[A que lugar se dirige Kei?]

[Se dirige al paso del Manglar Silver.]

*Eoghan se dirigió hacia el oeste. Había ido demasiado al norte para llegar al puerto y eso le había conllevado varias problemas con los orcos, pero desde hacía un par de días que no tenía visitas. La mayor parte del tiempo iba en su forma de gato o jaguar, mejores para ir por el bosque a la velocidad a la que quería ir.*

(Espero que haya un barco que me lleve.)

*Al llegar al puerto Eoghan se llevó una decepción. Apenas había media docena de barcos, y de ellos un par estaban en reparaciones. Maldijo para sus adentros. Se dirigió a un marinero que estaba cargando el primer barco.*

- Me gustaría hablar con el capitán.

Marinero1: Está en su camarote. Espera un momento que te llevo.

- Gracias.

Marinero2: Tú lo que quieres es escaquearte.

*El Marinero1 llevó a Eoghan ante el capitán. Llamó a la puerta.*

Capitán: Si?

Marinero1: Capitán. Un hombre quiere hablar con vos.

Capitán: Bien. Hazle pasar.

*El Marinero1 habrió la puerta y Eoghan entró rapidamente, quería terminar aquello lo antes posible. Se fijó en el capitán. Era un típico capitán de navío mercante.*

(Me sirve: conoce la mar, un poco cobarde y amante del oro.)

Capitán: Qué asuntos os traen a mi navío señor...?

- Gaoth. Me preguntaba hacia donde os dirigiais.

Capitán: Por?

- Debo llegar a Quendereth.

Cápitan: Lo siento por ti, pero nos dirijimos al sur.

- (Primer ataque, al orgullo.) El puerto de Quendereth solo está a un día en barco de aquí, a no ser que vuestro navío sea más lento, débil y sus tripulantes más necios de lo que me han parecido.

Capitán: *Con un punto de ira en la voz.* El barco es más fuerte, veloz y sus tripulantes más bueno de lo que parece. Pero no quiero desviarme de mi camino, y menos en los tiempos que corren.

- (Segundo ataque, al bolsillo.) Vaya, aun mejor no? Así el viaje será aun más corto. Pero bueno, puedo pagaros, y muy bien. Y los puertos de Quendereth siempre son generosos con los mercaderes osados. Y podrás conseguir algun que otro contracto.

Capitán: Y como estais tan seguro?

- Porqué he sido guardia de barcos muchas veces. He visto llegar a mercaderes casi arruinados al puerto y regresar sin deudas y con contratos de moneda facil.

Capitán: Sabes? No me caes bien. Creo que todo esto es mentira.

- Sabes? Vos me caeis aun peor, pero eso no implica que yo os necesito y vos podeis aprovechar una oportunidad de oro sin ningún riesgo.

Capitán: Me necesitais? Hay media docena de barcos más en este puerto.

- Ahora que lo decís, es cierto. Bueno, iré a enriquecer a uno de tus competidores.

*Se dirigió hacia la puerta sin prisa ni calma. Al estar a punto de abrir la puerta...*

Capitán: Esperad, dejadme pensarlo.

- Si quereis puedo trabajar gratis, como guardia y como tripulante.

Capitán: Dejadme pensarlo.

- Bien, esperaré en una de las tabernas del muelle.
______________________________________________________________

*Eoghan estaba bebiendo un vaso de leche en la taberna La mujer del capitán cuando entró el Marinero1, lo buscó con la mirada y se dirijió hacia él.*

Marinero1: El capitán dice que vale. Que os llevaremos, pero tendreis que trabajar duro.

- El coste del pasaje?

Marinero1: Tu trabajo es tu pasaje.

- Me parece justo.

*Eoghan se terminó el vaso de leche de un trago, dejó el dinero en la barra y siguió al Marinero1 hasta el barco.*

Capitán: *Gritando* Vamos grumetes de agua dulce!, he visto tullidos hacer el trabajo más rápido que vosotros!

*Tras varios minutos de agetreo en el navío, La Doncella Pescadora salía del puerto con dirección a Quendereth.*

[EDIT: Continua en el Mar del Oeste.]



