En un cómic, la lucha en el sentido más amplio del término sirve para resolver un conflicto de mayor o menor magnitud o simplemente como una forma de lucir las habilidades guerreras de los oponentes o para demostrarle al espectador la potencia de diversos ataques o conjuros. La lucha es además la piedra angular de innumerables shonnen, y por eso he creído conveniente dedicar un capítulo al problema narrativo de las peleas.

Estos combates constituyen también un fragmento de la trama muy relevante. Ocupan el mismo espacio y tienen igual importancia que unos diálogos, o un monólogo de narración introspectiva (aunque variará dependiendo del género de cómic que dibujes), y como tal, deberá estar igualmente estructurada.

Piensa en ello como una forma que tienen los personajes de comunicarse e interactuar, pero en lugar de con palabras, a golpes, disparos, cortes y magias. ¿En la política y las intrigas palaciegas no se emplea sobre todo la retórica, la ironía y el discurso amenazador e ingenioso? Pues nosotros repartimos guantazos.

Peleas en casa

He aquí mi consejo práctico: pelea en casa.

Practica y ensaya la coreografía del combate con rigor y diversión. Siempre viene bien coger a un amigo, con el que más confianza tengas (y si en la pelea hay tres o más luchadores, tira de más amigos) y que te ayude a esclarecer cómo irá el tema en base a la pelea de broma que mantengáis.

- ¡Ey! ¿Te vienes a mi casa a pelearnos de mentira para ayudarme a dibujar en mi mente cómo iría la lucha de dos personajes de un cómic que estoy escribiendo?
- ¿Claro, porqué no? / Claro, no tengo nada mejor que hacer.

Para tal fin, "confecciona" tus armas y lucha con ellas.

Prueba con un palo, un rollo de cocina usado, una escobilla del váter o cualquier cosa que sea alargada para hacer de espada.

Es importante que tenga aproximadamente la longitud de la espada del luchador del cómic porque te servirá para medir las distancias de ataque y defensa, y saber cuándo puedes darle un espadazo al enemigo porque realmente la hoja de la espada llega hasta él y cuando retroceder o avanzar para pillar un mejor ángulo ofensivo/defensivo.

Son medidas siempre al tanteo, a ojo. Lo importante es que tú lo tengas claro.

Usa lo que tengas a mano según el arma de tus personajes; el palo de la cortina para hacer una lanza, un listón de madera para una katana, un cinturón de albornoz como látigo, una muleta como metralleta o bazooka, una cañita larga y flexible para simular arco, tus propios dedos en forma de pistola, o incluso un kunai si los tienes de cosplay.

Como tú quieras.

En cualquier caso, ni se te ocurra coger un cuchillo jamonero o algo "de verdad", que con la emoción del combate puedes liarla, y a ver luego cómo explicas el incidente a la policía.

Una vez que lo tengas todo, el truco es sencillo: trata de representar desde el comienzo la escena de combate del mismo modo que la dibujarías en el cómic.

Recrea el encuentro de los contrincantes antes de empezar la contienda, y si tienes más o menos pensados los gestos y las acciones precias, hazlos, o si sabes de forma aproximada qué van a decir, dilo, y haz que tu "enemigo" diga también su parte.

No sólo te ayudará a meterte en el papel, sino que tú mismo verás si la escena fluye de forma realista y es adecuado añadir, quitar o cambiar cosas. A lo mejor crees que es necesario que se digan algo antes de pegarse, rollo "Por fin nos encontramos, Batman" o "Este pueblo es demasiado pequeño para los dos", pero quizá descubras que con una buena postura corporal y un cruce de mirandas mientras desenfundan la espada/varilla de metal te basta para empezar la pelea.

También te darás cuenta si tu pelea es más como una lid entre un héroe y su villano o más como una gresca de patio de colegio entre dos estudiantes que se llevan mal.

Ahora, piensa en tu cómic...

Confecciona los movimientos de batalla mientras te peleas con tu/s amigo/s y te diviertes. Ahora salto así, ahora me disparas aquí, ahora viene la chica y detiene el combate en esta posición, ahora caes de esta forma.

Dibújalo mentalmente y ordena las viñetas en tu cabeza a medida que lo haces.

Representar los golpes, los bloqueos y todas las demás acciones te permitirán definir con precisión cómo avanzará la lucha, y descubrirás tú mismo qué ataque será adecuado en cada situación y qué hacer en cada momento según la posición de los personajes, más lejos, más cerca, de espaldas, en el aire...
Trata incluso de imaginar cuál sería tu/su nivel de cansancio, o el efecto de las heridas producidas en la misma reyerta.

Además de ser un divertimento freak, resulta útil.

Emplea todas las magias y los chakras y los poderes de los que dispongan tus personajes, échale imaginación y actúa en consecuencia de los movimientos de tu enemigo:

“Vamos a ver. Si yo ahora te escupo la llamarada de fuego así, tú tendrías que parao con tu escudo/tapa de cubo de basura”
“También podría rodar a la derecha y tirarte una flecha.”
“ Pero es que ya no tienes flechas porque las gastaste todas en a pelea anterior con…”

Cuando esté todo más o menos esclarecido y tengas clara la pelea DE PRINCIPIO A FIN, anota cada paso de forma rápida y breve en un papel y luego trata de dibujar todas las escenas que te salían en el teatrillo.

De esta forma conseguirás definir con exactitud la pelea y será creíble, y dinámica (al menos en teoría, porque esto depende mucho del dibujo).