Taller que recoge lecciones escritas por Jesulink, autor de Raruto y 5 Elementos, en colaboración con otros dibujantes de la comunidad Jesulink.com.
Por norma general, describir artilugios y artefactos mecánicos suele tener una dificultad proporcional a la complejidad de la propia máquina, y mucha gente acaba recurriendo a la pura magia para mover un barco volador en lugar de reflexionar sobre los intrincados mecanismos de calderas, aerodinamismo, estructuras y tripulaciones que semejante vehículo precisa.
Al fin y al cabo, no somos ingenieros.
Está bien dejar en manos del equipo científico de la historia el diseño y mantenimiento de ese mega-cañón láser capaz de destruir planetas, ya vendrá luego el protagonista a disparar. No hay que preocuparse en exceso por la exhaustiva física a la hora de fantasear con la ciencia ficción. Objetos como "la materia oscura" de Futurama, la "Neticita" de Final Fantasy XII o "la energía espiral", de Tengen Toppa Gurren Lagann son formas de simplificar las máquinas y su energía.
Considerar razonablemente los efectos de los campos electromagnéticos, las interacciones de las ondas, las desintegraciones nucleares o la relatividad del espacio-tiempo puede convertir el argumento en algo realmente serio y maduro, pero tal cosa se aleja del autor corriente.
Sin embargo, cuando reducimos drásticamente la era tecnológica de nuestra narración y viajamos a la época de las espadas y los caballos, hay que destacar una hermosa frase que ha salvado el culo a cientos de escritores de novela medieval fantástica: "Gracias a un complejo sistema de cuerdas y poleas"
Cada vez que necesites describir cómo funciona la apertura de los inmensos portones que flanquean la entrada a esa ciudad amurallada, el mecanismo de transporte guiado en balsas que permite cruzar el río con todo tu equipaje, las cadenas de ascensores que conectan los pisos superiores con los inferiores o incluso, la simple caseta que aprovecha la corriente del río para mover el molino, di que lo hacía "gracias a un complejo sistema de cuerdas y poleas"
Es sencillo y eficaz, "cuerdas y poleas" son la panacea tecnológica del medievo y te ahorrarán muchas complicaciones.
Si no conoces el miedo, puedes arriesgarte y añadir a la frase una palabra más para convertirla en: "Gracias a un complejo sistema de cuerdas, poleas y engranajes", y entonces habrás alcanzado la cumbre del conocimiento.