Ultima edición por wasfreak5 el Mie Mar 06, 2013 10:27 am; editado 1 vez

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*El viaje fue un poco largo, Nevelkann se tomó su tiempo para ir admirando el paisaje. Hacía eso cada vez que tenía la oportunidad, cada vez que no se encontrababa bajo la presión de realizar una tarea rápidamente. No le gustaba pensar que era un esclavo de su trabajo. Sin embargo, la extensión del viaje y el sol le dieron sed, y para cuando llegó a la capital de Alessia, ya estaba buscando alguna posada o lugar donde poder beber algo. Si podía buscar una misión de pasada, mejor. Sin embargo, estos establecimientos parecían evadirlo.*

-(Maldita sea mi suerte, justo ahora que pagaría una buena cantidad por un vaso de agua. Quizá debí comprar una botella en el camino, antes de que los puestos dejaran de aparecer.)

*Mientras pasaba por una callejuela, miró hacia adentro y encontró un pozo.*

-(Creo que eso podría valer ahora. A ver si el agua de ahí es apta para el consumo...)

*Se acercó, y tomó el balde que estaba en el borde, unido a una cuerda. Miró en el interior: el balde se veía limpio, no tenía ningún olor raro. Estaba mojado, señal de que fue usado recientemente.*

-(Bien!)

*Lanzó el balde a las profundidades del pozo, hasta escuchar el sonido característico de algo cayendo en el agua. Tomó la cuerda y empezó a tirar, de repente, el balde chocó con algo. Nevelkann se asomó al pozo extrañado, pero estaba oscuro y no podía ver con qué había chocado. Cedió un poco la cuerda, pero no pasó nada, el balde seguía en su misma posicion. Más que haber chocado con algo, parecía que se quedó pegado.*

-(Maldita sea la que te parió! Suéltate!)

*Nevelkann empezó a tirar de la cuerda con enojo, no estaba dispuesto a dejar que un pozo caprichoso le negase algo de beber. El balde no se soltaba. Empezó a tirar con más fuerza, hasta que de repente, el balde salió volando. Seguido de una columna de agua que empezó a mojar los alrededores..*

-(Pero qué...? Los pozos no funcionan así! ._____.)

*Si ya estaba de piedra al ver el agua saliendo casi a presión, quedó peor al darse cuenta de que el agua estaba empezando a moverse, formando una figura...*

*La forma de agua empezó a tomar color, poco a poco se fue pareciendo mas y mas a alguien que Nevelkann ya había visto, Allister, de la orden de las estrellas*

Allister: Nevelkann Makara...mi maestro,y el concilio , requieren de tus habilidades.

Nevellkann: Mande.

Allister: Tenemos una misión de suma importancia para el curso de esta guerra...

*A partir de este momento, Allister entró en la mente de Nevelkann y comenzaron a hablar por telepatía*

Allister:Necesitamos que asesines a un blanco muy...muy dificil...

Nevelkann: Bueno...a decir verdad, mi último blanco fue bastante díficil...*Recordó a Hidkem, y no sabía si estaba vivo o muerto, tanteó la esfera roja que Hidkem le había entregado...estaba tibia, era señal de algo, pero Neve no sabía de que*

Allister: Necesitamos que acabes con la vida de Robert BrightBlade...cuasando la menor cantidad de muertes de la guardia real posibles.

*Nevelkann se sorprendió al oír esto, casi se negó, al pensar que probablemente Allister pudiera estar trabajando para el Lich, luego lo pensó bien...no dudaba de la honestidad de este hombre, algo raro en Nevelkann*

Nevelkann: Puedo preguntar por que?

Allister: Necesitamos que Maximillion BrightBlade...general del cuerpo de Marines, y el único hombre que los soldados confían ciegamente, se convierta en el nuevo rey...Robert ha demostrado reiteradamente su falta de juicio, su inmadurez e insensatez, su codicia y egoísmo...y a pesar de que no es el primer rey así, Alessia necesita un cambio radical, o los ejércitos nunca hallarán el fuego interior que necesitan para pelear...

*Nevelkann sopesó estas palabras, eran dolorosamente ciertas...Alessia ya no era lo que era...y lamentablemente, el rey era en gran parte responsable*

Allister:Aceptas?...si no, bueno...me temo que no podemos dejarte ir con vida...al saber nuestras intenciones...además,me temo que la orden no puede ayudarte para prepararte para esta misión...debes hacerlo por ti mismo, aunque si quieres , contacta a Helianost de la orden del sol antes de partir.

