entonces entendió porque de aquella orden. Escucho como la cremallera del traje de Lluvia se deslizaba nuevamente, lo que hizo que el chico se pusiese algo rojo.

- ¿Pero que haces?- pregunto girándose un poco para mirarla, pero ella rápidamente le grito.

- ¡Que no mires imbécil!- grito con cara de enfado, mientras Kaji volvía a mirar el otro lado de la cueva. Escucho como la chica desabrochaba el gran cinto que atravesaba su cintura- Voy a mirar que hay ahí abajo, y no pienso hacerlo vestida. Así que no mires-dijo algo enfadado, mientras dejaba caer el resto de la ropa.

- No.. si no hay nada nuevo-dijo sin querer Kaji con las mejillas rojas, lo que llamo la atención de Lluvia.

- ¿Qué has dicho?- pregunto con una mirada asesina en los ojos.

- Nada, nada- se defendió rápidamente Kaji, intentando evitar que lo degollase. Lluvia seguía mirándolo con desconfianza, pero acabo por dejarlo pasar.

- Voy a ver que hay por ahí abajo, quédate aquí quietecito- dijo Lluvia acabándose de quitar las botas, quedando únicamente con su ropa interior. Introdujo un pie en el agua helada haciendo que la superficie lisa dibujase cientos de pequeñas olas. Se puso de pie en un pequeño saliente de la laguna, donde le daba por las rodillas, y miro la oscuridad que la esperaba- No tardare mucho- dijo antes de lanzarse por completo al agua. Kaji solo le dio tiempo de ver los pies de Lluvia desaparecer en el manantial. Algunas burbujitas ascendían de las profundidades para luego explotar en la superficie, pero al poco cesaron. Kaji empezó a ponerse nervioso cuando paso un minuto y el agua permanecía completamente tranquila. A los cinco Kaji ya estaba en estado de pánico, pensando que Lluvia no había conseguido encontrar una salida y tampoco volver, seguro que allí abajo estaba oscuro y no seria difícil perderse. Ya estaba tirándose de los pelos cuando la superficie del agua se rompió, dejando volver a ver a Lluvia. La joven dio una enorme bocanada de aire mientras se apoyaba en unas rocas, y su pelo húmedo se le pegaba al rostro y cuerpo. De nuevo, Kaji sintió un enorme alivio al ver a la joven. Ella respiro sonoramente un rato antes de empezar a hablar- he encontrado una salida- dijo con una pequeña sonrisa en sus labios- Esta a dos minutos buceando sin prisa, pero he encontrado una pequeña bolsa de aire en la que puedes parar a respirar. Además, ahí abajo también hay hongos luminosos, no muchos pero sirven para no darte contra las rocas- dijo mientras se sentaba en las rocas del borde de la laguna- Apúrate, quítate la ropa y mete la mía más la tuya en tu mochila, es impermeable y con un poco de suerte quedaran secas cuando lleguemos al otro lado- dijo echando su pelo empapado hacia atrás.

- Esto…- Kaji se puso bastante rojo ante la orden de Lluvia, la idea de desnudarse no le hacia mucha gracia- Tengo una pregunta, siendo tu de agua y yo de fuego, ¿Qué más da que empapemos la ropa?- pregunto con algo de miedo a la chica. Ella lo miro arqueando una ceja.

- ¿Eres idiota?- fue su primera respuesta- No sabemos que puede haber al otro lado, y yo paso de malgastar energías inútilmente secando ropa. ¡Así que apura! – agravo su voz para que Kaji se diese prisa. El chico cogió su mochila medio vacía, únicamente con una par de latas dentro y el botiquín, y empezó a desnudarse. Lluvia seguía quieta en el borde de la laguna, sin mirarle para nada, mientras pasaba una y otra vez los dedos por su largo cabello azulado. Kaji quedo en ropa interior, y doblando bien el traje, lo guardo en la mochila, al igual que el de Lluvia. Con aquello, y además con los zapatos de cada uno, la mochila presentaba un aspecto abultado y que estaba apunto de abrirse, pero el chico la cerro bien para que no entrase agua. Se acercó a la laguna algo inseguro, y empezó a meter un pie en el agua. Esta fría, más bien helada, si pasaban más de diez minutos ahí dentro seguro que no aguantarían vivos. Kaji se metió hasta la zona donde podía pisar, que le daba por el ombligo, y luego miro el surco negro de aguas profundas que se extendía ante él. Se puso muy nervioso, y Lluvia fue hasta él colocándose a su lado- ¿Sabes nadar bien?- pregunto sin mirarlo.

