El laboratorio de Colegio Beluga estaba oscuro. Las luces estaban apagadas a excepción de un pequeño flexo sobre una mesa, que iluminaba la cara de Matarratas, mezclando compuestos sin parar, salvo para mirar ocasionalmente por un microscopio una de esas muestras que había conseguido del bolso de Amor. A su lado Zap le miraba atentamente, y tras ellos Flama, inconsciente, estaba tumbada en una mesa.
-¡Por fin!-exclamó Matarratas. Por fin había logrado sintetizar lo que él creía que sería el antídoto para librarse por fin de ese macabro virus de Amor. Cuando llegó la hora de probarlo, dudó un instante quién sería su sujeto de pruebas. Era cierto que Flama no se movía y por ende no opondría ninguna resistencia, pero Mat no pudo resistirse a pinchar a Zap. Pero lo que sucedió a continuación fue bastante inesperado.
Después de recibir el pinchazo, Zap empezó a correr por el laboratorio sin sentido, aunque por suerte no rompió nada. Sin ni siquiera decir nada, cogió a Flama en brazos y saltó por la ventana. Aunque estaba cerrada Zap no pareció hacerse daño al atravesarla, o por lo menos no el suficiente como para impedirle seguir corriendo y salir del colegio.
Matarratas consiguió sobreponerse tras la sorpresa inicial y comprendió su error al escoger el sujeto de su experimento. Zap apenas había cambiado con el virus y ni siquiera sabía si ese último comportamiento era efecto del prototipo de antídoto que había creado o simplemente de su demencia crónica. Ahora había perdido a las cobayas de laboratorio y además había desperdiciado la dosis. Tendría que empezar de nuevo.

En otra zona del colegio Kaji caía al suelo a consecuencia de un golpe.
-¿Se puede saber porqué los dos vais solo a por mí?-preguntó
-Porque me caes mal…digo…no se me ocurre ninguna excusa-Dino sacó otra cerveza mientras le contestaba y empezó a bebérsela
-¡Tú eres mi rival por el amor de Lluvia!-Sôkar parecía fuera de sí-¡Renuncia a ella y te perdonaré la vida!
-¡Nunca!-Kaji le dio a Sôkar un puñetazo de fuego negro en la cara que lo desplazó varios metros. Fue corriendo hacia él para rematar el golpe pero una tiza que le impactó en la frente se lo impidió.
-¿Pero qué…?-Dino se giró y pudo ver a Leo en la puerta jugando con otra tiza-¿Qué haces aquí?
-La pregunta es ¿qué haces tú aquí? y ¿porqué no estás en el bar?-le contestó su amigo
-He tenido que intervenir en esta pelea zombi. Se estaba poniendo peligroso
-¿Y por qué no les das el antídoto?
-¿Porqué iba a tener el antídoto?
-¿Porque tú le diste ese virus a Amor hace años solo para tener una excusa para encerrarnos aquí y estar bebiendo todo el día?
-Leo, ¿te han dicho alguna vez que eres un bocazas?
-No, ¿por qué lo dices?
-¡Porque eres un bocazas!
-Qué más da, esos dos están a lo suyo y no se enteran de nada, y aquí no hay nadie más
-Es verdad-Dino se percató de la ausencia de Lluvia-¿Dónde está Lluvia?

En laboratorio, Mat ya estaba trabajando de nuevo cuando vio entrar a Lluvia por el rabillo del ojo.
-Hombre, Mat, me alegra que no te hayas convertido en unos de esos zombis amorosos
-Lo mismo digo
-Menos mal que me he recuperado del shock. Si no podría haber acabado como Sôkar y Llamamuerta
-¿Cómo?
-Creo que el virus ese vuelve a la gente gilipollas o algo.
-Oye, Lluvia, no sé como decirte esto pero…estás llena de vómito
-Sí, es una larga historia, bueno, en realidad no, pero no me apetece contarla
-Pues perfecto porque a mí tampoco oírla
-¿Y tú qué? ¿Hay novedades?
-Zap ha escapado y está aterrorizando al pueblo. Bueno, eso último lo he supuesto
-¿Y cuál es la novedad?
-No sé si a él le he curado pero a Flama desde luego no y si van por ahí contagiando a la gente esto se nos podría ir de las manos.
-¿Y qué hacemos?
-Tienes que reunir a la resistencia
-¿A la resistencia?
-Sí, a todos los que estén sanos. Si los juntamos quizás podamos controlar la epidemia
-Está bien, lo haré-Lluvia se dispuso a marcharse-y tú procura no convertirte en uno de ellos
-Lo mismo te digo. Ahora vete, que no sabemos lo que está pasando fuera del colegio. Y date una ducha o algo que apestas a vómito.