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-(Heh. No soy de esos que andan por ahí hablando de las misiones que han hecho, o en este caso no han hecho, si es lo que te preocupa.)
Allister: (Pero no podemos tomar riesgos. No es nada personal.)
-(Comprendo perfectamente su posición. Afortunadamente para ambos, acepto. Debo asumir que la paga no es problema, cierto?)
Allister: (Eso es correcto.)
-(Perfecto... Necesitaré comprar un par de cosas antes, en cualquier caso. Y si algo sale mal, siempre puedo confiar en salir corriendo a toda velocidad. Todavía no conozco a nadie que me supere en eso... Oh, dammit, verdad que la telepatía permite transmitir los pensa... Bueno, cómo puedo contactar al tal Helianost?)

*Allister hizo una mueca al imaginarse hablar con Helianost*

Allister:(Me imagino que andarán pululando en alguna posada...el rey Robert les prohibió unirse al ejército de Alessia como facción aparte...les ofreció apuntarse como soldados, y ser asignados a algún batallón...pero, la verdad, no podemos permitir que un grupo tan fuerte sea tratado así...ellos trabajan mejor como grupo...y en fin, estoy divagando, pregunta por la ciudad si alguien ha visto un grupo de guerreros con lanzas y armaduras doradas, se le informará a Helianost que Nevelkann Makara lo está buscando)

*El cuerpo de Allister perdió su forma y se derramó en el suelo*

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[Sorry, Dani, pero inevitablemente me imaginé esto como la susodicha mueca de Allister xDDD]

-(Voy a tener que buscarlos, además? Oh, bueno, mejor me pongo manos a la obra. -D-)

*Tras beber lo que quedaba en el balde, Nevelkann se dirigió al centro de la ciudad. Se imaginó que preguntar directamente en la milicia sería sospechoso, así que buscó una taberna cercana en la que pudiesen estar. Se asomó adentro, pero no encontró ninguna armadura ni lanzas doradas. Miró fuera y buscó a alguien a quien preguntarle, un ancianito que se encontraba sentado en una silla en la casa del frente parecía una excelente fuente de información. Se acercó al anciano, pero pronto dejó de ser necesario: un grupo de guerreros con lanzas y armaduras doradas apareció en la calle, dirigiéndose a la taberna. Nevelkann se acercó.*

-(Podría hacerme el gracioso y preguntarles por el grupo de lanzas y armaduras doradas, que es lo que Allister me ha dicho... Nah, esto es un trabajo. Toca ser serio.)

*Llamó la atención de uno de los guerreros. Le quedaba claro que Helianost era el del medio, era el que se veía más imponente, pero por si acaso...*

-Busco a un tal Helianost.

*Kei caminó cerca de 2 kilómetros más hacia el norte, a lo lejos se oía el sonido de cañones disparando, probablemente la batalla ya había comenzado y los orcos estaba asediando desde el océano, no había tiempo que perder, pero notó el batir de las alas de algún tipo de animal, quizás un Roc , rápidamente volteó para hacer frente a la bestia, pero no había nada allí, aunque el batir de las alas seguía oyéndose, fue entonces cuando recordó el dragón eléctrico Thordrum*

-(Si iba a seguirme, por lo menos se hubiese molestado en usar algún hechizo de silencio, que la invisibilidad no le sirve de nada si aún puedo oírlo y olerlo)

*Kei decidió hacer caso omiso, y continuar hacia el paso de Manglar, después de todo si no les mataba el, lo harían los orcos, no era nada conveniente para ellos el involucrarse en medio de una batalla así. Siguió caminando, ya con sus heridas más sanas, (por lo menos lo suficiente como para pelear) , y se encontró directamente con el campo de batalla, era un infierno en tierra, los elfos y humanos estaban esparcidos, muertos y desmembrados por doquier, los cañonazos de ambos bandos se oían a cada minuto, y en el aire se sentía un fuerte olor a azufre y óxido, Kei desenfundó nuevamente su rifle, y comenzó a buscar algún soldado que pudiese llevarle con Maximillion, cuando vio a lo lejos un elfo correr hacia el*

Arquero: Chico, necesitamos mas hombres en el puesto de artillería del noreste, los orcos siguen avanzando!

-Necesito que me lleven de inmediato con Maximillion.

Arquero: Sígueme.