- No mucho…-dijo nervioso, temiendo de la ira de Lluvia- Fui algunas veces a la piscina de Leona con el colegio, pero nunca me gusto mucho.

- Tkss
- Lluvia chasqueo la lengua molesta, pensando como le podía suceder aquello a ella. Sin decir nada sujeto la mano de Kaji con la suya, poniendo de nuevo en contacto la fría piel de ella con la caliente de él. Kaji se sorprendió levemente con aquel acto, y miro a Lluvia dudoso, pero ella no le miro ni una sola vez- Te intentare ayudar a llegar hasta la bolsa de aire, así que no hagas idioteces, ¿entendido?- preguntó de mal humor, a lo que Kaji simplemente afirmo con la cabeza y dejo escapar un gracias de sus labios.

Ambos adelantaron una pierna, cayendo en la negrura mientras el agua los envolvía. Lo primero que sintió Kaji fue como si mil agujas se clavasen en su piel, haciendo que no se pudiese moverse. El agua estaba helada y le estaba pasando factura a Kaji quien por un momento no supo que hacer, su subir, bajar o dejar escapar todo el aire que mantenía en sus pulmones. Lo segundo que sintió fue como Lluvia tiraba de su brazo para que empezase a bucear, a lo que él no se pudo negar. Abrió los ojos mientras empezaba a mover su brazo libre, y vio a Lluvia, iluminada por las escasas setas que se habían atrevido a nacer ahí abajo, con su pelo flotando lentamente y a su ritmo en la oscuridad, mientras las puntas de sus cabellos rozaban con el techo de aquella caverna acuática. Kaji dejo escapar sin querer un par de burbujas de su boca, pero rápidamente se dio cuenta de su fallo y que Lluvia lo miraba con malos ojos. El chico empezó a hacer su mayor esfuerzo para bucear, aunque ella hacia la mayor parte del trabajo. La joven se movía sin problemas en su elemento, mientras Kaji la contemplaba disimuladamente. Al principio estaba tan nervioso que ni se fijo en el tiempo que estuvieron nadando, hasta que Lluvia le miro y haciendo un gesto con una mano le hacia señas a Kaji para que fuese para arriba. El joven nado hasta que su cabeza salió del agua, dando con una bolsa de aire. No era nada, solo una pequeña elevación del techo del túnel, tan pequeña que Kaji casi se da contra la roca del techo. Lluvia hizo su aparición al momento, quedando ambos rostros a apenas unos centímetros, el sitio no daba para más. Ella le pregunto si estaba bien, y el aunque con frio le confirmo con la cabeza que podía seguir. De vez en cuando sus pies se rozaban mientras hacían el pequeño esfuerzo de mantenerse a flote. Lluvia le informo de que ahora quedaba la parte más larga y más oscura. Kaji, tras lo fácil que le había resultado el primer trayecto, se confió más de lo que debía, pensando que lo que le esperaba seria coser y cantar. Lluvia volvió a cogerle la mano, pero ahora de manera más fría, sin apenas cerrar los dedos, y volvió a sumergirse, haciendo Kaji lo mismo. Ahora, el chico de pelo rojo se fijaba más en lo que le rodeaba que hacia donde, en total Lluvia guiaba. Apenas se podía ver las pareces de la caverna submarina, únicamente gracia a los hongos que allí abajo crecían, y algunas estaban tan lejos que solo se veía levemente su resplandor. También descubrió que había algunos peces, pequeños y escurridizos que se apartaban a su lado. Kaji miro para abajo, y descubrió sorprendido como en el fondo, iluminado por algunas setas, parecía haber restos de piedras, pero no piedras normales, si no trabajadas, como si fuesen partes de edificios. Kaji quedo mirando un rato aquello, mientras Lluvia seguía arrastrándolo, pero ahora solo le sujetaba la punta de los dedos. Kaji seguía mirando embobado aquellas especie de ruinas, cuando le pareció ver un enorme trozo de roca con inscripciones. Kaji se sobresalto enormemente, sabia que había visto aquello en algún lugar, y sin pensárselo dos veces quiso