-¿Tiene un antídoto o qué?-Leo había sacado otra cerveza y se había puesto beber también-Habría sido una precaución razonable
-No tanto, parece ser. La chiflada de Amor ha modificado el virus y el antídoto ya no funciona. Lo probé antes con Llamamoco.
-¿Y eso te hace sentir culpable por el apocalipsis zombi?
-No, y borracho menos
-Pues volvamos al bar
-No puedo. Si dejo a solo estos seguro que uno acaba muerto y me echan la culpa a mí
-Entonces traeré aquí toda la bebida del bar
-Buena idea. Yo voy a seguir evitando que se maten
En ese momento, Sôkar se lanzaba con la Wasdaña contra un indefenso Kaji, pero Dino evitó el fatal desenlace con una patada en la boca de Kaji que lo desplazó varios metros
-¿Por qué has hecho eso?-preguntó Sôkar
-¡Sôkar! No te había visto
-¡Mira, Lluvia!-gritó Kaji corriendo contra Sôkar-¡Voy a matar a esta sombra por ti!
-¡Que Lluvia se ha ido joder!-Dino le soltó un puñetazo en la cara a Kaji
-¿Has oído eso?-gritó Sôkar-¡Lluvia se ha ido por culpa de tus gilipolleces! Pero acabaré contigo antes de buscarla
-Tu sangre purificará nuestro amor-soltó Kaji como respuesta
-Aquí cualquier excusa es buena para mataros,¿no? Pues se acabó-Dino decidió parar aquello de una vez y se envolvió en papel

De nuevo en el laboratorio, Matarratas continuaba elaborando supuestos antídotos. Estaba terminando el décimo , así se aseguraba de no quedarse sin dosis. No cometería el mismo error dos veces. Una vez terminó, metió la jeringuilla en la bolsa junto con las demás
-Te compro la patente-una voz infantil sobresaltó a Matarratas
-Chisp, ¿qué haces aquí?
-Llevo aquí todo el rato. Vine con Zap, ¿No te acuerdas? Y le he estado siguiendo desde entonces. Bueno, hasta que se ha tirado por la ventana. He comprendido que no es rentable seguir a un idiota. Un tipo listo como tú, sin embargo, podría hacerme ganar mucho dinero.
-¿Cómo pretendes ganar dinero con un antídoto?
-Vendiéndolo, evidentemente.
-Pero los zombis amorosos ni siquiera parecen ser conscientes de su problema
-Sí, pero por lo que he visto el virus tarda bastante en actuar completamente
-Así es, He podido distinguir tres fases: Al principio el virus simplemente hace ver todo más bonito, por así decirlo. Después empiezan a hablar fansubeado y por último se convierten en esos engendros amorosos.
-Pues eso. Seguro que los que estén en las primeras fases pagarán lo que sea por el antídoto. ¿Hay trato o no?
-No. Sería muy peligroso no detener esto ahora que aún estamos a tiempo. Y además ni siquiera sabemos si funciona y ya no tengo conejillos de indias.
-Pero eso tiene muy fácil arreglo-dijo el joven Llamaviva acercándose
-¿Qué?-Ese comentario descolocó por completo a Matarratas
Sin darle tiempo para reaccionar, Chisp cogió una de las jeringuillas con esa extraña poción de Amor que Mat tenía sobre la mesa para estudiarlas y se la clavó a Matarratas en el muslo. Matarratas maldijo la totalidad de la existencia mientras se desplomaba en el suelo. Chisp cogió la bolsa con los antídotos de la mesa sin darse cuenta de que una de las jeringuillas se salía y rodaba por la mesa, aunque milagrosamente no cayó.
Aunque Chisp pasó por alto esa jeringuilla, sí notó que la bolsa estaba abierta. La cerró y esbozando una sonrisa mientras miraba el cuerpo inconsciente de Matarratas, comenzó a trazar su plan para hacerse rico.

¿Qué planea Chisp? ¿Funciona el antídoto realmente? ¿Cómo terminará el combate Sôkar vs Kaji vs Dino? ¿Conseguirá Lluvia impedir que se contagie más gente? ¿Qué va a ser de Matarratas?