*El elfo y Kei comenzaron a correr en dirección al puesto de artillería, donde Kei creyó que se encontraba Maximillion*

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*Tras un largo rato caminando, el grupo de marines liderado por Richard Drogbane, y junto a los cuales viajaban Cromwell y Azrael, llegó al sudeste de Alessia. Muy lejos se divisaban enormes columnas de humo y un ruido casi ahogado por la distancia. El teniente abrió los ojos de par en par*

Richard: No... ¡¿No habrán trabado combate ya?! ¡Deprisa, hombres! ¡debemos llegar lo antes posible!

*Todos apretaron el paso siguiendo al teniente Drogbane. Conforma pasaron una colina, el teniente, que iba en cabeza, se detuvo. Cromwell se paró a su lado, preguntándose por qué se había detenido. Miró al frente y lo comprendió.

El ejército humano de Alessia estaba siento derrotado por los invasores. Montado en un wyvern había una figura que destacaba por encima del resto. Azrael empleó el zoom de su casco por curiosidad. Puso distinguir al nigromante montado en aquél wyvern, y así se lo hizo saber al resto. El teniente apretó los puños, parecía que aquél enemigo no era alguien nuevo para ellos.*


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*En el mismo campo de batalla, la situación era desastrosa para las tropas.

Zylak era un sacerdote guerrero, un hombre entregado a Sigmar, el dios emperador, y administraba su justicia con plegarias durante la paz, y con martillazos y arengas durante la guerra. Junto a él se encontraban, codo con codo, toda su compañía al entero... o lo que quedaba de ella. Su capitán mató a un orco con un hábil movimiento de espada, y él hizo lo propio de un contundente golpe de martillo.*

Zylak: ¡Por Sigmar, hombres libres de Alessia! ¡Luchad, luchad y abríos camino hacia la victoria!

*Los hombres apenas parecían escuchar sus palabras, y Zylak se había dado cuenta. Pero decirlas en voz alta le ayudaba a él mismo a creerselas. Un cuerno de batalla humano sonó. Una vez. Dos veces. Tres veces. El capitán tragó saliva Zylak se dirigó a él*

Zylak: ¿Capitán, qué significan tres bramidos?

Capitán: Retirada, hermano sacerdote.

*Los hombres que se encontraban más alejados del combate dieron media vuelta inmediatamente, replegándose hacia la capital, Algunos hombres demasiado cerca del combate se dieron la vuelta solamente para ser asesinados por la espalda por sus enemigos. La retirada era un caos, cientos de hombres estaban siendo masacrados durante la huída. El capitán observó todo aquello. Derrotó a un orco más y llamó a Zylak*

Capitán: Zylak... debemos mantener la línea, alguien debe hacerlo. Da tu mejor arenga, motiva a estos hombres. ¡Alessia necesita héroes!

*El sacerdote comprendió las palabras del capitán. Ellos se quedarían manteniendo la línea para dar tiempo a cuantos pudiesen huir. Con una voz alta y clara, el sacerdote habló sin miedo mientras combatía, y todos podían oírle. En su voz no había miedo, y contagiaba determinación y valentía. Su arenga llegó al corazón de aquellos guerreros, que combatieron con fuerzas renovadas. Aquello era lo que necesitaba Alessia; una motivación, una causa.

Apenas cien hombres fueron capaces de mantener a raya a un enemigo tan superior en número, sin flaquear, sin dejar huecos, arrastrando a la muerte consigo a cuantos orcos pudiesen. Vendieron cara su piel y nunca cedieron un palmo de terreno.

Pero aquellos guerreros eran hombres, y sus enemigos eran superiores incontables veces numéricamente. Uno a uno, todos ellos fueron cayendo. Los dos últimos en pie fueron el sacerdote y el capitán, que lucharon espalda contra espalda en medio de una marea de orcos.*

Capitán: Hermano Zylak... ha sido un honor combatir junto a tí. Gracias a tí hemos salvado muchas vidas hoy. Alessia... ¡no caerá!

Zylak: *sonrió* - Sí... también ha sido un honor para mí, mi capitán.

*Tras un rato combatiendo, un jefe orco consiguió abatir al capitán, que murió al instante. El sacerdote quedó solo, rodeado de enemigos. Se dio cuenta de que no recordaba la arenga que había impartido a aquellos hombres hacía tan solo unos minutos, y sin embargo supo que fue la mejor de su vida. Encomendó su vida a Sigmar, y luchó hasta caer bajo la aplastante cantidad de orcos.*

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- Oh, dios... Esto es horrible... Creí que la guerra ya había terminado...

Link: Kei se dirige al puesto de artillería.