ir a investigar. Su mano y la de Lluvia se separaron, pero ni se dio cuenta de aquello, y empezó a engullirse en la oscuridad del agua. Nado malamente hacia aquella roca que era iluminada por un hongo algo mayor que el resto, pero estaba mucho más lejos de lo que parecía. Antes de llegar, Kaji noto un pinchazo en su pecho, y volvió a la realidad, sus pulmones se quedaban sin aire. Se dio cuenta de la idiotez que acababa de hacer y empezó a mirar en todos lados en busca de Lluvia, pero lo único que le rodeaba era una oscuridad casi absoluta. Allí apenas habían setas, y las que había estaban lejos, pegadas a las paredes, si él estaba en medio no seria visible. Asustado dejo escapar un par de bolas de aire que ascendieron rápidas, y Kaji las siguió desesperado, en busca de una nueva bolsa de aire. Nado lo más rápido que sabia hacia él techo, pero en él no encontró ningún saliente de donde pudiese obtener una pizca de oxigeno, lo que le asusto hasta más no poder. Kaji empezó a hacer movimientos bruscos sujetando su cuello, y de su boca salían sin remedio cientos de burbujas. En medio de ese caos, no se fijo en un pequeño pedrusco pegado al, y Kaji golpeo la cabeza contra él sin quererlo. Por unos segundos todo quedo negro. No había perdido la consciencia, pero faltaba poco para ello, y su cuerpo yacía inmóvil en el agua. Las últimas bolitas de aire escaparon de él sin remedio, y Kaji empezó a hundirse a las profundidades lentamente. Todo había acabado en menos de cinco minutos, por una tontería y su afán de meterse donde no le llamaban, ahora quedaría allí, en su tumba de agua para siempre. O eso creía él. Cuando sus ojos estaban apunto de cerrarse, entre la oscuridad vio una silueta azul que se acercaba hacia él. Por un momento pensó que era la muerte que había ido a buscarlo, pero resulto ser alguien muy parecido. Lluvia, con su melena flotando sin cesar lo había conseguido encontrar, pero puede que demasiado tarde. Kaji pudo ver como la joven buceaba con elegancia en el frio elemento, como si de una sirena se tratase. La joven llego hasta él, sujetándolo de ambos hombros y mirándolo con cara de enfado, pero al ver que él no reaccionaba y que solo permanecía con los ojos abiertos, comprendió lo que pasaba. La joven miro hacia todos los lados, como si buscase una salida rápida a donde llevarlo, pero no había ninguna. Solo quedaba una opción. Lluvia acerco su rostro al de Kaji, posando sus labios sobre los de él, dándole el aire que tanto necesitaba. Kaji noto como sus pulmones se llenaban levemente de nuevo, permitiéndole unos segundos más de vida, pero el chico no pensó en eso, y simplemente dejo caer sus parpados. No se podría comprar con el beso que había tenido hace tres meses de Flama, pues el que estaba teniendo era frio y de supervivencia, pero igualmente Kaji noto un leve cosquilleo que no sintiera antes. No supo cuando duro el “beso” pero cuando Lluvia se retiro de aquel roce, Kaji fue lo suficientemente espabilado como para cerrar los labios para que no escapase el aire. Abrió los ojos de nuevo, pero lentamente y no del todo, y vio como Lluvia se acercaba a él. La chica cogió uno de los brazos de Kaji y se lo colocó por encima de los hombros, y con otra mano sujetó la cintura del chico. Empezó a bucear arrastrando con aquel peso casi muerto, hacia donde el agua empezaba a ser más clara, llegando por fin al final del túnel.



xXnaloviXx Mensaje Vie Ene 04, 2013 6:15 pm
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Súper Ninja
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Título del mensaje:
LO HA BESADOOOOOOOOOOO(solo para darle hoxigeno)pero LO HA BESADOOOOOOOO
PD:me ha matado lo de ``No...si no hay nada nuevo´´ XDXDXD
sigue asi Very Happy




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