- Hay que seguirlo.

Link: ¡Es peligroso!

- Tenemos acceso tanto al puesto de artillería como al campo de batalla. Somos soldados. Por cierto, ¿a donde ha ido a parar tu uniforme? /Crear material: Uniformes de soldado/

*Las prendas de los dos fueron reemplazadas por uniformes de soldado*

- Ferdrimm, déjanos allí.

*Ferdrimm desciende, y Thordrum utiliza el hechizo de anular en él, lo que lo vuelve a su tamaño original.*

- Ve a la posada. Si mañana no estamos allí, ven a buscarnos.

Ferdrimm: ¡Sí!

*Ferdrimm comienza a volar hacia la posada*

Link: Aún no estoy seguro de tu plan, Thordrum. Sigues herido.

- En el puesto de artillería habrán vendajes y analgésicos.

*El efecto del hechizo de invisibilidad había terminado. Tordrum y Link entran al puesto de artillería, y Kei se sorprende al verlos.*

- Solo vengo a por unos vendajes y unos analgésicos.

Arquero: Aquí tienes.

*El elfo le da los suministros a Thordrum, que los aplica cuidadosamente sobre su herida.*

- Y... ¿A donde se dirigen?

Arquero: Estamos yendo con Maximillion.

- Oh, llevo tiempo queriendo verle. Los acompaño.

Link: Y yo también

Kei: No deberían estar aquí.

- Oye, tranquilo viejo. Somos soldados. Ni que me hubieras hecho la herida en mi pecho y quisieras evitarme a toda costa por eso.

Link: Qué sutileza

Arquero: Hay que apresurarnos...

*Entre los marines y los elfos lograron derrumbar el plan de ataque de los orcos, que habían mandado una flota bastante superior a la del ultimo ataque, una mezcla entre el valor y fuerza de los marines, con la posición estratégica del paso del Manglar,hizo imposible penetrar por el paso.
La derrota del Lich en esta zona, fue sin embargo, y tristemente, compensada por la gran victoria en el punto estratégico mas importante de Alessia: El puerto del sur*

*Maximillion estaba sentado en el paso del manglar, victorioso pero con el corazón pesado, las noticias de la derrota de Alessia en el sur lo habían dejado profundamente deprimido, mas aún no podían moverse del paso, era muy dudable que el Lich fuese a rendirse con el paso del manglar tan facilmente*

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*Cuando Nevelkann preguntó por Helianost, el mago al que le hablaba lo escudriñó lentamente de pies a cabeza, como pensando"Cuanto me costaría derribarlo?", luego el mago, Helianost mismo, se acercó, y habló con un tono que sonaba imponente*

Helianost: Nevelkann Makara?

Neve:(wow...se comunican asombrosamente rápido...)Si

Helianost: Sígueme.

*Se fueron solos a una posada, y Helianost pagó por todo un piso, entraron en una habitación*

Helianost: Crees tener lo que se necesita para la misión?

Nevelkann: Si,no hubiese aceptado si no.

Helianost: Bien...debe ser esta misma noche, no podemos esperar mas...me llegan noticias de que hemos perdido el puerto, y temo que robert haga algo estúpido, como enviar lo poco que queda de guardia y ejército en la capital y en el paso del manglar a recuperar el puerto...oh bien, los dioses saben que hará...en la desesperación...en fin, vete ya, prepárate, necesito que esto se haga en la hora mas oscura de la noche...y que cuando salga el sol, nos traiga esperanzas a todos los corazones.

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-Cuántos niveles tiene el palacio real?
Helianost: Siete. El del rey se encuentra en el cuarto. Pero esta noche andará en el séptimo piso...
-Y en cuanto a la guardia real...?
Helianost: 100 soldados. De noche van de a 15 por nivel, en patrullas de a 5.
-...Entendido. Algo más?
Helianost: Sí. Si necesitas ayuda para entrar, podemos hacer una distracción en la entrada por la noche.
-Sería de mucha ayuda.
Helianost: Entonces espera cerca de la entrada. Cuando vaya a ser la medianoche, apareceremos.
-A la orden.

*Nevelkann salió de la posada, y se apresuró a ir a un mercado de pócimas. Si necesitaba sigilo, tendría que recurrir a métodos externos, al menos, hasta que dominase la habilidad que la mayoría de asesinos de élite poseía. Miró al cielo, el sol estaba en bajada ya, pero no se encontraba muy lejos del cénit. Tenía tiempo para aprovisionarse y para examinar el terreno.

El mercado a esa hora tenía una afluencia ligeramente menor de público, pero se volvía a llenar lentamente. Nevelkann fue buscando puesto por puesto, hasta que encontró el indicado.*

Vendedor: Qué quieres, chico?
-Pociones de invisibilidad.
Vendedor: *extrañado* Puedes pagarlas?
-Depende, qué precio tienen?
Vendedor: 200 Rps cada una.
-(Aprovechador de mierda, tiene suerte de que no tengo tiempo para regatear...) Me llevo 3 entonces. De paso, deme unas cuantas de sueño.

*El vendedor le dio las pócimas a Nevelkann, que las guardó en un bolsillo interior. El siguiente paso fue buscar ganchos y algo de cuerda, era probable que fuese más sencillo escalar el castillo que tratar de navegarlo por dentro. También buscó dardos vacíos y una cerbatana, comprarlos llenos era mucho peor que vacíos. Finalmente se dirigió al mismo palacio, y empezó a examinarlo. Era bastante alto, y la entrada era estrecha. No podría entrar por ella, definitivamente, incluso con la distracción de Helianost. Sin embargo, la muralla que rodeaba a los jardines del palacio no era demasiado alta, y convenientemente, había árboles cercanos a la misma. Las ventanas no tenían reja o algo, serían una buena manera de entrar en caso de que fuese necesario.

La oscuridad de la noche cayó sobre la capital alessiana. Nevelkann había ido a comer algo rápido. Volvió al área, y se sentó en uno de los bancos de la plaza, a esperar.*

[INVENTARIO: Senshui Kata, puñal, 3x Poción de Invisibilidad, 2x Pócima de Sueño, Cerbatana, 3x Gancho, Cuerda, 15x Dardos tranquilizantes, 80 Rps.]

*5 magos de la orden del sol se movilizaron con sus lanzas en mano, hacia el palacio real, la guardia real también se preparó para el enfrentamiento*

Helianost: Exigimos la presencia del rey inmediatamente...no aguantaremos mas el que no se nos permita acudir al campo de batalla.

Guardia: No pasarán.

Helianost: No te oigo desde aquí...habla como hombre...niñita...

Guardia: Que dijiste?

Helianost: Por que no vienes y te lo susurro al oído?

*Los miembros de la guardia se acercaron donde los magos, y comenzaron a discutir en voz alta, aunque nadie atacó a nadie.*

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[Seguimos masterizando el rol libre. Cualquiera es libre de unirse a donde crea conveniente, se le puede masterizar algo.]


*A la ciudad principal de Alessia llegaron los restos del masacrado ejército humano de Alessia. Cientos de personas se asomaron a las calles conforme el ejército atravesaba la ciudad en dirección a los cuarteles y hospitales.

Pronto los hospitales se vieron colapsados, por lo que se montaron tiendas de campaña en los exteriores de los abarrotados hospitales para poder atender a los heridos.

Mientras tanto, en los cuarteles se llevó a cabo un programa de reclutamiento masivo, algunos militares de escaso rango realizaban labores de reclutamiento en pequeños puestos improvisados en las calles más transitadas de la ciudad. Los de mayor rango se reunieron en el cuartel con aquellos oficiales de alta categoría supervivientes de la batalla para ponerse al corriente de la situación.


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Mientras tanto, al sudeste de Alessia el puerto había caído el manos del enemigo. El mayor puerto de Alessia, un punto estratégico de vital importancia para el reino, se encontraba en manos del nigromante Neurel Giastra y su ejército de orcos. Aunque se habían detenido para rearmarse, no se quedarían quietos mucho tiempo.

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*Kei pretendía encontrarse con Maximillion en el fuerte, pero los soldados no le dejaron pasar, y todo su viaje fue para nada. Aunque quizás no tanto... ya había presenciado la fuerza del ejército orco, y esas no eran sus filas más experimentadas, definitivamente algo debía hacer para ayudar de alguna manera. Decepcionado se dirigió nuevamente hacia la capital de Alessia*

-Chico, yo ya no tengo nada más que hacer aquí, supongo que como soldado tu deber es servir y mantener la posición aquí, así que nos veremos en otra oportunidad... Ah! y disculpas por casi asesinarte.

[Voy a la capital a encontrarme con Walba, puedes seguirme si quieres xD]

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